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“La maldición” - por Luciano Sívori

Web: http://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/

Sucede una vez en un millón de veces. La mosca y el hombre compartieron una sopa sin que el otro se diera cuenta, justo en el preciso momento en el que ambos estaban preocupados por la cotidianeidad de sus vidas.

No sé bien cómo ocurrió –no soy médico, solo un humilde narrador– pero durante el intercambio de fluidos, utilizando la sopa como vaso comunicante, se produjo un reemplazo existencial a nivel neuronal. El hombre empezó a vivir como una mosca, y la mosca como un ser humano.

Fue raro para ambos. (Creo que sería raro para cualquiera.)

En principio, el hombre se sintió asqueado por su reciente actitud revoltosa. Le molestó vomitar su propia comida para volverla a comer, defecar cada cuatro minutos y que las personas intentaran sacárselo de encima. Sin embargo, su ángulo de visión de 360° no le resultó desagradable en lo absoluto Veía todo a su alrededor, y además tenía más de 15.000 papilas gustativas repartidas en sus patas. Veía y sentía todo. Aprovechó para volar hacia lugares fascinantes. Y así, por primera vez, se sintió realmente libre.

Vivió únicamente 30 días, como casi todas las moscas, pero fueron los mejores de su vida.

Por su parte, la mosca llevó una vida de humano. Le exigieron utilizar ropa incómoda para mostrarse en sociedad. Por la mañana se levantaba temprano, trabajaba, volvía a su pequeño departamento para mirar algo de televisión y cenaba; luego el día se repetía. Tuvo que pertenecer a una clase, a una sociedad, a un país, a un continente y a una civilización. Encontró que el universo era misterioso y desconcertante. Se sintió desahuciada. Necesitó amor y cuidados. Acumuló cosas que luego tiró.

Vivió solo 30 días. Un pico de stress terminó con su existencia.

Comentarios (25):

Wolfdux

28/04/2015 a las 11:56

Gran relato Luciano. Felicidades. Me ha gustado el destino de la mosca dentro del cuerpo de hombre, jaja. ¡Nos leemos!

Rubia Alubia (aka A. Losa)

28/04/2015 a las 18:37

Me gusta cómo has dado 30 días de vida a ambos protagonistas como consecuencia de sus respectivas condiciones. Da que pensar.

Rosalía

28/04/2015 a las 21:00

Hola, Luciano Sívori. He viso que te has documentado muy bien sobre las moscas y que tu cuento tiene moraleja. Me ha gustado mucho y la verdad, es de lectura ágil y amena. Construyes muy bien las frases y sin erratas. Enhorabuena. Pasé por tu blog y te sigo.

Denise

29/04/2015 a las 00:28

Ves, éste es el tipo de cosas que a mí me gustaría escribir. Tiene un aire al Cortázar de Cronopios (no sé si es la mosca o el tono), pero en cualquier caso, te quedó un poco surrealista la mezcla. Y eso para mí siempre es positivo.
Me encanta. En serio.

Servio Flores

29/04/2015 a las 06:13

buen relato Luciano!
me ha gustado, resulta divertido y liviano.
felicidades!

Julieta Blanco

29/04/2015 a las 12:48

Hola Luciano. Corto pero con las palabras justas. Es liviano y fluído, y tiene un componente crítico.
Genial!

Aldo Brov

29/04/2015 a las 14:51

Hola Luciano, me gusto tu relato, tambien pense en Cortazar. Me gusta como lo cuentas de manera simple y como asocias la idea del existencialismo y como vivimos nuestras vidas. Me gusta encontrar relatos que rompan las estructuras y se alejen del cuento estandar para romper un poco la rutina, nos presentas algo diferente, es un viaje corto pero muy disfrutable.

Saludos

Pato Menudencio

29/04/2015 a las 16:04

Que gran reflexión traes con el relato de este mes. Da para pensar. Me recuerda mucho a la frase de Bukowski:

“¿Como diablos puede un ser humano disfrutar que un reloj alarma lo despierte a las 5:30 am para brincar de la cama , sentarse en el excusado, bañarse y vestirse, comer a la fuerza, cepillarse los dientes y cabello y encima luchar con el trafico para llegar a un lugar donde usted, esencialmente hace montañas de dinero para alguien mas, y encima si le preguntan, debe mostrarse agradecido por tener la oportunidad de hacer eso?”.

Gran relato, de mis favoritos del mes.

Saludos.

Luciano Sívori

29/04/2015 a las 17:49

@Pato, me encantó la frase, y hasta me sentí identificado. Soy ingeniero y, lamentablamente, necesito pasar 8 horas por día en una oficina para llegar a fin de mes. Pero la literatura es mi gran pasión y lo que me hace latir… ojalá encontrara la forma de hacer de eso algo rentable (todavía no pude).

Ana Schaller

29/04/2015 a las 18:38

Hola Luciano,

Pues para no ser tu estilo lo has bordado!

Me ha encantado la idea y tu forma de desarrollarla.

Es un relato con un planteamiento complejo, pero tú lo vuelves sencillo con ese lenguaje directo y claro.

Te felicito y me voy a ver tu blog ya mismo.

Un saludo,
Ana

lunaclara

29/04/2015 a las 23:24

Hola Luciano: qué gran relato. Lo he disfrutado muchísimo. Hay que ver lo que puede dar de sí ese intercambio de fluidos.
Algunas frases despiden chispas por lo brillantes que son. No es halagar x halagar. A cada uno hay q reconocerle lo suyo.
Felicidades desde Sevilla.

Adella Brac

30/04/2015 a las 10:28

Un relato impecable. Me ha gustado el tono y cómo introduces la voz del narrador en la escena. Ese párrafo sobre la existencia humana es maravilloso 🙂
¡Buen trabajo!
Un saludo.

Miranda

30/04/2015 a las 16:54

Luciano, te ha salido un cuento genial. Una reflesión muy interesante y contado con un ritmo muy agíl. Emhorabuena. Un saludo

PAULATREIDES

30/04/2015 a las 17:49

Te leí el 28 pero no pude comentarte, y entre tanto texto ha sido una locura encontrarte.
Me pareció fascinante el primer día, y hoy lo encuentro soberbio, sublime.
La fugacidad de la vida y como la desperdiciamos en muy pocas palabras.
Y como dice luna clara, felicidades desde Sevilla. El mundo es un pañuelo e internet lo comprime.

Marcelo Kisi

30/04/2015 a las 18:41

Luciano salud! Grande, enorme relato! Y sí, trae reminiscencias cortazarianas. Pero sobre todo, beillante la idea, impecable la ejecución y lo he disfrutado muchísimo. Bravo!

Aner

01/05/2015 a las 01:33

Espectacular. El tono narrativo que consigues me parece increíble. Creo que te leeré con frecuencia.

grace05

02/05/2015 a las 17:45

Buenisssssimo tu relato. En el momento de la “metamorfosis” me recordó al “hombre -cucaracha” de Kafka. Excelente tu narración, rápida, ágil, mantiene la tensión. Me gustó el final de la mosca, pobre no soportó el stress diario que cada uno de nosotros lo lleva con total naturalidad.
Excelente tu trabajo!!!!!
Te invito a comentar 106

marazul

03/05/2015 a las 19:09

Hola Luciano
Asco y repulsion al principio para darnos cuenta, después, de que tu relato tiene mucha ideología. Es una buena historia que tu narras con maestría. Es diferente.
¡Felicidades Luciano!

José Torma

03/05/2015 a las 22:38

Amigo Luciano, que gusto verte por aqui.

Tu relato es delicioso, corto y llenador. A pesar de su tamaño, no logras colocar totalmente en la situacion y el dato de que ambos vivieran solo 30 dias, lo hace genial.

Felicidades, a mi me ha gustado mucho.

Saludos.

beba

10/05/2015 a las 01:13

Hola, Luciano:
Llego tarde al coro de aplausos; igual sumo los míos, y por las mismas razones.
Felicitaciones.

Margarita graña

17/05/2015 a las 03:53

Felicitaciones. Una crítica fina, sutil y aguda de la sociedad escrita con estilo. Al principio me acorde de la película ochentosa de La Mosca, por suerte el giro es sorprendente.

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