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BUSCABA SOLEDAD Y ENCONTRÓ OTRA COSA - por lunaclara
Web: http://mhelengm.blogspot.com.es
Llegó al hotel por la noche. Llovía y un frío húmedo helaba sus carnes. Necesitaba ducharse y dormir. Había discutido durante varios días con su mujer, harto de que controlara sus pasos hora tras hora: con quién trabajaba, con quién hacía deporte, que si el ordenador, ¡uf! Siempre tenía que estar diciéndole que la quería. Y la quería, pero ese control absoluto era insoportable. Cogió tres cosas y se fue.
El hotel era un caserón del siglo XVII de ladrillo rojo, con un escudo en la fachada. En el mostrador fue atendido por un viejo encorvado. Decía que era el dueño:
—¿Busca usted soledad, señor? Aquí encontrará soledad. Hace mucho tiempo que las mujeres, en esta casa, pasaron a mejor vida. —Afirmó con rotundidad.
—Qué bien… —El viajante tragó saliva. La boca de ese hombre, torcida en una perenne mueca, y sus ojos, que parecían salirse de las cuencas, le asustaron.
La construcción, de techos altos, era de una sola planta. Conservaba sus muebles de época y tenía muy pocas habitaciones. Iluminados con la vela que llevaba el casero, recorrieron los pasillos largos y oscuros que prometían el silencio que había ido a buscar. No veía a nadie más.
—¿Temporada baja?
—Sí, ja, ja, ja…
Su habitación tenía una cama con dosel junto a la pared. Enfrente, un armario francés de dos puertas y una antigua silla europea de madera. Una mesita con un candil y un reloj de péndulo en el lado izquierdo de la cama.
—¿Dónde está el aseo? —Preguntó con fuerza, queriendo disimular su recelo. El viejo no transmitía ninguna paz.
—A mitad del pasillo, señor.
—Gracias.
—Que descanse, si puede. —Sonrió. Después de encender la lamparita se marchó, arrastrando los pies.
Seguía con frío. ¡Qué sitio más macabro! Creía estar solo por aquella ala, pero en la habitación contigua había alguien: un chiquillo gritaba y corría de un lado a otro. Su cabeza empezó a reprocharle esa elección. Le dolía tanto que cogió su pijama y dejó la cama lista para meterse en ella. De repente, el reloj dio varias campanadas:
—¡Qué curioso! Creía que no funcionaba —murmuró. Era un carrillón de pie.
Al volver del baño, el reloj volvió a sonar. La cama estaba hecha:
—¿Quién…?
El chico de la habitación contigua lloraba:
—¡Pues vaya gracia! ¡Así no hay quién duerma esta noche! —Chilló, con la esperanza de que se callaran.
Entonces, una mujer comenzó a hablar en voz alta de forma ininteligible. “¿Será la madre?”, pensó.
—¿¡Qué coño pasa aquí, eh!?
El niño no cejaba en sus correrías. ¡Ya no podía más! Estaba dispuesto a hablar con el viejo para que le cambiara de habitación. Pero la puerta no quiso abrirse y se sentó en la cama.
El reloj hacía mucho ruido. Desconcertado, se levantó y más de cerca vio que, aunque la madera era de buena calidad, tenía varios arañazos. Para más inri, no se movían las manecillas:
—A ver si puedo hacer algo. —Empujó la puerta hacia él y se abrió: —¡Qué sucio!… Si cabe una persona…
En el fondo, algunas maderas tapaban un agujero. Sin ningún miramiento, las arrancó con firmeza.
Se hizo el silencio.
Ráfagas de polvo y un olor a podrido golpearon su cara. Cogió la luz y se adentró en un habitáculo repleto de cachivaches amontonados, cubiertos de telarañas inmemoriales. Se movía despacio para no caerse, pisando restos de lo que habrían sido comida y excrementos. El reloj sonó. ¿Era un aviso de algo? Estaba poniéndose nervioso.
Elevó el candil y miró alrededor. Se quedó petrificado al ver sentados, en un ancho sillón de estilo Luis XV, a dos esqueletos vestidos con ropas mohosas y anticuadas: los alborotadores. Uno sostenía al otro. Se acercó a ellos y le recorrió un escalofrío. Sobre las faldas de la mujer un papel decía: “Soy Ana María de Alcalá, dueña de esta casa, y este es mi hijo Tomás. Antonio, mi marido, nos emparedó hace siglos. Según él, yo lo controlaba. La verdad es que no soporta a nadie. Trae aquí a hombres que huyen de sus mujeres y luego los mata. ¡Váyase! Ame y déjese amar. Los agobios de la vida pueden superarse juntos.”
¡No podía ser! ¿El viejo encorvado? Un ruido le sobresaltó. Miró hacia atrás, dejó caer la nota y corrió hacia el reloj, como alma que lleva el diablo. ¡Alguien tapaba la entrada de nuevo!
Los golpes del espectro se confundieron con los empujones desesperados del pobre desdichado que quedó encerrado para siempre.
Comentarios (36):
Roger/NHICAP
28/11/2014 a las 14:55
Hola Lunaclara,
Ya no me sorprendes. De nuevo un estupendo relato donde has dejado volar la imaginación contarnos una buena una historia, un mix de miedo y misterio, A destacar las excelentes descripciones del hotel y de la habitación que ocupa el prota.
La reflexión que incluye el relato es muy acertada: “Los agobios de la vida pieden superarse juntos¡.
Me gustó mucho. Felicidades.
Un abrazo
Aradlith
28/11/2014 a las 15:51
Hola Luna!
Me gusta la ambientación tan clásica que le has dado al hotel, pero no por miedo, sino porque lo quiero para vivir! Trae su propio fantasma y todo, es encantador, jajajaja.
Y de la historia, me recuerda a la típica leyenda, con su propia moraleja. Se hace muy entretenida de leer.
Un saludo!
Anoide
28/11/2014 a las 17:22
Muy buen relato, con moraleja incluida. Me encantó la descripción del hotel, suena siniestro y acogedor al mismo tiempo.
¡Vaya imaginación tienes! Me perdí a mitad del relato y, de hecho, todavía no estoy segura de haberlo comprendido. La habitación está dentro del reloj, ¿verdad?
La lectura es amena, he llegado al final casi sin darme cuenta. Ese ambiente un poco de locura en la habitación me ha gustado mucho también. No lo calificaría como relato de terror pero, sin duda, es muy original.
Un saludo.
Marcelo Kisi
28/11/2014 a las 21:48
Hola Luna!
Me gustó mucho la trama, la construcción del personaje del viejo y su boca en forma de mueca eterna, el ambiente tipo castillo. También me confundió el tema de la puerta dentro del reloj (recuerda que eres lazarillo para los lectores ciegos, que no ven en principio la escena que tú ves ;-)) , pero se sigue adelante y se disfruta todo el relato. Bravo!!
lunaclara
29/11/2014 a las 00:04
Gracias, Nhicap. Tus comentarios siempre son bien recibidos.
Gracias Aradlith. Me alegra mucho que te guste.
Gracias Anoide. Gracias Marcelo. Imaginaos el gran reloj de pendulo apoyado en la pared de la habitación. El prota abre las puertas del reloj porque quiere arreglar las manecillas, observa que es grande, quita unas maderas del fondo y entra en otra habitación… El reloj es otra puerta de entrada a la habitación contigua!
Un abrazo.
Cristina
29/11/2014 a las 01:45
Hola Lunaclara!
Un relato de misterio en toda regla! La verdad es que yo al menos no tenía ni idea de como iba a acabar el relato. Me ha sorprendido el final y me encanta la moraleja.
¡Felicidades!
Netogonzo
29/11/2014 a las 04:10
Hola,
Lo que mas me llama la atención es la forma en que describes ya sea los lugares, personas, y la escena en general. Desde mi punto de vista le das mas riqueza al narrar de esa forma tu historia.
Te felicito y espero poder seguir leyendo tus textos.
Te invito a leer mi texto y me des tu opinión.
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2154
lunaclara
29/11/2014 a las 11:11
Gracias Cristina y Netogonzo. En cuanto pueda me paso por vuestros relatos.
Un saludo.
Diego Manresa Bilbao
29/11/2014 a las 14:44
Hola lunaclara,
Coincido con mis compis de comentarios, excelente ambientacion del hotel. El tema esta muy conseguido, la serie de maridos descontentos emparedados como moraleja… Si que se me hizo confuso lo del reloj..
Otra cosa, el viejo recepcionist es Antonio no??
Sigue asi!!!!
Nos leemos!
Diego Manresa Bilbao
29/11/2014 a las 14:45
P.D: Le cambiaria el titulo… HOTEL SOLEDAD podria ser bueno por ejemplo
Marazul
29/11/2014 a las 18:39
Hola lunaclara, si hay algo que me pone muy nerviosa es precisamente quedar encerrada en un lugar oscuro y emparedada para siempre uffff…! me dan escalofríos. Pensé en escribir mi relato de este mes basado en un enterramiento en vida pero me di miedo yo misma jeje…
La ambientación que haces del lugar es muy buena y la historia ágil y con una narración muy fluída. En la moraleja no se si estoy tan de acuerdo. Pobre hombre si lo único que quería era estar un poco tranquilo. Seguro que su mujer era una pesada jajajjaj….Perdona la broma lunaclara….Tu relato me ha gustado mucho. Saludos
Iracunda Smith
29/11/2014 a las 18:55
¡Hola lunaclara!
Me encantan este tipo de historias y la tuya no ha sido una excepción. Me ha pillado por sorpresa el final y eso es algo que no me suele ocurrir.
La única pega que le veo es el título, no le hace justicia a un relato tan bueno. Estoy de acuerdo con Diego Manresa, “Hotel Soledad” sería una buena opción.
Un abrazo, ¡nos leemos!
P.D.: ¿Que te agobio? ¡Toma señor empareda-maridos! ¡Pa que sepas lo que es el agobio! jajaja
lunaclara
30/11/2014 a las 00:22
Hola Diego: Sí, el viejo recepcionista es Antonio… Su espíritu, vaya.
En cuanto a lo del título, no sé, me gusta tal y como está. Pero gracias por tus consejos.
lunaclara
30/11/2014 a las 00:24
Marazul, gracias por leerme!! No te preocupes. Me reido mucho con tu broma, jaja…Es que hay hombres, y hay hombres 😉
lunaclara
30/11/2014 a las 00:27
Iracunda, Iracunda…. Has entendido bien mi relato? El que queda emparedado es el pobre marido que buscaba soledad, no el viejo fantasma de Antonio….
Gracias por leerme!!! 🙂
Peter Walley
30/11/2014 a las 14:38
Buenas lunaclara,
Muy buenas las descripciones, como siempre; puedes contar lo que te dé la gana que siempre va a merecer la pena 🙂
La historia me ha recordado algo a ‘La puerta condenada’ de Cortázar, échale un vistazo.
Un saludo, nos leemos.
David Rubio
30/11/2014 a las 20:53
Un cuento muy chulo. La ambientación está conseguida y el ritmo es adecuado.
Lo mejor sin duda es que la historia tiene un por qué. El planteamiento está conectado con la trama y con el final. No es que alguien pase por allí, como podría ir por otro lado. El elemento fantástico tiene una razón en el conflicto, no es un monstruo o un loco que viene porque tenía que venir. Es importante para los motivos del prota.
Un abrazo!
Wolfdux
01/12/2014 a las 10:49
Muy buen relato Lunaclara. ¡Felicidades!
lunaclara
01/12/2014 a las 11:11
Gracias Peter! Repasaré a Cortázar. Un saludo.
lunaclara
01/12/2014 a las 11:15
Gracias por leerte mi relato,David, y comentarlo!! Nos leemos.
lunaclara
01/12/2014 a las 11:16
Gracias Wolfdux! A ver si puedo pasarme y te leo.
Un saludo.
José Torma
01/12/2014 a las 20:00
Pues mira que exito has tenido, yo te dire que a mi me parecio horrible! jaja no para nada. Creo que ya te he dicho que me encanta como escribes, con que facilidad hilas palabras que forman frases y describen escenarios.
Como siempre, muy bueno.
Atte.
Tu fan No 1
Denise
01/12/2014 a las 23:02
No tengo nada más que agregar, me gustó muchísimo, y también me hizo acordar al cuento de Cortázar en un comienzo XD
Chiripa
02/12/2014 a las 03:17
A mi me ha gustado mucho. Siempre narras y describes estupendamente.
¡Y vaya que moraleja!
El título vende bien.
Felicitaciones lunaclara.
Te espero por mi relato @ https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2044
lunaclara
02/12/2014 a las 08:56
Gracias a mi fan nº1, José Torma, jajajajaja!!! A ver si algún día me dices algo que deba corregir, porque suelen haber cosas, eh…
lunaclara
02/12/2014 a las 08:57
Gracias Denise. Conozco a Cortázar, pero no ese relato en concreto. Lo buscaré.
lunaclara
02/12/2014 a las 09:28
Me alegra mucho que te haya gustado, Chiripa. A mí el título también me parece bueno 😉
Chiripa
02/12/2014 a las 23:58
Lunaclara,
Tu sugerencia ha sido tomada en cuenta. Te agradezco la pasada.
¡Suerte! Que las musas te acompañen en la isla.
Aurora Losa
03/12/2014 a las 11:28
Me ha recordado a “Hotel California” de los Eagles.
Y justo cuando creemos que logrará escapar: Edgar Allan Poe.
Muy chulo, sí, señora.
lunaclara
03/12/2014 a las 11:31
Gracias Aurora! Me encanta Poe. Es uno de mis favoritos, jijijiji…
Osvaldo Mario Vela Sáenz
07/12/2014 a las 00:55
Lunaclara, excelente narracion. Un escenario muy bien descrito y llevado con sutileza. La historia te atrapa y te lleva de la mano hasta leer el macabre recado. Enhorabuena.
Pato Menudencio
10/12/2014 a las 22:44
Te había comentado hace unos días, pero no apareció el comentario, así que te lo dejo de nuevo.
Bien transmitida la angustia al final del relato, morir así no debe ser muy bueno.
Saludos.
beba
17/12/2014 a las 02:32
¡Qué buen cuento! ¡Qué buen manejo del lenguaje! ¡Qué imaginación! Me encantó. Felicitaciones.
lunaclara
17/12/2014 a las 10:30
Gracias por tu comentario, Osvaldo!
lunaclara
17/12/2014 a las 10:31
Gracias Pato!! Para mí tb es un placer leerte, ya lo sabes!!
lunaclara
17/12/2014 a las 10:31
Hola beba!! Muchas gracias por leerme y dejarme un comentario.