<< Volver a la lista de textos
Cómo entretener a tu hijo un rato y no morir en el intento - por Denise
-Ma, ¿falta mucho?
-Sí, Silvio, hace diez minutos que estamos en la fila. ¿No ves la gente que tenemos adelante?
-Me aburro, ¿puedo jugar con el celu?
-Le gastaste la batería jugando en el colectivo.
-Ufaaaa, me aburrooooo, ¡quiero entrar ya!
-Yo también, hijo, pero tenés que aprender a tener paciencia.
-…
-Ya sé, ¿te conté de la vez que resolví un caso en un circo?
-¿Éste?
-Eeeehh… no, uno que vino hace mucho tiempo. Tenían un elefante que desapareció antes de la primera función.
-¿De verdad?
-Sí, de verdad, entré a la oficina del dueño, que también era como el presentador, y le dije:
“Soy la detective Lavinia di Fiore, me informaron que perdieron un elefante.”
“Ah, sí”, me respondió, “por favor, necesitamos que lo encuentre pronto; ya vendimos veinte funciones y no podemos cancelar. Tenemos que actuar en una hora.”
-¿Una hora nada más?
-Sí. “De acuerdo”, le dije, “me voy a trabajar.”
Así que decidí interrogar a los actores. Fui con los Trapecistas, que formaban toda una familia y se estaban preparando. Eran como cincuenta. Me asomé a la carpa y dije:
“Estoy investigando la desaparición del elefante. ¿Ustedes saben algo?”.
Ni me miraron. Sólo la abuela se acercó y me respondió:
“No sabemos nada. Ahora váyase porque mi marido quiere descansar antes de la función.” Señaló hacia arriba: el abuelo dormía colgado del trapecio, como los murciélagos.
Fui a lo del Mago. Se peinaba los bigotes mientras su Asistente afilaba los cuchillos y espadas en una piedra de afilar.
“Señor Mago, investigo la desaparición del elefante. ¿Sabe algo?”
“Soy ilusionista, señorita, I-LU-SIO-NIS-TA”, me respondió con enojo. “Y no sé nada.”
“¿Y su ayudante?”
“Ella no habla.”
“¿Por qué?”
“No sé, nunca me dijo. ¿No acabo de decirle que no habla?”
Después fui a la carpa del Domador de animales. Estaba ensayando su acto y daba latigazos y sillazos al aire. Su hijo era un niño de cinco años
-¡Como yo!
-, pero más obediente y menos llorón.
-Sos mala.
-Jajaja, bueno, el nene le lustraba las botas.
“Señor Domador”, le dije desde lejos, “investigo la desaparición del elefante…”
“¡No sé nada! Váyase, que me desconcentra.”
Me alejé de la carpa, y en seguida se me acercó el hijo del Domador y me habló:
“Detective, en este circo todos odian al elefante. Ronca muy fuerte y no deja dormir a nadie, y a veces hace ruido porque tiene pesadillas. Pero es mi amigo, y quiero que vuelva. Pregúnteles a los animales, siempre dicen la verdad.”
-Los animales no hablan.
-Sí que hablan, pero tenés que saber su idioma. Yo lo sabía, pero con el tiempo me olvidé. Así que me acerqué a la jaula del león, que hacía malabares con ovillos de lana.
“Señor León”, le dije, porque me daba miedo, “¿usted sabe dónde está el elefante?”
“No”, me respondió, “pero vi una sombra caminando hacia su jaula.”
“Gracias”, le dije, y le acaricié el hocico. Después fui a donde estaba el tigre, que jugaba a los bolos con los huesos de los animales que le daban de comer.
-¿Y había mucha sangre?
-No, adoran la limpieza, como todos los gatos.
“Señor Tigre, ¿usted sabe dónde está el elefante?”
“No, pero escuché que abrían la puerta de su jaula.”
“Gracias”, le dije, y le acaricié una oreja.
Finalmente hablé con los camellos, que no estaban haciendo nada.
“Señores Camellos, ¿saben dónde está el elefante?”
“Sí”, respondieron en coro, “vimos a la Asistente del Mago sacarlo de la jaula y llevarlo a su carpa.”
“Gracias”, les dije, y les acaricié el cuello. Volví a la carpa del Mago y entré sin pedir permiso. La Asistente le masajeaba los pies. Al verme, se levantó de un salto y gritó:
“¿¡Qué hace acá!? ¡Le dije que se fuera!”
El dueño del circo apareció de repente y preguntó:
“¿Qué pasa? ¿Por qué gritan?”
Yo había encontrado una cortina de colores, y antes de que el Mago hablara, la corrí. Y ahí estaba el elefante. Estaba como hipnotizado.
“Ya lo encontré”, dije. “Caso cerrado.”
El dueño no lo podía creer, se alegró tanto que no sabía cómo agradecerme. El hijo del domador, tampoco, y me dio un beso.
-…
-¡Mirá, ya vamos a entrar!
-No sé si quiero entrar ahora… me parece que este circo no va a ser tan divertido como el que acabás de contar.
Comentarios (25):
Aldo Brov
27/05/2014 a las 15:38
Por un momento volvi a sentirme un niño leyendo el relato, fue divertido y para los que tiene hijos como yo seguramente les resulte simpatico, veo complicado el hecho de hacer que la mujer sea la narradora de una histora dentro de la otra historia, aunque admito que pude seguir el hilo de la trama sin confundir los personajes. No me puse a contar adjetivos pero me da la sensacion que quisiste cumplir el reto, y eso pudo haber afectado el resultado final.
Sebas Cano
27/05/2014 a las 17:05
Me ha resultado un texto muy tierno. Muy buena manera de resolver “el reto”. Yo, por ejemplo, no lo he hecho. No me gustan los condicionantes en cuanto a la forma (cosas mías…), así que felicidades.
Un saludo.
forvetor
27/05/2014 a las 20:18
muy bueno Denise, en cuanto leí el título pensé que ibas a describirme una función cirsense. pero mira, por resabido me acabas de dejar con un palmo de narices xD
me ha gustado mucho el juego entre los dos niveles de narración, le sacas mucho partido y al final acaba uno (como el niño) más interesado en la historia que le cuenta la madre, y cómo la cuenta, que en lo que van a encontrar al final de la cola que están haciendo!
felicidades, un trabajo estupendo. nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/
@lGaspaRodriguez
27/05/2014 a las 21:32
Enhorabuena por la escena me ha resultado muy simpática y tierna 🙂 a mis sobrinos les encantará.
Saludooos!
lunaclara
27/05/2014 a las 22:36
Hola Denise! Muy chulo tu relato! Entretiene de principio a fin.
Felicidades!
Denise
27/05/2014 a las 23:56
No me esperaba tantos comentarios tan rápidos!
Aldo, sí traté de cumplir con el reto, pero creo que más que eso, lo que me afectó, por primera vez desde que participo en el taller, fue el límite de palabras. Justo antes de la hora límite me vi obligada a quitar unas cuantas, cómo corrió la adrenalina jajajaja!
Sebas, aunque no lo creas, la forma casi salió sola. En un momento pensé en eliminar el relato marco, pero pensé que le iba a quitar parte de la gracia y lo dejé como estaba.
Me alegro muchísimo de que les haya gustado!! Gracias por comentar!
forvetor
28/05/2014 a las 00:00
opss.. acabo de leer tu comentario en la entrada de la recopilación y me di cuenta de que no te comenté nada sobre el desafío, a pesar de que rastreé el texto 😛
dices que tu lector avispado encontró tres adjetivos… yo sólo dos sospechosos y uno resultó ser un adjetivo determinante, así que sólo me quedó “divertido” como cruel causante de que no superases el desafío 😉
estaré atento a ver cuáles fueron otros dos que se me escaparon a mi también
de cualquier forma el relato es de los que más me ha gustado este mes, al diablo los calificativos!!
Aurora Losa
28/05/2014 a las 07:38
Simplemente GENIAL. Me atrapaste con el cuento en sí, creíble la escena y muy bien tratada, con las interrupciones del niño para que no se nos olvide de qué va realmente todo esto, la sombra del título presente en cada frase (por cierto, el título me encantó)
ENHORABUENA.
Denise
28/05/2014 a las 15:37
forvetor: sh*t, son cuatro!!
Diego Manresa Bilbao
28/05/2014 a las 17:55
Muy muy interesante Denise… Y muy real, parece que estoy viendo a mi madre contadome alguna de esas historias para entretenerme cuando me ponia pesado… Muy bien escrito. Enhorabuena
oskar
28/05/2014 a las 19:42
Otra historia que me da en el punto. Estoy de acuerdo con todos, nos volviste niños por un instante, y eso que no me gustan los circos.
Lo de los adjetivos añade mérito al ejercicio, pero las sensaciones que transmite, no tienen precio.
Gracias por pasarte por mi relato, siempre es bueno saber que alguien lee lo que escribes.
Un gusto leerte 🙂
José Torma
28/05/2014 a las 23:14
Que tal Denise.
Lo primero, tu relato me parece muy interesante y sobre todo creible.
Lo segundo, y esto ya es una custion de gusto. Siento que esta muy apretado, siempre estoy dando la lata con la separacion de los textos para dar mayor enfasis (sera que asi lo hago yo… estare bien o mal?). Te pongo un ejemplo que a mi gusto beneficiaria mucho al texto…
“Después fui a la carpa del Domador de animales. Estaba ensayando su acto y daba latigazos y sillazos al aire. Su hijo era un niño de cinco años
-¡Como yo!
-, pero más obediente y menos llorón.
-Sos mala.”
Creo que funciona mejor asi…
“Después fui a la carpa del Domador de animales. Estaba ensayando su acto y daba latigazos y sillazos al aire. Su hijo era un niño de cinco años.
-¡Como yo!
-pero más obediente y menos llorón.
-Sos mala.”
Pero son cosas mias.
Muy buen relato, felicidades.
Andrés Sulbaran.
29/05/2014 a las 02:16
Denise, oh Denise, no te imaginas cuánto he disfrutado de tu escena. Me hiciste sonreír recordando la primera vez que fui a un circo y también lograste hacerme reír (Aunque no sé si eso era lo que querías lograr pero bueh… Lo lograste y varias veces).
Me gustó bastante pero debo decir que la terminaste demasiado rápido Denise, ¡Qué ganas de seguir leyendo de ti pronto!
Tienes una forma de narrar simple pero eso no es malo, en la simpleza está la belleza Denise, siempre tenlo en cuenta. Le escribimos a personas normales, no a licenciados de literatura.
Hasta la próxima entrega. ¡Saludos!
Aina Pons Triay
29/05/2014 a las 09:12
Hola Denise.
Me he sentido muy identificada con la madre, ¡y eso que no tengo hijos! Pero me ha tocado hacer de canguro alguna vez y contar historias, así, de repente, resulta muy complicado, aunque a la vez divertido.
Me ha gustado. Felicidades por tu relato.
Wolfdux
29/05/2014 a las 10:05
Hola Denise,
siento pasarme “tan tarde”, cuando ya esta casi todo dicho. Los diálogos me parecen muy naturales y nos llevas de la mano por una historia muy entretenida, felicidades.
¡Nos leemos!
Ana Vera
29/05/2014 a las 16:19
A mí también se me ha hecho corto, sería capaz de leerme en un rato 300 páginas escritas de esta manera… nostalgia de la niñez, mira que nos gusta que nos cuenten cuentos… ¡¡Maravilloso!!
Eva
29/05/2014 a las 21:58
Pero qué maravilla de historia!!!! Tienes mucho arte y desde luego dominas el diálogo estupendamente! Me quito el sombrero Denise! Es un relato magnífico de principio a fin.
Yiye
30/05/2014 a las 02:30
El texto repite constantemente la misma fórmula de “interrogué a este, me dijo esto, interrogue a este otro, etc”, lo que en un principio podría parecer un problema. Pero si tenemos en cuenta que la historia se la está contando una madre a su niño en realidad resulta coherente con la situación. Además, eso consigue que se lea rápido con impaciencia por ver la respuesta de cada personaje, que llega de forma inmediata, sin adornos de por medio. Eficaz.
Lagarto
30/05/2014 a las 22:39
Hola Denise
El mío también es casi todo dialogo : ) pero sin historia dentro de historia. Raro porque eso me encanta. A ti te quedó muy bien. Se lee sin darte cuenta. Llegué a temer por un instante que les tocase entrar y no desvelases el misterio.
En definitiva a mí me gustó mucho. Me pareció súper tierno y original.
Saludos
David Rubio
30/05/2014 a las 23:21
Jo, Denise. Te prometo que me he sentido como el niño escuchando su historia. Y eso es magnífico. Para mi un relato tiene que contar algo. Un buen relato es el que su historia puede ser contada en una hoguera. Y este lo es.
Lo único que podría mejorarse:
– la puntuación de los diálogos como ha apuntado Jose Torma.
– ¿Por qué lo secuestró el mago? ¿Qué motivos tenía, aparte de los demás?
Un abrazo y un gusto leerte
Abbey
02/06/2014 a las 20:44
Hola Denise.
Yo fui una de las afortunadas a la que le encomendaron comentar tu relato.
Como ya te dije, fue el que más me gustó de los tres, y de largo.
Muy bueno. Un gustazo
Adella Brac
04/06/2014 a las 10:45
Me ha parecido divertido y tierno. ¡Me ha encantado!
Un saludo 🙂
Diego Djabwa
05/06/2014 a las 15:50
Genial! Se lee muy rápido y con ganas. Como ya han comentado en la sencillez está su fuerza, ¡y funciona!
Moria
07/06/2014 a las 15:58
Jajajajaja, ¡excelente! Me hizo reír mucho y a la vez lograste conectarme con mi niño pasado jaja. Lograste unos diálogos súper realistas, en ningún momento parecen forzados ni con palabras raras.
¡Felicitaciones! 😀
Maureen
11/06/2014 a las 13:44
Muy bueno tu relato, Denise. Me he reído y me ha parecido muy entrañable. Los personajes del circo están muy bien caracterizados; me encanta cómo defines a los animales, en especial el león que hace malabares con los ovillos de lana, resulta una imagen curiosa y hasta creíble en el contexto del cuento.
Felicidades 🙂