<< Volver a la lista de textos
PRUEBA DE ADMISIÓN - por CHIRIPA
Sus ojos seguían la moneda que daba vueltas sobre su cabeza. La vio subir y luego bajar, como en "cámara lenta". Las palmas de sus manos esperaban ansiosas la caída para decidir cuál de los dos tareas debía realizar.
La cara manda doble robo: al negocio chino de su barrio y, dentro de los vagones del metro, debía acercarse a alguien para hacerle una pregunta y hurtarle la billetera, el reloj, el móvil, o los tres. Cuanto más, mejor para él.
El escudo manda agresión física a un peatón. Sin robo. Solo agresión. Esta prueba requiere de mucha sangre fría; supone mayor riesgo de fallar y de ser reconocido o capturado. Pero es la que más prestigio le daría dentro de la pandilla. Si todo le salía bien, si pasaba la prueba, sería aceptado en el grupo con gran estimación.
La moneda cayó en la palma de su mano y con la otra la tapó para crear tensión en el grupo al que quería pertenecer
-Hagan sus apuestas -bromeó para bajar la ansiedad que solo él sentía.
Lentamente separó sus manos y todos aquellos ojos pudieron ver el escudo de la moneda.
Con cinco testigos y cuatro ladrillos se dirigió a la calle lateral a esperar a su víctima.
Bip bip bip rítmicos fue lo primero que oyó al salir de la inconsciencia. Luego escuchó una música hermosa que conocía mucho. Con ojos pesados pudo recorrer el recinto y percatarse de que estaba en un cuarto de hospital. El pequeño radio que, colocado al lado del televisor, le transmitía la programación de la emisora cultural de la ciudad, le ayudó a confirmar que estaba en su lugar de trabajo.
Tenía una sonda nasal, un yeso en uno de los brazos y en el otro una vía insertada en la vena. No sentía dolor. Accionó el timbre de llamado y dos enfermeras acudieron sonrientes.
-Ambar, cariño, ¡volviste!
-¡Gracias, amigas, por ese detallazo de volverme a este mundo con la música que saben que adoro! Ahora, cuenten qué tan mal estoy.
-Estás viva -contestó la otra mientras le acariciaba la cabeza . -¿Recuerdas algo de lo que sucedió?
Ambar pensó unos minutos y susurró: -Que venía a pie y escuché un piropo bonito. Volteé y vi que un chamo de pocas carnes me lanzaba algo. Sentí un golpe en la cara.
Acercó su mano a la boca, la recorrió con sus dedos y la notó algo hinchada e insensible. Desvió la mirada hacia una de las enfermeras, como pidiendo explicación.
-A dos cuadras de aquí uno de los vigilantes te encontró tirada en el piso sobre un charco de sangre y rodeada de ladrillos -comentó aquella.
Prosiguió la otra: -Llamó a Emergencias y en seguida te recogió una ambulancia. Entraste directo a cirugía. Te operó el doctor Niufeis. ¡Él es lo máximo!
-En tres meses volverá a intervenirte, -continuó relatando la primera. También vas a necesitar un trabajo odontológico para sustituir las siete piezas dentales que perdiste por la golpiza.
En ese mismo momento, muy cerca del hospital, en el barrio denominado por sus habitantes "Los Sin Castigo", se llevaba a cabo la ceremonia de aceptación de un nuevo miembro a la banda más temida del oeste de la ciudad. Todos los compañeros de futuras fechorías, derramaban sobre él parte de lo que se bebían y felicitaban la valentía del nuevo pana, a quien ya comenzaban a llamar "el flaco".
Lejos de allí, en la comisaría, los agentes revisaban toda la data recolectada en el lugar donde dos días atrás habían encontrado a la enfermera de treinta años, inconsciente, con la cara destrozada.
Por las características del ataque los policías sabían dónde hallar al agresor y sin embargo, nada podían hacer. No habían encontrado ni una sola huella, ni evidencia incriminatoria que les permitiera detenerlo. Era otro de los crímenes que quedaría impune en esa ciudad, famosa por sus hospitales y por ostentar el título de la segunda más peligrosa del país.
Comentarios (37):
grace05
28/03/2015 a las 19:49
Me gustó mucho tu relato. El cambio de ambiente y personajes “principales” logró que la historia me atrapara. Además de relatar una realidad cotidiana que vivimos, por lo visto, en todos los países. La agresión física en las calles y la no resolución por parte de los que tienen la obligación de cuidarnos. ¡Excelente relato!! ¡ Te felicito!!!!
Te invito a comentar el 114
Denise
28/03/2015 a las 22:05
Qué relato terrible, y qué bien narrado. Lo único que te diría es que le quitaras las comillas a “en cámara lenta”. Fuera de eso, está impecable. Y me encantó el detalle del nombre del doctor Niufeis jajaja
Ángel Gabriel
28/03/2015 a las 22:21
Excelente relato muy real, muy cotidiano, en todas las ciudades del mundo se esta dando ese fenómeno. Me confundió un poco al leer lo del bip,bip, y el hospital lugar de trabajo, pero todo se aclara muy bien en lo que sigue.
Otro tema muy serio que toca es el de la impunidad en todos los crímenes que se cometen porque es un azote apocalíptico de ese fenómeno en todo el mundo. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MUY BUENO, EXCELENTE,!!!!!!!!!!
lunaclara
28/03/2015 a las 22:46
Hola Chiripa, me ha gustado mucho, y ese final prometería una historia más larga, en la que la chica se vengaría… 🙂
Solo decirte que los dos primeros párrafos me hubiera gustado leerlos en un diálogo. Se vería más implicado al criminal en el relato y éste cobraría más credibilidad.
Felicidades!!
Sibila
28/03/2015 a las 22:47
Real como la vida misma que te lleva hasta el final sin aliento.
Buen enlace entre las dos partes de la historia.
¡ENHORABUENA,!
David Rubio
28/03/2015 a las 23:18
Muy bien Chiripa. Me encanta el inicio. ¡Directo al lector! Un tipo una moneda y unas terribles consecuencias. Sin rodeos ni digresiones. El desarrollo también.
Quizás el último párrafo sobra un tanto, o al menos dejaría solo la parte del policía que no encuentra pistas. La última frase es muy explicativa y ya se ha mostrado perfectamente en todo el relato.
Fantástico, Chiripa.
Un abrazo
Juana Medina
28/03/2015 a las 23:38
Muy buena como crónica socio-policial. Una descripción muy buena de una realidad terrible. El detalle de Niufeis es para poner una semi-sonrisa en medio de tan terrible relato, pero en un relato más extenso daría para que su trabajo la pusiera frente a su victimario en otra situación y ver qué pasa.
Enhorabuena
Quique Crespo
29/03/2015 a las 04:03
Muy buen relato, muy bien realizado tanto en lo formal como en el contenido. Historia cruda y muy vigente. Lo único que no me termina de conformar: La consigna acerca de la presencia de una radio encendida en el cuento no está bien cumplida, apenas se menciona “el pequeño radio …, colocado al lado del televisor” que no contribuye en lo más mínimo con la historia.
Paola
29/03/2015 a las 10:16
Me ha gustado tu relato.Está bien contado y estructurado, ves la moneda lanzada al aire y estás en tensión hasta saber que ha tocado.
Estoy con David en lo del final,déjanos participar en algo!
Si somos nosotros los que llegamos a esa conclusión nos sentiremos partícipes de la historia.
Enhorabuena
Roger/NHICAP
29/03/2015 a las 12:19
Hola Chiripa,
Buen relato, se lee de un tirón. Me ha gustado por la espontaneidad de la narración, en mi opinión debido al buen desarrollo de la trama y a la sencillez del lenguaje.
Buen trabajo.
Un abrazo
marazul
29/03/2015 a las 19:14
Un relato excelente Chiripa. Creo que nos ha gustado a todos. El contenido es brutal pero desgraciadamente real.Y en cuanto a la forma me gusta como se ve caer la moneda a cámara lenta y el bip…bip que cambia el ritmo y define la estructura del texto. También veo acertado que la radio la devuelva a la realidad de su lugar de trabajo. Muy buena historia. Enhorabuena. Saludos
Diego Manresa Bilbao
29/03/2015 a las 19:26
Muy bien contado Chiripa!!!!
pero, a mi modo de ver, para hacerlo grande de verdad, podrias haber resumido mas, contar menos, dar mas cosas por sobreentendidas…
Pero solo por ponerme quisquilloso, es un gran relato.
Nos leemos!
Ángel Gabriel
29/03/2015 a las 20:16
Atendiendo a tu petición de explicarte porque después de muerta, pues es solo para que el locutor de la radio tuviera esa llamada del más allá, fue un grito de desesperación de la protagonista que intento aclarar quien la mató, y porque razón, pero que por el tiempo de la radio ya no pudo terminar de explicar, la intensión era dejar esa incógnita para que cada lector saque sus conjeturas de quien mato a la protagonista.
Eva
29/03/2015 a las 20:23
Sobrecogedor! Muy bien narrado. Desgraciadamente esto ocurre! Hasta pronto
José Torma
30/03/2015 a las 01:02
Que buen relato Chiripa, pero sueno a disco rayado cuando te comento porque tus realtos son geniales. Asi como la vida misma, sin adornos ni cortapizas, jamas sabra la pobre mujer que su suerte se decidio en un volado.
Excelente, felicidades.
Osvaldo Mario Vela Sáenz
30/03/2015 a las 05:20
Chiripa. Cuando dices al final de tu relato tan bien elabaorado, la segunda ciudad mas peligrosa del país, suena como a mi pueblo. La impunidad reina. Muchos paises, muchas segundas ciudades. Tocas sutilmente, un tema conocido por todo el mundo, te felicito. Enhorabuena.
manuel pacheco rodriguez
30/03/2015 a las 05:20
buen relato. de una brutalidad que por diaria no nos es agena. estoy de acuerdo con los que piden cortar el final. te sugiero, como lo ves mejor: un piropo bonito o un bonito piropo, aunque yo quitaria el bonito y me saco el adjetivo de encima. y el: ¿recuerdas algo de lo que sucedio? por ¿recuerdas lo sucedido? un algo y un que menos.
saludos
Helena Sauras
30/03/2015 a las 05:56
Me ha encantado la forma en cómo lo has escrito. El contenido sobrecogedor. ¡Felicidades, te la mereces!
Virginia Figueroa
30/03/2015 a las 07:41
Chiripa, muy bueno!! Me ha gustado mucho el inicio con la escena de la moneda, has generado tensión inicial e interés por la historia. Es importante capturar al lector desde las primeras líneas y con esto lo has hecho de sobra.
Lo único que me ha despistado un poco fue el párrafo que narra la escena del hospital. Empieza con ese “bip, bip”… y cambiar de escenario se me hizo un tanto brusco. Lo que yo haría es hacer una separación mayor de párrafos p.ej para que el lector sepa que se cambia de escena y se hace un salto temporal.
Enhorabuena por tu trabajo!! Un beso grande!
Ryan Infield Ralkins
30/03/2015 a las 14:32
A mi me llega a pasar lo que le paso a la enfermera, cuando me recupere consigo varias armas y acabo con todos los malparidos esos aunque me maten también a mi. Y cuando sepa quien fue, le parto cada hueso del cuerpo a ladrillazos…envenenao totalmente.
Excelente historia, muy bien relatada. Relista y concisa. Lamentablemente es un tema que ocurre muy a menudo.
Felicitaciones y saludos.
Pikadili
30/03/2015 a las 15:31
Me ha gustado mucho, felicidades. La idea de esas historias cruzadas esta muy bien, además que es un tema actual y complejo. Eso sí, al estar limitado lo he sentido algo encorsetado, me dio la impresión de que que faltaba espacio para el tema. Estoy de acuerdo tambien con un comentario que he leído, me habría gustado ver el principio como un dialogo. No sé si hubiera quedado mejor o peor, pero para mí hubiera sido más efectivo.
Igualmente está muy bien escrito, tiene mensaje y crítica y atrapa bastante. Gran trabajo.
Almudena
30/03/2015 a las 17:08
Hola, me ha gustado mucho tu relato.
El tema me parece muy de actualidad y la forma en la que esta escrito el relato es impecable.
Veo claramente la estructura de introducción, nudo y desenlace.
Felicidades y saludos!
Ratopin Johnson
30/03/2015 a las 22:08
Buena historia Chiripa, pero estoy de acuerdo con algún comentario cuando dicen que cuentas demasiado. Le sobran palabras creo yo, o quizá le faltan más diálogos.
Saludos
KMarce
31/03/2015 a las 00:27
Saludos Chiripa, ayer traté de comentarte pero mi PC me mandaba “ou” cada vez que le daba “enter”.
En fín, recapitulando, buena historia, me suena como a una crítica social, y esto pasa en todos lados en donde hay pandillas, maras, “gangs”, etc. Sin la palabra “chamo” se sentiría mas universal, pero si tu intención era expresar la realidad propia de Venezuela, me hubiera atrevido a mencionar la ciudad también.
Crudo y real. Me ha dado mucho pesar Ámbar golpeada y desdentada…
Enhorabuena, nos leemos.
Jose M Quintero
31/03/2015 a las 01:29
Hola Chiripa.
Gran relato, desde el comienzo te engancha con el suspenso de la moneda.
Aunque estoy de acuerdo con Virginia, el cambio de escenario es brusco al principio y aunque luego se aclara se tiene, o al menos yo tuve, que releer para no despistarse. Creo que si lo fuera separado con algunos *** se hubiera entendido mejor.
Exceptuando eso es una gran historia.
Felicitaciones y saludos!.
Te invito a comentar el 153.
Juana Medina
31/03/2015 a las 21:53
Chiripa: Gracias por tan elogiosos comentarios. Estuve releyendo lo que te escribí y lamento muchísimo el resultado de apuros y descuidos. Hubiera querido escribirlo mejor, pero si se entendió, por esta vez me conformo.
Ah, y me encanta tu seudónimo.
Nos leemos.
Luis Ponce
31/03/2015 a las 23:20
Me gustó la primera imagen, muy cinematográfica. Igual es impactante el cambio brusco de escenario. Lo has escrito muy bien y el tema es diario en las crónicas de todo el mundo. Yo también quitaría las comillas de la cámara lenta.
Te felicito.
Nos leemos.
Leosinprisa
01/04/2015 a las 10:29
Hola, me ha gustado tu introducción y el desarrollo de toda la historia. He sentido en mis propias carnes la impotencia de la víctima y el falso regocijo que envuelve a los integrantes de las bandas como si lo estuviera viendo. Enhorabuena y un saludo.
Marta
01/04/2015 a las 11:56
Hola, Chiripa. Me ha gustado tu relato. Muy bien contado. Te felicito. Un saludo.
Marcelo Kisi
01/04/2015 a las 15:41
Salud Chiripa!
Qué buen relato! El único detalle a marcarte es el del cambio de personaje principal en el medio, que no es un asunto a darle a resolver al lector. Opino que es mejor explicitar que hay un corte de escena, o que el sujeto el que hablamos ha cambiado.
Por lo demás, un texto excelente!! Saludos!
Anoide
02/04/2015 a las 17:23
Lo mejor de tu relato es que, por desgracia, es real como la vida misma. Y así lo narras sobre todo al principio del texto, con un lenguaje crudo y directo que mete al lector de lleno en tu historia. Me ha encantado el comienzo. Sin embargo, el final no tanto, ya que concuerdo con algunos comentarios que ya te han dicho que explica demasiado. Si hubieras omitido algunos detalles, ganaría puntos. Creo que yo habría cortado en el momento en que dices que los policías no han encontrado nada incriminatorio.
Te felicito 🙂 Ha sido un placer leerte.
Atria
02/04/2015 a las 18:55
Un relato excelente! Felicidades! Me ha gustado mucho la historia -terrible historia- y ver las dos caras de la moneda, agresor y agredida. Y, todavía otra, la policía, impotente ante este tipo de casos. Muy bueno el ritmo y muy bien escrito.
Leonardo Ossa
03/04/2015 a las 05:08
Hola Chiripa. Tengo una sugerencia, al iniciar el tercer párrafo debes indicar de alguna manera, que el personaje ha cambiado.
Es una historia bien contada.
Saludos.
Wolfdux
03/04/2015 a las 17:43
Sin ir más lejos, el otro día en la tele vi un programa donde hablaban de un caso parecido. (La historia de un chico de NY que había sido tiroteado por un compañero de clase para así poder entrar en una pandilla)
Y tu historia ha sabido plasmar y ampliar lo que yo sentí el otro día a verlo. Felicidades.
GAIA
03/04/2015 a las 18:45
Muy bueno!
Seré parte de tu fanaticada
ILLARGUIA
03/04/2015 a las 21:53
Enhorabuena Chiripa, es un relato limpio y aseado, muy niufeis. El tema de las pandillas es por desgracia escabroso, no deja de ser una cuestión de denuncia social, porque que a uno le abran la cabeza por el azar de una moneda a quién se le puede cargar en el debe, ¿a la sociedad? Es el viejo tema: si hay cárceles y psiquiátricos es porque los violentos estorban el sistema burgués. Porque hay más presupuesto para la defensa nacional que para educación. Porque la violencia la llevan mamando desde la cuna, como una cuota marginal necesaria, para los que están en lo alto de la pirámide del sistema.
Sencillo, pero difícil.
Darkristal
06/04/2015 a las 19:12
Mmm creí haber comentado este antes :c
Bueno, es lo suficientemente bueno como para querer comentarlo otra vez XD
Creo que transmite una realidad devastadora, donde hay quienes buscan aceptación en grupos cuyo propósito es causar daño y sufrimiento.
Es triste que, sin embargo, hayan proliferado los hospitales, tal vez gracias a ellos, en vez de haber mas policías o algo similar.
Buen trabajo, sigue adelante.