Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

La azotea - por Kathleen

Ana charlaba con sus mejores amigas, desde su portátil. Estaban muy elegantes, con increíbles vestidos, bien peinadas y maquilladas.
Tras acabar la conversación, Ana echó un vistazo desde la ventana de la habitación del hospital.
Ellas habían insistido en acompañarla aquella noche, pero Ana no permitiría que se perdiesen el baile de fin de curso. Era una transición, dejaban de ser unas adolescentes y se convertían en jóvenes que en unos meses empezarían la universidad.
Unos toques llamaron la atención de ella y su madre, no se podían imaginar quien podría ser. El padre de Ana estaba en casa con Alberto, su hermano pequeño y no esperaban la visita de un médico o enfermera.
Ella tomó el pomo y tras abrir la puerta vio a Eric, un joven enfermero. Era guapo, tenía los ojos marrones y su pelo negro casi le llegaba a los hombros.
¿Preparada para pasar una fiesta de fin de curso inolvidable? – mostró una amplia sonrisa.

¿Acaso no te has dado cuenta de que estamos en un hospital? – Ana enarcó sus finas cejas.

Si no puedes ir a la fiesta, la fiesta irá a ti – la arrastró hacia sí y se despidió con una sonrisa de la madre de Ana.

Eric la condujo por los blancos e impolutos pasillos, por los que no vieron ni un alma, hasta uno de los ascensores. Las puertas metálicas se abrieron y Ana se tapó los labios, mientras sus ojos comenzaban a brillar.
Una nube de lámparas de papel de diversos colores se extendía por toda la azotea, sonaba una música proveniente de una pequeña radio. Pudo reconocer su canción favorita, The words de Christina Perri, cuando distinguió a Mario, mostró una sonrisa.
Había sido su mejor amigo durante dos semanas de estancia, desde el primer día se habían convertido en inseparables. La había ayudado a superar el miedo a entrar en un quirófano y a la adaptación de su nuevo pulmón derecho.
Él llevaba su gorra azul, tapándole el pelo que le había caído, una de las secuelas que le había dejado la quimioterapia.
Se acercó hasta Ana y le puso en la muñeca un pequeño ramo de rosas blancas. Al levantar la mirada, Mario pudo ver como se le empañaban los ojos verdes a su amiga.
– Vamos – le cogió de la mano y la llevó hasta el centro de la azotea.
Mario apoyó los brazos en su cintura y ella sobre sus hombros. Comenzaron a moverse lentamente, sin prestar demasiada atención a la canción de la radio.
– Sé que tu baile soñado no sucedía en la azotea de un hospital, con un chico con cáncer y vestidos con pijamas.
Ella soltó una risita, y él sonrió.
– Es mejor que lo que tenía planeado.
– ¿Puedo saberlo? – ella dio una vuelta sobre sí misma.
– Desde que entré aquí, mi plan era quedarme dormida mientra veía la tele con mi madre.
– Ana, tengo que decirte algo – en ese instante apareció Eric por la puerta.
– Tortolitos que no estáis solos.
Junto al enfermero se encontraban las mejores amigas de Ana. Ella fue corriendo hacia donde estaban y las cuatro se fundieron en un gran abrazo.
– ¿Qué hacéis aquí?
– No podemos celebrar una fiesta de fin curso, si no estamos las cuatro juntas – dijo Laura.
Vanessa le pidió a Eric que les sacase una foto. Ellas se colocaron al lado de Ana y sonrieron mientras pronunciaban el famoso “Patata”.
Mario, que estaba en una esquina, llamó a Ana, que se acercó.
– ¿Qué era eso que me querías decir?
Mario se aproximó aun más a ella y le dio un pequeño beso en los labios.
– La reina del baile debe recibir el mejor beso.
Los ojos de Ana estaban aun mas empañados, le acarició suavemente la mejilla y le susurró un gracias. Sabía que Mario la quería como un buen amigo y también sabía que aquello era un avance a su cercana despedida.
Al volver junto a sus amigas, una de ellas, Sandra, se acercó a Eric y comenzó a coquetear.
– Por cierto, seguro que un chico como tú no vive solo.
El enfermero miró de reojo a Ana, quien contuvo la risa.
– Vivo con mi pareja – dijo algo incómodo
– Tiene suerte tu chica.
– No he dicho que fuera una chica.
Las tres amigas, junto a Mario y Eric se quedaron mirando y comenzaron a reírse, mientras Sandra se sonrojaba.

Comentarios (16):

delaberna

28/03/2015 a las 21:12

Encantador. Por un momento me temia q todo se fuera a ir al garete con alguno de los chicos sufriendo una enfermedad terminal… afortunadamente todo acaba bien. No narra ninguna escena trascendente, pero tambien hay que saber disfrutar de las pequeñas alegrias del dia a dia.

beba

28/03/2015 a las 22:30

Un cuento muy dulce y sencillo, para cantar y contar las gotas de alegría que no le faltan a ninguna jornada. Buena construcción. Saludo.

Jose M Quintero

29/03/2015 a las 03:11

Hola.
Me gustó mucho tu relato, es una bonita y sencilla historia con un gran mensaje.
De poco a poco lanzas información sobre los personajes, como el cancer de Mario, la cual te mantiene leyendo de comienzo a fin.
Esta excelente, felicitaciones.
P.D: gracias.por haber leido y comentado mi relato.

Pikadili

30/03/2015 a las 10:04

Un cuento sencillo y amable, bien narrado. No hay mucho que criticar, la verdad. Quizás me falte algo al final, pero en realidad, supongo que es parte del encanto de tu relato. Está muy bien. Buen trabajo!

Luis Ponce

30/03/2015 a las 18:08

Sencillo, liviano, jovial. Bien presentado y bien construido. Quizás demasiado simple para mi gusto, pero bien escrito.
Saludos.

Conxita Casamitjana

30/03/2015 a las 20:15

Me ha encantado la ternura del relato, que hace que quieras seguir leyendo para ver qué es lo que pasa, con un poco de miedo por saber en qué acabará con todo el ambiente del hospital y de enfermedades.
Se lee fácil y te queda una sonrisa.
Saludos

Ryan Infield Ralkins

30/03/2015 a las 23:45

Tierno el relato, excelente historia y manejo de palabras. Los personajes me parecieron realistas y muy bien presentados. Definitivamente me conmovió. Ese giro del final, ja ja, pobre Sandra quedó troleada. Que badtrip como decimos acá en P.R.
Felicitaciones por el tierno relato.
Saludos y espero seguir leyéndote en los siguientes relatos.

Kathleen

31/03/2015 a las 19:22

Hola delaberna, me alegra que te haya gustado mi historia. Coincido contigo en que no se narran demasiadas cosas y que podrían suceder más, pero todavía no tengo demasiada práctica. Ya me gustaría poder crear una historia en tan pocas palabras como la tuya.

Un saludo.

Kathleen

31/03/2015 a las 19:27

Hola beba, gracias por tus palabras, me gusta mucho como las has expresado. Leeré encantada tu historia.
Un saludo.

Kathleen

31/03/2015 a las 19:37

Hola Jose, muchas gracias por tu comentario. Me alegra que digas que te mantiene hasta el final, porque es bastante larga y creo que esa es una de las claves en la escritura, que los lectores sigan leyendo la historia. Y como estoy empezando en este mundillo me alegra que alguien me diga que se enganchó desde el principio.

Un saludo.

P.D. Ha sido un placer leer tu historia.

Kathleen

31/03/2015 a las 19:51

Hola Pikadili, agradezco tus palabras. Cuando dices que puede faltarle algo al final, no sé si te refieres al hecho de que pasase algo más, que en ese caso estoy de acuerdo contigo. Sé que la historia no cuenta demasiado y entrenaré para contar más en menos palabras.

Me pasaré a leer tu historia, un saludo.

Kathleen

31/03/2015 a las 19:58

Hola Luis, me alegra que te haya gustado. Sé que es una historia simple, quería que fuese sencilla y fácil de leer. Además, todavía estoy empezando y prefiero ir poco a poco.

Me pasaré por tu historia. Un saludo.

Kathleen

31/03/2015 a las 20:07

Hola Conxita, gracias por tus palabras. Siempre intento crear algo de suspense al principio y me alegra que te haya enganchado. Además, ahora que estoy empezando a escribir me doy cuenta de que le saco una sonrisa a la gente y no podría ser más feliz.

Un saludo, leeré encantada tu historia.

Kathleen

31/03/2015 a las 20:13

Hola Ryan, gracias por tu comentario. Me alegra que te haya conmovido y que los personajes te parezcan realistas, porque creo que ese tema todavía no lo domino demasiado.
Además me alegra que te haya gustado el final, sobre todo, porque era la primera vez que escribía una escena con un toque cómico y no sabía como iba a salir.
Un saludo y me pasaré por tu historia.

David Rubio

02/04/2015 a las 00:49

Como te han comentado es una historia sencilla pero bien narrada. Tienes un estilo narrativo claro y eso es muy de agradecer. Para futuros relatos atrévete ha darle un punto de “tremendismo”, que los personajes tengan varias caras, no solo buenas. Piensa que es mucho más atrapante el personaje contradictorio, que “tontee” con alguno de los pecados y que sufra o haga sufrir por ello.
Buen relato.
Saludos

Kathleen

25/04/2015 a las 17:33

Muchas gracias por tu comentario, David.
Estoy totalmente de acuerdo contigo en que un personaje es más real si tiene varias caras y no todas son buenas.
Además creo que esa es una de las partes que más me cuesta a la hora de crear un personaje sobre todo si éste es el protagonista.
A partir de ahora intentaré darles un toque de maldad o algún rasgo algo contradictorio.
Un saludo.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *