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Respirar no es Vivir - por Kirby Durden

Odiaba los domingos. Pensaba <<Hoy no es mi día, ni mi semana, ni mi vida.>> No siempre fue así. De chico amaba los domingos. Era el día de los asados familiares, y yo era muy querido en mi familia. Hacía reír a todos y mi presencia se sentía fuerte a pesar de mis pocos años. Así fue hasta que la empresa de papa y mis tíos los enemistó, y me vi condenado a domingos solitarios por varias décadas. Hasta la semana pasada, mis domingos eran igual de insoportables que siempre, pero mi actualidad, ultra-híper estancado, los hacía más insoportables todavía. No contaré como llegué a ser un pobre diablo que se pasaba el día en su pequeño departamento del centro de la city; ni como me convertí en un fanático de incontables series de internet; ni adicto a la piza a domicilio; ni como pase de tener sueños y aspiraciones, a ser el sin sentido que soy ahora. Pero si les voy a contar como dejé de serlo, ¿cómo? Bueno, no lo entiendo bien realmente, pero tiene mucho que ver con esto:
El domingo pasado a eso de las 7, un buen amigo al que no veía hacia mucho, toco mi puerta. Sorprendido por la inesperada visita, hice pasar a German. Casi no lo reconocí. Este no era mi vecino “el gordo German”, traía puesto un sombrero elegante, lentes oscuros, camisa, e inclusive un bronceado a contramano del clima hibernal de esta etapa del año. Me comento que le habían hablado de mí en un supuesto pozo depresivo. Estuvo un rato largo diciéndome cuanto me quería y luego se fue. Pero antes de marcharse me miró seriamente y dijo: “Dani, algunas personas necesitamos ayuda para ser felices, yo no te puedo ayudar, pero prométeme que vas a llamar a este número. Te juro por mi madre que comenzaras a vivir.” Y me dio una tarjeta. ¿Tan mal estaba para que “el gordo” venga a rescatarme? Debía admitir que no estaba bien, y si a German le había funcionado, ¿Por qué a mí no? Agarré el teléfono y llamé:
– Hola, se comunicó con “Respirar no es Vivir”, ¿para cuándo desea un turno?
– Hola, ¿cuándo puede ser?
– El miércoles a primera hora ¿le parece?
– sí, ¿En qué consiste todo esto?
– No se preocupe Daniel, nuestros expertos tienen todo preparado para usted.

Cuando llegué a la dirección que aparecía en el dorso de la tarjeta, vi el frente de un gran edificio. En la recepción una linda mujer me esperaba, me hizo pasar a una sala vacía y acostarme en una camilla. Cuando preguntaba que iban a hacerme, ella solo reía y decía que no me preocupe, mis preguntas las respondería el doctor Kirby, debía aguardar por él. Luego me dio un vaso con agua y me pidió que lo beba. Inmediatamente después caí dormido.
-¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? ¡Sáquenme de esta jaula!
– Hola Daniel, soy el doctor kirby, vengo a cumplir su deseo, entiendo que tenga miedo ahora, pero no se preocupe, todo terminará pronto y por fin su sufrimiento habrá terminado.
– ¿mi deseo?
– Si, por supuesto, la eliminación… – El fondo de la jaula de vidrio comenzó a llenarse rápidamente de agua.
-¿Qué? ¡NO, YO NO PEDÍ NADA!
– Daniel, como le dije antes, todo será verdaderamente rápido y hermoso, la eliminación mediante ahogo es la única técnica de eutanasia aceptada por la santa iglesia, el agua purificara tú alma y esta entrará directo al cielo. Feliz viaje, y disfrute la transición.

Desesperación. El doctor dejó a oscuras la habitación y salió. Yo chocaba en vano contra las paredes de la jaula de vidrio para salir, pero el agua subía rápido e instantáneamente me vi pegando mi nariz contra el techo para respirar. Fueron diez segundos los que la jaula estuvo completamente llena. Desesperación. Y de repente… el agua bajaba, ¡sí! Estaba bajando. La jaula vacía se abrió liberándome. Empapado y ahogado, corrí fuera de la sala y del edificio.
Los siguientes días fueron extraños. Al parecer la empresa “respirar no es vivir” no existía, o al menos eso me aseguró la policía. En el edificio funciona un centro de oftalmología y todos afirman no haber escuchado hablar sobre dicha compañía ni sobre un tal “Doctor Kirby”. “El gordo German”, está de viaje, nadie sabe dónde. Es hippie o algo así. En fin, no sé cómo ni porqué, pero hoy es domingo, y no lo odio, es más, estoy realmente feliz.

Comentarios (5):

Diego Manresa Bilbao

29/01/2015 a las 00:03

Muy bien conseguida la tension Kirby, me ha gustado, aunque cuando ves lo del agua, al menos yo, me he imaginado lo que iba a pasar.. Me ha recordado, en el buen sentido, a una pelicula de los 90 llamada “The Game” con Michael Douglas y Sean Penn, la viste?

Nos leemos!

Kirby Durden

29/01/2015 a las 06:24

Gracias por el comentario Diego!
si vi la peli, La traducción en mi país es “al filo de la muerte”. Ahora que me decís me doy cuenta el paralelo entre las historias.
Enseguida paso a leer el tuyo! saludos..

Darkristal

29/01/2015 a las 14:04

Jajaja, la tensión del relato se sigue sintiendo incluso ahora que lo vuelvo a leer.
Creo que fue especialmente aterrador que me pudieran eutanasiar legalmente y estando sano XD
Ah, revisa sobre el uso de los guiones y algo de puntuación, pero creo que ha sido entretenido, aunque he de admitir que el inicio engaña mucho.

Adella Brac

03/02/2015 a las 12:28

A mí también me ha recordado a la película que comentais 🙂
Aunque con algunos pequeños fallos de forma, me gusta, el mensaje principal es rotundo.
¡Un saludo! 😉

Pato Menudencio

03/02/2015 a las 21:22

Me pareció una historia bastante original.

El único pero son algunas faltas de ortografía y errores en la puntuación al inicio del relato.

Saludos.

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