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dioses y piedras - por juana Medina
Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro.
Desde la llegada de los dioses que no fueron, cuando creímos que se trataba del milagro esperado a través de los tiempos y, alegres y reverentes nos entregamos a lo que culminó en dolor y humillación, ninguno volvió a creer en milagros, ninguno volvió a mirar el mar ansiando ver naves venidas desde donde aire y agua se juntan.
Llegaron con ropas pesadas que escondían su semejanza con nosotros; llegaron con armas que escupían terribles bolas negras y humo; llegaron con cuchillos más largos y cortantes que nuestras piedras de sacrificar, y también con este nuevo lenguaje.
Nuestra vida cambió. Nuevos sufrimientos, nuevas enfermedades, nuevas formas de morir. Ya no fuimos dueños de lo que fue nuestro, ni de andar nuestra vida como la andábamos, ni de obedecer las órdenes que nuestro rey y nuestros sacerdotes recibían de los astros que nos guían.
No, nadie volvió a esperar a los dioses prometidos.Pero si ahora puedo cantar en palabras que nunca fueron nuestras, es por el milagro. Tal vez nuestros dioses y los de ellos se han puesto de acuerdo. Lo pienso y el agua del manantial del sentimiento brota de mis ojos. Sin embargo no estoy seguro de lo que vendrá.
Cuando llegaron se golpeaban el pecho y decían "Yo" con gran orgullo. Luego, estirando el brazo hacia cualquiera de nosotros, decían "Tú".
Tengo que aclarar ahora que entre nosotros no existen esas palabras. Hay una que, a excepción de nuestro rey-dios y de nuestros sacerdotes, nos nombra a todos: Piedrita-del-Gran-Pueblo.
Sus gestos y sus voces fuertes y brutales trajeron tremendas confusiones y castigos. Si uno de ellos preguntaba ¿quién hizo esto? y uno de nosotros contestaba -Yo señalando a uno de sus compañeros, llegaban la burla, el escarnio y el castigo. Peor aún era cuando a la misma pregunta respondíamos -Tú, pensando en cualquier Piedrita-del-Gran-Pueblo.
Soy el escriba del rey-dios, el encargado de registrar en la piedra con algunos pocos signos, la memoria de cada año.Por eso traté de aprender el lenguaje de los dioses falsos, porque ellos son, así como el milagro de hoy, lo esencial del año.
Ayer, su cacique (me resisto a llamarlo dios), volvió al mar con muchos de ellos dejando a los más duros y crueles con nosotros para que nos eduquen. Pero también quedó, creo que por su voluntad, el hombre de la túnica larga con cordón y maderas cruzadas sobre el pecho, y una sarta de bolitas que cuelgan de su cintura y que a menudo acaricia con cariño. Es un hombre bueno y paciente que me tiene cierto afecto. Mientras su cacique volvía al punto de unión entre cielo y mar, hoy, hoy, día del milagro, hoy me llevó a la sombra de las palmeras y me reveló el misterio del "Yo" y del "Tú".
Ah, esta Piedrita-del-Gran-Pueblo aún no sabe qué signos usará para explicarlo todo.
Jamás creí poder ser un Yo y tengo miedo.
Llevé mi voz al rey-dios, quien ordenó reunirnos ante la piedra de sacrificio. Cuando estuvimos todas las Piedritas-del-Gran-Pueblo dijo:-Habla.
Fue como el silencio que antecede al terremoto. Después, cuando todas las Piedritas-del-Gran-Pueblo parecieron comprender, la tierra tembló de tanto baile y grito ritual.
Algo se ha liberado en cada uno. Hay una fuerza distinta. Me gusta y le temo. Algunas miradas ya han cambiado. El hombre de la túnica nos observa con amor y preocupación.
Es un milagro sí, pero¿ qué ha de suceder cuando vuelva el falso dios y vea lo que somos ahora? Tiemblo.
Comentarios (22):
Ariadna
28/12/2014 a las 20:02
¡Hola! Me gustó mucho el relato este de la colonización desde el punto de vista de los conquistados. Tengo que decir que por el título pensé que sería algo de fantasía pero me lleve una grata sorpresa. Esta bien escrito y sientes el desconcierto del protagonista desde el principio.
mariana escobar
28/12/2014 a las 21:13
La conquista y los sentimientos de de los conquistados, exelente relato.
mariana
Ángel Gabriel
29/12/2014 a las 01:38
Es interesante esta perspectiva de la colonización que presentas, lo que no entendí fue lo de Piedrita-del-gran-pueblo. Aunque el relato es interesante, falto nudo, conflicto, expectativa, y desenlace, quizás porque el tema al final como que queda abierto. Pero es sumamente original, me gusto, es un enfoque nuevo de la colonización, me imagino que tu no eres española. ¡¡¡¡¡¡EXCELENTE TRABAJO!!!!!!!!!
Te suplico leas el mío, es el 106 LOS BALSEROS, CRITICAME Y DESPEDASALO, ATACAME CON TODO LO QUE TENGAS.
Juana Medina
29/12/2014 a las 03:08
Ante todo, muchísimas gracias por leer, comentar, observar, aportar, etc.
Efectivamente Ángel Gabriel, no soy española. Es probable que en próximos trabajos encuentres giros idiomáticos que no pertenecen a la “Madre Patria”. Prometo leer todos los trabajos e ir comentándolos de a poco. Me llevará un tiempo…
A todos los mejores deseos para el 2015
beba
29/12/2014 a las 03:21
Hola.
Yo comenté tu cuento en la etapa anterior; verás que concuerda bastante con lo que te dice Ángel Gabriel.
Yo, en cambio, disfruté con esa imagen de la Piedrita del Gran Pueblo, que habla de la inclusión responsable en la comunidad.
Como te dije, es una muy buena historia; y el tema es muy interesante
Ana
29/12/2014 a las 10:53
Excelente, Juana. Algunas descripciones me parecen geniales, como la del fraile: “el hombre de la túnica larga con cordón y maderas cruzadas sobre el pecho, y una sarta de bolitas que cuelgan de su cintura y que a menudo acaricia con cariño”.
Expresas muy bien cómo debieron sentirse los conquistados.
Enhorabuena!
Adolfo
29/12/2014 a las 12:52
Impresionante. Ahora se habla mucho de distinguir entre ego y yo verdadero. Tu estupendo relato muestra una preciosa mirada al tema.
Tu texto es conmovedor, te felicito.
Gracias por compartirlo
Nelida Sarduy Castellanos.
29/12/2014 a las 17:34
Muy bonito este tu relato. Enseño español a extranjeros y ver la gramática y la intercultura ficcionadas tan elegantemente me ha dado un gran disfrute, si además se une que “yo” soy caribeña, cubana…”una piedrita del gran pueblo”. Voy, con tu permiso, a contar este cuento cuando vuelva a celebrarse el día de la hispanidad. Felicitaciones y Gracias.
Marcelo Kisi
29/12/2014 a las 17:41
Juana, no hay otro apelativo para tu relato que delicioso! El lenguaje poético mana de la unión del hombre con su paisaje, y uno no tiene más que dejarse llevar. El “milagro”, esa comprensión del yo y el tú por las Piedritas del Pueblo Grande, traen una reminiscencia del “pecado original” bíblico, donde Adán y Eva veían por primera vez su propia desnudez, una conciencia que habrá de traer cosas buenas, pero también de las otras, de las que dan miedo. Nada para cambiar. Bravo!
PD: Mi relato es el 140, ¿querrás leerlo?
Diego Manresa Bilbao
29/12/2014 a las 18:22
Hola Juana,
Coincido con algunos de mis companieros, la idea esta muy bien pero no esta del todo bien desarrollada, lo de la Piedrita-Del-Gran Pueblo y el final queda un poco confuso… Aun asi, te mete muy bien en la historia!!!
Sigue asi y nos leemos!!!
Fabián Mariño
29/12/2014 a las 21:33
Hola Juana
No sabría decirte nada constructivo, la verdad es que veo bastante redondo tu relato, me ha gustado bastante ver la otra cara de la moneda en la colonización.
El concepto del “yo”, “tu”, y “Piedrita-Del-Gran Pueblo” me ha gustado mucho, y creo que queda bastante claro el significado del último, como un pueblo tan unido que todos son una pequeña parte de algo mucho mas grande.
Felicidades por el relato, para mi no tiene pegas
Darkristal
30/12/2014 a las 01:45
Durante mucho tiempo me tuvieron fastidiado con lo de la conquista española en la escuela y colegio, al punto de que no quería saber nada mas de ello.
Era que hasta las novelas me querían hacer tragar de ello, pero he de decir que, superando la irritación inicial, descubrí un relato muy interesante de principio a fin, describiendo correctamente como serian visto los conquistadores y los compatriotas en primera persona , también veo los dos tipos de conquista.
He de decir que me ha gustado mucho y felicitaciones 😀
PD: Yo quería comentar primero de que no eres de españa :c
Jordán
30/12/2014 a las 03:16
Como bien han comentado anteriormente, creo que la idea es buena pero no está muy bien desarrollada. Las descripciones son muy buenas, con buenas comparaciones. Quizás, como historiador que soy, hubiera metido algo de realidad al texto introduciendo nombres reales de personajes históricos…aunque el texto en sí no sea real. Hubiera dejado caer algún personaje llamado TUPAC AMARU como líder de la “Gran Rebelión” anticolonial. Así, quizás hubieras conseguido más odio hacia los que vienen a conquistar. Hubiera creado un personaje fuerte y robusto que se opondría a esos “Dioses”. De todas maneras, es una idea muy buena y el texto en sí me gusta.
Un texto bueno y bonito, que con mucho más trabajo estará estupendo.
leonardo
30/12/2014 a las 11:38
Muy interesante el relato, me gustó el lenguaje que has utilizado y sobre todo tengo que destacar que me trasladé con la imaginación a ese momento y lugar, y eso es lo que debe hacer un buen cuento; dicen que leer es viajar y eso es lo que me pasó, viaje en tiempo y espacio, felicitaciones y por si te interesa leer mi relato (puedes ser todo lo critica que consideres) es el número 44, saludos!! 🙂
Tavi Oyarce
30/12/2014 a las 22:50
Hola:
Pienso que no hay nada que agregar a tu relato. Está todo dicho y muy bien redactado. Lenguaje simple y justo. Yo te felicito.
Demás está decir que los dioses aún están aquí y mas odiosos y tiranos que nunca.
Me encantó
ILLARGUIA
30/12/2014 a las 23:21
Gracias por tu relato. Aprendemos que todos somos Piedrita-del-Gran-Pueblo, ¿cómo se dice en el idioma vernáculo?, y también que todos somos Yo-Tú, escribas y registradores en la piedra con algunos pocos signos.
¿Tiene algo que ver con la Gran Piedra de Juluapan? Me pareció curioso el paralelismo que encontré en ese otro mito.
Aldo Brov
31/12/2014 a las 00:39
Hola Juana, esta lindo el relato, me gusto la imagen de los indigenas diciendo YO a los conquistadores y TU refiriendose a ellos mismos, solo diria que el narrador es demasiado elocuente para tratarse de un indigena, tal vez si la historia estuviese contada por parte del cura, que lleva un diario y siente lastima al ver como su gente conquista, mata y se aprovecha de la tribu, se evitaria ese problema de hacer hablar al personaje con ese tono poetico que le quita un poco de veracidad al relato.
Seguramente un cura deberia haber tenido muchos pensamientos encontrados teniendo que ser parte de estos barbaros que mataban y maltrataban, tambien quedaria bueno que sea el mismo cura que diga que tiene miedo del regreso de sus colegas, ya que no solo verian que su mision no se cumplio, sino que tendria miedo por imaginarse el destino que les espera a ese pueblo.
Saludos
Ryan Ralkins
31/12/2014 a las 22:42
Siempre me ha gustado la historia y todo lo que hable de historia. Pero lo que mas ha gustado de tu relato es que no lo hiciste desde el punto de vista de un conquistador, sino de un conquistado.
Como ya te habrán dicho, excelente relato.
Saludos y felicidades.
Álvarez Vainlla
01/01/2015 a las 10:44
Creo que hemos coincidido bastante este mes con la temática el texto.
Me ha gustado la visión del protagonista hacia los conquistadores. Sin duda es un relato muy emotivo que sabe trasmitir perfectamente emociones y miedos.
En cuanto al lenguaje el protagonista (El narrador) hubiera buscado una forma más sencilla. Pero esto es una pincelada muy personal.
En general, la idea me ha gustado mucho.
Un saludo y enhorabuena por el relato
KMarce
04/01/2015 a las 00:47
Saludos, para anotar mis observaciones, diré lo positivo. Me gustó que NO le dieras un nombre ni a la isla, ni al pueblo; porque esto hace que los “conquistados” seamos todos, discrepo con la idea de que el protagonista sea tan elocuente, sabemos que los pueblos previos a la conquista, eran altamente cultos, y claramente especificaste que se trataba de un escriba, un erudito de su tribu.
La lectura, me hizo volver sobre ella varias veces, para comprender la puntuación; pero este relato, me ha sonado también como una leyenda hablada, que puede ser transmitida entre generaciones. Bien por tí.
Anoide
05/01/2015 a las 10:47
Bueno Juana, llego un poco tarde porque veo que ya te han dicho de todo. Trataré de aportar algo nuevo.
A mí no me parece que falten conflicto y desenlace. El conflicto sería la conquista del pueblo y el desenlace, si bien queda abierto en tu historia, es algo que todos sabemos.
A mí también me ha gustado mucho el tono y el lenguaje que utilizas. No creo que sean discordantes con la manera en que un indígena se expresaría: habla de dioses, de milagros, de astros, las armas que escupen fuego…
Me gustó mucho la descripción del fraile, y también la expresión “piedrita-del-gran-pueblo”. En esa última se ve la esencia de todo el relato, que yo creo que es la unión de todo el pueblo indígena sin egos que sobresalgan, frente al individualismo y egoísmo de los conquistadores.
Un abrazo. Gracias por tan bonito texto, y también por comentar el mío 🙂
U.Monserrat
05/01/2015 a las 19:47
Hola Juana, yo también llego un poco tarde. Solo decirte que me ha encantado la forma que tienes para describir a los personajes y las situaciones. Poco más puedo decir de un gran texto, solo falta, enhorabuena por tu excelente trabajo.