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Destino fatal - por López Martínez Delia

El autor/a de este texto es menor de edad

DESTINO FATAL
Arturo estaba en la autopista 13 cuando recordó, que le daba miedo conducir en la noche. Desde niño escuchó historias sobre las desapariciones misteriosas que en ella ocurrían. Su hammer negro apenas alumbrara a un metro de distancia, iba a velocidad moderada cuando por el retrovisor observó que algo se aproximaba, no podía divisarlo pues la noche era obscura, sintió miedo. Aumentó la velocidad a 160, los neumáticos chirriaron al dar la curva. De pronto un espectro de luz lo paralizó por completo y un llanto abrumador erizó su cabello y todas las terminaciones nerviosas de su cuerpo. Siguió por la autopista sin poder explicar lo ocurrido, cuando al pasar por el bosque, un bulto negro lo obligó a frenar a raya, aun con todo el miedo del mundo, bajó y al aproximarse exclamó… ¡Santo cielo, es un niño! y sin pensarlo dos veces, lo tomó en sus brazos. Mientras seguía su trayecto, pudo ver como el espectro de luz aparecía en ciertos tramos acompañado de aquel llanto que talaba sus huesos. observó al niño que dormía angelicalmente y pensó en llevarlo a su casa, ya faltaba poco pero en realidad fue el viaje más largo de su vida, sentía mucho miedo cuando al cruzar el puente de la autopista 13 el espectro de luz trató de tomar al niño. Arturo intentó aumentar la velocidad pero lo único que conseguía era dar vueltas en el mismo sitio. Tomó al niño en brazos y empezó a correr en busca de ayuda, pero nada pudo hacer pues daba vueltas sin sentido en el mismo lugar, el pánico se apoderó de él, cayendo al suelo inconsciente. Despertó con el beso del niño al día siguiente en la cima de una montaña. Frotó sus ojos pensando que todo fue una pesadilla y al ver fijamente al niño comprendió que era de otro mundo, pues su sonrisa y ojos diabólicos lo enloquecieron por completo y en un intento de salvar su vida se arrojó al abismo. Siendo desde ese día uno más de los espectros de luz en el camino, quienes con su llanto alertan a los conductores a no cambiar su destino.

Comentarios (3):

López Martínez Delia

03/12/2014 a las 16:20

Hola, ¿será que publique algo mal en mi registro? ya que no soy menor de edad y en el texto aparece el enunciado: “El autor/a de este texto es menor de edad”

Iria (Literautas)

03/12/2014 a las 17:08

Delia, eso es porque al enviar el texto marcaste la casilla “Soy MENOR de 18 años”. ¿Puede ser?

Delia López Martínez

03/12/2014 a las 17:41

Estaré mas pendiente para el próximo envío. Gracias por su pronta respuesta 🙂

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