<< Volver a la lista de textos
En la huerta aún quedan las sombras - por Netogonzo
—¡Jacinto!, ¡Jacinto!, ¡Jacintoooo!
—¿Qué pasa Pedro?, ¿A poco ya es hora de irnos a sembrar?
—No, apenas son las 3:00, pero ¿Qué no oyes? Allá afuera, se me hace que dejaste abierta la puerta del corral y se están saliendo las gallinas. Si no nos apuramos los coyotes no dejarán ni una pluma.
-No, no creo, como se iba a abrir si le puse el palo y dos piedras pa’ atrancarla, además ahí está el “Golondrino” y ese en cuanto escucha un ruido ladra, y él mismo ahuyenta a los coyotes. Mejor hay que dormirnos que mañana va a estar duro el trabajo.
—¡Jacinto!, ¡Jacinto!, ¡Jacintoooo!
—¡Con un demonio!, ¿Qué quieres Pedro?, yo mismo cerré la puerta antes de dormirnos, ya no estés dando lata.
En ese instante algo azotó las láminas del techo. Fue un golpe brutal, tan fuerte que me levanté rápidamente de la cama.
—¿Qué fue eso Pedro?, ¿Pedro?, ¿Estás ahí?
Me acerqué a la otra cama y noté que estaba vacía, y las láminas del techo estaban pandas, pero sin duda algo se movía allá arriba —Malditos gatos, ahorita van a saber quién soy yo.
Salí del cuarto escopeta en mano decidido a ver qué pasaba en el patio. Por un momento me arrepentí de no abrigarme, hacía un frío de los mil demonios y seguro me daría un resfriado. El silencio era macabro, ni siquiera los grillos se escuchaban. Miré en la azotea y no había nada, las láminas estaban dobladas pero solo eso, ni rastro del autor del daño.
—¡Jaciiintooooo!
El grito fue desgarrador. Se me erizó la piel y el corazón me empezó a latir más rápido. Intenté calmarme pero no podía, me temblaban las manos y no dejaba de sentir frío. Ese alarido vino de la parte trasera de la casa, de la huerta de tunas. Caminé rumbo a la huerta. Las gigantes ramas de pirúles y mezquites impedían el paso de la luz de la luna y una extraña neblina que cubría la huerta me hizo tropezar con algo en el suelo. En la caída perdí la escopeta y me rompí el brazo derecho. Como pude trate de levantarme y a tientas percibí que lo que me tumbo era un cuerpo humano, busque la caja de cerillos en mi bolsa y encendí un fósforo.
—¡Aaaaaay!, ¡Pedro!, ¿Qué te han hecho?
En el suelo yacía Pedro, inerte con los ojos abiertos y la piel completamente pegada a los huesos, estaba muerto.
Repentinamente se soltó el viento, las lechuzas comenzaron a cantar y un gran número de coyotes impregnó de aullidos el espacio. De los alrededores brillaban ojos rojos y pronto me vi rodeado por hocicos babeantes. Súbitamente se asomó una sombra desde un nopal. El terror me invadió al tener cerca aquello, un amasijo de piel putrefacta, completamente pegada a los huesos, cabeza calva con los ojos colgando y una cadena muy apretada alrededor del cuello.
Me quedé petrificado e inmóvil, no pude articular una sola palabra y sentí mi pantalón mojado. Se acercó hasta mí cojeando, me observó por un momento y sin decir nada agarró a Pedro de los pies y se lo echó en la espalda. Dio media vuelta y se retiró en silencio por el mismo nopal de donde salió. Volteó y con un silbido hizo que los coyotes se retiraran.
Todo quedo en silencio y yo seguía sin poder moverme.
—Son los espíritus del pasado, en esta huerta se han quedado sus sombras y para que se vallan cada sombra debe venir y llevarse a cambio un cuerpo. Así ha sido siempre.
Reconocí de inmediato la vos, era de mi abuela que había muerto hacía 6 meses. Me di media vuelta y grité horrorizado al ver a una anciana reseca con la piel azulada y las cuencas de los ojos vacías burlándose y caminando cuchillo en mano hacia mí.
Desde entonces no paro de vagar por la huerta, esperando el día en que un cuerpo venga y le de descanso a mi sombra.
Comentarios (6):
Chiripa
29/11/2014 a las 21:40
Hola Netogonzo, Agradezco tus comentarios a mi relato.
El tuyo es espeluznante. ¡Ni que me paguen voy de visita por los predios de Jacinto!
Es una historia bien narrada con un interesante giro final, en el que nos descubres que Jacinto es también una sombra. (Entendí que la la abuela, para darle descanso a su propia sombra se encargó de despachar al Jacinto)
Los diálogos y las descripciones “sensoriales” son apropiados y recrean un ambiente eminentemente tenebroso
Estoy seguro que ya te lo ha hecho notar alguno de tus comentaristas privados, sin embargo, te invito a corregir una que otra errata, como ejemplos:
*se ha colado una S en lugar de una Z, en: “Reconocí de inmediato la vos…”, en este caso es voz.
* y la tilde en la palabra pirúles. Si mal no confundo las leyes de acentuación, esa palabra grave no debería llevar tilde
Si crees que malinterpreté lo de la abuela, házmelo saber en mi relato, porque por aquí no vuelvo.
Felicito a tu creatividad, Netogonzo. Me encantará seguir leyendo tus obras.
lunaclara
30/11/2014 a las 00:50
Felicidades, Netogonzo, muy buen relato. Asusta bastante, pero me pierdo en algunas partes. No sé si es por algunas faltas de ortografia q he visto o por algunas palabras, que no sé qué significan.
De todas formas, del final sí me he enterado y es muy bueno!
Felicidades!!
Peter Walley
30/11/2014 a las 15:14
Hola Netogonzo,
No sé por qué me ha descolocado un poco la narración en primera persona después de los diálogos, me esperaba un narrador omnisciente y me ha dado la impresión de que cambiabas el punto de vista cuando no era así. Despiste mío, supongo. Lo que más me ha gustado es cómo les has dado un lenguaje propio en los diálogos, no es fácil y los has hecho muy bien.
Saludos, nos leemos.
José Torma
02/12/2014 a las 01:09
Dime la neta NetoGonzo… eres mexicano verdad?
Tu prosa me dice que si pero ya me he equivocado antes. Tu relato es mexicano hasta las cachas, me recordo los que nos contaban los tios en las reuniones familiares donde siempre las historias de aparecidos eran el menu principal. Lo del narrador no me voy a meter ya que si es confuso pero con una pulidita queda.
Muy bueno y solo me queda una duda, ¿que ocasiono que la lamina se combara?
Un abrazo y felicidades.
Aurora Losa
11/12/2014 a las 11:54
Muy buen relato, una idea bien estructurada y el inicio, tan lleno de humor con el carácter de los personajes reflejado en su modo de hablar, están genial.
Sin embargo: faltaron tildes en algunos pasados y se te coló un “vallan” en vez de “vaya”. Revisa siempre los textos varias veces, que siempre se nos escapa algo que afea buenos relatos.
En cualquier caso a mi me ha divertido y conmovido tu relato a partes iguales.
Netogonzo
21/12/2014 a las 00:10
Gracias a todos por sus comentarios, de verdad son valiosos para mejorar cada día.
Saludos