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El diario de Sogan - por chemanuell

—Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro— dijo Alfonso mientras miraba junto a varias personas una virgen tallada en el tronco de un gran árbol.

—Ese fue Juan, ya sabes cómo es— dijo uno de los pobladores—. Hizo eso para distraernos de lo de Nicanor.

—¿Y las lágrimas de sangre que están brotando de sus ojos, también las puso Juan?- replicó Alfonso, quien en otro tiempo había estudiado para ser cura.

Reino un breve silencio, donde todos se quedaron pensando…

—Bueno, pero que la virgen llore, no creo que se nada bueno— dijo otro de los presentes.

Luego, cada uno fue a encargarse de sus actividades correspondientes de la mañana. Había grupos de trabajo bien definidos: constructores, cocineros, artesanos y el más importante, los recolectores, encargados de cultivar los vegetales. Este último grupo era liderado por Nicanor. En los últimos días no habían estado tan productivos, pues su líder, un trabajador incansable, había caído en cama hace tres días y era atendido por su esposa flor. Estaba grave, incendiado en fiebre, ya solo se esperaba lo peor. Y en efecto, esa misma noche, la muerte se lo llevo de la mano.

Al día siguiente la tristeza se esparció en la isla de Sogan como polen en el aire. Muchos lloraban, incluida Flor. El carpintero Juan picaba las tablas, y echaba mano al martillo y clavos para hacer el ataúd para el difunto. A las once de la mañana, Alfonso lidero el primer sepelio que se hacía en la isla. También fue la primea cruz que se alzó sobre aquel suelo.

Todo el suceso quedo plasmado en las letras de Ricardo, un escritor fracasado que llevaba una especie de diario con algunos de sus pensamientos; también registraba los acontecimientos de la comunidad vegana que hacía vida en aquella isla del Caribe.

Al final de la semana habían muerto flor y un muchacho, debido a lo que parecía una gripe con esteroides, pues también producía diarreas y vomito. Y que contar de los dolores corporales y escalofríos, sencillamente implacables.

El lunes en la mañana arribo «La Niña», una lancha grande a motor que cada semana traía productos a la isla: cosas necesarias y algunos pedidos especiales de los pobladores. Se llevaba vegetales y artesanías en forma de pago. A orilla de playa, Juan la recibió junto a los otros dos cargadores habituales.

—Hola Juan, te traje lo tuyo- dijo el tripulante del bote rojo y techo blanco.

—Necesitamos medicina, necesitamos medicina— dijo Juan.

—Ahora hablamos, empiecen a descargar que quiero salir rápido hoy— dijo el dueño de la barca.

Los cargadores empezaron a llevar las cajas de maderas, mientras Juan se quedo para tomar y esconder con una bolsa el frasco de carne seca que le traían.

—Necesito irme con ustedes— comentó Juan.

—¿Qué fue lo que hiciste esta vez? ¿Por qué estas tan desesperado?

Nunca alcanzó a responder, unas quince personas corrían desesperadas hacia la embarcación, y los hombres dentro de ella tomaron sus escopetas.

—¡Nadie nos va a robar la lancha, que se han creído! — gritaron mientras disparaban contra aquella gente.

Juan intentó montarse en el bote pero recibió un culatazo en el pecho y cayó sobre la orilla. Fue la última vez que recibieron visita.

La gente seguía muriendo. Dejaron una de las choza solo para los enfermos. Nadie quería dedicarse a sus labores para no debilitarse, ahora solo se recolectaba lo necesario, todos se turnaban para hacerlo. Discutían buscando los culpables acerca del porqué no se había comprado un motor para el pequeño bote que ellos tenían. La regla de despojarse del dinero y posesiones de sus vidas pasadas, ahora la creían estúpida. El fundador y su hijo ya no eran bien vistos, así que un día en la madrugada decidieron huir en el bote a remos. Presumo que no corrieron con mucha suerte aquel muchacho flacucho y su anciano padre.

Las cruces se apilaron en el lugar de sepulcro, y esto fue lo último que pudimos leer de aquel diario, una vez iniciado por Ricardo y retomado por Juan. «25-10-2010. Ya no queda más nadie, hace semanas espero la esquiva muerte, he llegado a pensar que los pedazos de carne seca son los que me han mantenido con vida, algo deben tener. Por eso de los últimos fallecidos corte tiras que salé y sequé. No he necesitado de ellas, pero sé que están ahí. Aunque por ahora prefiero desistir, solo ansió que llegue mi final».

Comentarios (8):

Ángel Gabriel

29/12/2014 a las 02:42

Al inicio del relato pareciera que va a tratar el tema sobre la virgen o su aparición, pero cambia radicalmente a una enfermedad desconocida, aunque también al principio le echan la culpa a alguien pero no explica nadie porqué. El relato esta bien logrado, tiene intriga, suspenso, conflicto, y desenlace, la primera parte un poco floja, pero luego va tomando carácter, una que otra letra falto, pero no se toma como error ortográfico. Para mi la puntuación esta bien.
Te suplico que lea el mio, es el 106 LOS BALSEROS, necesito una crítica intensa en cuanto a ortografía y puntuación, que me digas los errores u horrores ortográficos que cometí y como corregirlos, y lo mismo con la puntuación. ¡¡¡¡¡¡¡UN ABRAZO LO TUYO ESTA EXCELENTE!!!!!!

Jordán

30/12/2014 a las 02:17

Un texto sencillo de leer, muy ameno. La historia no me ha enganchado del todo, quizás porque una situación de desesperación como la que viven en la isla, merece descripciones más profundas como por ejemplo : en vez de “Juan intentó montarse en el bote pero recibió un culatazo en el pecho y cayó sobre la orilla. Fue la última vez que recibieron visita”… “Juan, que apenas tenía fuerza, intentó montarse en el bote. Mientras recibía un culatazo, que le marcó el pecho para siempre, cayó sobre la orilla”

Creo que está muy bien llevada aunque le quitaría algunas cosas que no las encuentro mucho sentido como lo de la virgen…aunque, en cierto modo, sirve de hilo conductor “más o menos”.

De todas maneras, Un bonito texto.

beba

30/12/2014 a las 03:53

Hola:
A mí también me parece que la introducción quedó descolocada del resto del relato; y que el resto de la historia necesitaría más elaboración, a partir de que Nicanor enferma. Todo se viene a pique de golpe, pero el ritmo del relato es “moroso”,lento y no acompaña; tal vez, como te dice Jordán, descripciones más profundas; o intensificar la tensión a medida que crecen la desesperación y el miedo; ahí podría enlazar la Virgen lacrimosa, en las oraciones del pueblo, por ejemplo.
Bueno, amigo. Adelante. Feliz 2015.

Marcelo Kisi

30/12/2014 a las 06:51

Hola Chemanuell! Como vegano, me gustó mucho tu relato! Como dijo Ángel, empieza con una escena circunstancial (el milagro o no de la virgen) pero relacionada con el tema central (la epidemia). Me pasa algo raro: nada, ni los personajes, ni las circunstancias en la isla, están desarrollados de modo sólido. No terminamos de saber cómo llegó esta comunidad allí, ni qué tipo de personas son, los personajes no están desarrollados, nos asomamos a Nicanor y se muere, su esposa Flor parecía que iba a destacarse luego pero se muere también; al final se insinúa el tema del canibalismo, pero queda flotando. Como ejemplo clarísimo, decís que la gente del bote gritaba “mientras disparaba contra aquella gente”. ¿Cómo?? ¿Le disparaban al montón de gente y no le acertaron a nadie? Y si acertaron, ¿quién cayó herido o muerto? ¿Qué hicieron los demás? ¿Se asustaron y salieron corriendo? ¿O al contrario, se enfurecieron y se les tiraron encima a los del bote? Es decir, lanzas cosas al aire y quedan ahí, sin consecuencias. Ricardo era un escritor fracasado, pero ¿qué importancia tiene ese dato para la trama si no se cuenta un poco más? No sé si soy claro, pero por eso yo estoy confundido, jaja. Es decir, hay dos posibilidades: o te recomiendo que desarrolles los personajes y las diversas ventanas que vas abriendo, para dar solidez al cuento, o te pido que lo dejes todo (más o menos) así, y que sea el comienzo de una novela, donde todo –el carácter de los personajes, su historia previa, la dinámica entre ellos, su relación con el mundo exterior, etc.- se vaya aclarando y profundizando de a poco. Pero algo es seguro: es una excelente base para seguirla trabajando. ¡Felicitaciones!

Fabián

30/12/2014 a las 20:05

Hola Chemanuell

Tu relato tiene el potencial para atraparme; me gusta la idea de que algo raro va llegando a la isla poco a poco, y que los personajes vayan cayendo uno a uno. Pero podría trabajarse un poquito mas para mejorarlo.

Por ejemplo el comienzo con la virgen, entiendo que la idea era la de un posible aviso de algo superior, que se veía venir el desastre en la isla. No se si lo habré interpretado bien.
El problema está en que, como bien dicen los compañeros, la virgen se queda en un plano muy secundario y hasta te olvidas de ella. Una forma de integrarla sería poner a un personaje muy religioso,(de esos fanáticos que suele usar Stephen King por ejemplo), para que interprete las lagrimas de la virgen.

Hay una cosa que no me acaba de convencer, si se trata de un pueblo vegano en una isla del caribe, ¿por que hay uno al que le pasan carne a escondidas?, ¿como llegó a esa isla y por que no se fue de ahí?, ¿que lo esta atando a la isla?; aunque el bote no tenga motor, podría haber sobornado de alguna manera, o haber llegado a algún acuerdo con la tripulación de la lancha para que lo saquen de ahí.

El momento en el que la tripulación dispara a la gente me pareció algo forzado, no acabo de ver el motivo por el cual deciden disparar. Son quince personas corriendo hacia la lancha, pero en ningún momento se dice que iban corriendo gritando u armados, como para que la tripulación reaccione de esa manera, disparando sin saber que esta pasando ni preguntar.
¿Por que iban tan armados?, ¿la gente que habita la isla es peligrosa?, ¿o son victimas de algún tipo de experimento macabro con armas bacteriológicas?, es que se dice tan poco que el lector tiene que ir llenando los agujeros por si mismo.

Lo dicho, la idea tiene fuerza, pero hay que seguir dándole vueltas para conseguir que el ambiente pacifico de la isla se vaya enturbiando hacia la desesperación de la muerte, y ver aflorando en los personajes el instinto de supervivencia.

Iracunda Smith

31/12/2014 a las 11:38

¡Hola chemanuell!
Coincido con el resto de compañeros en que el relato tiene mucha intriga: una virgen llorando sangre, una extraña enfermedad, esa frase de “¿Qué fue lo que hiciste esta vez?”… Todo me hace imaginar posibles situaciones, pero echo en falta una ayudita para encaminarnos hacia una posible respuesta, una pista de por dónde van los tiros.
Te felicito por tu texto y espero tener la oportunidad de leer más.
Un abrazo, ¡nos leemos!

chemanuell

31/12/2014 a las 18:09

Gracias a todos por sus comentarios, me han ayudado bastante. En cuanto al relato confieso que se extendía a más de 750 palabras, por eso tuve que quitarle muchas partes, por lo cual quedaron varias incógnitas en el aire.

En efecto, me gustan las descripciones que planteas Jordan, le darían más fuerza al relato.

También me agrada idea de beba de mostrar a los pobladores rezándole a la virgen, la cual use a manera de presagio para avisar la tragedia que venía y luego me olvide de ella. La idea de Fabián de generar una interacción de un personaje religioso con la virgen también es muy interesante.

Álvarez Vainlla

01/01/2015 a las 15:08

Hola compañero me gusta mucho la idea del relato, aunque si cambiaría la forma de enfocarlo.

La primera parte del texto casi la suprimiría y ahondaría más en el tema, de que motivo llevó a esta gente a irse a vivir a la isla, el conflicto del líder del grupo y del hijo tiene potencial y pasas demasiado de puntillas. Me imagino que la limitación de palabras hace que no se pueda entrar un poco más en dichos conflictos.

Creo que la idea es muy buena y tiene muchas posibilidades de hacer algo bastante interesante con ella.

Un saludo y enhorabuena por el relato

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