«Encuentro Fortuito»

La miro —de arriba abajo—, con descaro. Me sorprende in fraganti.

—¿Qué miras? —dijo, sin afectarse—, no has visto nunca a una mujer desnuda, mientras toma un baño saludable de sol en la playa… Escabullo la pregunta apelando a una evasiva.

—No imaginas —le digo—, qué estimo ‘saludable’ para mí, en estos precisos momentos.
—Lo imagino perfectamente —contestó.

“Superó mi nivel de descaro”, me digo. Ella, continuó tan desnuda como antes. Hizo un mohín que no pude descifrar en ese momento, molestia o complacencia.
Luego, resintonizó el radio que pendía de un poste de anuncios. El aparato no me dejó ver el mensaje.
Cuando lo pude leer, decía: «Zona Nudista».

¡Plop!

No me quedó más remedio que desnudarme y aventurar una relación impensada; pero ‘saludable’ de sol y playa…