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Simplemente Ella - por Silvyt

La amaba tanto que tuve que marcharme para comprenderlo.

El día que cogí el avión para embarcarme en mi aventura, no era del todo consciente de cuánto iba a añorarla, a ella y a sus costumbres, aunque algunas las mantuviera.
Han pasado los años y sigo buscando su olor, su sonido. Sigo sorprendiéndome a menudo pensando en ella, en su ritmo, mi ritmo, el que llevábamos cuando estábamos juntos.
En la distancia, todavía la siento bullendo como parte de mí.

He caminado por las calles de mi hogar mientras la busco entre las gentes, en los autobuses, en el metro, en las tiendas y en los bares. Nunca la encuentro porque, aunque yo me haya trasladado, aunque haya evolucionado, ella no lo hará. Permanecerá en el mismo lugar de siempre, esperándome a mí, y a cualquier otro, con los brazos de par en par.

Antes de marcharme sabía que ella estaba en mí y en cuántos me rodeaban. Sabía que era completamente imposible atraparla o describirla.
Ya con anterioridad poetas, cantantes y escritores lo han intentado con mayor o menor éxito. Incluso algunos pintores han tratado capturar su esencia, pero ella sigue allí, enamorando a quienes la visitan.

Mis costumbres, las nuestras, me han acompañado en cada paso. He buscado sus atardeceres, sus parques y praderas por donde he caminado, pero he fracasado en el intento.
Durante las noches nada cambia. Diferentes costumbres. Diferentes personas viviendo su propio circo y yo sólo consigo recordar el mío, el que montaba bajo su atenta mirada desde Alcalá a Cibeles, de Moncloa hasta Gran Vía. El que llenábamos con las risas de nuestros amigos mientras nosotros sonreíamos también.

El cielo que me alumbra esta noche es el mismo que lo ha hecho durante los últimos años, pero no brilla de la misma forma que lo hacía cuando estaba con ella. Ella lo hacía diferente, no he hallado atardecer que pueda comparar con los contemplados en el Templo de Deboh.
La he sentido admirarme aunque no tanto como yo a ella.

Todo fue tan precipitado que apenas tuvimos tiempo para despedirnos, quise llevarla conmigo, pero no tenía espacio en la maleta.
La recuerdo siempre con una sonrisa. Para mí siempre fue la mejor y, aun así, necesitaba saber si era desconocimiento sobre las demás lo que la hacía ser lo que era o si realmente era la mejor; me marché para ver mundo.

No diré que fuera un error, toda acción provoca una reacción y mi viaje sólo concluyó lo que yo ya sospechaba.
Muchos creen que un hogar es sólo lo que el hombre construye o transforma, embelleciendo o amoldándolo a sus necesidades.
Otros creen que un hogar son las personas que lo habitan. Yo sé que ella es mi hogar, podemos separarnos durante días, tal vez años, pero sé que ella seguirá esperando mi regreso igual que lo espero yo.

Mañana cogeré un avión que me llevará con ella. Sé que no me ha echado de menos, sé que ha estado entretenida viendo el ir y venir de los transeúntes que pisan sus calles, que admiran sus edificios y se divierten en sus parques. Sé que, igual que fue testigo de mi primer beso, lo está siendo de tantos otros.
Así es ella, guarda la calma y el bullicio en sus calles, las promesas de amor y las celebraciones de los aficionados a cualquier deporte. Es cómplice de las risas de jóvenes y adultos.
Con todo dicho, soy consciente de que esto es sólo una pincelada de lo que Madrid, mi Madrid y la de cuántos la visiten, es:
Para unos, la que construyeron los hombres, para otros las personas que la habitan.
Para mí, mi amor.

Comentarios (18):

oskar

28/05/2014 a las 03:16

Hola, no pude evitar entrar en tu relato. Veo que tienes un estilo muy definido y me sigue sonando a poesía la forma como escribes. No conozco madrid y me hiciste sentir nostalgía por ella.

Un abrazo 😉

fernando sanz

28/05/2014 a las 06:52

Hola, silvyt. He de reconocer que he hecho mal. No sé por qué leí antes los comentarios que el texto. Y ahí se nombraba ya Madrid y su añoranza. Así que cuando leí el texto sabía que ella era Madrid. Así que no puedo saber qué se siente o cómo se lee sin saberlo, pero sí qué se siente al leerlo. Cualquiera que haya abandonado su ciudad ha buscado a sus gentes entre las nuevas, viejos ecos en nuevas voces, mismas poses en distintos cuerpos, mismo pelo en fugaces sombras. Y el vacío que deja reconocer que ya no está.
Lo has clavado.
Felicidades.

Aurora Losa

28/05/2014 a las 09:26

Qué bonito, Silvyt, una oda a tu ciudad desde la lejanía, el canto del emigrante. En parte te entiendo, yo también soy “exiliada” y a veces se echa de menos.
Un texto muy poético.
Enhorabuena.

Silvyt

28/05/2014 a las 13:49

Muchas Gracias por vuestros comentarios.
Luis, muchas gracias por tomarte tiempo en hacer mi comentario, la verdad es que se ha notado que ha sido el mas currado de los tres y me animó bastante.
Oskar, muchas gracias. Yo también me pasé por tu relato para leerte jajajaja, vaya coincidencia.
Fernando es una pena que hayas leído primero los comentarios ya que,según deduzco en tu texto compartimos ciudad! De todas formas tu comentario me ha emocionado. “Y el vacío que deja reconocer que ya no está…” Tu si que lo has clavado.
Aurora muchas gracias támbien, ya comenté tu texto igual que el mes anterior.

Muchas gracias a todos.

Sebas Cano

28/05/2014 a las 20:25

Un relato muy bonito, diferente, pues no es una narración en sí sino que pesa más la descripción de tus sentimientos a la ciudad. Como no quiero dañar la atmósfera, no voy a explicar lo que siento yo por Madrid (sólo diré que tengo recuerdos horribles).

Un saludo.

hupacal

28/05/2014 a las 20:44

Muestras muy bien el amor por tu ciudad. Yo lo comprendo desde el extranjero 😉

La verdad es que me ha gustado mucho. Juegas doblemente con las emociones, por un lado, las que estás transmitiendo directamente a través de tus palabras, por otra parte, las que evocan en nosotros los sitios que nombras.

¡Gran trabajo!

Nymeria

28/05/2014 a las 21:10

Un relato precioso, por suerte no leí los comentarios así que me llevé la sorpresa al final.
Yo también lo entiendo, he cambiado mucho de sitio y es difícil encontrar otro que sea tu hogar.
Enhorabuena, me ha encantado 🙂

forvetor

29/05/2014 a las 00:17

wenas Silvyt!
llego hasta aquí siguiendo el hilo que dejaste atado en los comentarios del relato de Luis. y que alegría encontrarme con un relato tan singular 😉
a lo dicho por los compañeros sólo puedo añadir una queja, pero es pequeña. me hubiera gustado “ver” la ciudad. casi no la describes, nombras puntos de referencia y datos interesantes, pero no me la enseñas. una pena, eso hubiera redondeado (para mi) el resultado, aunque también te hubiera obligado a descubrir el juego… en cualquier caso, estupendo relato.
creo que no había leído nada tuyo antes, estaré más atento en adelante.
un saludo compañera, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/

David Rubio

29/05/2014 a las 23:36

¡Qué texto tan hermoso!
No había tenido el gusto de leerte, pero demuestras que sabes escribir de maravilla. Madrid debe sentirse orgullosa de tenerte.
Este es el último texto que comento hoy y me voy directo a escuchar “Pongamos que hablo de Madrid”
Saludos

Ana Vera

30/05/2014 a las 23:31

Qué bien lo has dosificado, no he sabido hasta el final quién era ella, cuánto corazón le has puesto y con qué gusto has colocado las palabras. Y además, es verdad todo lo que dices…

Marazul

31/05/2014 a las 21:09

Lo has expresado tan bien que ya me imaginaba que ningún ser humano tuviera esas “cualidades”. Según lo leía pensaba: ¿quién será ella? y estuve tentada a leer el final y los comentarios ……pero no lo hice. Sabía que no era ninguna mujer. Pero el mérito no es del avispado lector. Es únicamente tuyo por mantener la intriga, la atención y finalmente el sorprendente desenlace.
Un buen relato. Saludos

Aina Pons Triay

01/06/2014 a las 13:07

Silvyt, un relato precioso, un canto a tu ciudad desde a lejanía. Escondes muy bien quien es ella durante todo el texto y eso se agradece porque el final pone la piel de gallina.
Me ha encantado, de verdad. Has abierto tu corazón y eso se nota. Y se agradece, se siente. Gracias por enseñarnos un pedacito de tu alma. Enhorabuena.

Silvyt

01/06/2014 a las 14:11

Muchas gracias otra vez!
Voy a pasarme por el resto de relatos, que no me ha dado tiempo a leer por no tener tiempo. De verdad de verdad, muchas gracias. Creía que se iba a descubrir que hablaba de una ciudad pero vuestros comentarios me sacan de dudas.
Sólo decirle a Forvetor, que sin poder utilizar adjetivos calificativos me resulta un poco difícil hacerte entrar en una ciudad como es Madrid, de la que, cada vez que hablo, me cuesta dejar de hacerlo.

Otra vez, muchas gracias a todos, me animáis el día!!

Miranda

01/06/2014 a las 17:48

Hola Silvit;
Yo tampoco te había leído antes, me ha gustado mucho tu relato. Yo no leí los comentarios primero, así que empecé pensando que el protagonista hablaba de su amor más importante, y que había dejado perder por buscar otras cosas.
Hacia la mitad del texto me di cuenta de que hablabas de otra cosa y cuando nombraste las calles, ya tuve claro que hablabas de Madrid, pero me fuiste llevando muy bien de una sensación a otra.

Muy bien escrito
Enhorabuena y saludos

PD. Mi relato de este mes, es la segunda parte del que escribí el mes pasado, como me pidieron los comentaristas, te dejo los dos link
Escena 17 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-17/1672
Escena 18 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-18/1823
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Escarlata

02/06/2014 a las 14:41

Hola Silvyt, me ha encantado tu relato, como plasmas esa añoranza de volver a tu añorada Madrid. Me emocionan ese tipo de historias, en las que la lejanía y la patria se convierten en temas fundamentales.
Por cierto, muchas gracias por tu comentario, me será muy útil. Respecto a la pregunta de si mi relato tiene algo de autobiográfico la respuesta es no. Es todo producto de mi imaginación, pero la mezcla de sueños e ilusiones hacen la historia perfecta 😉
Enhorabuena y saludos.

Silvyt

03/06/2014 a las 10:41

¡Muchas gracias a todos!
Tengo algunos relatos más por aquí, son la escena 11, 13, 17 y 18. Me perdí algunos meses porque lo que escribía no me gustaba y no lo mandé 🙂
De todas formas las escenas están todas en el blog:
http://www.ciudadanacorriente.blogspot.com.es/

Dónde también hay otras cositas que no son sólo del taller.De todas formas es un blog muy joven y yo tengo menos tiempo del que me gustaría para dedicarme a esto.

Un saludo a todos, poco a poco me voy poniendo al día con vuestros relatos. Menos mal que llega el parón porque sino no sabría como hacerlo 😀

¡Un abrazo compañeros!

Maureen

10/06/2014 a las 13:39

Bonito homenaje a Madrid. Soy también de ahí, aunque ahora vivo fuera, así que la reconocí casi desde el principio 🙂

Me habría gustado saber algo más por qué el narrador de la historia se va de Madrid. ¿Por trabajo? ¿Por conocer sitios nuevos? Creo que es importante saberlo porque en un caso, se va a la fuerza sabiendo que va a echar de menos la ciudad y, en otro, se va voluntariamente y se da cuenta fuera de que la echa de menos. No sé si me explico y lo mismo es un detalle tonto, pero para el que escribe la sensación puede ser muy diferente.

Creo que las siguientes frases: “Ya con anterioridad poetas, cantantes y escritores lo han intentado con mayor o menor éxito. Incluso algunos pintores han tratado capturar su esencia, pero ella sigue allí, enamorando a quienes la visitan.” podrían dar más de sí, me parecen muy bonitas pero por ejemplo la de los pintores podría tener más profundidad si matizaras por qué no han podido capturar la esencia de Madrid.

Por lo demás, ya digo que me ha gustado mucho. Para mí es muy difícil una pura descripción y no digamos ya una descripción de las sensaciones que inspira un lugar. Precioso.

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