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LA MALDICIÓN - por Demetrio Vert

Los hechos han transcurrido tan rápidos que no acabo aún de explicarme como estoy aquí encerrado en esta jaula, pronto para oír el veredicto que me condenará a muerte. Y el caso es que lo merezco, es más lo deseo. ¿Qué podría ser mi vida sin Laura?
Recuerdo vagamente, pues llevaba una buena curda, el bazar del callejón, sus luces de vistosos colorines en el escaparate dando un poco de vida al umbroso exterior. Y su rótulo, 'EL ORÁCULO'.
Tiempo atrás, bastante tiempo, aparecí borracho también ante aquella covacha de trujamán. Los farolillos rojos de papel me hipnotizaron y sin saber cómo me encontré ante un chino viejo y menudo de barbas ralas y ojos rasgados que no sabías si te sonreían o te escrutaban como una serpiente escruta su presa.
—Buenas. ¿Usted quelel sabel buenaventura?
Tal vez me estoy inventando su endiablado lenguaje, pero así me sonó.
—¡Quiero dinero, mucho dinero. Que me toque la lotería!
El viejo me dirigió hasta una máquina con la apariencia de tragaperras.
—¡No quiero jugar! ¡Quiero saber dónde está mi fortuna!
—Mile, mile —dijo, o así lo entendí yo.
Miré donde indicaba, a la cabeza de la máquina, y vi una cara de colores parecida a un buda de cartón. 'La Buena Suerte', ponía.
Fue el viejo quién sacó las monedas de mi bolsillo y quién las introdujo en la gran boca del cabezón. El caso es que a la mañana siguiente, al despertarme entre jaquecas y maldiciones, encontré en mi mano, cerrada como un grillete, un papelito con una fecha, una carrera y el nombre de un caballo: ‘Alazáno’ —nunca lo olvidaré—. Y una consigna: ‘Ganador’. Así ocurrió y con las pingües ganancias he podido vivir con comodidad hasta hace pocos días. Incluso enderecé algo mi rumbo y conseguí que Laura se enamorara de mí. Por supuesto yo suspiraba por su amor desde tiempos inmemoriales.
Todo fue dicha hasta el día en que la encontré besándose con el hideputa de Julián, ese imbécil pretencioso que solo vive de la pasta de sus padres y se cree un donjuán. Tal fue mi horror, mi angustia, que corrí raudo a mi refugio de antaño, la taberna de Basilio. Allí me emborraché a conciencia y cuando Basilio me dijo “anda, tengo que cerrar”, fue tal mi soledad que en la calle no oí ni la algarabía nocturna de los autos, fulanas, juerguistas, chulos y maricones que poblaban la noche, casi ya madrugada.
Sin pretenderlo me encontré de nuevo ante aquél extraño almacén, 'EL ORACULO', y entré sin dudar. Debió de ser el mismo chino viejo quién me atendió, pues con su sonrisa indescifrable me dijo.
—Buenas señol. Tuvo suelte otla vez. Repetil. Aquí máquina.
Lo cogí de la túnica con brusquedad, levantándolo medio palmo del suelo, y le espeté.
—¡No, viejo de mierda! ¡Hoy no quiero saber mi buena fortuna! ¡Hoy quiero un maleficio!
El anciano se asustó y, aún en el aire, murmuró.
—Bájalme, sel bueno. Venil pol aquí.
Atravesamos unas cortinas metálicamente brillantes, unos corredizos laberínticos tipo fu-manchú y aparecimos en una sala débilmente iluminada con velones, olor a incienso y otras mierdas, donde había una serie de monigotes a cada cual más espeluznante, todos con una enorme boca y letreros sobre sus torsos que decían: ‘Hechizos’, ‘Maleficios’, ‘Embrujos’, ‘Conjuros’, ‘Sortilegios’. Me quedé pasmado.
—Palecel mismo, pelo no sel. Dependel qué quelel.
—¡Quiero que muera en tres días! —exclamé rabioso, irreflexivo.
—Dal monedas chino —pidió el viejo.
Dormida la mona, tuve que abrir la mano prieta para darle al grifo de la ducha. Entonces vi el papelito de seda. Ofuscado lo leí; aterrado me quedé. ‘Inmediato accidente de coche’, decía el maldito mensaje.
Me duché rápido y, aún medio borracho, agarré ofuscado mi auto dedicándome exaltado a buscar a Laura. Debía prevenirla, protegerla. Inspeccioné la universidad; no estaba. Pasé por su casa; no estaba. Desesperado fui al bar de clan; no estaba. Angustiado acudí a la casa del hijoputa y la vi despedirse de Julián con un beso apasionado. Laura saltó la acera para cruzar la calle, hacia su carro. Una furia loca se apoderó de mí. Arranqué haciendo chirriar las ruedas con un solo objetivo entre mis ojos.
Por supuesto la policía se rió de mi historia. Nunca encontramos 'EL ORACULO'. En su lugar había una pastelería, 'El Buda Feliz'. Solo queda en mi amartillada mano el maldito papel de seda rojo y de ribetes dorados para saber que no estoy loco. ¡Inmediato accidente de coche!¡No te jode!

Comentarios (37):

Elizabeth MZ

28/04/2015 a las 16:51

Hola 🙂
Está bien hecha la historia. No esperaba ese final, pero ya que el hombre parecía algo impetuoso y desesperado, todo tiene sentido.

Demetrio Vert

28/04/2015 a las 18:39

Elizabeth MZ, no encuentro tú relato y deseo leerlo. ¿Puedes indicarme el número?.

Gracias.

Leonardo Ossa

28/04/2015 a las 21:49

Demetrio, basta leer los dos textos que nos has expuesto (“Confía solo en tu corazón” y “La maldición”) para establecer: la atención, el detenimiento y la meticulosidad, que ejerces al momento de plasmar cada relato. Ambos me han permitido visualizar de una manera cinematográfica lo que allí acontece. La maldición, también ha provocado en mi imaginario un sentimiento, que no me llegaba desde la época en que seguía con devoción los episodios de la serie televisiva “Dimensión desconocida”.
Siento alegría al encontrar buenos escritores, porque sigo intentando afinar mi escritura y sus textos me sirven como referencia.
Demetrio, encontrar tu correo electrónico en estos comentarios me sugiere que podré consultarte a través de él cuando así lo requiera. ¡Muchas gracias!

Kenoa Gessle

29/04/2015 a las 17:06

El comienzo del texto no puede ser mejor en un par de oraciones te engancha para seguir leyendo sin parar hasta el final. Fluido, con lenguaje sencillo. Me ha gustado mucho. Para mejorarle buscaría un sinónimo de ofuscado que queda en pocas lineas repetido. Saludos

Elizabeth MZ

29/04/2015 a las 23:04

Es un gusto felicitar al autor de una buena historia. No participé porque se me pasó la fecha, pero me gustaría el próximo mes

Paola

30/04/2015 a las 11:06

Una historia bien estructurada con su punto de humor.
Me encanta el lenguaje del chino, le quita drama al asunto, cambiaría totalmente el relato si no fuese así.
Me parece muy acertado el final, lo de que el policía no se lo creyó,con eso minas la seguridad del lector.
Bien escrita, perfecta. Solo un detalle que supongo se te ha escapado: había una serie de monigotes a cada cual más espeluznante
Yo quitaría la “a”

Demetrio Vert

30/04/2015 a las 12:36

Gracias, gracias, gracias a todos (me estoy doblando un lacayo. Es broma, je,je). De corazón gracias.
A Elizabeth por ser la primera en felicitarme. A Leonardo porque él si que es un genio de la escritura (¡Ay! “Una radio en la selva”). Por supuesto puedes contactarme, al igual que todos. A Kenoa por advertirme de lo de “ofuscado” (ya me lo había apuntado uno de mis críticos anónimos. ¡Me dá una rabia que se me pasara!). A Paola por su consejo. Y a todos por vuestra generosidad al leerme.

He estado ocupado un par de días, espero disfrutar este fin de semana con vuestros relatos.

Aldo Brov

30/04/2015 a las 21:32

Hola Demetrio, ufff a veces intento no decir mucho para no caer mal, pero cuando alguien me invita a comentarlo suelo desinhibirme, espero que no sea perjudicial para nuestra relacion.

Lo primero que diria es, pobre tipo, justo vive en un lugar donde hay pena de muerte por atropellar a alguien con el auto, no me gustaria vivir ahi. Y que gran certeza tiene el hombre de que ese sera su destino, en realidad la exageracion le quita un poco de veracidad al relato y solo puede comprenderse desde la necesidad de impactar al lector. Yo no hablaria de pena de muerte.

Otra cosa que detecte fueron varias palabras que se alejan de la simpleza, tanto por sonar a sinonimo rebuscado como por no seguir el tono de la historia, no usaria los diminutivos “Colorines” y “Farolillos”. Luego marque: “escaparate, umbroso, trujaman, escruta, endiablado, pingues, antaño, algarabia, indescifrable, brusquedad, espete, monigotesm prieta, ofuscado, ofuscado (nuevamente), exaltado y amartillada”. En algunos caso por ser palabras rebuscadas, en otras porque senti que como adjetivo asociado a la palabra que acompaña, no encaja del todo bien. Prefiero los textos simples pero bien expresados, antes que aquellos en donde las palabras llaman la atencion.

No sabria que decirte del recurso de usar representar graficamente la pronunciacion del chino, sera que me recuerda a mi presidenta haciendose la graciosa y eso me cae pesado. Es simpatico, y creo que es imprescindible para que el relato termine teniendo esa simpatia que tiene, a pesar de que no veo muchas situaciones que acompañen al tono.

Despues anote algunas oraciones, que creo sonarian mejor si se ordenarian las palabras segun su orden gramatical, en español suele usarse: sujeto, verbo, objeto directo, objeto indirecto.

En la siguiente frases, partes la oracion en dos:

“Recuerdo vagamente, pues llevaba una buena curda, el bazar del callejon”
PROPOSICION 1 (Sujeto tacito, verbo + adverbio) + PROPOSICION 2 (entre comas) + RESTO DE PROPOSICION 1 (Objeto directo)

Mejor seria:

“Recuerdo vagamente el bazar del callejon, pues llevaba una buena curda”

En otro lado dices:
“—Mile, Mile —dijo, o al menos asi lo entendi yo.
Mire donde indicaba, a la cabeza de la maquina, y vi…”

En la ultima oracion, tambien cortas la frase.

Seria mejor decir:
“—Mile, Mile —dijo indicando a la cabeza de la maquina, donde habia una cara de colores…”

Y hay algunas oraciones mas que podria decir, pero me estoy extendiendo mucho, recomendaria en que prestes atencion a las oraciones y sus componentes, cuando cortas las oraciones en dos se siente al leerlo y corta el ritmo y se lee raro y eso lo senti en varios lados.

Respecto a la historia, creo que la introduccion de Laura queda muy apresurada, ya que ella era un personaje importante de la historia, pues al iniciar el relato nombrandola uno espera escuchar mas de ella, y no tanto de la conversacion del chino, que termina teniendo demasiado protagonismo, como si buscases resaltar el ingenio de hablar como el, al fin y al cabo es lo que queda del relato, aunque no termina siendo comico, pero es simpatico.

Cuando “exclamas rabioso e irreflexivo” ¡Quiero que muera en tres dias! no entendi si querias que muera Laura o Julian. Y luego haces un corte que se percibe mucho, comenzando con la frase “Dormida la mona” que debe ser un localismo porque no lo comprendi. Ya aqui en el final, todo ocurre apresuradamente, se siente forzado, nos damos cuenta que te quedas sin palabras, y por eso usas oraciones cortas:
“Fui a la universidad. No estaba. Pase por su casa. No estaba”

Y no comprendi tu ultima oracion ¡Inmediato accidente de coche! ¡No te jode!

Sin embargo, no esta del todo mal, termina siendo divertido, pero falta pulir algunas cosas.

Saludos, y perdon por el atrevimiento.

beba

01/05/2015 a las 03:13

A mí me gustó; es burdo y desopilante. Y sí, también pesqué varias perlitas negras, pero el humor las disimula. Además se diluyen en la agilidad del ritmo. Aldo Brov me dejó pensando. Cierto es que la idea- en este espacio – es crecer entre todos en una escritura correcta y expresiva. Por ahí lo olvidamos entre las carcajadas. Y, en realidad, no es imprescindible descuidar la gramática para ser gracioso. Cuídate en la próxima. Ahora, ya está…
Saludos.

Marcelo Kisi

01/05/2015 a las 06:39

Hola Demetrio!
Primero gracias por pasarte por mi relato y comentarlo!
Ya desde el primer taller te convertiste en lectura imprescindible. En este se ve que quisiste experimentar un poco más, soltarte un poco más. Es como si el primer relato, quizás por ser tu presentación en sociedad, hubieras querido ser muy pulcro. Aquí nos regalás un personaje de los bajos fondos, de barrio, pasional y violento. Y por eso tiene razón Aldo -que nos ahorra mucho trabajo, jajaja- con sus comentarios sobre las palabras rebuscadas: tu personaje, seguramente, no habla así.
A lo señalado por Aldo, yo te comentaría el uso de las malas palabras. El hecho de que uno se lo permita, no significa que no sean un recurso literario que hay que respetar, administrar y tratarlo con cuidado y mesura, igual que las metáforas y los adjetivos. Hay que decidir qué palabrotas se usarán, qué personajes las usan y cuáles no, en qué medida, etc. Te lo dice alguien que ama las palabrotas en sus textos, y por eso aparecen bastante poco, pero cuando aparecen tienen una fuerza contundente, justamente porque escacean, volviéndose muy significativas a la trama. Si releés y buscás, quizás quieras eliminar algunas. A mí me hizo ruido: “olor a incienso y otras mierdas”, ahí uno siente que estás abusando del recurso, queda no natural. Supongo que se pueden limpiar algunas más (junto con otras puliditas bien marcadas por los compañeros).
Dejo para el final el contenido, la trama. En una palabra: ¡Espectacular! La historia en sí y el ritmo vertiginoso en que está contada, no deja respiro, tensiona, involucra, hace reír, todos los elementos de una historia genial, con un final donde incluso te atrevés a romper una circularidad que hubiera sido perfecta pero previsible. En resumen, impecable!
Nos seguimos leyendo, compañero!

Bego Asomadaalalocura

01/05/2015 a las 07:50

Hola Demetrio, una vez leido el comentario de Aldo queda poco que decir, solo darte ánimos para hacerlo mejor en la próxima! 😉
A mi me ha gustado, se hace fácil de leer y la historia, aunque con un final dramático, se hace divertida.
Un saludo y gracias por pasar por mi relato!

Demetrio Vert

01/05/2015 a las 11:03

Hola Aldo, beba, Marcelo, y Bego. Sinceras gracias a todos. Marcelo, te estaba esperando con ansiedad. Aldo, te he descubierto este més y agradezco también tu dedicación, como agradezco la de beba y Bego.

Decir primero que cuando un escritor debe explicar su texto para que el lector comprenda algunas cosas, algo falla en la narración. Este es el caso.
He leido y reflexionaré con mucha atención sobre vuestras opiniones críticas, que son las que más agradezco. Aldo, se extiende con su sabiduría.

Y ahora explico mis fallos. Me pareció que debía distinguir el habla del chino, pero justo para no caer en la jocosidad (cosa que no he logrado), acoto, tal vez con redundancia, qué es lo que el protagonista entiende del chino, dado que su estado mental no es muy lúcido.

Evidente, Aldo, no se entiende si me refiero a Laura o Julían. Un fallito. Se nota que has dedicado tiempo al relato, cosa impagable por mí.

En cuanto a palabras “rebuscadas” no lo son tanto, en mi opinión. Por aquí son comunes, y algunas son usadas para reflejar el estado mental del protagonista. Un tipo con una tajada de órdago ¿cómo percibe un escaparate lleno de luces variadas?
A mi me pasa lo mismo con el lenguaje hispano-americano, incluso, a veces, tengo que buscar el significado de alguna. Y me encanta. He dicho en alguna ocasión cómo me gustaría dominar vuestros localismos. Cosa imposible, por mucho que lea a Skarmeta y a otros.

Sin embargo, si que brego por el concepto de claridad, precisión y llaneza. En mi opinión, es fundamental. Y lo intento, pero al parecer debo esforzarme más. También es muy importante lo que Aldo dice sobre oraciones cortadas. Lo intento todo lo que puedo.
En fín, agradecer de corazón las lecciones y espero que me sigáis. Yo lo haré con vosotros.

El final es dramatico, sí. La base de la historia es descifrar si en un cuento narrado en estos tiempos las maldiciones son verosimiles. Yo no lo creo, por eso el final juega con un desenlace desgraciado, no maldito, fruto de la obsesión de quién no acepta la realidad y busca echar los balones fuera. ¿Nos conduce ello a la locura? ¿Contiene la maldición ¡Inmediato accidente de coche! el papelito de seda? ¿Existe ese papelito? Parece que ante el fatal destino del protagonista vuelve su cordura negando la maldición al decir ¡No te jode!

Un abrazo a todos.

Demetrio Vert

01/05/2015 a las 11:42

Aldo, yo soy muy mayor. Te asombraría conocer cómo hablan los jovenes por aquí. La palabra “mierda” es tan común que ya no nos damos ni cuenta. Sí, mi personaje por aquí habla así, y mucho peor. Aunque estoy de acuerdo, si no tienes cuidado, “la cagas”.

Nos seguimos.

Aldo Brov

01/05/2015 a las 15:11

Hola Demetrio, los jovenes cada dia hablan peor, y como no hacerlo si su vocabulario se ve directamente afectado por internet, las redes sociales, las letras de las canciones, y eso sumado a que les cuesta muchisimo leer un libro.
Ya que comentas que tu personaje habla asi, seria bueno reescribir el texto y hacerlo usando la voz y las limitaciones de los jovenes: “El viejo boludo del chino me dijo que con esa maquina de mierda iba a poder cumplir mi deseo… Si no fuese por el porro que me habia fumado, no le hubiese hecho caso” jaja, estaria bueno.
El tema es que usaste narrador en primera persona, por ende la voz que narra es del joven, si hubieses usado tercera persona si podria perdonarse el exceso de retorica, aunque eso tambien haga que el narrador sobresalga demasiado.

Saludos

Peter Walley

01/05/2015 a las 17:36

Hola Demetrio,

Me ha gustado cómo has contado la historia (y de paso, hum, he aprendido el significado de la palabra trujamán), la redacción es ágil y la dualidad entre la máquina de la fortuna/maleficio está muy bien.

El final también me ha confundido un poco, en parte por la última frase, en parte porque estaba esperando que el accidente se produjese exactamente al cabo de tres días; pero me parece algo menor dentro de una buena historia.

Saludos, sigue por aquí.

Demetrio Vert

01/05/2015 a las 17:48

Gracias Peter. El párrafo final me vino sobre la marcha. En mente tenía avcabarlo con el atropello. Ahí ya se había dado la paradoja de una maldición no-maldición, ya que la primera no es verosímil en el tiempo actual del relato. El accidente ocurre por la obsesión paranoica del protagonista.
Más, me dije, ¿por qué no una nota humorística de incertidumbre al lector? ¿Está chalado el personaje? ¿Está soñando? ¿Obsesionado? ¿Esquizofrénico? ¿O realmente ha sido víctima de su propia paranoia?

Ya ves, cuando te pones a pensar en los relatos, encuentras mil subhistorias.

Un abrazo y gracias.

grace05

01/05/2015 a las 18:58

Hola Demetrio:
Si bien comparto algunas cosas que te marcó Aldo, no puedo menos que felicitarte por tu historia. Tiene un “touch” de humor que permite al lector una sonrisa ante tanta desesperación del protagonista.
Tu relato atrapa, mantiene la tensión y el suspenso.
¡Te felicito!!!!
Te invito a comentar 106

Demetrio Vert

01/05/2015 a las 20:00

Gracias grace05. Creo ya lo hice en el del mes pasado. Ahora te tenía pendiente. Lo haré lo antes posible.

Unsaludo

David Rubio

02/05/2015 a las 00:31

Has ideado una historia entretenida e imaginativa. Reúne todos los requisitos personaje con carencias, elemento fantástico, abuso del mismo y giro final. En el aspecto formal, suscribo el comentario de Aldo. Es un texto en primera persona y, hasta puede estar justificado alguno de esos términos, pero no demasiados dado que la historia tampoco requiere de un personaje mal hablado. En cuanto al tono está bien el punto humorístico, aunque para estas historias prefiero más dramatismo para conseguir un mayor impacto.
Un gusto leerte

KMarce

02/05/2015 a las 01:33

Saludos Demetrio, gracias por pasar por mi relato. He leído el tuyo y los comentarios que son muchos para no repetir.
Que tambien te ha tocado la maldición de tener que explicar una trama, pecado el nuestro entonces. A mí me pasó por usar un personaje no tan conocido por todos y a tí por llevarlo por un laberinto vertiginoso, con algunas erratas gramaticales que te han marcado por aquí.
Pero, discrepo en cuanto a una sola cosa, como escritores, deberíamos tener un vocabulario amplio. Yo desde que tengo siete años y mi hermano mayor me regaló un LaRousse amo leer el diccionario. Suelo utilizar palabras poco usadas o no comprendidas cuando hablo, y por ende, las uso también para escribir. Cuando una persona me dice: “¿Que dijistes?” le explicó que significa esa palabra, creo que es una forma de educar. Cuando la RAE adopta un concepto a mi ver errado, como permitir subir arriba y bajar abajo, solo me da tristeza pensar en la pobreza del sistema educativo de nuestros paises. No solo hay que conocer bien las palabras, sino en qué momentos aplicarlas, un amigo solía decir: “Es que algotras veces, hay que ser perpicaz, insistir hasta hacerlo”. Toda la frase está errada. Yo no encontré que el vocabulario fuera rebuscado, la única palabra que no conocía era “espetar”, vagamente comprendida por la frase aplicada. Pero soy exageradamente curiosa y no puedo quedarme con la duda en cuanto a nada, voy al diccionario y la leo. (En otro momento para no perder el “hilo”). Y si he de poner un pero, sería la frase: “en mi amartillada mano”… a no ser que él se ha dado de golpes en la pared, producto de su frustración y el destino cruel que guarda la palma de su mano.
Lo dije en un comentario previo a este (Pepe Illarguia) cuánto amo las frases montadas, las retoricas, alegorias, metaforas y las palabras poéticas, en prosa, llenas de simbolismos, flóridas, como las usadas por los griegos que sus libros han sobrevivido centurias. Amaré siempre un vocabulario enriquecido, me encantan las magnitudes, las profundidades. Lo coloquial, es encantador, pero todas las palabras son hermosas, no deberiamos descartar ninguna. Amaré la sencillez de la margarita, como la complejidad de una orquídea.
Saludos.

Troya

02/05/2015 a las 14:33

¡Hola!
Gracias por tu comentario en mi texto.

Tu relato me han encantado y lo he leído bien, a mi me gusta el vocabulario que has utilizado.
Poco más que añadir. Con todo lo que han dicho, sigue algunas de las recomendaciones.

Saludos.

Demetrio Vert

02/05/2015 a las 18:15

David, KMarce, Troya, gracias por vuestra amabilidad al leer el relato. Intento aprender de todos.

Saludos,

Ryan Infield Ralkins

03/05/2015 a las 01:13

Poco queda ya para decir. Debo admitir que si habia algun error o fallo, lo entretenido de la historia lo disimulo y mucho. El final me parece el adecuado. Se notaba que el principal estaba mas loco que una cabra y ver a Laura besandose con Julian lo desequilibro. Me parece un buen relato. Me gusto.
Y gracias por leer y comentar mi relato.
Felicidades y saludos.

Osvaldo Mario Vela Sáenz

03/05/2015 a las 06:39

Demetrio,felicidades. Me gusto mucho tu relato; Bastante original. El escenario que dibujas con letras en los dos primeros párrafos me atrapo para continuar sin tropiezo hasta el final.Enhorabuena.

Zelfus

04/05/2015 a las 01:43

La verdad sí me sentí enganchado y también me dio un aire a Dimensión Desconocida. Eso no quita el hecho de que necesite una relectura para mejorar la puntuación en un par de casos, como en el primer párrafo (es más lo deseo) y otros ajustes que se mencionan en algunos comentarios.

Para mí, la voz del oriental sí es un acierto, en la medida en la que se hace la aclaración de que es una burda imitación (sólo la primera vez, después se hace tedioso).

Me gustó el giro final, aunque esperable, y también creo que podrías pulirlo un poco. Gracias por comentar mi relato.

Estoy comentando los 10 siguientes a mi relato. Este es el número 2.

Demetrio Vert

04/05/2015 a las 10:51

Gracias Ryan, Osvaldo, Zelfus.
Me parece curioso que la mayoría de los comentaristas encuentren el la voz del oriental un tono humorístico. Es claro que debo esmerarme como escritor, pues no era esa la intención. Se trata de dar a entender que entre el mal castellano que hablan en general (al menos aqui en España) y las anómalas circunstancias emocionales del protagonosta (la primera vez está borracho y la segunda furioso y celoso) el oía justamente eso, un galimatías que con todo llegaba a entender.

Y en repuesta a el primer comentario de Aldo, al final no me quedo sin palabras. Sencillamente el protagonista está asustado y desesperado. Tiene prisa por encontrar a Laura, de ahí la utilización de un lenguaje escueto y rapido.

Lo dicho, además de daros las infinitas gracias deberé esmerarme para que el lector no se confunda.

Un abrazo a todos.

Pato Menudencio

05/05/2015 a las 14:32

Original la historia.

Recomiendo trabajar los diálogos de los personajes. Aún así no le resta mérito al relato.

Saludos.

José Torma

06/05/2015 a las 00:08

Que tal Demetrio.

si que es un relato divertido y con la segunda anotacion que te hace Aldo con el tono del personaje, creo que mejoraria mucho en cuanto a cadencia.

A mi el abuso del lenguaje del chino me descoloco un poco, tanto que lo traducia al español en mi mente jaja.

Fuera de eso, la unica real pega es el final que a mi me deja un poco confuso y apresurado, si bien en una segunda lectura entendemos que a la que atropello es a la chica, eso al menos a mi, no me quedo muy claro a la primera.

Saludos y felicidades.

Leonardo Ossa

07/05/2015 a las 04:13

Demetrio, paso por acá agradeciendo tu comentario sobre mi escrito “La maldición”. He podido darme cuenta de mis debilidades, razón por la cual trataré de corregir esos aspectos en la próxima narración. (No resulta fácil enmendarlos de un momento a otro, pero insistiré).
Ratifico mi comentario sobre tus dos textos, me han gustado bastante.
Mi correo: leonardo_ossa@hotmail.com
Saludos.

PEPE ILLARGUIA

24/05/2015 a las 09:45

Un poco tarde quizá para los comentarios, pero aún sigo leyendo algunos que no me dejan indiferente. El relato es muy ágil, con un tono general similar a un ballenato: Pedro Navaja, matón de esquinas, quien a hierro mata… Y hablando de hierro, esa es una palabra que dicha por un chino, no podrás saber si es un líquido congelado o un trozo de metal. El lenguaje especial de los chinos, yo mismo lo he usado, suele tener un sentido jocoso, y hay que saber administrarlo en muy pequeñas dosis para que dé resultado. No me extiendo más que ya te han dicho de todo.
Un placer leerte compañero.

Demetrio Vert

26/05/2015 a las 18:23

Disculpas a todos los que aún no les había agradecido sus atentos comentarios. He estado algo ocupado.

A KMarce. Cincido contigo en lo de buscar palabras y sus significados precisos. Lo hago continuamente, sin embargo no lo hice con “…amartillada mano…”, pues dí por supuesto que se entendía que la mano estaba nien cerrada, oprimida. Lo he hecho ahora por tu observación, más para aprender que para rebatir (procuro no hacerlo en este sentido. Buscando por ahí, en el Diccionario de la RAE y en WR, hay entradas que dan el significado de “oprimir”, que es lo que quería significar pero muy intensamente. De hecho en WR pone: ‘Oprimir’ aparece también en las siguientes entradas:
acongojar – aherrojar – ahogar – comprimir – constreñir – garrote – hundir – martillear – oprimir – presionar – sobar – spray – tacto – trincar.

El caso es que se entendió que tenía la mano constreñida ¿no?.

Muchas gracias KMarce.

Dante

29/05/2015 a las 00:26

Demetrio: Me gustó mucho la historia. Tiene una trama muy interesante y el ritmo es adecuado. Me parece que en cuanto a lo formal están muy bien planteados el principio, el nudo y el desenlace. El final es bastante original, aunque no llego a captar el sentido y la pertinencia de la última frase “No te jode”, dado que pareciera ser que la historia se le cuenta a una generalidad indeterminada de personas y antes se expresa en primera persona, refiriéndose el protagonista a sí mismo y a sus experiencias. Por eso sorprende la frase en segunda persona del singular. Puede que yo no la haya comprendido bien. De todos modos, aún sin esta frase, el final se sostiene por sí mismo y tanto en lo formal como en el contenido resulta pertinente en función de la historia.

Por otra parte, si tuviera que señalar algún otro punto, me quedaría con algo que ya se ha debatido antes acerca de las malas palabras. Encuentro atinado en el diálogo que el protagonista le diga al chino “Viejo de mierda”, pero no me parece adecuado que cuando describe lo que había en el lugar se refiera a “otras mierdas”, puesto que aún cuando se quisiera reflejar el modo de hablar de un joven, prácticamente estás repitiendo la misma palabra (aunque ésta tiene un sentido diferente en uno y otro caso) en poca extensión de texto, y además, en mi opinión, no agrega nada. Podría ser reemplazada por otra que también usen los jóvenes. En lo personal, me parece que las malas palabras pueden usarse, pero que hay que hacerlo con mesura, teniendo en cuenta el contexto y si se encuentra justificado o no.

En relación a los demás aspectos de forma y contenido que podrían mejorarse, o a los que parecen positivos, creo que para evitar reiteraciones innecesarias, corresponde remitirse a los comentarios de los compañeros.

Finalmente, quiero reiterar que me ha parecido una muy buena historia, bien contada (con prescindencia de las modificaciones que entiendas que se pueden hacer a raíz de los aportes de los compañeros y/o de tu propia reflexión) y me pareció muy positiva y bien manejada la saludable relación entre diálogos y narración del protagonista. Esa relación es equilibrada, y además, los diálogos aportan dinámica, mientras la narración, las descripciones y adjetivaciones son muy precisas y proporcionadas. De la conjunción de todo eso, la historia fluye con agilidad y atrapa la intención del lector.

Espero que nos sigamos leyendo.

Saludos.

Miranda

31/05/2015 a las 18:05

Hola Demetrio he seguido el link y he descubierto que fui una de tus comentaristas. Te rete a intentarlo sin T y ya entonces pensé que eras alguien con tablas. Y en ese comentario en el que nada influye si se conoce al autor,ya te dije que eras bueno.
Un texto con ritmo, lenguaje, tono descripciones y personajes bien definidos.
Aunque con lo completo de tus comentarios, seguro te supo a poco.
Me temo que soy demasiado concisa.
Me he reafirmado en seguirte.
No te pongo link a los míos porque ya son 15.
Excepto en los micros y en la de miedo, que no partícipe. Estoy en todas las recopilaciones desde la escena de quieto.
Hasta el próximo comentario

Demetrio Vert

31/05/2015 a las 18:20

Hola Miranda. Nos vamos conociendo.
Soy un poco pesado en mis comentarios pero me parece que es mi compromiso.

Miranda, yo no estoy preparado para retos. Solo pretendo ser un modesto diletante que saca placer escribiendo y hablando de escritura.

Celebro que nos conozcamos. Te seguiré leyendo.

Miranda

31/05/2015 a las 19:34

Jaja, no eres pesado, eres extenso pero con contenido y aunque intentes ser modesto y declararte aficionado, si solo fueras eso dudo que utilizaras la expresión “Modesto diletante”, que aunque sabía el significado aproximado, me he ido a la RAE y es “persona que tiene afición por una o varias artes o disciplinas del saber”. Eso te define y además eres divertido.
Aquí todos somos aficionados, creo. Salvo que se haya colado alguno en busca de material. Pero hay gente con diferentes niveles.

Yo con el reto de la T me divertí mucho, no sustituí palabras quedaba raro, lo que hice es reconstruir frases o párrafos con palabras sin T, y fue una experiencia muy gratificante. Aunque se me escapo una. Por eso te anime.

Demetrio Vert

01/06/2015 a las 09:02

Eres simpatica Miranda. Casí me esás convenciendo para algún reto futuro.

Nos leemos.

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