Literautas - Tu escuela de escritura

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Miracoli - por Aurora Losa

Web: http://ladesdichadesersalmon.wordpress.com

Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro.
Para empezar, los caracoles no se habían comido las lechugas del huerto y la tía Nicoletta estaba tan contenta que, por primera vez desde que tengo uso de razón, me ha calentado la leche del desayuno y me ha untado la tostada con mantequilla.
Pero esto no saldrá en los periódicos, como tampoco contarán que las cabras han dejado en paz la ropa que la prima Sofía había tendido al salir el sol; eso no les importa a los señores de la “cittá”.
Al abuelo Paolo le han pagado a tiempo la pensión y la abuela ha conseguido hacerse con ella antes de que el viejo huyera al bar con los amigotes para gastar la mitad jugando a las cartas.
Hasta a papá le han pagado el doble por el pescado que trajo ayer en su barca.

Se podría decir que todo esto son milagros, y en mi casa eso es lo que parece; pero lo gordo, lo gordo de verdad, es que anoche el volcán entró en erupción y su lava se ha llevado la escuela, sólo la escuela; dejando el resto del pueblo intacto.
Así que hoy: ¡No hay cole!

Comentarios (25):

Peter Walley

28/12/2014 a las 18:31

Hola Aurora,

Muy majo el relato y muy bueno el final, pensé que se iba a quedar en el milagro de las pequeñas cosas y me has arrancado una sonrisa. Bien hecho.

marisa cuñat mafé

28/12/2014 a las 19:10

LO bueno ,si breve… Neorealista.Impecable.

Maureen

28/12/2014 a las 20:37

Qué buena tu historia, Aurora. Las pequeñas cosas que no importan a nadie más que a quien le pasan; cosas buenas y agridulces, como la parte de la pensión del abuelo o de la paga del padre, que no deja de mostrarnos una cierta crítica a cómo funciona el mundo.

Y el final, estupendo con ese pequeño milagro que es tan buena noticia para la pequeña narradora.

Roger/NHICAP

28/12/2014 a las 22:15

Hola Autora,
Fantástico. Se te ocurre la idea, agarras unas pocas palabras, las juntas de manera magistral y ¡ya está!. ¡Así de simple!
Eres estupenda escribiendo de forma tan sencilla y divertida; un milagro el tenerte entre nosotros.
Un abrazo

lunaclara

29/12/2014 a las 12:31

Guau, jejeje…. Pocas palabras, pero mucho que decir. Eres una artista! Un milagro tras otro. Como en tu relato. Eso es nuestra vida, ya lo creo.
Felicidades Aurora!!

Wolfdux

29/12/2014 a las 12:48

¡Aurora! Me tocó comentar tu relato (por dos veces, hubo un error con el primer comentario y el mismo día 26 tuve que volver comentarlo a toda prisa…)

Un relato magnífico. Me gusta mucho como juegas con esa catástrofe vista desde los ojos de la inocencia.

¿Acerté imaginándome al Etna?

Denise

29/12/2014 a las 15:30

No tengo nada más que agregar a lo que ya dijeron. El cuento es lindísimo 😀

Emmeline Punkhurst

29/12/2014 a las 17:42

Hola Aurora:
A veces contar cosas con pocas palabras es más difícil que escribir tres folios seguidos. Felicidades por tu relato y ese inesperado y catastrófico toque final que has añadido.

Diego Manresa Bilbao

29/12/2014 a las 18:56

Que bueno Aurora!!!!
Breve, conciso, divertido, al grano…
Nos leemos y Feliz 2015!

Ratopin Johnson

29/12/2014 a las 23:32

Breve ma bello :). Ya se que estando cerca de un volcán una de las posibilidades es que fueran italianos, pero creo que le añade un encanto especial.

Virginia Figueroa

29/12/2014 a las 23:39

Muy buen relato, niña!! Me gusta mucho como cambias de estilos, tienes mucha soltura y tus trabajos se leen siempre de forma muy fácil. Me encanta que le des la importancia que se merece a lo cotidiano y lo presentes como pequeños milagros. Muy chulo ese final. Enhorabuena y Feliz año nuevo, guapa!!

Aurora Losa

30/12/2014 a las 10:22

Gracias a todos por pasaros por esta concatenación de milagros. Me alegro de que os hayáis divertido, esa era mi única intención.
Sí, Wolfdux, era el Etna, de hecho en el primer borrador aparecía el nombre, pero luego me pareció que no lo necesitaba y desapareció en pro de la historia, creo que desviaba la atención y resultaba bastante obvio.
A los demás, gracias por esas palabras y halagos, vosotros sí que sois un milagro que agradecer porque animais a mejorar y a probar estilos.
Feliz año a todos y que 2015 esté lleno de relatos e inspiración.

Anoide

30/12/2014 a las 10:37

¡Qué final tan divertido! El sueño de todo niño. Le da un toque muy lindo y fresco.

Feliz año a ti también 🙂

Pato Menudencio

30/12/2014 a las 19:52

Corto, preciso, original. Y lo mejor es que no hay colegio en la isla.

felicitaciones.

Iracunda Smith

30/12/2014 a las 21:31

Jajajaja
¡Me ha encantado! No sólo me llevas a un precioso pueblecito italiano si no que además me haces reir, ¡Genial!
Un abrazo, ¡nos leemos!

juanjohigadillo

01/01/2015 a las 16:05

Me ha encantado tu relato por breve y por ingenioso, y me provocáis mucha envidia todos aquellos capaces de “pasaros por el forro” el corsé de las 750 palabras.
¡Felicidades de nuevo!

Álvarez Vainlla

01/01/2015 a las 19:05

Relato cándido, sencillo y en cierta medida hasta entrañable. Enhorabuena.

Un saludo

M. H. Heels

02/01/2015 a las 12:28

Ese “milagro” lo espere yo toda la infancia, jeje. Me ha gustado mucho tu relato, breve pero intenso y me ha recordado mis mañanas de lunes diciendo “no quiero ir al coleeee”. Jeje

Ryan Ralkins

02/01/2015 a las 15:34

Desde que lo comencé a leer me estaba gustando pero es ese final el que me ha hecho amar tu relato. Me hizo reír como loco y a la vez sentirme triste porque mucho espere para me sucediera eso. Cada día iba a la escuela y allí estaba. Pasaba un huracán fuerte y dañaba cuanta casa había alrededor pero la escuela quedaba siempre intacta.
Este cuento me hizo regresar a mi infancia, XD.
Tremendo relato.
Saludos y felicidades!

José Torma

02/01/2015 a las 21:02

Hola guapa.

Tu relato es breve, conciso y sobre todo muy entretenido. La vida es el resultado de la suma de pequeños momentos (milagros) que por cotidianos a veces ignoramos.

Me gusto mucho y donde fregados estaba un volcan cuando yo no queria ir a la escuela?!

Un abrazo

Mar azul

03/01/2015 a las 16:05

Aurora,hola.
Acabo de leer tu relato y, aunque es breve, yo he visto en el un par de cosas importantes. Lo primero la clara constancia de que cada día que vivimos es un milagro. Algo de lo que no nos damos cuenta inmersos en esta vida tan complicada y llena de dependencias que nos hemos creado. Y lo segundo que lo tengamos que ver a través de los inocentes ojos de una niña. Ternura,sonrisa y cruda realidad. Buen relato que me da que pensar.
Feliz año Aurora y un abrazo

Marcelo Kisi

03/01/2015 a las 17:22

Aurora, divino, parece un estilo naif, con esa mezcla de crueldad, de cosa terrible, y ternura infantil. Difícil de lograr efectos así en tan pocas líneas. Felicitaciones!

Sergio Mesa

07/01/2015 a las 11:28

jeje.. estupendo Aurora, como siempre. es un placer leerte 😉
un abrazo,
Sergio

Eva

11/01/2015 a las 23:11

Aurora! No te creas que te tenía olvidada! Es que últimamente he tenido una vida de locos! y mira por donde, me paso por aquí y me encuentro una prosa alegre, animada y hermosa. Como siempre. Me ha encantado! Un abrazo

David Rubio

17/01/2015 a las 17:27

Poco a añadir, querida Aurora. Un relato fresco, amable, ingenioso con esa doble lectura que nos lleva a reflexionar sobre el concepto de milagro, ¿qué lo es y qué no?
Estupendo micro, Un abrazo

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