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La maldición. - por Srta Longbottom

El autor/a de este texto es menor de edad

01/08/2011

Ayer fue un día de perros…

Me desvelé, sin sábana, hacía un frío que pelaba y lo apreciabas calar casi a los huesos.El despertador no me sonó y por lo visto mi hermana no se molestó en hacerlo.A penas poseía de media hora para ducharme, desayunar y arreglarme.Lo hice los más rápido que pude aunque parece que no lo logré, llegaba a deshora a mi clase de física, clase que por casualidad siempre se me ha dado mal.La señora García estaba en medio de la explicación cuando me colé en la clase, al entrar mis compañeros de clase se giraron hacia mi, y la señora García asimismo lo hizo, de seguido me dijo que mandaría un mensaje a mi casa y que poseía una amonestación.Yo, avergonzada, me dirigí hacia uno de los dos huecos libres del final de la clase.

Cuando quise escuchar la explicación, ya no pillaba nada, nada de nada.Debería de pedirle a algún amigo que me explicara lo que la profesora había dado.Pero, ¿a quién?Sara no entendía física, David, más de lo mismo y Raúl… Bueno, Raúl me incomodaba un poco…Dicen que el roce hace el cariño, así que eso es lo que creo que ha pasado con nosotros dos, de ser amigos y uña y carne creo que dentro de mí apareció un sentimiento hacia él que yo desconocía.

Por desgracia solo había una solución, o quedaba con Raúl para que me lo explicara antes del exámen o suspendería.Mientras pensaba me fijé en que se había acabado la clase de física y por fin, venía el esperadísimo recreo en el que podría conversar con mis amigos.

Me dirigí rápidamente hacia la esquina en la que siempre quedábamos y observé a María, Claudia, Félix, Mario y David sonriéndome.Pero…¿Dónde se hallaba Raúl?

Me acerqué hacia ellos y reclamé el lugar en el que se hallaba Raúl.Me respondieron casi al compás que se había ido al baño.Así que me dirigí allí de inmediato,accedí al umbral de los aseos de caballeros y ¡BUM!

Allí se encontraba él, de espaldas, liándose con una chica que no era yo.Era seguro que era él, ese cabello azabache con los rizos definidos y esa piel blanquecina que hacía confundirla con porcelana lo acusaban, y sobre la chica… Ni me molesté en mirarla, salí corriendo de aquel lugar infernal hacia otro baño, el de las chicas.

Me encerré con el cerrojo y comencé a llorar, aislada, sin el apoyo de nadie.

Nadie sabía lo que le quiero, lo que esos ojos verdes me expresan con solo una mirada…Bueno, nadie lo sabía ni nadie lo sabe…¿Para qué voy a expresar mis emociones si no son correspondidas?¿Para qué me voy a molestar en hacer el ridículo?

Las dos horas siguientes las pasé allí, acurrucada, intentando calmarme para llegar a mi casa y que me vieran bien, me daban igual las amonestaciones que me pusieran, no quería que nadie supiese de aquello.Así que me sequé las lágrimas y fui a casa, no cené, no comí nada, solo saludé a mis padres y me encerré de nuevo, pero esta vez en mi habitación, deseando que lo que ese día había vivido fuese un sueño, ya que si no lo era, alguna maldición habría caído contra mí.

Comentarios (3):

grace05

02/05/2015 a las 23:09

Una historia sencilla de adolescente.¿Tal vez autobiográfica?. En algún momento, cuando las cosas no salen bien, creemos haber recibido una maldición.
Tu historia me gustó. El lenguaje un poco rebuscado, creí ,al principio que te habías acogido al reto, pero luego fui encontrando varias palabras con la “señora T”. Te sugiero que vuelvas a leer el texto, esta vez en voz alta, encontrarás algunas palabras repetidas como “poseía” , “y”, como también algunos giros que podrían simplificarse por ej:”… se giraron hacia mi, y la señora García asimismo lo hizo…·, quedaría mejor …” se giraron hacia mi, también la señora García…”
Sigue trabajando!!! ¡Adelante!!! Estamos para aprender
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Leonardo Ossa

03/05/2015 a las 03:28

Srta Longbottom, espero que todo lo sucedido acá en el relato sea imaginación tuya, para que nada de eso haya pasado en la vida real. Bueno, todos los que escribimos vamos mezclando un poco de lo propio y otro poco de lo que nos cuentan e imaginamos, lo importante es contarlo de una manera que suene interesante para los demás.
Me agrada saber que siendo una menor de edad ya estás poniendo en práctica el talento de escritora, muchos nos demoramos en empezar con nuestros primeros escritos.
Aunque sí he escrito antes, te cuento que soy nuevo en Literautas. Es mi tercera participación.
Te dejo una observación: Después de poner el signo punto debes dejar un espacio, y seguir con el relato.
Hasta pronto.

KMarce

25/05/2015 a las 23:05

Saludos Srta. Longbottom.

Al igual que Osvaldo, te felicito por incursionar en este mundo tan maravilloso de las letras.
Muestras la sensibilidad propia de la edad, los amores no correspondidos y la confusión de esos sentimientos; creo que tu protagonista sabe expresarlos muy bien.

Te invito a que leas mucho, pero busca buena literatura como la de Jean Austen, Ibsen y Knut. Mientras más leas, mejor escritoras serás porque absorbes lo bueno de otros.

También le atino al comentario de Osvaldo, cuida tu puntuación. Esos espacios son necesarios para darle fluídez a la lectura, dándole un descanso visual al lector.
Algunas comas creo que estan de más, la frase larga se leería mejor.

El comentario de grace05 también acertado; considera la frase si puede ser más resuelta con un orden diferente, una palabra de más o de menos. No temas usar palabras que uso poco común, o ser florida para narrar; la literatura lo permite en la novela, el lenguaje mas parco o sencillo se acepta para los relatos cortos o en escenarios costumbristas; pero es como la pincelada del pintor, la sutileza o la fuerza dependerá de lo que quiere demostrar.

Enhorabuena,

¡Nos leemos!

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