Literautas - Tu escuela de escritura

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Un milagro espantoso - por Iracunda Smith

Web: http://iracundasmith.wordpress.com/

Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro espantoso: han contestado mi carta.
No sé ni porqué la mandé en primer lugar. Supongo que me pudo el romanticismo: todo buen naufrago debe enviar un mensaje en una botella, me dije.
Claro está que las probabilidades de que encontrasen mi botella eran de una en un millón de millones, teniendo en cuenta las corrientes marinas, la dirección del viento o incluso la gula de alguna ballena.
Aquella dichosa misiva había navegado contra viento, marea y probabilidades hasta llegar a las redes de un pesquero y otra vez de vuelta hasta mi preciosa isla.
El capitán parece haber reconocido la descripción que hice del lugar: un montón de arena rodeada de agua y con unas cuantas palmeras en el centro, creo recordar. No fue un texto brillante, he de reconocer que no esperaba tener lectores.
El hombre también me insta a aguantar un poco más, se solidariza por las penurias que al parecer estoy pasando y me asegura su pronta llegada para rescatarme.
Al leer la respuesta intento recordar qué palabras exactas utilicé para dar la impresión de necesitar ayuda pero me es imposible. No fue buena idea vaciar la botella de whiskie para mandar el mensaje…
Me alarma sobremanera saber que hay alguien buscándome y por un momento he pensado en desmontar mi preciosa cabaña para volver a construir el barco que me trajo aquí. Luego recordé que, aún siguiendo los planos al dedillo, me sobraron un par de tornillos y engranajes de los que decidí deshacerme.
De todas formas es imposible que me encuentren.

***

Hoy he visto una sombra en el horizonte.
Nada hacía presagiar que el día fuera a ser desapacible: me levanté con los primeros rayos de sol, tomé una ducha y un buen desayuno, escogí a Proust para leer y me senté en mi sillón de orejas. Todo cambió a media tarde, cuando fui a nadar.
Allí estaba, amenazando mi preciado estilo de vida.

***

HECATOMBE.
Efectivamente la sombra era la del pesquero.
Tardaron apenas una hora en llegar con los botes.
Ahora que lo pienso debí aprovechar el tiempo en pensar alguna excusa para evitar que me llevasen con ellos pero me quedé petrificado viéndolos acercarse, haciéndome señas con la mano y gritando que ya había pasado todo, que pronto estaría de vuelta en casa.
Luego comenzaron a arroparme con mantas y a arrastrarme hacia su bote.
Recobré la lucidez el tiempo suficiente para correr hacia mi biblioteca y coger todos los libros que pude cargar y esconder los de Stephen King (que sólo fueron un regalo de unos primos lejanos y que nunca llegué a leer).
Los marineros me miraron desconcertados pero no se atrevieron a contrariar a una víctima aturdida.
Me han confinado a un catre piojoso en el que debo “descansar” a merced del vaivén de este gélido y maloliente navío.
El capitán ha dicho que mañana, cuando me recupere, hablará conmigo. Confío en poder hacerle comprender tan incómodo malentendido y estar de regreso en mi isla sin más incidentes.

***

¡Maldita sea! Sólo he conseguido traer conmigo dos libros de Antonio Gala y tres de Cela…
Tenía “El Resplandor” tan cerca…
No sé lo que digo…
Este trasto no deja de moverse…

***

He vuelto de mi reunión con el capitán.
Me ha hecho saber lo laborioso de mi rescate: Litros de combustible, días de faena perdidos, dos marineros han dejado de hablarse y uno ha sido regañado por su esposa al no regresar a tiempo para la boda de una prima.
De hecho me ha presentado un gráfico y ha fijado una cantidad bastante específica que sufragaría los daños económicos y morales.
Cree que lo justo es que, ya que no tengo dinero ni posesiones, devuelva el favor enrolándome en su tripulación.
No olvidaré sus palabras exactas: “Amiguiños sí, pero a vaquiña polo que vale”.

Comentarios (23):

beba

28/12/2014 a las 17:37

¡¡QUÉ BUENO!!
Es un buen augurio terminar el año leyendo algo tan original y bien logrado. Buen tema el de los presupuestos de la gente frente a la vida de cada uno: no es oro todo lo que reluce.
Buena la estructura en secciones, y las descripciones a medias de la isla -una en un montón- Y las alusiones literarias, la heterogeneidad de la biblioteca, la desilusión frente a lo que se logra rescatar.
Gracias y ADELANTE.

Marazul

28/12/2014 a las 17:47

Un relato agradable de leer, divertido y muy original. No todos los náufragos están deseando que les rescaten. Y no me extraña Iracunda con lo bien que se lo había montado el individuo en cuestión. La forma de diario muy adecuada para la particular historia que narras. Me ha gustado también el guiño final con la expresión del capitán gallego.
¡Enhorabuena! y un saludito muy cordial

Peter Walley

28/12/2014 a las 18:41

Qué bueno, de lo mejor que he leído este mes. Muy original y muy bien contado, el hacerlo como con entradas de diario le da mucha agilidad al texto. El final es muy divertido 🙂

Saludos, nos leemos.

A. Eiroa

28/12/2014 a las 19:54

Novedoso punto de vista del rescate!!! Entretenido, fácil de leer y redondo!!

Cesar A. Martin

28/12/2014 a las 22:34

Excelente, esto se llama hacer virtud de la necesidad. Original, divertido y bien resuelto. Un ejemplo de lo que es un relato breve. Muy ingenioso narrarlo en forma de diario, muy ocurrente las referencias a la literatura mainstream. Y con la dificultad del comienzo impuesto. Enhorabuena de un seguidor.

Denise

29/12/2014 a las 01:06

Me sumo a los elogios que ya te han hecho, me causó mucha gracia la palabra hecatombe XD Hasta sentí pena por el pobre tipo jajaja

lunaclara

29/12/2014 a las 12:48

Qué bueno! Siempre me sorprendes con tus relatos. El perfil del naúfrago anti-rescate es genial, súper original.

Yo hubiera dado un último giro inesperado, jejeje… venganza!!!

Felicidades!!

Macnarez

29/12/2014 a las 14:55

Estupendo relato! Me ha encantado la idea de ese náufrago que no quería ser rescatado, rompiendo con la idea preconcebida de que todo náufrago quiere salir de su isla solitaria.
Muy bien logrado, y una estructura perfecta.
Nos leemos!

Emmeline Punkhurst

29/12/2014 a las 18:43

Muy divertido, Iracunda. Me gusta el formato porque hace que el relato se lea con rapidez y no resulte tedioso. Además, escribir desde el punto de vista del protagonista ha sido un acierto. ¡Enhorabuena!

Diego Manresa Bilbao

29/12/2014 a las 18:44

Muy original Iracunda!!!!
Una gran historia del Naufrago que esta a gusto en su sitio, alguien que no quiere ser rescatado… Me imagino a Tom Hanks poniendo cara de susto y resaca cuando vienen a buscarle…
Me ha gustado
Nos leemos y feliz 2015!

chemanuell

29/12/2014 a las 22:16

excelente iracunda, plagado de detalles, sin dejar nada suelto. Muy fluido y entretenido de leer. Lo único es que tratandose de un naufrago, me cuesta un poco creer que le sea tan facil conseguir un buen desyuno.

Roger/NHICAP

30/12/2014 a las 10:06

Hola Iracunda,
¡Genial divertmento! ¡Qué frescura de relato! Muy buena idea que trasladas y desarrollas en un texto sencillo y muy ameno. Me encantó el final. Puedo imaginar al naufrago impenitente y el capitán del pesquero, ¡un gallegazo! Estupendo.
Felicidades y un abrazo

Iracunda Smith

30/12/2014 a las 15:05

¡Madre mía, cuanta gente! No pensé que al estar casi la última me fuese a leer nadie…
Me alegro mucho de que os haya gustado. Es el primer texto cómico que mando y creí que no iba a encajar.
Sé que algunas situaciones pueden parecer ridículas pero es porque, efectivamente, son ridículas. Pretendía que todo pareciese un sin sentido.
Lunaclara: sí, el tema venganza es uno de mis favoritos también pero me quedaba corta de palabras y además me pareció que rompería con el tono de humor (pero no descartes otro relato sobre un náufrago vengativo 😛 )
Muchísisisimas gracias por los comentarios.
¡¡A ver si en estos días os leo a todos y os doy mi opinión!!
Un abrazo, ¡nos leemos!

Ryan Ralkins

30/12/2014 a las 18:56

Creo que en serio no fue buena idea haber vaciado la botella de Whisky. Esa parte me dio mucha risa y la parte de Stephen King, rayos que cómico.
Buen y cómico relato. Pobre naufrago.
Saludos.

Ratopin Johnson

30/12/2014 a las 20:51

Está muy bien Iracunda. Me gusta como el personaje se va tomando las cosas con calma, no pierde la paciencia en ningún momento y eso que no le dejan en paz. Es como si asumiera que no puede hacer nada al respecto y deja que transcurran los acontecimientos. Y siempre por supuesto procurando no molestar.

David Rubio

31/12/2014 a las 14:42

Ni en una isla te dejan tranquilo, je, je, je. Muy divertido el relato. El final está bien como está, el hombre es llevado por el bullicio, sin escapatoria. Mis mejores deseos para este nuevo año. Un abrazo

Iracunda Smith

01/01/2015 a las 11:27

Muchas gracias, de nuevo, y ¡FELIZ 2015!

M. H. Heels

02/01/2015 a las 12:23

Jajaja me ha hecho reír un montón. Te tengo que agradecer este buen rato que he pasado. Me parece tan difícil escribir algo tan gracioso que no puedo mas que admirarte desde la envidia (sana, pero envidia, jeje)
Nos leemos

José Torma

03/01/2015 a las 01:07

Hola Iracunda (te reitero lo mucho que me gusta tu seudonimo)

Pues me uno a las flores, que mas te pueda decir que no te hayan dicho ya sin sonar reiterativos. Me encanto el formato en entradas y ver como una vez mas, hay que tener cuidado con lo que deseas porque se te puede conceder jaja

Un beso y felicidades.

Paola Panzieri, papan

03/01/2015 a las 12:18

Bueno, Iracunda, te diré que lo que más me ha impactado es lo de la butaca con orejas en la isla desierta. Un relato vibrante muy bien estructurado.
Lo que son las cosas: leyendo los comentarios me he sorprendido de que casi todos consideran que el protagonista es un hombre, no sé porqué pero yo imaginaba en todo momento que era una mujer!

Me ha encantado el comentario que has dejado en el relato de José Torma,en el que dices que te llevarías empaquetado al hombre capaz de pedir matrimonio a una mujer después de haber ido de compras con ella. Eres muy ocurrente, eso está claro. Saludos. Nos leemos

Aurora Losa

12/01/2015 a las 10:40

Ay, Iracunda, con tanto jaleo de fiestas tuve que dejar algunos relatos por leer y, mira por dónde, no me arrepiento de haber tenido que darme ese respiro lector, así he degustado en todo su esplendor este relato de HUMOR, así, con mayúsculas.
Me encantaaaaaaaaaaaa, sabes que me gusta tu estilo, y este relato no me ha defraudado para nada. ESo sí, me egustaría mucho saber de más aventuras de este pobre desdichado, quizá una continuación del diario en el buque ya enrolado.
Genial, amiga.

Wolfdux

17/01/2015 a las 13:08

Un texto que se me ha hecho muuuuuy corto. El formato que has utilizado le da un ritmo perfecto. Me he quedado con ganas de más así que me uno a la propuesta de Auro, queremos una continuación, jajaja.

¡Nos leemos!

Margarita Graña

20/01/2015 a las 03:43

Qué fineza de humor! Espectacular. Y ese recurso para tener varias escenas en el mismo relato, que lo hace muy ágil, lo voy a tener en cuenta.
Entrañable personaje ese náufrago. Igual me dio por pensar que todo podía funcionar como una metáfora de la vida, ¿cuántas veces nos quieren “salvar” de algo con las mejores intenciones, y nos arruinan el momento? Felicitaciones Iracunda, seré tu seguidora.

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