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¡Y venga p'arriba y p'abajo! - por delaberna
Para ser la tercera mudanza en dos años, consideraba que se lo estaba tomando bastante bien. Con filosofía, que dirían otros. Pero por más paciencia que demostraba, menos respetada se sentía. La acarreaban de un lado a otro sin miramientos, como a un bulto más. ¿Acaso nadie notaba el desgaste que le causaba tanto trajín? ¿A alguien le importaba?
“Mira, ahí vuelven” pensó con rencor, viéndolos entrar con la cara acalorada de tanto mover enseres. Esta vez ni se molestó en intentar hacerles entrar en razón, ya se había cansado de ser ignorada.
La radio fue lo último en ser empacado. Estuvo sonando hasta el final, cuando la desconectaron y se la tiraron encima sin muchos reparos. Aseguraron sus esquinas con unas tiras de cinta aislante, y sin una triste mirada de reconocimiento, la colocaron en el maletero, apretujada entre el resto de cajas.
Groseros.
Comentarios (13):
Kathleen
28/03/2015 a las 16:47
Es una historia bastante original y que te arranca una sonrisa. Es corta lo que la hace bastante ligera y también te deja con esa sensación de querer un poco más.
Un saludo. Espero leerte el próximo mes.
Ryan Infield Ralkins
28/03/2015 a las 20:52
Historia corta si, pero completa. Me parece interesante este relato, que bien podría llamarse micro cuento. Contar una historia en pocas palabras es difícil pero lo has manejado a la perfección. Te felicito por tan excelente relato.
Saludos y nuevamente felicidades.
P.D: gracias por leer y comentar mi relato.
David Rubio
28/03/2015 a las 23:04
Está gracioso el micro. Y la radio tiene toda la razón. Es curioso, cuando piensas en reformas, obras, traslados… la imagen de la radio como eterna compañera se aparece sin esfuerzo. Por eso, merece ser tratada como Dios manda, je,je,je
Buen micro
Pikadili
29/03/2015 a las 11:52
Divertidisimo. Tiene mucho de micro, sí, pero la idea es estupenda y tiene la duración perfecta para esta. En realidad, tiene todos los elementos de un buen microrrelato. Muy bien escrito, de forma desenfadada, y muy original, me ha gustado mucho. Has convertido el elemento propuesto en protagonista, lo cual es genial. No se le puede achacar nada. Enhorabuena!
Denise
29/03/2015 a las 23:34
Me gustó muchísimo, para empezar, la brevedad, que para mí siempre es un punto a favor, en este caso es la extensión justa. También destaco el tono humorístico, que ya se ve desde el título, y el suspenso que se mantiene hasta el cambio de perspectiva. Lo único que te diría es que la oración de la paciencia tendría más sentido si dijera:”Pero cuanto más paciencia demostraba, menos respetada se sentía.”
Fuera de eso, es un relato muy lindo, y la frase del final es genial.
lunaclara
30/03/2015 a las 14:51
Hola! Tengo que decirte que al principio no entendía muy bien, pero luego me dí cuenta, y es que es verdad q la radio es uno de nuestros imprescindibles acompañantes en las mudanzas 🙂
Está muy bien escrito. Eres muy sutil.
Felicidades
marazul
31/03/2015 a las 21:52
Muy bien, delaberna, la radio en tu relato es la auténtica protagonista. Además tu breve historia está llena de razón: la radio en las mudanzas es un elemento muy importante, de aquí para allá y sellada con cinta aislante…..amordazada. La segunda parte de la historia será cuando llega a su nuevo hogar y la liberan….A no ser que se la lleven al punto limpio porque la sustituyen por otro aparato más moderno ¡claro!
Buen relato, tanto en su contenido como en la forma en que lo narras.
Un saludo
Diego Manresa Bilbao
31/03/2015 a las 22:50
Muy buena la imagen de la radio en la mudanza delaberna!!!
Pero creo que el relato se queda un poco incompleto por corto… Aun asi, una bonita historia… Nos leemos!!!
Pato Menudencio
01/04/2015 a las 01:46
Imaginé a la pobre radio amargada por tantos maltratos.
Corto, pero preciso.
Saludos.
J.Sfield
01/04/2015 a las 10:11
La radio, como cada persona, se siente única y especial, y no asimila que a ojos de los demás es un individuo más. Muy buen relato, enhorabuena.
Leosinprisa
01/04/2015 a las 10:53
Hola, original en darle vida a una radio y mostrarnos sus sentimientos ante cuanto le rodea. Un buen trabajo, aunque corto, estimulante. Un saludo.
Fabián
03/04/2015 a las 20:30
Muy buenas delaberna.
En muy poquitas lineas fuiste capaz de darle personalidad a esa radio.
Mas que como un relato corto lo veo mas como un micro, uno muy bien escrito tanto en vocabulario como puntuación y estructura.
El “groseros” del final es la mejor manera de cerrarlo.
KMarce
20/04/2015 a las 22:35
Hola Delaberna, coincido con Fabián más que una escena es un microrrelato, pero me parece muy acertado el trato hacia la pobre radio.
Las ¡! a la frase final, me gustarían más.
Sigo leyendo y comentando los relatos de marzo, invito a quienes no lo han hecho a hacerlo. Nuestros compañeros merecen el mismo respeto que esperamos recibir. Todos tenemos un granito que aportar, una palabra de ánimo y un elogio les hará sentir bien, y si tenemos una sugerencia, sé que serán bien recibidas. Los animo a comentar.
Nos leemos.