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Profesional - por Moria Puch+18

Web: http://www.soymoriapuch.wordpress.com

Vos estabas parado ahí, y como siempre, dejaste que sucediera.
Dejaste que la señora pasara corriendo al lado tuyo y viste que el colectivo no frenaría a tiempo.
¿Por qué no la detuviste?
—Por la sangre —te respondés solo, pasándote la lengua por los dientes.
Después de años y tanto dinero gastado, el psicólogo nunca pudo sacarte esa fijación, ¿no? Mamá nunca supo que estaba tirando la plata. Nunca te atreviste a decírselo. Tus respuestas siempre eran: "sí, voy mejorando, má, todo va a estar bien".
Pero nunca tuviste chances, ¿verdad?
Lo único bueno, no desde tu punto de vista, al menos, es que el psicólogo lograra que dejaras de conseguirla por tu cuenta. Ya no más salidas en medio de la madrugada, fingiendo emergencias, para hacer eso que te gustaba hacer. Ya no más indiscreciones en el trabajo.
Ahora solo mirás.
Como ahora.
Que dejaste que la mujer corriera derecho hacia su muerte, una muerte metálica, amarilla.
Apretaste los puños y ¡wow! Un impacto, una apasionante lluvia roja.
Ahora tenés que reaccionar, tenés que empezar a moverte, porque queda raro que justo vos te quedés ahí quieto, sin hacer nada, mirando la sangre que corre por la calle con una sonrisa en la cara. La gente no puede descubrir que eso te produce regocijo.
No después de tantos años y tanto dinero invertido…
Sin prestar atención a los gritos que se formaron a tu alrededor, te acercás a la mujer accidentada y te arrodillás a su lado, le llevás una mano a la garganta y le controlás el pulso. Por un lado te excitás al comprobar que no respira y por el otro te preguntás dónde está el chofer que la chocó. Mirás en todas direcciones y no ves más que gente acumulada en torno a la escena; algunos en los cordones, en puntitas de pies, como si un portón invisible les impidiera dar otro paso. Otros menos inhibidos sacan sus teléfonos y sus cámaras y empiezan a filmarte.
Mirás el parabrisas del colectivo, salpicado de manchas rojas, la patente abollada con trozos de tela desgarrada. En su interior ya no queda absolutamente nadie.
Escuchás que alguien dice que el colectivero se fue corriendo, que estaba libre bajo palabra.
Alguien se te acerca por atrás y te pregunta cosas. Vos asentís a todas esas cosas, sin sacar tu mano caliente, perfectamente estable, del cuello tibio y muerto de la mujer. No te animás a levantarte porque tenés una erección enorme. Y el mundo no puede verte así, no ahí. Porque sabrían lo que pasa por tu mente. Y no podés dejar que eso se sepa. No después de todo lo que tu mamá gastó para hacerte normal…
Retirás la mano del cuerpo y sacás el teléfono del bolsillo del pantalón.
Llamás al hospital mientras te aflojás un poco la corbata:
—Sí, doctor, enseguida —te responden, después de pasarles la dirección del accidente.

Comentarios (14):

Luis A.R. Selgas

28/11/2014 a las 14:10

Hola moria. Muy bueno tu relato. Al principio me he confundido un poco y por un momento pensaba que el narrador era un conocido del protagonista recriminadole por su “gusto extravagante”. Luego me quedó bastante claro. El final, un buen toque. Como para fiarse de un médico así.

Si quieres pasarte por mi relato te dejo el link. Yo también utilice la segunda persona, aunque de forma un poco distinta. https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2180

Saludos.

Anoide

28/11/2014 a las 16:18

Normalmente huyo de los relatos en segunda persona. Me resultan algo así como antinaturales. Sin duda se debe a que no he leído muchos de este tipo, pero es que no me llaman la atención. Sin embargo, el tuyo me lo he tenido que leer porque ya de entrada, se me ha metido por los ojos con esta frase:

“—Por la sangre —te respondés solo, pasándote la lengua por los dientes.”

Es bastante original. Ya pensaba en vampiros o algo así, pero nada de eso… Resulta que es sólo el placer de ver la muerte. ¡Qué mórbido! Me encanta 😀 Y el detalle de que sea médico, para terminar de rizar el rizo. Muy bueno.

¡Un saludo!

Wolfdux

28/11/2014 a las 16:55

Excelente uso de la segunda persona, como ya bien han dicho mis compañeros. Y como Anoide, al leer la frase que ella menciona también pensé en vampiros, jaja.

Como única “pega” te pondría que al estar el texto todo seguido he leído casi sin pararme, sin respirar, jaja, lo que ha hecho que no pueda disfrutar más, si cabe, del relato.

¡Felicidades Moria!

Darkristal

28/11/2014 a las 17:28

Este ha sido el mes de los psicopatas y esquizoides XD
Tenemos a un doctor que disfruta de la muerte.
No estoy seguro del tipo de miedo que me ha causado y eso me encanta D:

Pato Menudencio

28/11/2014 a las 21:42

CLap, Clap, Clap.
Está muy bueno el relato. La segunda persona impecable, y la forma de contarlo me imaginé un corto con Ricardo Darín como protagonista.

Y por último, me encantan los cuentos con morbo.

Saludos, y que bueno leerte.

Denise

29/11/2014 a las 21:45

Por lo que veo, aparte del mes de los trastornados, es también el de la segunda persona; en toda mi vida leí un solo cuento escrito así, y ya van tres en un día jajajaja

El cuento es simplemente brillate, el tono, el personaje, la historia de la mami y el psicoanalista, el final!! Me encantó.

Marcelo Kisi

29/11/2014 a las 23:49

Moria, qué gusto conocerte. Me encantó tu relato lleno de sangre y con la moral en descenso, a medida que avanza la trama y ya no hay nada que hacer. Me acordé de la serie Dexter. Si interpreté bien, la narradora es la hermana del doc morboso, y en Dexter la hermana es policía. El padre de Dexter lo entrenó para matar “sólo a los malos”, aquí también hay una madre que lo intenta todo y el psicólogo logra que deje de hacer algo (matar?) En fin, una narrativa suelta (y como porteño me hiciste sentir en casa), legible, atrapante, te gusta correr riesgos, me encantó! Aporte minúsculo: una palabra levemente rimbombante que no se ajusta al resto del discurso de la personaje-narradora y rompe por un segundo el hechizo: “regocijo”. Ojo con algunos verbos que no suenan certeros, como “gritos que se formaron” o “chofer que la chocó”. En cambio, me anoto un par de perlas: “muerte amarilla”, y esa “erección enorme” que en realidad es lo único sutilmente explícito, la única punta del iceberg que tenemos sobre la enfermedad y la trayectoria del buen señor. Relato de lujo!

Chiripa

30/11/2014 a las 19:45

Lograse hacer muy bien algo que a mi me parece muy difícil: narración en segunda persona.
Tu relato me parece impecable desde el punto de vista estructural, narrativo, y descriptivo.
Un final que es “la tapa del frasco”
Me gusta leer tus relatos.
¡Enhorabuena, Moria!

Te invito a comentar mi relato @
https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-20/2044

Aurora Losa

01/12/2014 a las 11:40

Cómo te has pasado, Moria.
Qué morbazo el médico que se pone palote con la sangre.
A mi miedo no me ha dado, no demasiado, salvo lo embarazoso de la situación y los años de dinero invertido por su madre sin resultado.
Pero eso no quita para que te tenga que felicitar por un relato que, hasta el final, me ha tenido pensando en que el protagonista era una especie de voyeur o un incipiente asesino en serie.
Me ha gustado mucho el giro (para mi bastante cómico) del final.
Enhorabuena.

Maureen

01/12/2014 a las 21:37

Qué bueno tu relato. Me ha recordado a Dexter, por lo del morbo con la sangre y hacerse médico precisamente para tenerla cerca.

La segunda persona, en la que habla consigo mismo, me encanta. Queda estupendamente en la historia y me ha parecido muy original.

Muy buen relato, enhorabuena.

Emmeline Punkhurst

02/12/2014 a las 20:31

Veo que tanto Maureen como yo hemos sido fans de Dexter, porque a mi también me ha venido a la cabeza. Me ha fascinado el uso de la segunda persona y esas frases introducidas con el fin de evidenciar que se trata de un psicópata no reconducido, y me ha tenido en vilo hasta el final.
¡Enhorabuena por tu historia!

José Torma

05/12/2014 a las 23:57

Mira que casi no llego!!

Que buen relato, me dio vertigo el ritmo, no me dejabas respirar, que vampiros ni que nada, no podia pensar, me tomaste de la mano y me pusiste enfrente del autobus.

Muy bueno, el uso de la segunda persona es algo que me aterra y tu la pegaste de home run.

Felicidades y otra vez disculpa la tardanza.

Osvaldo Mario Vela Sáenz

12/12/2014 a las 06:42

Moria admiro tu sutileza para pintar un escenario en segunda persona. Tomas al lector de la mano y lo llevas a lo largo del relato descubriendo sus traumas y reflejos a su cuadro psicológico, sobre todo la erección; genial. Tambien me gustó la rapidez de flujo,me dejó sin aire. Enhorabuena.

Moria

13/12/2014 a las 20:21

Luis A.R. Selgas:
Gracias, amigo, y he pasado por tu relato y me ha gustado mucho.

Anoide:
Sí, yo mismo no soy fanático, pero leí una novela en segunda persona hace poco y me fascinó. Y no, nada de vampíros jaja ya tenemos para mucho de esos XD

Wolfdux, amigo:
Muchísimas gracias 😀
Creo que alargarlo habría sido exagerar o estirar lo inevitable XD

Darkristal:
A mí me da miedo por el lado de que existe gente, profesionales, que podrían ser así. No conocemos a esa gente a la que le confiamos nuestros cuerpos o sueños. El psicópata nunca es el vagabundo obvio.

Patillo, amigo:
Agradezco tus aplausos jaja pero agradezco más la imagen de Darín. Me lo imaginé yo también como un corto de cine jaja

Denise:
Muchas gracias 🙂 Sí, algo loco que de repente, para este género, a varias personas se les diera utilizar la segunda persona jaja

Marcelo Kisi:
Marcerlo, el gusto es mío. Me alegra saber que somos de los mismos pagos. Pronto leeré tu relato 😀 ando hasta las manos por los finales pero ya me pondré al día. El tema de los términos y palabras que por ahí te suenan altisonantes, son apropósito jaja el cuento original es bien “criollo”, pero siempre tengo que rehacer o escribir versiones más neutras para literautas porque hay muchísimos extranjeros que no entenderían un “dope”.
¿Cachás? jaja
Abrazos, viejo.

Chiripa:
Muchísimas gracias, Chiripa 😀 me sonrojas con cosas como “me gusta leer tus relatos” jaja. Me siento observado XD

Aurora de losa (chiste XD)
Amiga, me alegra que disfrutes de mi morbo. Sí, el tema del miedo es algo muy amplio. Creo que a la premisa del taller le faltó pedir algo más específico, porque lo que a mí me asusta (la realidad), no es lo que asusta a otros.
¡Besos!

Maureen:
Gracias 😀 y para vos y todos los que dijeron que les hace pensar en Dexter, les digo que tienen razón jaja yo pensé lo mismo cuando lo terminé XD además fui fiel fan de la serie.

Emmeline:
¡Vamos, Dexter, carajo! Me alegro que te haya gustado 😀

José “El Tequila” Torma:
No pasa nada, bro, todos estamos con la cabeza en otras cosas XD me alegra haber atropellado con mi autobus, y estás perdonado 😛 jaja
¡Abrazo enorme!

Osvaldo Mario:
Muchas gracias 😀 es algo que traté de lograr en pocas palabras, lo cual me costó muchísimo, pero parece que acerté algunas cosas.

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