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La furia morena - por Leosinprisa
Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro. La isla, la famosa isla de Ato, ha dejado de serlo.
Las gentes, maravilladas y al mismo tiempo espantadas por dicho acontecimiento, no pueden salir de su estupor. La abundante flota de trasbordadores de viajeros y mercancías, se agolpan en los bancales a donde ese fenómeno las ha arrastrado. Y la responsable, una humana cuya fama es bien conocida por todos, por revolver más que por hacer, no anda muy lejos del lugar.
La mujer morena camina e ignora los comentarios, los desdeña, abordándolos como si no tuviesen nada que ver con ella. Su arrogancia es tan elevada como la más alta de las montañas de la poderosa cordillera de Sumarron.
Un istmo, un gran apéndice de tierra la une ahora al extenso continente. Un lugar donde ahora impera la vegetación exuberante y el canto de innumerables pájaros, atraídos por aquel verde esplendor.
La poderosa isla, cuyo orgullo por serlo y mantenerse independiente, había sido deshecho en un simple suspiro, no era ahora sino una península, unida por ese considerable abrazo de tierra que había nacido en unos breves instantes, sin provocar ninguna víctima, pero desconcertando a todos.
Ese mismo desconcierto, había dado paso al enojo de los miles de ciudadanos isleños que se agolpaban en un gran número, desde las hermosas terrazas que antaño daban al abierto mar. Señalaban con sus puños abiertos y no pocas palabras nada amables, hacia la dama que sentada en una de las piedras que daban al desaparecido mar, descansaba.
Algo estalló en el cielo. Una inflamada luz naranja que fue apagándose poco a poco, evidenciando un portal mágico había sido abierto. Test, la archimaga de Támtasia, la principal responsable de aquel milagro, no dudo en reconocer que alguien a quien conocía había llegado a la isla, ahora península, desde algún lugar lejano de su grandioso mundo. Solo existía alguien capaz de una hazaña así, una buena amiga y compañera. La elfa Hurtadillas.
Pasó un rato, hasta que vio a la muchedumbre de las terrazas apartarse reverencialmente ante una figura imponente. La elfa destacaba entre toda la multitud, alta como una torre, magnífica como la criatura viviente más hermosa e inteligente de toda la creación. Con pasos decididos y su rostro, dominado por el gesto severo de quien se preocupa por cuanto le rodea, no tenía otra mirada sino para su amiga. Sus centelleantes ojos verdes, brillaban en una tormenta de emociones. Unos ojos intimidantes y muy hermosos.
—Espero que esto no sea permanente, morenaza —le increpó al llegar a su lado, sentándose junto a ella.
—Claro que no. Solo durará un par de horas más. No me creerás tan retorcida como para hacerlo duradero.
La elfa la miró con su cabeza ladeada, mostrando sus largas orejas que recortadas al sol en el ocaso, parecían dos alas a punto de desplegarse. Era un síntoma claro de que a pesar de su plena confianza, siempre le quedaba la duda de si la maga podría controlar sus ilimitados poderes, sin causar un desaguisado.
—He tenido que venir de inmediato. Y estaba a una distancia de diecinueve portales de aquí, como puedes comprender has interrumpido una sesión de gobierno, que ha debido aplazarse para otro día. Por tu capricho, Test.
—¡Ah! ¿Y dónde estabas? —preguntó como si todo aquello no fuese con ella.
—En Picoshuerfanos, en el Círculo de Arista al completo con las representaciones de todas las naciones. He tenido que intervenir a tu favor ante el propio consejo de ancianos de Ato, para evitar que te linchasen, aún siendo quien eres. Querían ahorcarte.
—¡Ja! Que lo hubiesen intentado. Me habría servido de distracción, llevo un tiempo bastante aburrida.
—Eres imposible, morenaza. Imposible.
—Bueno… a decir verdad, quería visitar la famosa isla de Ato y al ver esta separación de agua, me ha intimidado un poco. Ya sabes que los barcos no me gustan. El olor del agua de mar tampoco ayuda, además tan húmeda y hay tanta —expresó con cierto desprecio—. Pensé que podría evitarme ese mal trago.
—Es asombroso, la archimaga piensa y todo. Es un gran consuelo para nuestro mundo, aunque más valdría que mantuvieses esa linda cabecita libre de cualquier pensamiento. Y aceptases el agua tal como es.
—Los barcos me marean y… —excusó la mujer bajando sus ojos al suelo e interrumpiendo su confesión.
—¡Y…! —exclamó su amiga, perpleja por el desatino que había montado.
—No quería mojarme los pies, orejuda —dijo con una gran sonrisa y sin ningún sentimiento de culpa.
Comentarios (3):
Aldo Brov
31/12/2014 a las 01:26
Hola Leo, queria ver que era esa historia que salio tan rapidamente el 1 de diciembre.
Lo primero que me pregunte es: ¿Quien dice la primera frase?, el narrador en tercera persona esta ahi en la isla? y cuando sucedieron los hechos? veo que comienzas usando el tiempo presente, seguramente a causa de tener que usar obligadamente la palabra HOY, pero luego terminas relatando en tiempo pasado.
Siento como si el relato estuviese divido en dos, la primera parte, donde el narrador cuenta todo, tiempo presente, usa algunas oraciones algo poetica, el narrador sobresale en la historia porque esta presente, ahi.
En la segunda parte, usas el dialogo, es un estilo mas directo, dejas a los personajes hablar, el narrador ya no es tan elocuente como antes y pasa a un segundo plano. Tal vez habria que unificar el relato, usando un estilo u otro.
Me imagino que ya te habran dicho que “Las gentes, maravilladas, y al mismo tiempo espantadas” deberia ser “La gente, maravillada y al mismo tiempo espantada”, creo que gentes existe como palabra pero no para el fin que lo usaste.
Respecto al contenido, La hitoria es entretenida, pero creo que el final pierde impacto, muy simple, como si se tratase de una travesura de alguien que aburrido, uno se esperaba un motivo mas importante, armas un mundo en pocas palabras pero terminas la historia simplemente cuando uno comienza a interesarse por los personajes, habria que ver que pasa de fondo, quien es la archimaga, porque es amiga de la Elfa, que la motiva a hacer lo que hace? que quiere?
Te recomiendo, si escribes el proximo relato el dia 1 de enero, que lo dejes reposar unos dias, veras que cuando lo leas el dia 10 encontraras algunas cosas para cambiar.
Saludos
David Rubio
01/01/2015 a las 12:49
Suscribo palabra por palabra los comentarios de Aldo. Sobre todo, en lo referente a reposarla. Dejarla que bulla en la cabeza hasta encontrar el enfoque más adecuado y la forma más sencilla para transmitirlo.
Saludos y feliz 2.015
Leosinprisa
02/01/2015 a las 21:35
El problema es que debía escribirlo en ese momento o luego no tendría ocasión de hacerlo. Y es natural no este bien hilado, en un rato sin apenas repasarlo, pues haya salido asi :). No obstante, gracias por los comentarios y un saludo.
Además fui el segundo 🙁 y con ello perdí el premio del viaje a una isla…
Por supuesto… esto es una broma 🙂