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La maldición - por Luis A.R. Selgas+18

Web: http://universosenblanco.com/

Japón, 1570. 1er año de la era Genki.

Era sin duda una figura triste. Aunque la rabia en sus ojos pretendía ocultarlo, la mente no era capaz de confundir a su alma. Su kimono amarillo estaba salpicado de manchas rojas incapaces de salir aun siendo frotadas con piedra, muestras de un camino lleno de violencia. Ese hombre no era un samurái, ya no. No era nada, pues lo había perdido todo. Había perdido su vida, su felicidad, su camino. No tenía espada. Ni siquiera tenía nombre. Llegó a la bifurcación del camino, donde se encontraba un hombre sentado ante un fuego. El paso de la derecha se internaba en el bosque, el de la izquierda lo rodeaba. El desconocido de amarillo pasó de largo la fogata y se dirigió hacia la derecha sin inmutarse ante el joven allí sentado.
Estaba a punto de cruzar el primer árbol cuando el otro tipo se levantó.
—No debería ir por ese camino —advirtió.
—Es un poco osado de tu parte, querer negarme el paso —fue la respuesta.
—No pretendo detenerlo. Se lo digo por su bien. Ese bosque está maldito.
—Maldito dices. ¿Qué clase de maldición podría hacer vacilar el paso de un hombre muerto como yo?
—A mí me parece bien vivo, señor —tartamudeó el joven, asustado por el desinterés de su interlocutor—. Y de los vivos se dice que no llegan a cruzar este bosque. Que el demonio que en el habita los asecha y les arranca el corazón, para luego mostrárselos aun palpitante y sanguinolento.
—Hablas de demonios y maldiciones —se burló el desconocido—, creyendo estar seguro a la falda de la arboleda. Sin saber que te encuentras con un asesino que ha matado a diez hombres en el último mes. ¿A qué demonio he de temer?
—Tiene usted una katana —razonó el joven—. ¿Es un samurái quizás?
—No tengo katana. Se partió después de mucho luchar. Esta vaina está vacía como puedes ver. Y no, no soy un samurái. Ya no.
El joven se preguntó cómo habría matado a diez hombres sin una espada. Los nudillos rotos del desconocido le dieron la respuesta.
—¿Dónde va con tanta prisa, que ha de cruzar una muerte seguro para no rodear un bosque?
—Voy a Okinawa, en busca de un herrero que forje una nueva espada para mí. Eso no puede esperar.
El joven no pudo evitar pensar en los diez hombres que murieron por sus manos, y cuantos más morirían por el filo de una espada. ¿Qué podía impulsar tal ansia asesina?
El hombre de amarillo dio otro paso intentando continuar su camino.
—No lo haga. Nadie ha sobrevivido al mal que allí habita —gritó el muchacho con sobresalto.
—Tengo prisa, joven. No te haces una idea de la prisa que tengo. Ya no tengo razones para vivir y la prisa y la rabia es lo único que me queda —dijo el desconocido con cansancio—. Tal como lo veo, tengo dos posibilidades. Tu diablo no existe, por lo tanto llego al otro lado un día antes para conseguir mi espada. Eso me parece bien.
—¿Cuál es su segunda posibilidad?
—Tu demonio me está esperando, oculto en la sombra. Eso me parece aún más alentador. Pues me gustaría conocer al ser capaz de vencer al monstruo que llevo dentro. Si logra arrancarme el corazón sabré si todavía hay uno palpitando en mi interior. Entonces moriré y todo habrá acabado.
—¿Por qué desea morir? ¿Qué puede haberle pasado para que su único aliento sirva para matar o perecer sin importancia alguna? ¿Qué atormenta así a un antiguo samurái?
—Ya casi no recuerdo quien era. Prácticamente he olvidado mi nombre. De mi mente se borra el hombre de bien que deseaba ser por ella, ya solo queda un cascarón lleno con una bestia sanguinaria. Lo que nunca olvido es su rostro y la promesas que no pude cumplir. Ella debía llorar mi muerte, no al contrario.
El demonio sin nombre siguió adelante sin que el joven se atreviera a detenerlo nuevamente.
—Hablas de una maldición —susurró el asesino desde la oscuridad produciendo un eco macabro—. Si tu diablo me encuentra sabrá realmente lo que es estar maldito…

Comentarios (18):

Bego Asomadaalalocura

28/04/2015 a las 12:02

Hola Luis, me alegro de que esta vez hayas podido participar!
La historia me ha encantado y destaco esta frase:
“Si logra arrancarme el corazón sabré si todavía hay uno palpitando en mi interior” Es genial.
Me ha faltado tal vez saber la causa de su maldición o el por qué de la muerte de la amada, pero me ha dejado con ganas de más así que espero la ampliación en tu blog! 😉
Un saludo!

Paola

28/04/2015 a las 15:41

Hola, Luis, el relato es muy bueno, la ambientación está perfecta, logras hacernos ver la escena. Creas interés en saber lo que ocurrirá y el final corona el relato.

Una cosa me ha sonado rara aunque a lo mejor me equivoco pero me gustaría saber la opinión de los demás al respecto. Después de “presentarnos” al protagonista en las primeras lineas, lo llamas, después, “el desconocido”, al principio no sabía de quien hablabas pues para mí ya era conocido. No se si me explico.

Darkristal

28/04/2015 a las 16:23

Debo de decir que me he enganchado desde el principio.
las emociones curtidas y marchitas del pobre hombre se pueden ver claramente.
aunque el relato tiene sus misterios, se puede entender el sufrimiento y la determinación de quien lo ha perdido todo.
También se ve, la ingenuidad de un joven que no puede entender tanto dolor y odio.
muy buen trabajo, sigue adelante.

Rubia Alubia (aka A. Losa)

28/04/2015 a las 18:31

Caramba, Luis, me has dejado un regusto a leyenda que me va a durar días. Muy bien narrado.
Solo te diré que yo habría puesto entre exclamaciones esta frase: —No lo haga. Nadie ha sobrevivido al mal que allí habita —gritó el muchacho con sobresalto. Porque dices que el muchacho lo grita.
Por lo demás un buen texto que no necesita de más para ser redondo, creo que alargarlo o continuarlo le haría perder esencia.
Enhorabuena, compañero.

Job Peró

28/04/2015 a las 23:51

Hola, Luis. He tenido la fortuna de revisar tu texto. Enhorabuena de nuevo. Sigo con la duda sobre la “falda de la arboleda”.. Creo que por falda se entiende más como la parte baja de un monte. Quizás “linde” sería más correcto. Pero el relato sigue siendo genial.

Si puedes, me encantaría conocer tu opinión sobre mi relato. Es el 196.

Aldo Brov

29/04/2015 a las 14:40

Hola Luis, debo admitir que las historias de espadas me pueden, y si son samurai aun mas. Soy de esos que si al hacer zapping ven una pelicula donde hay un samurai andando por un bosque, indudablemente se engancha.
Este tipo de historias, es como una pequeña historia dentro de otra mayor, tu nos muestras a ese personaje y la maldicion de vivir luego de haberlo perdido todo, esa es la historia en la que te enfocas, en su maldicion su encuentro con el posible diablo le ayudaria a aclarar su situacion, la historia mas grande es todo el mundo, su antes y su despues, eso nos hace querer saber mas, aqui manejas bien el truco de enganchar al lector y querer avanzar en la historia, tu escena nos atrapa, aunque haberlo visto cortar al medio a un ultimo oponente y ver la espada romperse justo antes de continuar su camino y encontrarse con el joven antes de entrar al bosque, hubiese sido genial!!!

Solo cambiaria el color del kimono para alejar la inevitable imagen de Uma Thurman que se vino a mi mente. Un kimono que alguna vez fue blanco, hace mas contraste con la sangre y le quita el protagonismo que sin querer le diste.

Buen relato. Saludos

Pato Menudencio

29/04/2015 a las 18:01

Luis, realmente me ha gustado el relato. Tiene un toque épico y quiero ver el encuentro entre el samurai sin nombre y el Oni que habita el bosque.

De inmediato pensé en vagabound, Zatoichi y todas las cosas relacionadas con samurai.

Saludos.

Adella Brac

30/04/2015 a las 10:18

Muy bien narrado, me gusta el tono que le has dado. Podría ser el comienzo de un cuento (me quedo con la curiosidad de ver lo que encuentra en el bosque).
¡Buen trabajo!
Un saludo.

Chiripa

30/04/2015 a las 15:36

Me ha gustado mucho como nos muestras la desesperanza y bondad de dos seres humanos que se encuentran en un camino.
Excelente narración y utilización de los diálogos. Buen desarrollo. Intrigante…. Provoca saber más.
¡Enhorabuena, Luis!
Gracias por pasar y comentar mi inocente maldición

Roger/NHICAP

30/04/2015 a las 16:09

Hola Luis,
Buena historia, correctamente desarrollada mediante una escritura sencilla, muy clara y precisa. Consigues que no falte ni sobre nada, y haces un buen uso de los diálogos. Me ha gustado mucho. Felicitaciones
Un abrazo

Ryan Infield Ralkins

30/04/2015 a las 16:30

Tu relato me recordo a la pelicula 47 Ronin. La intriga que mantiene desde el principio, deja a uno deseando que haya mas al final y saber mas del porque el samurai es asi, como dice Bego en su comentario, por que lo perdio todo.
Aun asi y en resumen, excelente relato. Me mantuvo enganchado de principio a fin.
Felicitaciones y saludos.

David Rubio

01/05/2015 a las 13:06

Magnífico Luis. Por grande que sea el mal que le espera en el bosque no podrá ser mayor que la que él arrastra: una vida cuyos ideales se han pervertido por la violencia.Una buena ambientación y un tono épico en los diálogos que le sienta como anillo al dedo.
Muy buen relato
Un abrazo

grace05

01/05/2015 a las 19:37

Me encantó tu relato. Me atrapó desde el comienzo, mantiene el suspenso y la tensión. Sentí como si fuera una escena de algo más extenso, como si hubiera un antes y un después de ella. Me gustó mucho como utilizas el vocabulario de la época y sin embargo la lectura es fluida y ágil.
¡FELICITACIONES!
Te invito a comentar 106

Iracunda Smith

04/05/2015 a las 20:59

Gran historia Luis.
Me hubiese gustado leer la lucha entre el Ronin y el demonio, pero bueno la próxima vez 😉
Un abrazo, ¡nos leemos!

José Torma

05/05/2015 a las 21:59

Hola medio tocayo, pues creo que todo te lo han dicho. Solo me queda unire a las felicitaciones, me gusto mucho y solo tengo una duda ya que la busque y segui igual “asecha” vs “acecha” lo investigue y parece que hay diferencias entre el español de este lado del charco y el que se habla en europa. Asi que no dire mas. Coincido que el color del Kimono no me gusto y la referencia a Kill Bill era inevitable.

Saludos y felicidades.

PAULATREIDES

08/05/2015 a las 14:46

Me gusta tu relato. Te mantiene espectante sobre el desenlace. Solo una cosa, la palabra “prisa” la repites varias veces, tenemos urgencia, premura…
Salvo esto último, muy bueno. Me fascina el sol naciente.

beba

09/05/2015 a las 23:58

Fantástico. Buena trama; suspenso; excelente desenlace.Hermosas construcciones como “Si logra arrancarme el corazón sabré si todavía hay uno palpitando en mi interior”.
Por ahí encontré un par de cositas que lo dejarían perfecto; nada demasiado importante: “el demonio que en el habita los asecha”; “él” y “acecha”; “la falda del bosque” no me suena bien; creo que debiera ser “la entrada del bosque”, “los límites del bosque”
Pero, repito, un excelente relato.

Wolfdux

18/05/2015 a las 16:13

Buen relato Luis. La ambientación y los diálogos me han sumergido totalmente, están muy conseguidas ambas cosas. Felicidades.

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