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Afterlife - por Pato Menudencio

Web: http://menudencio.wordpress.com/

El inspector Cienfuegos acudió de inmediato a la escena del crimen. Por fin habían encontrado el cuerpo de Vicente Aliaga, trapecista del circo de los hermanos Morini, desaparecido hace tres meses, luego de quedar parapléjico al sufrir un accidente durante una función.
Lo primero que impactó a Cienfuegos fue ver el cuerpo flotando en un ánfora de animación suspendida, lo que le daba la apariencia de un feto proveniente de otro planeta. En sus brazos, vías endovenosas que estaban conectadas a un infusor encargado de nutrirlo, y que a juzgar por el estado en que se encontraba, hace ya mucho tiempo habían dejado de funcionar. Pero lo más llamativo del hallazgo era el casco de hiper realidad que el cadáver tenía conectado a su cabeza.
Los cascos de híper realidad —o por sus siglas C.H.R— fueron fabricados en el año 2030 por un equipo de médicos Japoneses liderados por el doctor Takeshi Oda, con el objetivo de ser usados con pacientes en estado terminal, que para mitigar el dolor causado por la proximidad de la muerte, eran conectados a los cascos, creándoles una realidad paralela en la que su enfermedad era curada y simulaban una vida sin preocupaciones, entregándoles la posibilidad de enfrentar la muerte sin ningún tipo de sufrimiento.
La utilización de los dispositivos C.H.R —o “Afterlife” como era conocido en los bajos fondos— estaban supervisados por la Organización mundial de la salud (O.M.S) y su aplicación sólo era permitida bajo receta y supervisión médica, esto por los riesgos asociados a la mala manipulación de estos.
Lamentablemente no tardaron en proliferar mafias dedicadas a suministrar los equipos “afterlife” a personas que buscaban evadirse de la realidad, convirtiéndola en la droga del momento, desplazando en popularidad a otras como el éxtasis y L.S.D. En cambio, otro grupo de personas utilizaron el “afterlife” para suicidarse viviendo una realidad en la que podían ser felices. En este mes ya eran 5 los muertos.
Luego de que el equipo forense limpiara el lugar, la máquina fue almacenada en los depósitos de la policía.
Cienfuegos no lograba descifrar las motivaciones de las víctimas. Por más que intentaba ponerse en el lugar de ellos, menos los entendía. Aunque era algo que lo tenía sin cuidado. Al fin y al cabo su trabajo era atrapar a los proveedores, y no el de psicólogo de gente muerta.
A medida de que la investigación avanzaba, la curiosidad fue apareciendo en el detective. Tenía la necesidad de descubrir lo que pasaba, quería comprender el funcionamiento de aquella máquina que cada día causaba estragos en la población. Así que una noche entró en silencio a los depósitos y sin ser visto se puso el casco “afterlife”.
Las imágenes se fueron sucediendo una detrás de otra, bombardeando la mente de Cienfuegos hasta fundirse con la realidad. Ya no estaba en el depósito, había sido transportado a otros tiempos. Veía la sala de estar de un lugar que desapareció hace mucho de su vida. Los olores de una cena llenaban al detective de recuerdos de la época en que alguna vez fue feliz.
Venciendo la duda buscó la procedencia del aroma y la vio a ella tal como la recordaba antes de que una bala se la arrebatara 5 años antes.
―Mi amor, que bueno que llegaste antes, hice la cena― su sonrisa iluminaba cada rincón de la cocina de la misma manera que él la recordaba.
Cienfuegos tomó por la cintura la imagen de su esposa y no pudo evitar darle un beso mientras lloraba. Aunque fuera una ilusión traída por la tecnología, la calidez de su boca era real, el aroma de su pelo era el mismo que llegaba en las noches cuando su fantasma lo visitaba.
―No te vayas Natalia, me has hecho falta todos estos años.
―Siempre he estado acá, como todos los días, tu sabes que siempre estaré para ti.
Cienfuegos se dejó arrastrar por el recuerdo, la vida que una vez perdió estaba ante sus ojos. Con el tiempo vio llegar a su primer hijo. Los años perdidos se recuperaron gracias a la tecnología. Por fin entendió los motivos que tuvieron las víctimas. Ya no podía culparlos de nada…

Tres semanas después, Jaime Jaramillo, nochero de la bodega del cuartel de policía, encontró el cadáver de Cienfuegos flotando con el casco de hiper realidad en su cabeza.
Cuando el forense retiró el cadáver, todos los presentes coincidieron que pese al estado de descomposición, nunca antes habían visto el rostro de Cienfuegos tan feliz.

Comentarios (32):

forvetor

27/05/2014 a las 16:51

wenas Mr. Menudencio!
muy interesante ese futuro en que la realidad virtual está normalizada como procedimiento médico. la primera frase es perfecta, lo engancha a uno y lo pega a los talones del inspector. me hubiera gustado que desarrollaras más la evolución del personaje hasta que decide meterse en uno de los tanques, pero como a cambio empleas el espacio en dibujar ese futuro donde los híper realidad son una moneda de cambio no me voy a quejar.
un saludo, siempre es un placer leerte, nos vemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/
pd. tenías intención de darle caña al desafío? porque hay algunas construcciones por las que parece que sí, pero “feliz” está dos veces, una de ellas justo al final…

Pato Menudencio

27/05/2014 a las 16:56

Gracias por el comentario.
En La versión original el detective visita todas las noches a “su esposa” después de investigar a los responsables de los dispositivos ilegales, hasta que el tiempo en la vida real es cada vez menos. Lamentablemente las 750 palabras limitan un poco.
Saludos.

Ana Vera

27/05/2014 a las 18:44

Me ha gustado muchísimo este relato, me lo he leído sin darme cuenta de que estaba llegando al final, una historia muy envolvente e interesante, ¡enhorabuena!

Aurora Losa

27/05/2014 a las 19:14

Al final vais a conseguir que me guste la ciencia ficción, me la poneis en bandeja de plata y así no hay quien se resista.
No sé ni por dónde empezar: a la parte técnica del relato no le puedo añadir nada porque está muy bien como está y, al contenido, pues tres cuartos de lo mismo, me ha conmovido la historia, sí, pero sobre todo me ha gustado que es un tema extrapolable a cualquier época.
La idea de los “afterlife” me ha recordado a un capítulo de los Simpson en que el abuelo se quiere suicidar, como en ese caso, me parece que la alusión (aparentemente velada) a la eutanasia o los motivos para el suicidio son un tema difícil de tratar pero que has solventado con astucia.
Coincido contigo en que 750 palabras se quedaban cortas, pero aún así te ha quedado muy bien.
ENHORABUENA.

NHICAP

27/05/2014 a las 20:10

Muy bueno Pato. Un relato, muy ajustado a tu estilo, que se lee de un tirón. Me ha gustado.
Estoy leyendo “El futuro de la mente” de Michio Kaku, un físico japonés, y me parece que la existencia de maquinas para interactuar con espíritus en 2030 va a ser dificl, ja,ja..Quizás si podamos disponer archivados en un PC los sentimientos y emociones. Si no conoces a este autor, te lo recomiendo para extraer ideas e inspiración de futuros relatos en la línea de éste.
Enhorabuena y nos seguimos leyendo
Un abrazo

José Torma

27/05/2014 a las 23:07

Admiro que eres fiel a tu estilo y que “tienes” un estilo definido. Yo me paseo por todos lados jaja

El tema de la realidad virtual da para mucho y se ha explorado varias veces, pero logras darle un toque de frescura.

Me gusto mucho Pato, felicidades.

Miranda

27/05/2014 a las 23:10

Hola Pato. Al final no he podido ponerme a leer relatos hasta ahora. Y he empezado con los del grupo del wassap. Me parece genial y original tu relato. Aunque me da miedo tanta realidad virtual.
Enhorabuena por este relato, creo que es de los mejores que has escrito.
Saludos. Nos leemos

Marazul

27/05/2014 a las 23:31

Que imaginación chico…..!!!!! es impresionante como lo dominas y que bien lo cuentas. A pesar de no ser mi género te he entendido perfectamente y es porque lo cuentas muy bien. Al final mi conclusión es la siguiente y perdona si te desmonto la historia Pato: no hay nada mejor que lo de siempre….jajajajajaja
Pero la literatura es contar eso….lo de siempre de forma diferente y con arte
Y que arte Pato…..!!!!! Un gusto leerte

Aina Pons Triay

28/05/2014 a las 08:37

Pato, a mí me pasa como Aurora. No soy de ciencia ficción, pero con relatos como este me dan ganas de leer más.

Me ha encantado tanto la forma de desarrollarlo como el tema, la idea en si misma.

Y tu aclaración de que en la versión completa el detective utilizaba cada vez más la realidad virtual hasta llegar al desenlace ayuda a terminar de entenderlo.

Espero que escribas esta versión completa, tengo ganas de leerla.

Enhorabuena, muy buen trabajo.

Maureen

28/05/2014 a las 11:21

Una historia interesantísima. Primero parece que va a ser detectivesca (género que me encanta) y luego cambia a ciencia ficción (que también me gusta mucho), de una manera natural y nada forzada. Las explicaciones resultan lógicas y el afterlife resulta completamente creíble, tanto el aparato en sí como su propósito. Me has enganchado, enhorabuena.

Ana

28/05/2014 a las 14:43

Fuerte. Y quién sabe si dentro de un tiempo no será posible! La ciencia ficción tampoco es lo mío, pero tu relato me ha enganchado desde el principio porque me ha provocado mucha curiosidad.

Muy buen texto!

Denise

28/05/2014 a las 15:33

Hola!
Estoy de acuerdo con Maureen, la combinación de géneros resulta muy bien!

Diego Manresa Bilbao

28/05/2014 a las 18:14

Muy bueno Pato!!!
Muy conseguido el relato, es cierto que para este tipo de historias 750 palabras se quedan cortas…A mi todavia se me hacen largas jejeje…
Para variar, te lo referencio a una pelicula, esta espanola que puede que hayas visto:”Abre los ojos”. Una gran referencia para un gran relato.
Nos leemos!

oskar

28/05/2014 a las 19:28

Este mes he encontrado relatos que me han dado en el clavo. Definitivamente el tuyo es uno de ellos, me encanta la ciencia ficción bien argumentada y con sentido, y eso conseguiste en la historia. No se si has leido a phillip k dick, gran precursor de este tipo de historias. Otras referencias que vienen a mi mente serian repomen, matrix, ciudad en tinieblas, solaris, etc. Y es que en verdad,¿que es la realidad?.

Por cierto, gracias por pasarte por mi relato. 🙂

David Rubio

28/05/2014 a las 21:57

¡Vaya relato para empezar la ronda! Me entretuviste y enganchaste con la historia, Pato. La ciencia ficción es muy compleja. Se escribe continuamente y es muy difícil encontrar argumentos que no hayan sido tratados antes. En este caso como han apuntado “abre los ojos”, o, añado, “Días extraños”. Por eso es importante dar consistencia a la historia, para que no cuente solo la originalidad, si no la coherencia, el ritmo. Y eso lo has conseguido.
La que apuntas en este texto, es una historia que precisa de mayor extensión para que las explicaciones como esta “A medida de que la investigación avanzaba, la curiosidad fue apareciendo en el detective. Tenía la necesidad de descubrir lo que pasaba, quería comprender el funcionamiento de aquella máquina que cada día causaba estragos en la población.” desaparezcan y sea la propia acción la que nos muestre esa caída a los infiernos del buen detective.
Muy buen relato Sr. Menudencio. ¡Ah! Me agregué tu blog al mío para tenerte “controlado” estos meses.
Un abrazo

hupacal

28/05/2014 a las 22:34

¡Me ha parecido muy interesante!

Aunque me esperaba el final, creo que lo has escrito de una forma interesante y, desde luego, ¡el tema es de lo más innovador!

Wolfdux

29/05/2014 a las 02:37

Muy bueno Pato. Como siempre has estado soberbio.

Este mes no sé que pasa, que estoy o entrando tarde o estamos todos locos comentando los relatos, jejeje.

Nada más que añadir, felicidades.

fernando sanz

29/05/2014 a las 10:00

Buenas, Don Pato.
Me ha encantado. No solo cuentas una historia atractiva y visual, sino que además planteas conflictos filosóficos y morales. En solo 750 “palabros”.
Sólo un pero, pero muy pequeñín. Quizás no fuera necesario el comentario de los forenses que cierran el texto. Ya has dibujado antes la sonrisa en el alma del comisario. Nos la has enseñado y la hemos compartido con él. Qué más da que su calabera también sonría. No nos transmite nada nuevo, ya que ya lo sabíamos. En definitiva sólo es una mueca. En fin, discúlpame, sólo es una opinión sobre un cuento fantástico.
Enhorabuena.

Vicente Pacheco Gallego

29/05/2014 a las 14:17

Buen relato de ciencia ficción que engancha hasta el final. aunque quizá clasificarlo de ciencia ficción se queda corto ya que es algo que se puede vivir en cualquier época.

Enhorabuena.

Chiripa

29/05/2014 a las 19:03

Como siempre, la originalidad de Don Pato nos deja pasmaos.
Bien narrado, as usual, con estructura perfecta y final conmovedor.
Enhorabuena !

Pato Menudencio

29/05/2014 a las 19:45

Muchas gracias por vuestros comentarios.
La historia en si tiene unos puntos flacos, entre ellos lo abrupto de que Cienfuegos se puso el casco y no salió nunca más de ahí. MI idea es extender el cuento a una mini novela policial, en la que el detective esté buscando al responsable de la introducción de los “afterlife” en el mercado negro, y paralelamente pase a “visitar” a su esposa todas las noches.
Junto a eso, irán apareciendo nuevas muertes, y en lo posible trataré que los “afterlife” tengan una especie de memoria que registra los nuevos recuerdos de los usuarios.
Por cierto, los cascos en teoría están conectados al sistema nervioso, las sensaciones se dan estimulando los distintos receptores que hay en el organismo, y las imágenes están dadas por la sincronización con el sistema límbico.
Ojalá todo salga bien, ya que compré un cuaderno exclusivo para la historia.

Pd: El título se inspiró en la canción “Afterlife”, de Arcade fire (que por cierto es una de mis bandas favoritas)

Saludos.

lunaclara

30/05/2014 a las 12:23

Hola: Visita debida.
Tu relato me ha sorprendido mucho, me ha puesto los pelos de punta, es decir, me ha emocionado un montón.
No me gusta que lo hayas matado. Supongo que habrá sido para que tuviera un final cerrado.
Los afterlifes me han dado cierto repelus. El uso indiscriminado de algo utilizado por la medicina, esta muy visto en las pelis futuristas. Aunque yo, si fuera médico, no recomendaría una realidad virtual, enseñaria a vivir la cruda realidad…
Opiniones personales aparte, es un relato muy bueno, que mas ampliado podría llegar a ser un buen guión para una gran peli… Pero sin matarlo, por favor!!
Hasta próximas ediciones!

Emyl Bohin

31/05/2014 a las 04:13

Yo lo que no acabo de pillar es como los CHR pueden ser usados autónomamente, es decir que da la impresión que te pones los cascos y ellos solos localizan la zona de recuerdos que son importantes y son agradables. Parece más lógico que un profesional te interrogue y te examine para analizar esa memoria y tras aislarla y depurarla implantarla de nuevo con las necesarias modificaciones para que no se distinga de la realidad. Y de paso se crean puestos de trabajo para los profesionales sanitarios 😉
Será cosa de los 750 palabros.

Hay una cosilla que dice la RAE: d) Cuando se inserta la preposición de en locuciones conjuntivas que no la llevan: a no ser de que (correcto: a no ser que), a medida de que (correcto: a medida que), una vez de que (correcto: una vez que).

Me gustaría saber como se introducen los afterlife en el mercado negro y modo de funcionamiento, y si pudiera recordar el día que me quedé encerrado con Valeria Mazza en un ascensor.

PS Después de 22 comentarios algo tenía que decir aparte de lo que ya se había dicho.

Saludos
Nos leemos.

Pato Menudencio

31/05/2014 a las 04:34

Emyl, gracias por la corrección. Se corregir{a de forma inmediata.
Respecto a las preguntas:
– El CHR puede escanear La zona de la memoria y el sistéma límbico, encargado de las emociones y la conducta. La sincronía entre ellas crea las imágenes. Además estimulará los distintos receptores dentro del cerebro para crear las sensaciones de frío, calor, propiocepción, etc.
En el sistema sanitario, trabaja un equipo médico encargado de revisar los signos vitales, saturación de oxígeno, presión arterial, alimentación, etc. En cambio, en el mercado negro, el uso es distinto, por lo que los usuarios mueren de inanición.
– Respecto al responsable de introducir los afterlife. Si todo marcha bien, trataré de revelar ese misterio antes de fin de año, forma parte de una investigación más larga de Cienfuegos. La idea es que las visitas a su esposa sean más frecuentes. (de hecho, en este momento estoy repasando unos apuntes de neuroanatomía y neurofisiología de mis tiempos de universidad para atar ciertos cabos).
Respecto a recordar tu encuentro anécdota con Valeria Mazza, el afterlife no puede hacerlo. En ese caso te sugiero la tecnología de la película “Strange Days”. En ella la gente compra recuerdos de otras personas y sienten lo mismo que esas personas. Siguiendo esa idea, podrías comprar los recuerdos de alguien que tuvo un affaire con ella.
Saludos y gracias por el comentario.

Adella Brac

02/06/2014 a las 14:56

¡Genial! Aunque se nota que te ha faltado espacio. Dices que la primera versión era más extensa, en la parte en la que el inspector decide probar la máquina se nota el “tijeretazo” 🙂
Igualmente, lo he disfrutado 🙂
Un saludo.

Kangreja

02/06/2014 a las 19:53

Como me encanta la ciencia ficción, me capturaste desde el primer instante. La idea central es genial, y la forma de llevar la historia también, creo que seré del equipo que quiere ver la versión larga. Felicitaciones y gracias por tus palabras, saludos.

Borja

04/06/2014 a las 11:37

Hola!
Es una buena idea. Espero que el cuaderno que te compraste te de buenos resultados, y que llenes sus páginas con la gran historia que aquí se intuye.
Un abrazo, amigo.

Moria

07/06/2014 a las 15:21

Hola, amiguillo 😀
Interesante propuesta, me gustó mucho la mezcla de investigación, realidad virtual y deseos de amor que terminan en una “muerte feliz”.
Lo del casco me hace mucho acuerdo a la peli “Repo Men”, con Jude Law, es más, no pude sacarme su cara de la cabeza mientras leía la historia XD
En cuanto a estructuras y todo eso, me parece perfecto. Buena selección de palabras y mezcla de oraciónes largas y cortas 😛

¡Abrazos!

Ra

09/06/2014 a las 11:43

Hola,
Al igual que otros compañeros se me ha hecho demasiado corto :/
El principio del relato te engancha enseguida, pero luego el límite de palabras se “come” demasiada historia. Sin embargo, he de destacar lo fácil que resulta leerte a pesar de la dificultad sobre-entendida de algo tan compejo como el invento que nos muestras.
Me uno al club de la versión completa para deleitarme de “la caída a los infiernos” de tu protagonista tal y cómo te ha indicado David.
Un abrazo y muchas gracias por tu comentario.

juanjohigadillo

11/06/2014 a las 13:11

¡Felicidades! Me gusta tu relato, pese a que me recuerda a “Podemos recordarlo por usted al por mayor”, De Phillip K. Dick. He de confesar además que tengo en la reserva un cuento similar, a la espera de que algún mes los requisitos de este “blog” me permitan un resquicio por el que “colarle”.
Felicidades de nuevo.

Aldo Brov

30/10/2014 a las 15:55

Muy bueno tu relato, eres de los participantes que hay que leer obligadamente si uno quiere aprender del taller. La lectura fluye agil y la historia logra atraparte. Muy disfrutable

Saludos

Pato Menudencio

06/11/2014 a las 16:25

Gracias a todos por sus comentarios.
Hace poco he tomado una decisión y desarrollaré “Afterlife” como mi primera novela. Será un proceso difícil, dado que no soy muy diestro en la escritura, pero es una idea que me ha perseguido desde que escribí el relato. Fui imaginando como se vería como una película y me emocionó la idea de hacer algo más grande.

Saludos, espero lograrlo.

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