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La maldición - por Marcelo Kisi
En un viaje académico de varios meses, Diego conoció a Danielle, una francesa dulce y además rápida. La dejó a la semana, después de su primera noche de sexo. "Me ahoga vivir en el mismo lugar con la chica que sale conmigo", se excusó. A la semana iniciaba su relación Marina, una rubia de Leningrado. Como ella sólo hablaba ruso, el sexo fue su único idioma, y Diego se ahogó menos. Danielle quedó herida de modo profundo.
Al volver de su experiencia, el amor y el sexo le fueron negados. No es que no hubiera roces con el sexo de al lado. Fueron muchas las mujeres con las que casi ocurre algo.
A la americana Melissa, por ejemplo, ya desnudos en la cama, se le ocurrió declarar: "Primero quiero saber hacia dónde va la relación". Como la relación no iba hacia ningún lado, por lo menos no esa noche, Diego se puso la ropa y se fue para siempre.
La pasó bien y de la mano en el cine con la colombiana Jazmín. Al dejarla en su casa, ella le dio un breve discurso: "La he pasado espléndido…", comenzó, disparando las ansias de Diego por el beso que se venía, "… no quisiera que dejaras de ser sólo mi amigo". Pero Diego no la quería a ella como amiga, así que no la llamó más.
Así muchas. No creía en Dios, así que decidió que el problema era él, y pensó que debía ver un psicólogo. Dos años, mucho diván y decenas de mujeres fallidas después, llegó Mariela, una morocha increíble que lo guió por el camino del buen sexo y redimió su ego alicaído. Las parejas que vinieron luego le enseñaron a convivir en pareja y a ser amado sin por eso dejar de respirar. Llegaron al fin su esposa, los hijos, la vida. Y llegó Facebook.
Por la red social halló a sus viejos amigos y a sus ex. A algunas les pidió perdón por fechorías varias de mozo inmaduro.
—Es muy conmovedor que me pidas perdón después de lo ocurrido —le respondió Danielle desde Francia por el ordenador—. Pero soy yo la que debe disculparse.
—No puede ser. ¿De qué?
Danielle fue desgranando lo que pasó con mensajes de Facebook encadenados:
—Después de aquello, una amiga me recomendó una bruja. Para mí eso era un sacrilegio, pero pudo más mi odio, y fui. Lo que vi en su casa era de película. Más que bruja, parecía una hippie psicodélica. Me quise ir.
"Ella me cerró el paso. No paraba de hablar. Sacó un mazo de naipes y me leyó el azar sin pegar una, así que me dispuse a irme de nuevo. Era una embaucadora.
"En eso me dijo: 'Un hombre se ha ido con maldad. Eres mujer herida'. Quedé como paralizada. 'Sí. Quiero que pague', le dije casi sin querer. 'Que nunca más conozca cuerpo de mujer. Mucho menos su amor'.
"'Bien. Espérame', me dijo. Salió y volvió a poco con cosas más bien raras. Una vela con forma de sarcófago, una especie de mermelada, la figurilla de algún canonizado. Me pidió cosas del réprobo, así dijo. Saqué de mi bolso una imagen y un calzoncillo. No, no lo habías olvidado en mi pieza. Me deslicé un día cuando dormías y lo robé de un cajón.
"Ella inició su hechizo. Encendió la vela, la cubrió de mermelada, puso la figura del discípulo de Jesús debajo, y salmodió de modo horrible. Luego agarró la imagen de Diego el réprobo y la escupió. Pero al mirarla fijo se sacudió. 'Espera. Es un alma buena. Reduciremos la condena'. Le dije: 'De ninguna manera. Si pudiera lo caparía'. Ella me conminó: 'Cuidado con los conjuros, pueden volver como boomerang. Dos años serán sobrada sanción. Confía en mí y dame ese calzoncillo'.
"Se lo di, lo olió como una depravada y lo colocó sobre la vela. La prenda se incendiaba y ella decía cosas incomprensibles. Me dijo después que era en arameo. No le creí una sola palabra. Le pagué y me fui. No sabía si odiar más lo que significabas, o a mí misma por haber caído en manos de esa simuladora. Ahora que nos volvemos a hablar me odio por haber deseado que sufrieras. ¿Podrás perdonarme?"
Diego quedó anonadado mirando su ordenador. Un período de su vida cobraba ahora significado, pero no el que su imaginación o sus creencias le hubieran hecho suponer. Debió beber agua para sólo después responder:
—Danielle querida, hay algo que debes saber.
Comentarios (26):
Luis Ponce
28/04/2015 a las 17:04
Muy actual, de la vida real. Está escrito en un tono coloquial que hace que regresemos a ver nuestra vida diaria para darnos cuenta de lo que nos sucede o nos ha sucedido. Son lugares comunes con brujas comunes.Concreto y fluido, pero la última frase me ha desconcertado.
Nos leemos.
Demetrio Vert
28/04/2015 a las 18:23
Buenas Marcelo. Estupendo, con ritmo, manejando los tiempos y la intriga. Yo creo que si he entendido el final. Se aivina antes. Cual era el nombre de la bruja ¿Marina? ¿Melissa? ¿Jazmín? O una de las desconocidas.
Enhorabuena.
demetriovert@gmail.com
Aldo Brov
28/04/2015 a las 19:20
Vaya que cumpliste el reto, ni me habia dado cuenta que no habian T hasta que comence a buscarlas. Lograste manejar las oraciones de tal manera que no me suenan para nada forzadas.
Lamentablemente tambien quede desconcertado al final, no logre entender que quisiste sugerir con esa frase.
Volvio a llamarme la atencion tus parrafos. A pesar de estar bien estructurados, con oraciones sintacticamente muy bien escritas, con unidad y coherencia, detecto cierta falta de cohesion al hacer uso de tantas oraciones separadas por punto y seguido. Tal vez yo intentaria hacer parrafos con mayor relacion entre sus oraciones, haciendo uso de mas elementos conectores, no solo para mejorar el ritmo, (que de todas formas es bueno) sino para
Esta vez debo decir que, a mi parecer, tener que leer tanta trama en las palabras escritas por Danielle en facebook, me disperso un poco. No hubiese sido mejor un reencuentro inesperado en algun lugar cualquiera y dejar a Facebook de lado?
Saludos
marazul
28/04/2015 a las 22:34
Es muy bueno tu relato Marcelo. Muy original y divertido (lo de la mermelada y el calzoncillo es genial….). Se entiende perfectamente porque las frases fluyen con naturalidad a pesar de que todo tiene un cariz surrealista. Me encanta el tono en que está escrito. La excusas para dejar a las chicas son lo mejor de la historia.
¿El final tiene algo que ver con la bruja buena que no le capó? ¿Acaso Diego quiere dar explicaciones a Danielle? ¿Va a resultar que no es lo que parece?
Ay madre…..no me dejes así…!!!!
Leonardo Ossa
29/04/2015 a las 00:23
Marcelo, cuando leí tu texto noté que faltaba la letra “te”, pero se nota de manera favorable que hay un manejo adecuado en la redacción, que hace de este detalle algo casi imperceptible. Es una buena historia que refleja las oscilaciones amorosas por las que en algún momento todos hemos pasado. Pensé que talvez, algún amigo te hubiese contado su historia personal para inspirar este relato, hasta que recordé un comentario tuyo en donde indicas que harás un escrito para enfrentar algunos demonios. Creo que los tales ya han sido conjurados. Nuevamente gracias por compartir con todos, tus obras.
Marcelo Kisi
29/04/2015 a las 04:57
Gracias amigos! No creo q sea mi mejor cuento, pero efectivamente ya dije q era autobiográfico (todo menos la bruja es cierto!) Hasta ahora los episodios propios convertidos en cuento nunca me han salido bien. En cuanto al final: es muy sencillo, pero mal ejecutado por mí: Danielle pensaba q la maldición no habia funcionado. El prota la está por desayunar con que funcionó a la perfección. Ando con poco tiempo este mes, pero intentaré contestar personalizado y pasarme por los vuestros. Gracias enormes!!
Paola
29/04/2015 a las 10:28
Hola, Marcelo creo que la frase que nos ha descolocado a todos es
” pero no el que su imaginación o sus creencias le hubieran hecho suponer”. Creo que quitando esa frase ya queda todo claro y cobra sentido el que el chico le diga “hay una cosa que debes saber” pues el hechizo había funcionado de verdad.
De todos modos me ha parecido genial.
Cesar A. Martin
29/04/2015 a las 10:51
Hola Marcelo, muy buen relato, me gusta como lo desarrollas y el planteamiento. Y has salvado muy bien los problemas con la t, imagino que el Facebook es un recurso para poder omitir los “te” de la segunda persona, igual que el estilo indirecto. Muy ingenioso. Pero después de leer tus anteriores talleres creo que el reto de la t ha frenado tu estilo, en casi todo el relato lo resuelves muy bien y de forma natural pero hay algunas oraciones que no acaban de encajar. En cualquier caso parece que mi opinión no es compartida. De todas formas sigue siendo una gran historia.
Un saludo.
Julieta Blanco
29/04/2015 a las 12:44
Hola Marcelo! Podés decir que no fue el mejor, pero a mi me divirtió realmente. Especialmente la frase “Como la relación no iba hacia ningún lado, por lo menos no esa noche, Diego se puso la ropa y se fue para siempre.”
El final me desconcertó un poco, pero luego capté el significado. Sólo que la primera vez pensé que él ya le había contado que había tenido unos años desafortunados. Tal vez yo, para no crear tanto suspenso, habría dicho algo así como “hay algo que parece que no sabés”.
Pero repito: me divirtió mucho! Como era de esperar claramente. Saludos!!
Denise
29/04/2015 a las 15:01
Muy lindo cuento, y estoy de acuerdo con las observaciones de Aldo. Pero ya lo explicaste vos mismo todo, así que espero que puedas reelaborarlo para que quede con tu estilo, que ya conocemos. Igual, creo que se entiende perfectamente.
Espero que hayas podido exorcisar esos demonios 😉
Saludos!
Jose M Quintero
29/04/2015 a las 16:08
Hola Marcelo.
Primero que todo quiero felicitarte por haber cumplido el reto opcional.
Sobre la historia esta muy bien redactada aun sin presencia de la T, me gusto mucho, es una historia sencilla, agil y divertida.
Excelente 🙂
Pato Menudencio
29/04/2015 a las 17:43
Me ha gustado tu relato, original en la temática.
El protagonista cayó en la maldición de la friendzone, o en la de quedar con ganas.
Saludos.
Illarguia
29/04/2015 a las 18:41
Marcelo, a veces una frase como la del final, deja un sabor a mermelada amarga, qué quiso decir?, será que no era suyo el calzoncillo?, que el conjuro funcionó al revés? Nos has dejado con la mosca detrás de la oreja, y eso ya demuestra su mérito.
Un abrazo.
Margarita Graña
29/04/2015 a las 18:56
Marcelo, de los primero que visito porque me encanta tu prosa. Lo de las t un éxito de verdad, no como el mío que se me colaron dos y ni cuenta me di.
Debo ser honesta y no es el relato que más me ha gustado de los tuyos. Creo que tú mismo lo dices, contar nuestra propia historia no es tan sencillo como parece. Será por eso que los sicólogos no se autosicoanalizan, ni los médicos se automedican ni los docentes educan a sus peopioa hijos. Pero de todas maneras es un relato muy divertido, con chispazos de genialidad en algunas frases.
Saludos
Juana Medina
29/04/2015 a las 20:21
Marcelo querido, como siempre fluido, original, con humor y sin T.
Ya aclaraste el final, pero de todos modos te diré que me dió tantas opciones que pensé que querías hacernos trabajar. Eso está bien. Quizá no sea uno de tus mejores relatos, ya lo verás y lo modificarás, pero ¡qué humor y cómo se desfruta!
Un abrazo
Pikadili
30/04/2015 a las 08:49
Original, sin duda. Y muy divertido, me has echo reir. Quizas, y debido al reto, hay alguna frase que no me pega, como lo de “…dulce y ademas rapida”. Tambien creo que con un reencuentro, en lugar de una conversación por Face, ganaría mucho la historia.
La primera parte me ha parecido genial, al igual que el momento de la bruja. Es un buen trabajo.
Saludos!!
Adella Brac
30/04/2015 a las 12:50
Prácticamente no se nota la ausencia de la letra “t” (apenas alguna frase que suena un poco rara). El final se ve venir, (esa última frase me costó unos segundos asimilarla), pero la parte de la bruja es locamente divertida y dada la dificultad del reto, creo que lo has superado con creces 🙂
¡Buen trabajo!
Un saludo.
Ryan Infield Ralkins
30/04/2015 a las 16:09
Rayos, Marcelo, esa frase del final fue como una bofetada. Quiero saber que sucede, que Diego le tiene que decir a ella.
La intriga se mantiene en todo el relato y narras muy bien. Los dialogos me parecen muy bien usados y el cumplir con el ret es genial.
Espero la continuacion pues creo no equivocarme al pensar que la habra.
Felicitaciones y saludos.
Roger/NHICAP
30/04/2015 a las 17:20
Hola Marcelo,
Buena creatividad para narrar recuerdos vividos. Me gusta como presentas la historia, en un tono de humor algo surrealista. Un toque fantástico que hace divertida la narración, que está muy bien escrita.
Genial la bruja, tan condescendiente que limita la maldición de la abstinencia carnal a dos años. Diego debe agradecer a la bruja que arreglase su futuro; y también a la roba-calzoncillos por acudir a la bruja.
Me ha gustado y pasé un buen rato.
Un abrazo
lunaclara
30/04/2015 a las 21:16
Sí q es bueno tu relato, Marcelo. Escrito con soltura y con un gran final.
Felicidades.
KMarce
01/05/2015 a las 21:50
Saludos Marcelo, pasando a leer y comentar.
Mmm, esta historia tendrá su encanto y su “desencanto” con tanto romance fallido por parte de Diego. Eso le pasa a los hombres coscolinos, pero como decía mi abue… “Es que no ha llegado la que tiene que llegar”… así que abuzados eh, no juegen con el corazón de nadie para no dañar el propio.
Me ha gustado la naturalidad del mismo, esa pincelada cómica que imprimes en tus relatos. Felicidades por superar el reto y atreverte a hacer algo autobiográfico en un relato, hay que tenerlos bien puestos…
Como único comentario, la descripción de ella en “Facebook” me resultó rara, porque parecía un diálogo-monologo, desde el inició debió empezar en encomillado por ser un “diálogo no presencial”, adicional que parecía ser “más audible, no un texto”, espero comprendas mi idea. Quizá un encuentro por video conferencia, porque ella parecía muy presente.
Me alegra mucho que al fin Diego rehaciera su vida. Espero que así todas las chicas.
Pero, lo digo en voz alta, tu ingenio y tu osadia son talentos muy tuyos.
Enhorabuena, nos leemos.
José Torma
03/05/2015 a las 22:45
Hola Marcelo.
Te han dicho todo, yo solo quiero agregar, que me lo lei de tiron. Lo cuentas sin dar jucios, presentando los hechos tal cual. La frase final a mi tambien me dejo frio, pero al leer parte de tu explicacion, me hago una idea.
Un cuento muy ligero que se lee de giron y sin embargo se te queda dando vueltas en la cabeza.
Felicidades.
Pierina
06/05/2015 a las 00:07
Hola!
Yo fui una de tus comentaristas. Me interesaría saber tu opinión sobre el mio!
Pierina.
Leonardo Ossa
07/05/2015 a las 04:29
Marcelo, quería agradecerte el comentario que hiciste sobre mi escrito “La maldición”. Otros compañeros me han hecho algunas observaciones sobre aspectos que debo mejorar y estoy en ello.
Ha sido un placer leerte.
leonardo_ossa@hotmail.com
Wolfdux
22/05/2015 a las 12:14
Hola Marcelo,
una historia que cobra otro matiz al leer tu comentario de que es autobiográfico, jeje. Veo un poco forzada la narración, supongo que debido la superación del reto opcional que se nos propuso. Pero nada que saque de la historia. La escena de la bruja muy divertida. ¡Nos leemos!
Marcelo Kisi
24/05/2015 a las 19:46
Hola compañeros queridos!
De verdad quiero agradecerles a todos por su lectura y su tiempo. Esta vez de verdad no tuve tiempo para estar más y contestar de modo personal y hasta fracasé en mi intento de leer todas vuestras piezas, y se me viene otro mes así, pero no quería dejar pasar más tiempo -estamos a las puertas de la siguiente recopilación- para decirles gracias, porque veo que mi humilde texto ha despertado cosas diferentes en cada uno, y que han tenido ganas de compartirlo conmigo, que no es poca cosa. A no dudarlo, mi siguiente texto, el de los tambores, viene mucho mejor, porque sé quiénes están del otro lado y los respeto y aprecio. Vuestra mirada me hace crecer.
Gracias y abrazos!