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La isla - por Cristina
Web: http://cris182al.wordpress.com/
Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro. Estaba estirado en la arena cuando apareció aquella mujer de la nada. Cayó del cielo cual hoja que cae del árbol. Entonces reaccioné y fui hacia ella.
“¡¿Dónde estoy?! ¡¿Quién eres?!”, dijo ella gritando.
“¿De dónde has salido? ¿Cómo has llegado hasta aquí?¡Has caído del cielo!”, le pregunté sorprendido llevándola hacía mi hamaca.
“Me llamo Ingrid, no sé cómo he llegado hasta aquí, no recuerdo nada”, me miró fijamente. Tenía unos ojos azules preciosos, tan cristalinos como esa agua que había observado tanto en soledad.
“Por favor tienes que acordarte”, contesté de sopetón sacudiéndola por los hombros.
“¡Suéltame! ¿Quién eres tú?”, preguntó quitándose la arena de la ropa.
“Me llamo… Henry”, dije un poco dudoso. Ya casi no recordaba quien era.
“¿Cómo has llegado aquí?”.
“No… no lo sé”, las palabras salieron de mi boca sin darme cuenta. “Llevo aquí tres años, dos meses y cinco días”
Ingrid puso gesto de preocupación. Frunció el ceño, extrañada.
“Cada vez que se pone el sol, lo apunto en esa roca con una piedra”, le dije señalando con el dedo. “Así controlo el tiempo que llevo aquí sin volverme loco”
“Es… espantoso”, repuso ella sentándose en la arena.
“No sé como llegué aquí, me fui a dormir y al día siguiente aparecí en la arena, igual que tu”, expliqué. “He explorado esta isla entera, no hay nadie más”, añadí.
Me estiré en la arena. Tres años esperando que ocurriera algo y, nada había cambiado. Las preguntas se acumulaban en mi cabeza, pero no podía hablar. Intenté relajarme, y entonces lo oí.
“Otra vez”, susurré incorporándome.
“¿Qué pasa?”, preguntó Ingrid dando un brinco.
“Los monos”, escuché atentamente el sonido de los arboles agitándose, miré hacia la selva y los vi. “¡Corre!”.
Agarré a Ingrid y empecé a correr. Aquellos monos habían venido a por mí. A matarme. No sabía porque no me dejaba, pero no me rendía. Corrimos por un camino que llevaba a lo más alto de la isla, esperaba que se cansaran como habían hecho otras veces y se fueran.
Seguimos corriendo pero el camino parecía alargarse cada vez más y entonces vi una cuesta que nunca antes había visto allí. Seguí corriendo y tirando de Ingrid, estaba muy cansada y me estaba haciendo ir más despacio, ya casi teníamos a los monos encima.
“¡Vamos!”, le dije a Ingrid “¡Tienes que correr más!”.
“¡No puedo!”, gritó por encima del ruido de los monos. Tiré de ella y conseguí que avanzara pero entonces se resbaló y cayó al barro.
Volví a buscarla y tiré de su brazo. Estaba atrapada en unas arenas movedizas, busqué un tronco o algo para que se cogiera y encontré uno cerca del barro, se lo lancé y una vez agarrada a él tiré con todas mis fuerzas. Conseguí sacarla a y una vez fuera se estiró en la arena respirando con fuerza.
Levanté la vista y los monos estaban allí, parados. Mirándonos. “Oh, no”, susurré. Miré a mí alrededor y vi un tronco pequeño pero lo suficientemente fuerte. Los monos estaban enfadados y el más grande dio un grito y se abalanzó sobre Ingrid.
“¡No!”, grité tirándome sobre él y dándole con el palo, conseguí tirarlo al suelo. Ingrid gritó, tenía a otro mono encima de ella y se cubría con los brazos.
Me abalancé sobre aquel mono que estaba de espalda y le clavé el palo en los pulmones. El mono gritó y cayó hacía delante, muerto. Ingrid se apartó, mirándome asustada.
“Gracias”, me dijo.
Los otros monos empezaron a huir. Nos quedamos solos.
Entonces apareció una luz en el cielo, algo se acercaba. Era una especie de avión. Hubo un rayo de luz y de repente estábamos dentro.
“¿Qué es esto?”.
A mi alrededor un montón de ordenadores y gente vestida con unos trajes azules.
“¿Quiénes sois? ¿Qué hago aquí?”, grité agitado, estaba atado de pies y manos y no veía a Ingrid por ningún lado. Un hombre vestido de blanco se acercó a mí.
“Señor Lane, tranquilícese”. Se sentó a mi lado. “Ha sido usted producto de un experimento. Nos complace comunicarle que acaba de demostrar que no todo está perdido, aun hay esperanza para la re-humanización de los humanos. Esperamos que esto sea el principio de un nuevo mundo en el cual los humanos vuelvan a recuperar la compasión, el sacrificio y el amor por los demás. Gracias.”
Comentarios (9):
Cristina
28/12/2014 a las 19:18
Muchas gracias a mis tres comentaristas!
La verdad es que los tres comentarios han sido buenos y me alegra que el relato haya gustado, no estaba muy convencida ya que el final es un poco inesperado y arriesgado, pero parece que encaja bien.
Estoy de acuerdo con algunas de las críticas, quizás es lenguaje un un poco poético para ser una historia futurista, pero quería acentuar ese “romanticismo” que se suponía estaba perdido por parte de los humanos.
Muchas gracias por las correcciones ortográficas y por la sugerencia de un ejercicio para mejorar los relatos de uno de mis comentaristas, sin duda la llevaré a cabo en el próximo relato! 🙂
Aunque no estoy de acuerdo con todo lo que me han dicho, agradezco todas las opiniones y recomendaciones, siempre es bueno compartir ideas. Gracias! 😀
Marcelo Kisi
30/12/2014 a las 08:03
¡Hola Cristina! Me encantó tu historia de aventuras. Hay un montón de “citas”: el Planeta de los Simios, los Juegos del Hambre, Lost. Y todo encaja armónicamente. El final es casi surrealista, los experimentadores quieren humanizar, pero lo tienen al pobre tipo aterrorizado, solo y deprimido desde hace tres años. Y ahora, mientras lo tienen atado de pies y manos, le dicen que lo felicitan… muy humano lo suyo. Por eso digo que hay un guiño entre surrealista y humorístico que a mí personalmente me encantó, (quizás una solapada crítica social a los humanos como experimentadores con animales?) y creo que da para seguir la historia, creo que el género aventura se te da bien y tienes chispa. ¡Felicitaciones!
Cristina
30/12/2014 a las 11:36
Jajaja Marcelo siempre dando en el clavo con tus comentarios 😀 Muchas gracias por pasarte, eres un crítico genial y me halaga que me leas. Gracias por tus aportaciones y reflexiones 🙂
¡Que tengas un feliz año nuevo!
¡Saludos!
Silvyt
30/12/2014 a las 14:14
Jajajajaja!!
Ahora entiendo porque decías que era un poco arriesgado. Completamente de acuerdo con Marcelo.
Dices que te comentaron que no el lenguaje no era muy poético, pero a esta historia le pega el lenguaje empleado.
Se lee rápido y bien, entretiene y te hace sonreír con el final.
Me ha encantado, Enhorabuena.
¡Nos leemos!
FELICES FIESTAS
Pato Menudencio
30/12/2014 a las 19:18
Se me hizo corto de leer. Acción por montones. Coincido con algunos que me recordó a “Lost”, “El planeta de los simios”, y quisiera agregar “La dimensión desconocida”.
Me ha gustado.
Saludos.
Cristina
03/01/2015 a las 12:57
Muchas gracias por vuestros comentarios! He estado liada y no he podido pasar antes por aquí, pero en seguida me pongo a leer los vuestros! 😀
¡Un saludo!
Ryan Infield Ralkins
08/01/2015 a las 14:12
Nunca he visto Lost pero concuerdo con que recuerda al planeta de los simios, xd.
Es un buen relato que a pesar de tener muchas palabras, se lee fácil y en poco tiempo. El vocabulario ayuda mucho, me parece apropiado. El final es impactante e inesperado: !me encanto!.
Excelente relato.
Saludos y felicidades.
David Rubio
13/01/2015 a las 23:41
Desde luego el relato es bien curioso. Te prometo que no sabría decirte si me gustó mucho o poco. A ver, no veo que el lenguaje sea demasiado poético, creo que utilizas en general un estilo directo que me gusta. Solo empleas cierta poesía en la descripción de ella.
Respecto a los diálogos, yo prefiero los guiones pero las comillas las has utilizado con criterio así que poco que decir. A nivel de historia creo que el inicio es demasiado desconcertante, demasiado no se lo que pasa. Como el lector tampoco lo sabe, nos tiramos un buen rato así, creo que esa parte la reduciría. Además, tampoco es verdad tal despiste cuando lleva un cómputo de días tan exacto. La escena de los monos está bien narrada. El final es lo que menos me gustó. No solo por qué es demasiado trascendente “salvación, rehumanización, esperanza para la humanidad” lo que rompe el tono desenfadado del relato, sino porque tampoco acabo de entender que han hecho los protagonistas en esa isla para demostrar que son la esperanza de la humanidad.
Un buen trabajo. Saludos
Cristina
21/01/2015 a las 23:11
¡Muchas gracias Ryan y David!
Perdonar por haber tardado tanto en contestar, una anda muy liada, como todos supongo! 🙂 Me alegro de leer vuestros comentarios, muy buenas aportaciones!
Lo del computo de días es verdad, aunque en la versión original de la historia añadí que el protagonista iba marcando una roca cada vez que salía el sol para poder tener cierto sentido del paso del tiempo, pero en la versión final tuve que reducirlo por el límite de 750 palabras.
En cuanto al final la verdad que no le di muchas vueltas, pero bueno, se supone que el protagonista se sacrifica por salvar a la chica que acaba de conocer y en cierta manera eso significa que aun queda un resquicio dentro del hombre que implica salvar al otro aunque eso suponga algo peor para si mismo.
Espero haber aclarado algo!
Saludos!!