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Maribel - por Bego Asomadaalalocura
Web: http://www.asomadaalalocurarelatosyreflexiones.com
Antes de descolgar el teléfono ya sabía quién se encontraba al otro lado de la línea. Mamá acababa de mandar un whatsapp al grupo familiar invitándonos a comer ese mismo día y eso solo podía significar una cosa. Así que solo era cuestión de tiempo que empezara a haber reacciones.
– Ya has leído el whatsapp, ¿no?- Contesté sin preguntar quién era, a pesar de que el teléfono de mi oficina no tuviera identificador de llamadas.
– Nos la va a presentar, ¿verdad?- preguntó Rafa sin querer asumir realmente la respuesta.
– Seguramente…
– Buff, no quiero, tía, en serio. Yo la respeto, pero no quiero conocerla.- Lloriqueó.
– Pues no te queda otra…
Y nos quedamos en silencio.
Sabíamos que había conocido a una mujer en un taller, y que habían comenzado una amistad. Yo empecé a sospechar que había algo más el día que colgó el cuadro en el salón, en él aparecía el rostro de dos mujeres con un sombrero sin ala y boas de plumas, muy de los años 40. Ambas se tocaban las mejillas, rostro contra rostro. “¿No te parece un cuadro de una sensibilidad exquisita?” me preguntó, como no supe que responder, me limité a observarla. “Se percibe perfectamente la complicidad que existe entre ellas, esa intimidad, ¿no crees?” al apartar la vista del cuadro y mirarme la sonreí, ella se sonrojó y bajó la vista al suelo.
Rafa ya se había independizado y aun que vivía más ajeno a las cosas que pasaban en casa, yo le mantenía informado de las andanzas de mamá.
– ¿Y no podía haber seguido como antes?- Insistió mi hermano.
– ¿Cómo: sola? Tío, no seas egoísta, qué más da, si ella es feliz.
– Ya tía, pero yo era más feliz sin tener detalles sobre su vida sexual…
– Si, bueno, supongo que ella pensará lo mismo de nosotros… Además, no se trata de tu felicidad, ¡capullo!
Ambos nos reímos.
– Es que a quien se le cuente… salir del armario a los 50…- Dijo algo más relajado.
– De la jaula.- le corregí.
– ¿Como?
– Que ella dice que no ha salido del armario, que de donde ha salido es de una jaula. Que es como si hubiera sido un pajarillo enjaulado toda su vida y de repente pudiera volar en libertad.
– ¿Ves? La culpa es tuya por haberla apuntado a ese taller de poesía.- Me reprochó medio en broma, medio en serio.
– ¿Y qué iba a hacer? Desde que murió papá no levantaba cabeza, no salía ni a por el pan. Y ya la has visto últimamente: cine, teatro, restaurantes, está planeando hasta irse de vacaciones…
– Cuando se entere el abuelo la deshereda.
– ¡Que le den al abuelo!
Y nos reímos de nuevo.
– La hace feliz.- Dije en tono suplicante cuando cesaron las carcajadas.
– Ya. – Y sonó algo más conciliador- y ¿cómo dices que se llama?
– Maribel.
– Maribel…-Repitió como queriéndose familiarizar con el nombre- Bueno, nos vemos en la comida.
Y colgó sin esperar a que yo me despidiera…
Comentarios (19):
Nelida Sarduy Castellanos
29/01/2015 a las 00:18
Necesario y conflictivo tema tratado con delicadeza y respeto. Que se abran todas esa “jaulas”o armarios, pero que se vuele en libertad. Sencillo, profundo y bien escrito. Bravo
Luis A.R. Selgas
29/01/2015 a las 00:48
Hola Bego. Una divertida historia la que nos cuentas hoy. Por un lado me ha entretenido bastante, pero si te soy sincero no es de tus mayores aciertos. Quizás en algún momento el diálogo te queda un poco pal no y básico. A mi humilde parecer se nota sobre todo al principio; porque al final vas cogiendo confianza y el diálogo es mucho más fluido y literario. Si todo el relato fuese como el tercio final, sería una historia redonda.
Un gran saludo y gracias por tu comentario.
Bego Asomadaalalocura
29/01/2015 a las 07:52
Hola, he querido cambiar un poco el royo melancólico que llevo siempre y al final parece que no me ha salido muy allá. Tendré que seguir practicando, es mi primer texto con diálogos y la verdad me he divertido escribiéndolo…
Gracias, como siempre por tus aportaciones!
Un saludo.
Bego Asomadaalalocura
29/01/2015 a las 10:28
Gracias Nelida, uno de mis comentaristas insinuó que habia tratado el tema con fribolidad y la verdad que me quedé un poco fria porque para nada era mi intención si no todo lo contrario, darle la normalidad que creo tiene que tener en el año en el que estamos. Muchas gracias, de verdad, me quedo más tranquila…
Luis A.R. Selgas
29/01/2015 a las 13:15
Yo no veo la necesidad de tocar un tema así con seriedad, al menos hoy en día es un tema que se puede tocar de cualquier manera. Y por mi parte no creas que me ha parecido un mal relato. Normalmente tus historias me encantan y esta, como bien dices es nueva por el uso de diálogos. El principio un poco flojo y quizás es allí donde te tachan de fribola, pero luego se nota que calientas motores. Tus próximos diálogos saldrán bien de principio a fin, ya lo verás.
Adella Brac
29/01/2015 a las 13:52
A mí no me parece frívolo. Veo en el hermano los reparos habituales, y me gusta su evolución; de no querer conocer a Maribel a decidir darle una oportunidad. El mensaje importante está ahí: “La hace feliz.” 🙂
¡Nos leemos! 😉
Bego Asomadaalalocura
29/01/2015 a las 15:44
Mil gracias de verdad, me quedo mas tranquila!
Un saludo.
Margarita Graña
29/01/2015 a las 23:03
Felicitaciones! no había leído nada tuyo antes, qué desperdicio de tiempo el mio!! Tendré que revisar los talleres anteriores.
No está tratado el tema de forma superficial, me parece tratado de forma natural, muy bien. Y engancha. Me parece que debes seguir explorando esta veta. Ojalá te pases por mi cuento, es el 103. Saludos
Bego Asomadaalalocura
30/01/2015 a las 08:35
Gracias Margarita, me alegra que te guste. Este es mi tercer taller, por lo que aquí no vas a encontrar mucho, pero si quieres pasarte por mi blog ( http://www.asomadaalalocurarelatosyreflexiones.com ) estás más que invitada.
Un saludo!
Iracunda Smith
30/01/2015 a las 16:33
¡Hola Bego!
Yo tampoco creo que el texto sea frívolo, ¿hay que tratar el tema con pinzas?, ¿a estas alturas de la película? ¡Vamos hombre!
Sólo dos cosas que señalar: “aun que” iría todo junto, me imagino que fue un desliz y cuando escribes “¿Cómo: sola?” yo pondría “¿Cómo? ¿Sola?”
Nada más. Un relato muy bonito, ¡sigue así!
Bego Asomadaalalocura
30/01/2015 a las 17:32
Hola iracunda!!
Gracias por el apoyo! Revisaré las faltas porque en el blog he hecho corta-pega, vaya despiste que tengo… jajaja
Un saludo!!
David Rubio
30/01/2015 a las 18:13
Es un relato muy agradable, Bego. Una cosa es la frivolidad, que tu relato no utiliza; y otro es ser ameno. Creo que el tono del relato tiene un punto simpático que lo hace mejor. Esa réplica del hermano: “la culpa es tuya por apuntarla a ese taller de poesía” es de una ironía maravillosa e ilustra todos los prejuicios que existen al hablar sobre estos temas.
Si hubieras utilizado un tono más dramático, el relato habría caído en un tópico. Así me encanta. Lo trasmites todo y encima entretienes.
A nivel formal, hay alguna cosilla que te habrán comentado. Solo te apunto que en los diálogos tras el guion se inicia en minúscula si lo que sigue es un verbo de “decir” y en mayúscula si el protagonista hace algo. Por ejemplo: ” -¿Y no podía haber seguido como antes?- Insistió (sería insistió) mi hermano.
Un abrazo. Es un muy buen relato
Bego Asomadaalalocura
30/01/2015 a las 19:01
Hola David, me alaga tu comentario y te lo agradezco mucho. Reconozco que disfruté escribiéndolo, quería salir un poco de lo de siempre e intentar hacerlo más ameno, me alegro de haberlo conseguido.
En cuanto a las faltas, vale, me habéis pillado, la gramática no es mi fuerte… :`( haré todo lo posible por mejorar 🙂
Mil gracias por pasarte por mi relato!
Kenoa Gessle
30/01/2015 a las 20:05
No creo que haya una manera correcta o mas o menos frívola de tratar un tema que hoy es normal. yo me imagine la reacción de dos hermanos ante la noticia, como cada uno lo ve desde sus juicios diferentes. Ese no podría haberse quedado como antes que dice el hermano y ese ver lo bien que le ha hecho y lo feliz que esta por parte de la hija sin importar quien este a su lado. Me gusto y vamos que los diálogos son un desafío y acá estamos para enfrentarlos.
beba
30/01/2015 a las 21:00
Hola, Bego:
Leí tu cuento y me gustó mucho. Coincido con los comentarios que me anteceden; es un cuento ameno, sincero, y simple. Un abrazo.
Bego Asomadaalalocura
31/01/2015 a las 10:04
Muchas gracias por pasar por aqui.
Un saludo!
Ana
31/01/2015 a las 13:32
Hola Bego,
A mí tampoco me parece frívola tu forma de tratar el tema. Aunque camuflados con humor, ahí están los prejuicios del hijo.
Me gusta que la madre encuentre la felicidad y que les mande a sus hijos el mensaje “es mi vida, soy feliz y al que no le guste, que no mire”.
Genial.
Gota
04/02/2015 a las 00:55
Me pareció super divertido tu cuento y muy bien logrados los diálogos 😀
Saludos!
Cesar A. Martin
05/02/2015 a las 14:48
Hola Bego, es mi primera visita y antes de nada quería felicitarte por tu seudónimo. En mi opinión el trato que le das al tema es precisamente lo que hace que se tome en serio. A mi me parece una situación verosímil, que imagino es lo que perseguimos todos. Un apunte sobre los diálogos, a veces no es necesario explicar la intención de las palabras, en tu caso se entiende perfectamente el tono sarcástico e irónico que usan los protagonistas.
Un saludo, nos leemos.