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Después de la tormenta - por beba
Después de la tormenta
Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro. A cada instante lo disfruto y lo canto.
Anoche, en medio de un mar negro y rugiente, azotado por el huracán, yo oraba pidiendo por mi vida. Ni una palabra, porque ya había agotado mucho de mi aliento pidiendo auxilio; y lo que quedaba era para sostener la cabeza alta, y el brazo aferrado a una tabla cualquiera. Pero mi fuerza de voluntad era, sin duda, una oración llena de fe. Ciego entre las olas ciegas y furiosas, me dejaba llevar adonde la Providencia lo hubiera dispuesto. No había en mí, espacio para el miedo; desde la infancia había asumido a la muerte como una parte inevitable de la vida. Pero quería seguir viviendo y me exigía mantenerme a flote.
De pronto, una ola altísima me levantó en el aire; abrí los brazos como un ave, solté mi tabla y volví a caer al mar. Entonces, me trastornó la desesperación. Había hecho de mi tabla una amiga, y ya no estaba. Intenté buscarla, contra toda lógica, en medio de los remolinos, y empecé a perder fuerzas y coordinación, a llorar y gritar otra vez, ahogándome sin remedio.
Y entonces, cuando nada parecía indicarlo, sentí que había pateado una piedra. Me dolió muchísimo y estuve a punto de soltarla para alejarme de su dureza. Una luz interior me la mostró como la única salvación posible; me aferré a ella, vi las otras rocas que me sostendrían, aún en medio de la tempestad. Respiré, hondo…Sentí que avanzaba a rastras, a pesar del dolor. Y, de pronto, nada más.
Esta mañana desperté tendido al sol, al milagro de mi vida recuperada, en esta isla serena y luminosa. Y sonó una campana: la de mi corazón, ahora alborozado y agradecido. La de mi corazón resucitado después de una crisis inmensa, dolorosa y paralizante. La de mi corazón que estuvo agarrado a alguna tablita frágil que, en realidad, me alejaba del mundo, de la gente, de la vida. La de mi corazón que, por fin, se había puesto de pie en medio de las rocas, y cantaba.
Comentarios (9):
Maureen
29/12/2014 a las 08:46
Guau, me ha encantado cómo el relato de lo que parece literalmente la aventura de un náufrago que se salva del mar al llegar a una isla se transforma de forma tan natural en algo mucho más abstracto y complejo: la superación de una crisis que impedía al narrador darse cuenta de que las cosas tienen solución.
Estupendo.
Job Peró
29/12/2014 a las 11:49
Enhorabuena, Beba! Es un grandísimo relato. Corto pero con mucha fuerza, y como Maureen apunta, con un toque de realidad muy intenso. Si se quiere, una gran metáfora de la superación de momentos verdaderamente difíciles. Si se quiere, una gran aventura con un final feliz.
Felices fiestas y nos leemos el mes que viene!
Ana
29/12/2014 a las 19:00
Qué bonito, Beba. Una maravillosa descripción de cómo a veces nos sentimos como náufragos. Me gusta que el relato acabe con la superación de la crisis. La esperanza es lo último que se pierde.
Muy bueno!
Ryan Ralkins
29/12/2014 a las 19:57
Me gusta tu relato. Y como ya dije una vez: me parece un ejemplo de oración con fe aunque ahora creo que seria mas acertado decir que es la contestación a esa oración con fe.
Saludos.
lunaclara
30/12/2014 a las 09:25
Hola beba:
Muy corto tu relato, pero genial. Describes tan bien la situación y la angustia del naúfrago que casi parecen versos. Un canto a la vida y a la superación personal.
Despierta las ganas de saber más.
Felicidades, y Feliz Año Nuevo!!
Iracunda Smith
30/12/2014 a las 21:19
Muy inspirador beba. Es una forma muy bonita de contar la recuperación de ¿una depresión, quizá?
¡Sigue así!, nos leemos!!
Anoide
31/12/2014 a las 16:08
Un relato dentro de otro. Tendré que repetirme alabando lo inspirador del texto, pero es que es caso una oración en sí mismo.
Muy bonito, Beba. Felicidades 🙂
juanjohigadillo
01/01/2015 a las 15:42
Un relato breve, pero sugerente. No sabes cuánta envidia me produce ver que no necesitas 750 palabras para contar lo que tienes que decir, con lo que a mí me cuesta a veces. Enhorabuena y… ¡Feliz 2015!
KMarce
28/01/2015 a las 17:16
Bien hecho Beba, como dijese Juanjo hiciste toda una historia en menos de 750 palabras, a mi me cuesta mucho mantener ese minimo porque tiendo a exterderme.
En cuanto a la escritura me pareció muy bien cuidada. Párrafos correctos, Marcando momentos específicos. Bien acertado.
Saludos.