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CONFÍA SOLO EN TU CORAZÓN - por Demetrio Vert
Muy temprano la habían aseado y vestido. La madre conducía la furgoneta. El padre miraba atrás con ternura, a su hija sentada en la silla de ruedas.
—Pon la radio —pidió la mujer.
…ya les hemos informado de la noticia del día, el debate sobre el Estado de la Nación. Son la siete y treinta de la mañana. A continuación…
—¿Pongo música?
—Espera un poco, a ver que dicen.
—Otro rollo. Yo prefiero música
—Espera un poco, a lo mejor sale lo nuestro.
…, en otro orden de cosas la Plataforma de Afectados por las Hipotecas acudirá a la calle… rrrrrr… para evitar el desahucio de una familia…
—Cambio. No lo soporto.
El padre echó otro vistazo a su hija. Esta había inclinado la cabeza y con una mueca extraviada, dormía. «Parece Stephen Hawking», pensó él con ternura.
En la radio, una voz dulcemente grave, invitaba.
…madrugadores amigos radioyentes, queremos haceros compañía. Os vamos a acompañar con la petición de Mario, vigilante nocturno, hombre solitario que ‘solo confía en su corazón’. Para todos vosotros ‘Only Trust your Heart’. Se oyó el piano y la cálida, potente voz de Diana Krall.
Recorrieron unos cuantos kilómetros escuchando música, el corazón embargado.
—Ya estamos —dijo ella, y paró la furgoneta—. Faltan unos minutos.
No tuvieron que esperar mucho. Puntual como siempre, llegó su amigo Antonio, el director de la sucursal. El padre bajó del vehículo.
—Hola Antonio. Tienes un momento. Tengo prisa.
—Hola Rafael, ¿tú por aquí a estas horas?
El bancario hizo pasar a Rafael a su despacho, interesándose al tiempo por María. «Está bien, como siempre». «Menuda desgracia, Rafael. Cuando pienso en ella me pongo a llorar». «Ya nos henos acostumbrado. La queremos mucho».
—Arranca, tenemos cinco minutos —acució Rafael al salir del banco.
Esta vez el recorrido fue más corto. Llegaron a la parroquia en un cuarto de hora.
—Ya hemos llegado. Juan está ahí. —La mujer detuvo la furgoneta.
El padre Juan esperaba a la puerta de la pequeña iglesia. Se acercó rápido y le dió un beso en la mejilla a su hermana.
—Hola Silvia. ¿Cómo está María?
—Se ha dormido —le respondió el cuñado—. Parece un ángel de los que tienes por ahí dentro.
—Vamos, que se hace tarde. Procuremos no despertarla —urgió la madre
Llevaron a la muchacha a los aposentos de su tío. María se despertó.
—Buenos días hija. Aquí está el tío Juan. Él se ocupará de tí. Ya te lo expliqué. Volveremos pronto. Pórtate bien. —Y su madre le dió un tierno abrazo ocultando las lágrimas.
—Dentro de la maleta están sus ropas y algunos utensilios que vas a necesitar —instruyó Rafael a su cuñado.
—¿Seguro que encontraréis trabajo?
—Eso nos han prometido. Es una finca rural. Pequeña. Necesitan un matrimonio y podremos cuidar de María. El aire campestre le vendrá bien. En cuanto el trato esté cerrado, vendremos a por ella. Te lo agradezco, Juan. De corazón.
—No digas tonterías. ¿Y esa caja?
—Algunas cosas nuestras. Ya la recogeremos a la vuelta.
Se despidieron entre abrazos y algunas lágrimas.
—Tenedme al tanto —dijo el párroco.
—Lo haremos. Gracias hermano —apostilló Silvia.
Iniciaron otro periplo por carreteras secundarias, ascendiendo entre las curvas de las montañas.
—A ver la radio —pidió ella.
…interrumpimos la programación para dar cuenta de un atraco a un banco. A las ocho de la mañana…
Oyeron el potente pitido del tren. Apareció en la curva a escasos metros del paso a nivel sin barrera. La campana sonaba insistente. La furgoneta no se movió. Silvia cogió fuerte la mano de Rafael.
El padre Juan estaba preparándose para oficiar misa de nueve. Le gustaba oír las noticias mientras se vestía.
…un hombre ha atracado un banco a primera hora de la mañana. El director dijo conocerle. «Es un buen hombre. Está desesperado. Sacó una pistola y amenazó con suicidarse allí mismo, en mi despacho. ¡Por favor, no se asusten! No es peligroso. Su locura es fruto de la desesperación». Han oído las primeras declaraciones…
El sacerdote abrió inmediatamente la caja de cartón. Había dinero, bastante dinero. Ninguna fortuna, pero suficiente para aliviar a María.
…al parecer, en un trágico accidente ferroviario, ha perecido un matrimonio que viajaba en una furgoneta. Se sospecha que el hombre es el atracador…, hoy iba a ser desahuciado…
El padre Juan miró a su sobrina. Ella le dedicaba su habitual sonrisa, una grotesca mueca llena de ternura. El padre Juan alzó los ojos a la cruz, a los cielos, y lloró.
—¡Dios mío! ¿Qué hago?
Comentarios (12):
grace05
29/03/2015 a las 20:40
¡Preciosa tu historia!!!! Triste y conmovedora. Muy bien escrita y desarrollada. Se leen perfectamente los tres momentos de la narración. El sacrificio de los padres por el bienestar de una hija discapacitada, realmente una historia de coraje y sacrificio.
¡Excelente trabajo!!!! ¡ Te felicito!!!
Te invito a leer 114
Anoide
30/03/2015 a las 00:58
¡Vaya drama te has sacado! Muy conmovedor, la verdad. Es que los padres son capaces de todo…
Creo que has estructurado tu historia muy bien, dejando caer información poco a poco pero sin darle sentido del todo antes de lo necesario. Al final, cuando hilas todas las pistas y descubres lo que ocurre, se te encoge el corazón.
Bien hecho 🙂
Demetrio Vert
30/03/2015 a las 12:08
Soy nuevo en este blog.
Y grace05 comenta: “Muy bien escrita y desarrolada”. Y Anoide dice: “Creo que has estructurado tu historia muy bien …”
Gracias; gracias de todo corazón. Se me salen las lágrimas.
Leonardo Ossa
04/04/2015 a las 00:04
Demetrio tuve la sensación mientras leía tu historia de estar viendo una película. Ha sido muy agradable leer tu relato. Ojalá otros compañeros de Literautas tengan la oportunidad de enterarse de tu escrito y comentarlo.
Saludos.
Demetrio Vert
04/04/2015 a las 18:45
Gracias Leonardo. Eres muy amable.
Comom soy nuevo, tal vez no sea conocido, y con tantos relatos es difícil leerlos todos. Yo mismo aún no he leído el tuyo, pero lo voy a hacer ahorita. Ya puedo localizarte en la lista.
Gracias de nuevo.
Marcelo Kisi
04/04/2015 a las 21:27
Hola Demetrio!
Bienvenido! Y vaya debut! Da la sensación de que quizás sos nuevo por aquí, pero no en la escritura. Excelente historia, y muy bien contada.El lector puede abandonarse en tus buenas manos de narrador y disfrutar del camino. En cuanto al contenido, el dilema moral que se le plantea al párroco, que además es hermano de Silvia y tío de la niña, no es nada fácil de resolver. Hacer lo correcto y devolver el dinero convertiría las muertes del matrimonio en vanas. No hacerlo, pone en juego su conciencia limpia ante Dios, cosa que seguramente le interesa, también su carrera y su libertad. Me parece brillante.
Felicitaciones por este relato, ojalá quieras continuar por aquí con nosotros.
Leonardo Ossa
05/04/2015 a las 17:24
Demetrio, agradezco tus comentarios sobre mi cuento. Te he dejado una respuesta anexa a la observación que me hiciste. Me agradaría mucho seguir leyendo tus textos, y recibir también tus comentarios sobre los míos.
Un saludo.
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-24/2876
Demetrio
05/04/2015 a las 19:19
Hola Marcelo. Gracias por tu comentario. Si llevo un par de años esforzandome en aprender a escribir.
Me alegra mucho no solamente que me digas que está bien escrito (ejem), sino que hayas pillado el conflicto del relato. Evidentemente, tal como tú dices, aparte de otras cuestiones, está el dilema moral ysocial que le queda al cura.
No he leido lo que tu has escrito porque al ser nuevo en Literautas me cuesta orientarme. Pero lo leo en un rato y te daré mi mas sincera opinión, que espero sea tan agradable como la que tu me has dado.
Gracias.
Demetrio
Paola
08/04/2015 a las 10:55
Hola, Demetrio.
Qué sorpresa tu relato!
Fuerte, impactante duro y real.
Cuánta desesperación encierras en 700 palabras.Bien escrito y estructurado. Desde el primer momento deseas saber más, vas intentando adivinar lo que está sucediendo pero no “las tienes todas contigo”. Mantienes el misterio y la tensión hasta el final. Muy bien.
En la próxima te buscaré.
saloco
08/04/2015 a las 12:48
Hola Demetrio, me ha gustado mucho tu relato. Sólo puedo adherirme a lo que ya han dicho los compañeros:
se lee muy fácil
bien estructurado
diálogos que lo hacen más “ligero”…
Me queda mucho que aprender y agradezco vuestros comentarios.
Enhorabuena.
Demetrio Vert
09/04/2015 a las 12:34
Muchas gracias a todos los comentaristas.
La bienbenida al club ha sido entrañable.
Vamos a ver que tal este més. Os prometo seguiros y espero deleitarme con vuestros escritos tal como ya ha sucedido.
Un saludo cordial.
Demetrio.
Demetrio Vert
09/04/2015 a las 12:38
Es “bienvenida” ya lo sé. No se puede teclear aprisa.
Entono el “mea culpa”.
Hasta pronto.