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Contradictio - por Aina Pons Triay
Web: http://ainaponstriay.wordpress.com
Camino sin mirar atrás. Lanzo mis zapatos a la oscuridad que me rodea. Siento la luz que ilumina mis pasos. La música suena, acariciando las pieles, los sentidos, las almas, seduciendo con cada nota.
Toco mi pelo y deslizo mi mano, rozando mi rostro, mis ojos, mi angustia. Se escuchan pasos detrás de mí. Noto su mano cogiendo la mía, pero la quito. “No, no quiero”. Su brazo rodea mi cintura. Me estremezco. Cierro los ojos y nos mecemos. Su cara se hunde en mi cuello y subo mi mano hasta su nuca. Tiemblo, la emoción me embarga. No. “No debo”. Me separo, pero él me coge, gira mi cuerpo y me acerca al suyo. Tan sólo un suspiro separa nuestros labios.
Une sus manos con las mías y cogiendo impulso me levanta por encima de su cabeza. Mis músculos se tensan y quedo en equilibrio, suspendida en el aire. El público aplaude. Aun con mis pies mirando al techo, cambio de figura abriendo las piernas y suelto una mano. Debo aguantar unos segundos. Nuevos vítores desde la grada. Cojo su mano y desciendo. Apoyo mis pies sobre sus hombros y me lanzo en un salto hacia adelante, una curva que se convierte en vuelta y que él recoge con suavidad.
El número continúa. Una figura tras otra, un movimiento tras otro. Nos abrazamos y bailamos; les sorprendemos y les hacemos estremecer; saltamos y nos fundimos entre caricias, en un “te quiero, pero no puedo”, en una danza de sensaciones que el auditorio recoge con cada poro.
Nos separamos. Es el momento. Cojo aire y me concentro. Sigo la música, que guía mis pasos corriendo hacia él, que empuja mi cuerpo hacia el desenlace. Ahora o nunca. Salto y me impulso en sus manos, cruzando el aire en tres piruetas. Caigo en sus brazos y respiro de nuevo. Lo hemos logrado.
El circo entero se pone en pie. La ovación nos envuelve, nos eleva. Saludamos con la emoción en nuestros cuerpos, con la respiración entrecortada, con las manos unidas y alzadas. Él me coge por la cintura y se acerca a mí. No tengo tiempo de reaccionar. Me besa. Y me quedo allí, sin saber qué hacer. Quiero apartarlo, escapar del beso, pero cientos de personas nos están mirando. La furia sale por mis ojos y él lo nota. Lo sabe.
Le rehúyo y sonreímos. Corremos y desaparecemos. Las palmas han terminado. Ha empezado otro número.
—¿Pero qué coño haces? —La ira que siento no cabe en mi cuerpo— . ¿Quién te has creído que eres?¿Crees que puedes besarme porque actuemos juntos?
La música en la pista amortigua mis gritos. Sin embargo, los demás artistas están pendientes de nosotros.
—Perdona, ha sido la emoción del momento, ya sabes. No sé qué me ha pasado. Te pido disculpas.
—Mira, Jan, eres el sustituto, que te quede claro. Cuando vuelva Marc, tú volverás al trapecio ¿entiendes?
Me giro y le dejo allí, a mi espalda.
—Marc no va a volver.
Paro de golpe.
—¿Qué has dicho?
—Digo que Marc se ha ido para siempre. Está en otro circo, en otro espectáculo, con otra pareja. Y por cierto, parecen felices —. Su tono suena con rabia. Deja un silencio, un vacío, para que el puñal ahonde en mis venas—. Pregunta a quién quieras. Todos los saben.
Despacio, miro a mis compañeros uno a uno. No se atreven a mirarme. El maquillaje de sus caras dibuja una mueca de vergüenza. Lo saben. Todos lo saben.
Corro a mi camerino. El dolor me atraviesa el alma, me inunda el corazón. La cabeza me da mil vueltas. “¿Por qué?”. Se oyen gritos bajo la carpa. El espectáculo está llegando a su fin. Debo hacerlo. “No, no puedo”. Tengo que hacerlo. “Puedes superarlo”. No hay más remedio. No hay vuelta atrás. Ya no importa.
La función ha terminado. Mis días en el circo también.
Comentarios (41):
forvetor
27/05/2014 a las 17:26
wenas Aina!
para empezar felicidades por ser el primer texto en el que no encuentro ningún adjetivo!!!! ^^
sobre el relato, pues me gusta sobre todo el principio. como planteas la escena con los movimientos precisos, al principio desconcierta, para ir “abriendo el angular” hasta enseñarnos el número circense. bravo! también me ha gustado bastante la naturalidad del diálogo final.
buen relato, felicidades (vis) 😉
un abrazo, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/
Diego
27/05/2014 a las 18:15
Muy bueno Aina!!!!
Coincido al cien por cien con forvetor, aparte del merito de los adjetivos( yo ni lo he intentado, muy novato todavia) esta muy bien el “salir del primer plano” para que se vea que es un numero de circo, para, al final, ver que en realidad era cortejo, y el final tan triste… muy bueno
Kangreja
27/05/2014 a las 19:55
Wao! La primera parte me ha encantado, como vas construyendo la escena poco a poco. Luego esa escena en el circo, y ese beso oportuno/inoportuno. Narras de tal forma los acontecimientos que consigues que el lector sienta infinidad de sentimientos. Felicitaciones! Un placer leerte.
Maureen
28/05/2014 a las 08:44
Bueno, no tengo palabras. Me ha parecido un relato perfecto. Me encanta la descripción del número, que está tan bien escrita que logra tanto que veas perfectamente los movimientos de la pareja como que entiendas lo que la protagonista va sintiendo en cada momento. Y el diálogo final resulta muy natural, sin dejar de ser tan poético como el resto del texto.
Me ha encantado, enhorabuena.
Virginia Figueroa
28/05/2014 a las 09:27
Antes ya de leerte, sabía que me gustaría. Es un texto precioso y me gusta, especialmente, ese inicio difuminado donde la imaginación va tejiendo diversas hipótesis hasta que se van despejando las dudas. Es una escena muy bien planteada y desarrollada de forma genial. Has terminado el curso con nota, niña. Enhorabuena!!!
Pasa un buen verano!
Muuuuaccsss
Emyl Bohin
28/05/2014 a las 09:55
Antes de que el Interviú llenara las cristaleras de los quioscos , era el circo un lugar cargado de un erotismo, oficialmente no reconocido, en el que los cuerpos atléticos de las artistas, sus ropas ajustadas, breves y transparentes hacían las delicias de los niños tanto o más que los payasos. Este relato está cargado de ese erotismo, de esa magia que ni Jan ni los lectores podemos eludir. Es una lástima que el pobre Jan haya llegado en tan mal momento. En otra situación habría habido tema.
¡Vaya cuadrilla los literaúticos! No les damos ni una alegría a nuestros personajes. Unos meses no se comen un rosco y otros los matamos.
Enhorabuena por describir tan bien esas sensaciones.
Saludos.
Aurora Losa
28/05/2014 a las 11:43
Clap, clap, clap.
Eres tremenda, estoy a ver si me recompongo de tanto giro emocional. Primero creí que estaban en la cama, luego me di cuenta de mi error. Preciosa tu descripción de las sensaciones de un acróbata, de ese baile y el momento del salto. Y las emociones, los sentimientos.
Como (casi) siempre (es para que te sigas esforzando) un trabajo de 9.8
PD qué no harás cuando tengas tiempo si nos deleitas con esto sin tenerlo.
Wolfdux
28/05/2014 a las 12:27
Una historia preciosa Aina, me he quedado maravillado con la escena del número, y luego la reacción de ella ante el beso me a devuelto a la realidad como a Jan.
¡Felicidades!
Vicente Pacheco Gallego
28/05/2014 a las 14:22
Hola Aina, te felicito por tu historia, una trama muy bien confeccionada, y muy bien llevada. Cada acción, cada paso que dan se siente en las palabras que has utilizado. Un reto difícil que has superado al escribir como has escrito.
Enhorabuena.
Ana Vera
28/05/2014 a las 14:31
Muy sorprendente el quiebro del principio!! parecía una escena erótica!! muy bien narrado, sí señora, me ha gustado mucho!! Enhorabuena!!
Denise
28/05/2014 a las 19:02
Excelente. No tengo nada más para decir XD
Miranda
28/05/2014 a las 19:55
¡Excelente descripción!
Has hecho que visualice la escena totalmente. Tambien he pensado al principio que era un relato erotico, pero me parece mas original el giro que le has dado. Enhorabuena, muy buen texto
Pato Menudencio
28/05/2014 a las 20:54
Está muy bien contada la historia. El principio lo encontré poético y luego el sentimiento de la artista lo plasmaste de manera precisa.
Felicidades, un relato excelente.
NHICAP
28/05/2014 a las 21:42
Hola Aina,
Ya te lo han dicho todo. Me ha envuelto desde el comienzo y casi me sentì en el lugar de Jan.
Felicidades por la excelente narración que has hecho.
Un abrazo
David Rubio
28/05/2014 a las 23:31
Un relato muy bien escrito. La escena inicial, ese número de circense que parece el de dos enamorados, pero que luego se descubre una historia más compleja. Todo llevado de una manera fluida, sin que nada parezca forzado.
Muy bien. El número inicial muy lograda, esa sensación de baile, esos movimientos tan limpios.
¿Utilizaste tu caja mágica?
Un abrazo de elefante
lunaclara
29/05/2014 a las 09:55
Hola Aina! Gran relato!… Echo de menos que se muestren sus sentimientos por el otro trapecista cuando el actual la está abrazando tan sensualmente; no parece pensar en él en ese momento, aunque sea de forma indirecta, no lo echa en falta… Hubiera prescindido de la última frase: “Mis días en el circo también.”, y acabar así: “La función ha terminado.”. Daría más juego para una continuación!!
Sabes transmitir muy bien su desesperación, su dolor.
Felicidades!!
Hasta la vuelta!
Diego R.
29/05/2014 a las 11:45
Hola Aina, fui uno de tus comentaristas. Me gustó mucho aunque le pusiera alguna pega (espero no haber sido muy quisquilloso). Si quieres puedes “vengarte” leyendo el mío: ‘El beso del cisne’. Es el 87 de la lista.
Un saludo
José Torma
29/05/2014 a las 22:39
Que historia tan bien construida, nunca estas seguro de lo que estas leyendo porque lleva giro tras giro, los pensamientos de ella hacen agil y enganchante el texto. Yo no se nada de adjetivos ni de adverbios ni acentos (tildes) pero a mi me ha parecido muy muy bueno.
Felicidades.
Chiripa
29/05/2014 a las 22:48
Solo tengo dos palabras que decir: ¡Bravo, Ayna!
Peter Walley
30/05/2014 a las 06:20
Muy bueno (como siempre), felicidades.
Lagarto
30/05/2014 a las 21:46
Joder!! 0_0
No puedo añadir nada a lo que ya te dijeron.
Estoy de acuerdo con Luna Clara me sobra “Mis días en el circo también”
El resto me encanta.
Saludos
Aina Pons Triay
31/05/2014 a las 10:38
¡Muchas, muchas, muchas gracias a todos!
Disculpad que haya tardado tanto en contestar, prefería ir leyendo todos vuestros relatos, proque sé que hace más ilusión un comentario en tu propio relato que el agradecimiento del que has hecho en un relato ajeno ;). Algún me faltáis algunos, así que seguiré leyendo.
En primer lugar, agradecer a mis tres comentaristas por sus observaciones. Creo que el más acertado de todos era el que me comentaba el hecho de que conocemos la existencia de Marc justo un par de líneas antes de saber que no va a volver. Tendría que haberle introducido de alguna manera antes. Me lo anoto para posteriores relatos (éste se queda así, estoy medio enamorada de él :P). Alguno de vosotros.
En cambio, discrepo con otro que me indica que un narrador en tercera persona hubiera sido mejor. Yo no lo creo así, porque la historia, más que las imágenes que voy proyectando, ocurre en el interior de la bailarina. Por eso necesito la primera persona, sino es mucho más dificil llegar tan hondo.
Y a vosotros, comentaristas de mis comentarios actuales (forvetor, Diego, Kangreja, Maureen, Virginia, Emyl, Aurora, Wolfdux, Vicente, Ana, Denise, Miranda, Pato, Nhicap, David, lunaclara, Diego, José, Chiripa, Peter, Lagarto), os he leído a todos y cada uno y tomo nota de todo lo que me habéis dicho.
Me alegro de que hayáis notado el tema de los adjetivos. La verdad es que resultó un trabajo bastante complicado en según qué partes (no pude poner ni ” triple salto mortal” :P), pero ha sido muy satisfactorio.
Gracias por notar el enfoque cinemátográfico. Es justo lo que ví en mi cabeza al escribirlo, así que, si lo habéis notado, es que me ha salido bien :).
Los sentimientos encontrados de la bailarina durante la actuación son medio-reales y medio-actuación: es una actriz desempeñando un papel, representando una mujer dolida con su pareja, a la que quiere demasiado pero que le ha hecho daño. Su pensamiento interior es tanto por lo real que ha sufrido ella (Marc la ha abandonado) como por la actuación, en la que precisamente representa ese papel, aunque la otra parte no es Marc, sino Jan.
La descripción del número ha sido un homenaje a mi amor por la danza. Yo no sé hacer las piruetas que describo (ya me gustaría), pero si siento cada nota que bailo, y es lo que he intentado transmitir. 🙂
El punto erótico y sensual me sale sin querer… ¿Será uno de mis puntos fuertes? Espero que sí 😉
Sobre la frase final, fue una de las primeras cosas que pensé, así que no me atreví a quitarla. La verdad es que me gusta, pero puede que tengáis razón y quedara mejor el final sin ella. Gracias por indicármelo.
Ahora empezaré a tener más tiempo, pero me he metido en la cabeza una historia más larga que no consigo recomponer. Espero tenerla lista para mi cita del jueves en el blog, pero tal vez no será para este jueves 5 de junio, sino para el 12… Os dejo el enlace por si queréis visitarlo: ainaponstriay.wordpress.com 😉
¡Ah, y no utilicé mi caja mágica! jejeje
¡Gracias, mil gracias a todos!
¡Espero que sigamos en contacto durante el verano!
¡Un abrazo enorme!¡Nos leemos!
Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com
Aina Pons Triay
31/05/2014 a las 10:40
*fe de erratas: “Alguno de vosotros… también me lo habéis comentado”.
fernando sanz
31/05/2014 a las 20:22
Hola, Aina.
Me ha gustado mucho. Me ha gustado especialmente el principio. Incluso me ha hecho reír ya que según iba leyendo la escena inicial la estaba visualizando perfectamente. Entonces, de repente, el chico sujeta a la chica y ¡la eleva por encima de su cabeza! Y yo me he dicho, vaya fiera, ¿por qué nunca se me ocurrió hacer eso a mi? Los aplausos de la siguiente frase me han sacado de mi error. Es que son bailarines… En mi interior me he sentido mejor.
Bromas aparte, me ha gustado mucho. Me ha gustado mucho el diálogo final del camerino. Tengo mis dudas con la última frase.
UN placer leerte.
Cada mes me ocurre lo mismo con muchos de vosotros. 750 palabras siempre me han parecido poquísimas, insuficientes. pero luego, el día 28 me asomo a vuestros textos y veo que dan para mucho más de lo que podría haber imaginado.
Enhorabuena otra vez.
Hasta septiembre
oskar
31/05/2014 a las 20:58
Hola Aina, te agradezco los aportes a mi relato. No podía dejar de leer el tuyo.
Muy buena puesta en escena en la primera parte del relato. Ya que comentas que el aire de sensualidad y erotismo desplegado en la historia te salió natural, no me cabe duda que es un punto bastante fuerte a tu favor. El cambio a diálogos también da mucha agilidad, al mostrar el drama de la bailarina.
Solo por decirte algo diferente a lo que ya se ha comentado, pero en la primera parte del relato el verbo “coger”, lo utilizas en varias líneas, y a mi se me quedo atorado. Tal vez, buscar un par de sinónimos?, solo es mi impresión.
No te arrojo mas flores, porque ya tienes un jardín.
Un gusto 🙂
oskar
31/05/2014 a las 21:00
Bendito teclado del teléfono, es “cojer”, no “coger”.
Disculpa.
Marazul
31/05/2014 a las 22:10
Hola Aina
¿Detrás de una pareja de bailarines, acróbatas o trapecistas que ensayan todos los días, que actúan juntos y se entrelazan en complicidad…….¿puede haber algo más?
Es un tema interesante y tú lo expresas de forma extraordinaria. Nos cuentas una historia que pudiera ser muy real. ¿Qué hay detrás de los actores, de los artistas ?
Seguramente historias más interesantes que las que interpretan
Un magnífico relato Aina
Enhorabuena….!!!!
oskar
01/06/2014 a las 00:33
!Disculpa otra vez!,El verbo si es “Coger”, sinónimo de agarrar, sujetar, asir, aferrar, etc. No se en que estaba pensando. Por mi zona, Cojer, tiene connotaciones sexuales. En fin, espero que me entiendas lo que quiero decir.
Julia María
01/06/2014 a las 15:35
Hola Aina,
He disfrutado mucho tu relato. A mí, como a otros compañeros, me engañaste totalmente al principio. Pensé que se trataba de una escena de amor y me llevé una sorpresa al encontrarme de repente en medio de una función circense.
La idea de introducir a Marc al principio podría funcionar mejor, aunque no necesariamente. El que le introduzcas al final aporta un elemento sorpresa, pues durante toda la actuación uno supone que hay amor entre los bailarines y nos sorprendemos al descubrir que no es así. Ahora bien, si escribieras una historia más larga, entonces sí, convendría presentar a Marc antes.
La frase final a mí personalmente no me sobra, pues me ayuda a entender el dolor de la protagonista.
Un abrazo
¡Que pases un feliz verano!
Escarlata
01/06/2014 a las 18:04
¡Enhorabuena Aina!
Me ha gustado mucho el relato, pues expresa muy bien el duro trabajo que hacen los trapecistas del circo. Además, deja al descubierto los sentimientos de la protagonista, y el amor que tiene hacia el otro personaje.
En definitiva, es una historia interesante y la verdad es que yo también la hubiera contado en primera persona.
Por mi parte, seguiré leyendo tus historias.
Un saludo y felicidades 😉
Silvyt
02/06/2014 a las 13:18
Hola!
Me ha encantado, de principio a fin. Le das agilidad al texto con la longitud de las frases y provocas una cantidad de sentimientos mas que interesantes. Al principio pensé que podía encajar perfectamente con la escena que escribí el mes pasado la 17, pero luego, cuando el público aplaude, sorprendes. ¡Encantada de leerte! Iré siguiéndote.
PD: Muchas gracias por el comentario
Abbey
02/06/2014 a las 21:11
¡Fantástico Aina!
Es difícil aportar nada nuevo tras esta larga lista de comentarios.
A mi, personalmente, lo que más me ha gustado es el giro que le das a la trama. El inicio tan sensual, tan cargado de emotividad que da paso a una escena circense en la que se supone que todo es fingido y que al final revierte en un final en el que la protagonista, que al principio era la cortejada, resulta ser la despechada. Y asi se cierra el círculo.
Enhorabuena
Adella Brac
03/06/2014 a las 09:56
Me encanta sobre todo la plasticidad de la primera parte. Coincido en que hubiese aligerado un poco el último párrafo para darle más rotundidad.
De todas formas, me ha gustado mucho 🙂
Un saludo.
Cristina
03/06/2014 a las 11:04
¡Hola, Aina!
¡Menuda historia! Coincido con los demás, me ha encantado el principio del relato, te engancha en la primera palabra. Me encanta ese quiero y no puedo. Narras perfectamente los movimientos de la pareja. Me hubiera gustado que ese beso hubiera sido correspondido, algo que la protagonista estuviera deseando que Jan hiciera desde hace tiempo. Pero, es una visión mía, me encantan las historias de amor complicadas que al final llegan a buen puerto.
¡Felicidades! 😀
Aina Pons Triay
05/06/2014 a las 18:40
¡Muchas gracias a todos por pasar por aquí y dejar vuestros comentarios!
Me alegro de que el relato haya sorprendido y que en general haya gustado bastante.
Todas y cada una de las aportaciones son siempre bien recibidas, y las estudio minuciosamente, incluso las reviso al escribir otros relatos, pues cada visión tiene su utilidad.
Es verdad lo del verbo coger, lo utilizo 3 o 4 veces en el mismo párrafo. ¡No me di cuenta! Gracias por el aporte, oskar.
He intentado jugar con los “sentimientos” que deben “sentir” los actores para poder expresarlos y los “verdaderos sentimientos”, que muchas veces no coinciden. Pero tal vez no ha quedado muy claro. Al haber actuado en alguna vez, te das cuenta que interpretar es un trabajo duro, y a veces es muy complicado. Imaginaos tener que convertirte de repente en un pincel. Tienes que “sentir” como un pincel, moverte como si te llevara una mano, deslizarte sobre un lienzo inexistente. Suena surrealista, pero es así. Bueno, eso, que ya estoy desvariando!!
Sobre el final y la última frase, hay diversidad de opiniones, pero de momento en mi blog la he dejado tal cual. No soy muy de finales felices y me pareció que la protagonista debía contradecirse, dudar hasta el final. Yo lo leo y es un final mejorable pero “muy de mi estilo” :P.
¡Gracias de nuevo a todos por pasar por aquí y comentar!
¡Un abrazo enorme!
Aina Pons Triay
ainaponstriay.wordpress.com
Moria
07/06/2014 a las 16:01
Cortito y potente, Aina, como mucho de lo que veo que haces. Tienes un don y una calidad espectacular para trabajar los relatos cortos. Sabes qué decir y cómo decirlo al toque, sin arreglos ni irte por las ramas (y más sin adjetivos). Eso es una cualidad esencial en un escritor. Te felicito, me ha encantado este relato 😀
Emmeline Punkhurst
07/06/2014 a las 19:28
Te ha salido un relato redondo, desde la sensualidad de la actuación hasta el abrupto corte del final.
El mayor logro es que consigues convencer al principio al lector de que los protagonistas son pareja, para ir presentando poco a poco la atmósfera que envuelven la singular “danza” de ambos y haciendo que nos demos cuenta de lo que realmente cuenta.
Muchas felicidades!
Luis del Moral Martínez
08/06/2014 a las 18:20
¡Enhorabuena por tu relato Aina!
Es magistral. No esperaba el final y decirte que me has cautivado desde la primera línea. Ha sido un placer leerlo, además de todos los comentarios y aportes. Mi texto es el número 22 del taller. Pásate cuando puedas, a ver qué te parece.
Un abrazo y felicidades por esta historia tan intensa.
Ra
09/06/2014 a las 10:56
Hola,
Yo fui uno de tus comentaristas (El que te propuso la tercera persona 🙁 )
Siento que no te haya gustado la idea. Pero si al menos te hizo pensar en ello ya te sirvió de algo.
Como te dije en mi comentario: felicidades, un gran texto. Espero que el resto de lo que te puse te fuera más útil 😉
Un abrazo y felices vacaciones.
Ra
09/06/2014 a las 10:57
¡Y gracias por comentar mi texto!
😀
Aina Pons Triay
10/06/2014 a las 06:33
¡Hola Ra! Tu comentario fue útil, incluida la recomendación de la tercera persona. Me hiciste dudar, reflexionar en si lo había hecho bien y buscar argumentos para confirmar mi elección. Todos los comentarios realizados a conciencia son útiles. ¡Muchas gracias por tu comentario, tanto aquí como en los comentarios anónimos!