Literautas - Tu escuela de escritura

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Rhodopseudomonas Palustris - por Ana Vera

No sé cuándo os vais a cansar de escuchar la historia de los Grandes, aquello no merece la pena recordarlo. ¿No preferís escuchar mis aventuras por las montañas de sal de las lágrimas? No hay topografía más bella que la de esos cristales que he escalado tantas veces. Pero si de verdad queréis una historia de terror os contaré la de aquella vez que, hace muchos, muchos años, caí en una gota de agua marina con vuestros abuelos…
No, la de los Grandes otra vez, no. Lo único que se salva de esa historia es la parte en la que el suelo salió volando y comenzó a caer, justo antes de crujir violentamente bajo nuestros fosfófagos y hacerse añicos.
Volvamos a la gota de agua marina, eso sí es una historia: una vez vuestros abuelos y yo caímos en un charco de agua de mar y vivimos una de las experiencias más terroríficas de nuestras vidas. Nunca habíamos visto monstruos como los que viven en esas aguas. Tenían unos fosfófagos cien veces más largos que los nuestros, con los que te atrapan y te comen de un bocado, porque los monstruos marinos todavía comen, como los Grandes, sí… No empecéis, no pienso volver a ellos, ya os he dicho que es aburridísimo excepto la parte de cómo escapamos de allí: el suelo cayó como cuando vuelas sobre una hoja seca que de pronto se desprende, pero a la velocidad del diablo. Fue todo tan rápido que no nos dimos cuenta de que el suelo estaba cayendo hasta que explotó. No me avergüenza reconocer que el terror se apoderó de nosotros en aquellos momentos.
Pero lo que os estaba contando, pedid al Amanecer que no caigáis nunca en una gota de agua marina, no sé cómo escapamos de allí. Claro que entonces yo era muy joven y tenía todos mis fosfófagos en forma, ahora tengo estos tres inútiles, desde el accidente con lo Grandes. Cambiemos de tema, quizá el sitio más hermoso de cuantos recuerdo ahora mismo sea la gota del zumo de naranja, un delirio de colores. Los Grandes se creen, si es que queda alguno vivo, que es naranja, pero no es naranja en absoluto es… oh, qué pesados sois, lo de los Grandes es ridículo y ya lo sabéis de memoria.
¿Cuántas veces os he contado cómo nos llamaban esos Grandes? Rhodopseudomonas Palustris y cosas aun más extrañas, como Bacteriasdescubiertas. Qué cretinadas. No sabían que somos los Filosoles. Admito que tiene su gracia, yo tampoco podía parar de reír con eso cuando estabámos allí. Me acordaba de Filosoles que no estaban con nosotros y me preguntaba qué les parecería llamarse Rhodopseudomonas Palustris y Bacteriadescubierta. Lo que pasa es que los Grandes eran un pueblo ignorante que no se enteraba de nada, si las cosas no tenían el tamaño de un circo se creían que no existían, y cuando descubrían que existían les parecían fascinantes.
Os decía lo de la gota del zumo de naranja, que es el sitio más hermoso que conozco, pero es que no me acordaba de la belleza de los bosques de neuronas en ese momento, ese sí que es un sitio hermoso, es como si estuvieras en una tormenta eléctrica interminable, el cielo no para de iluminarse con los rayos más extraños que os podáis imaginar.
No insistáis más, por favor, con los Grandes no vi nada bello ni emocionante. Teníamos mucho sueño y pasábamos muchas horas durmiendo. No hacían otra cosa que encerrarnos en un sitio y en otro. En algunos era muy fácil encenderse, pero en otros no había manera, no nos llegaba nada a los fosfófagos y cuando creíamos que nos apagábamos para siempre, nos encerraban en otro sitio distinto donde podíamos recuperarnos un poco. Así fue como descubrieron que nos alimentamos de luz, ya veis, noticias frescas. No entendíamos aquel entusiasmo, lo único que nos importaba era que terminaran de descubrirnos de una vez y nos tiraran por el fregadero. Las cloacas no eran un sitio temible para Filosoles como nosotros y en aquellos momentos no nos hubiera importado acabar en las cloacas con tal de salir de allí.
No me gusta recordar aquello. No sé qué es lo que nos hicieron. Hasta entonces habíamos paseado por los cabellos de los Grandes, navegado por su sangre, pasado de un Grande a otro en un beso sin que nada malo les sucediera, pero desde que estuvimos allí, si los tocas se mueren enseguida.

Comentarios (51):

Nymeria

27/05/2014 a las 21:23

Me ha gustado mucho, es muy original y me he reído muchísimo leyéndolo, muchas felicidades.

Ana Vera

27/05/2014 a las 22:13

Muchas gracias, Nymeria, por tu comentario, es mi primera participación en el taller y me hace mucha ilusión… me alegro mucho de que te hayas reído leyéndolo.

¡¡Un abrazo!!

oskar

28/05/2014 a las 02:44

Jejeje, que buena historia, me mandaste a goglear por los benditos fosfófagos y aun no se si existen o te los inventaste. Creaste todo el universo microbiano alrededor de los protagonistas. Muy linda forma de escribir, te felicito.

Grácias por tu comentario en mi relato, Creo que a algunos no les hizo mucha gracia la matanza de payasos, tal ves lo mío es personal.

Un abrazo 😉

Julia María

28/05/2014 a las 05:10

Hola Ana Vera,

Enhorabuena por una historia muy bien escrita, con una trama y personajes tan originales.
Bienvenida a Literautas.
Un abrazo

Ana Vera

28/05/2014 a las 09:26

¡¡Muchas gracias, Oskar y Julia María por vuestros comentarios!!

Un abrazo!! 🙂

lunaclara

28/05/2014 a las 15:34

Hola Ana! Me ha gustado mucho tu relato: rezuma originalidad y frescura.
Escribir en 1a persona siempre es difícil. Has sabido transmitir emociones, captando la atención del lector.
Se lee de un tirón.
Está genial!!

Felicidades!

Marazul

28/05/2014 a las 16:08

Muy original y creo que difícil de escribir. Imaginación a raudales en cuanto a la historia y a los nombres tan bien elegidos. Podrías haber seguido paseándote por todo el universo y te hubiera dado para veinte tomos de una enciclopedia. ¿Quién dijo que en la biología no había literatura?. Repito: original y bien escrito. Felicidades….!!!!

Ana Vera

28/05/2014 a las 17:08

¡¡Muchas gracias, Lunaclara y Marazul por vuestros amables comentarios!! ¡¡Nos leemos!!

fernando seguí

28/05/2014 a las 19:58

Hola Ana Vera.
Te has quedado con la gente con la originalidad de tu relato. Genial!!!
Es divertido y fluido. Una inyección de aire fresco.
Un saludo.

David Rubio

28/05/2014 a las 23:19

Hola Ana, no te voy a repetir que es original. Me gustó el estilo fresco, la historia se lee de un tirón y en seguida se percibe quienes son los Grandes, lo que hace una lectura fluida.
El estilo es muy oral. Para este relato queda bien, pero en otros debería estar más cuidado, más escrito.

Saludos

Andrés Sulbaran.

29/05/2014 a las 02:38

Excelente Ana. Desde el titulo me llamó la atención al instante y te aseguro que, si viera ese titulo en algún libro, lo compraría de inmediato.

Se me hizo un poco difícil de leer por una que otra palabra que no conocía, pero, venga, es una pequeñez.

Espero poder leerte en el próximo taller Ana, saludos.

Pato Menudencio

29/05/2014 a las 14:22

Me ha sorprendido el relato. Al principio pensé en una historia de fantasía, pero luego descubrí que las proporciones de una historia dependen del microscopio con que se mire.
Felicitaciones, Me ha encantado.

Ana Vera

29/05/2014 a las 15:05

¡¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios, chicos!!

NHICAP

29/05/2014 a las 19:36

Bienvenida Ana,

Buen relato Ana. Un gran derroche de fantasía fluye de tu imaginación. Un texto de prosa sencilla para un titulo que es un perfecto anzuelo para pescar lectores.
Me gustó las idas y venidas de la autora recordándonos a los Grandes, mientras nos conduce con habilidad hacia el mundo micro.
Enhorabuena y hasta la próxima
Un abrazo

Eva

29/05/2014 a las 22:32

Hola! toda una lección de cómo la biología encierra su punto de lirismo! Como le ha pasado a otros, no he tardado en ponerme a buscar fosfófagos por el universo de Google sin resultado! Y de paso me he dicho que no me vendría mal repasar el libro de biología de COU. Besotes

Emyl Bohin

29/05/2014 a las 22:54

Terrible historia postapocalíptica. Me imagino a Charlton Heston mirando las ruinas de un laboratorio y maldiciéndonos. Gracias Ana Vera por avisarnos de los peligros de las manipulaciones genéticas y experimentos varios con la R.P. pero lo haces de una forma tan literaria, tan bien escrita que corremos el riesgo de que te hagan el mismo caso que a Brad Pitt en los doce monos. Esos portas caídos llevando al aniquilamiento a la especie humana. A mí lo que me ha hecho gracia (me ha salido una carcajada chillona) es el título de tu blog.

Saludos y enhorabuena.

hupacal

29/05/2014 a las 23:08

Hola Ana Vera! Gracias por leer mi relato! Aquí va lo que pienso del tuyo:

Me encanta la forma de mezclar al ciencia con la literatura (además me gusta mucho la Microbiología). El resultado es un relato diferente, original, fresco e interesante! Un gran trabajo!

Ana Vera

29/05/2014 a las 23:47

¡jeje, qué bueno, Emyl!

¡Muchas gracias de corazón a todos por vuestros comentarios!

Osvaldo Mario Vela Sáenz

30/05/2014 a las 00:20

Ana Vera: Un dialogo, con un lado mudo pero sin ser monologo, lo conviertes en un regalo que muestra, que los alcances de las letras no te limitan. Debes de poseer un diccionario muy de acuerdo con la viveza de tu creatividad: Mandamelo. Enhorabuena

marisa cuñat mafé

30/05/2014 a las 00:30

Muy original ,qué capacidad para unir ciencia literatura y humor.Muy bueno.

Yiye

30/05/2014 a las 02:58

Muy original, sí señor.

¿Lo mejor? Los pequeños detalles que se van dejando caer antes del final: “Pedid al Amanecer” para luego comprender que necesitan la luz para vivir; o “si es que queda alguno vivo” y “desde el accidente con los Grandes” para acabar descubriendo lo que estas bacterias acabaron provocando (por nuestra culpa, eso sí).

Gran trabajo.

Peter Walley

30/05/2014 a las 06:25

Wow, de lo mejor que he leído este mes. Me ha hecho gracia cómo a pesar de decir lo contrario acaba volviendo siempre a la historia de los grandes, y hasta que no lo has dicho no me he dado cuenta de que eran bacterias (yo soy así).

Me ha gustado también mucho el final. Sigue por aquí, yo pienso seguir leyéndote.

Aina Pons Triay

30/05/2014 a las 08:36

¡Pero bueno! Menudo estreno Ana. Voy a ser repetitiva, pero es que es original, divertido, entretiene, engancha… ¡Lo tiene todo!
Lo que más me ha gustado es el tono del narrador en primera persona, ese padre/madre bacteria que quiere contar otra cosa, pero al que los chiquillos interrumpen para que cuente lo que ellos quieren oír.
Me ha encantado esa voz. Gracias por compartirlo.
Enhorabuena.

fernando sanz

30/05/2014 a las 10:59

No te voy a decir nada que no hayan dicho ya mis compañeros… ¡¡¡Vaya peazo historiaca!!!
Me ha encantado, de verdad. Todo lo que no dices y está ahí, al alcance de nuestra imaginación. Fabuloso

fernando sanz

30/05/2014 a las 11:05

Por cierto, me ha encantado el nombre del Blog. La inteligencia ante todo… la poesía puede esperar…

Vicente Pacheco Gallego

30/05/2014 a las 14:17

Te felicito por la historia que nos has dejado. Los Grandes como siempre estamos tan perdidos en muchos mundos que todavía no nos enteramos de lo que hacen falta a otros organismos.

Tambien te añado algo relativo a lo que has escrito: ¡Nos descubrieron, por fin nos descubrieron! En cuanto has puesto “ya veis, noticias frescas” me ha venido a la mente esa frase.

Enhorabuena y sigue adelante.

forvetor

30/05/2014 a las 17:13

jajajajaja, muy bueno Ana. tengo que confesar que no me enteré de la mitad de las cosas que iba contando el narrador, del contexto saqué la mayoría y por las pista otras pocas … pero, sabes qué? que no me importa, me lo pasé en grande igualmente sin entender el fondo del relato. para lo que ayuda mucho el tono del narrador, un acierto total.
espero que para el próximo no nos lo pongas tan difícil, que me vas a tener todo el verano esperándolo 😉
un saludo compañera!! nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/

Ana Vera

30/05/2014 a las 19:00

¡¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!! Lamento haber descubierto esta página tan tarde, justo ahora que hay parón de verano, pero bueno, más vale tarde que nunca. Lo cierto es que lo he pasado fenomenal leyendo, aún me quedan como 10 relatos del principio, pero los terminaré de leer todos e intentaré comentar a todo el mundo. Para mí es un placer que me cuenten cuentos, absolutamente de todos se puede sacar algo positivo y de todos se puede aprender mucho.

Osvaldo, mi diccionario es… en fin… las palabras que no entiendes es que ¡me las inventé, já!
Peter, (yo también soy así)
Aina, a mí me ha encantado lo de “los chiquillos”
Fernando, no sé si es inteligencia o remolonería!!
Vicente, no sabes cómo celebro haberte traído a los Luthiers al recuerdo… ya quisiera yo… pero sí, algo de eso quería decir.
Forvetor, me alegra mucho haberte vuelto un poquito loco!!

En fin, un gran abrazo para tod@s, os sigo leyendo, iré tirando de lo antiguo, todavía estoy en fase de descubrimiento del blog!! Escribid, escribid mucho, malditos!!

Elisa

31/05/2014 a las 00:25

Hola Ana, me ha gustado mucho leerte. Tu relato es fluido, original y divertido. Saludos:)

Chiripa

01/06/2014 a las 00:24

Ana, vaya que divertido y original relato nos has regalado en tu primera incursión en Literautas.
Escrito de una manera tan agradable, permites al lector leerlo de un tirón.

Enhorabuena, Ana!!!!

Carlos Dauro

01/06/2014 a las 07:49

He leído tu historia de un tirón, bien redactada y posponiendo poco a poco lo de los Grandes, con lo que nos haces seguir leyendo. Es original, nunca había leído una historia desde el punto de vista de las bacterias.
Enhorabuena y no seguimos leyendo. Feliz Verano.

Ana Vera

01/06/2014 a las 08:15

Muchas gracias Elisa, Chiripa y Carlos por vuestros comentarios, pero sobre todo por leer mi cuento. ¡Cuando lo perpetré no imaginaba que fuera a leerlo tanta gente!

Escarlata

01/06/2014 a las 13:23

¡Hola Ana!
Gracias por tu comentario en mi relato. Solo decirte que tu historia es increíble y me ha parecido divertida e interesante. Un relato desde una perspectiva diferente.
Saludos y enhorabuena.

Miranda

01/06/2014 a las 18:21

Hola Ana Vera:
Bienvenida:
Tu bosque de neuronas, tiene más iluminación que una ciudad en fiestas, je,je.
No quiero repetirme, porque ya te lo han dicho todo.
Menudo estreno, te has puesto el listón muy alto para cuando volvamos. Me apunto tu nombre para seguirte.

Gracias por pasarte por mi relato, aunque como te perdiste el anterior, que tenía todas las claves y era un relato mucho más completo, que me pidieron que siguiera, te quedaste un poco a medias.
Te dejo los link, para que si tienes un rato leas los dos seguidos:

Escena 17 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-17/1672
Escena 18 https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-18/1823
Saludos y Enhorabuena. ¡Un gran estreno!

Kangreja

01/06/2014 a las 20:17

Sencillamente fascinante! Creas un mundo desde la micro-esfera donde haces vibrar al lector, felicidades! bien hecho!
P.D. Gracias por haberte pasado por mi texto y por tus palabras.

Ana Vera

02/06/2014 a las 10:02

Muchas gracias, Escarlata, Miranda y Kangreja por leerme y por comentarme.

¡Un abrazo!

Silvyt

02/06/2014 a las 12:57

Poco me dejan que decir: Me ha encantado la fluidez con la que cuentas la escena, aunque el misterio de quién está contándola lo dejas un poco al descubierto con el título. Igual esa era tu intención 😀
De cualquier modo, enhorabuena.

Un saludo y gracias por tu comentario.

Diego Manresa Bilbao

02/06/2014 a las 17:38

Excelente.
Una idea muy muy original, el punto de vista de las bacteria que se alimentan de luz(electricidad, que lo he buscado jejejeje) es interesantisimo, el relato puede ser confuso en algun momento, pero me ha gustado mucho.
Con ganas de leerte mas!
Un saludo

Ana Vera

02/06/2014 a las 19:37

Llevas razón, Silvyt, de hecho lo publiqué en mi blog con el título “El abuelo Rhodo” con algunas revisiones más. Gracias por leerme y por tu comentario.
Gracias por tu comentario, Diego, si lo has buscado habrás visto que Rhodo realmente existe y que lo descubrieron hace muy poco, dos o tres meses, aunque la noticia no decía nada que fuera tan peligrosa. Gracias por tu comentario.

Abrazos para los dos!!

Abbey

02/06/2014 a las 20:57

Hola Ana.
Te confieso que el comienzo de tu relato me ha desconcertado un poco pero en cuanto he entendido por donde iban los tiros no he podido reprimir la sonrisa.
Me ha encantado el pseudónimo de “los gigantes” y tu imaginación desbordante para la ¿anatomía? bacteriana/viral/protozoica o lo que fuera ese invento tuyo.
No he leído los comentarios anteriores(prefiero no hacerlo antes de comentar para que no me influyan) por lo que no sé si te han elogiado la “moraleja ecologista” final. Por lo menos así lo he entendido yo.
Enhorabuena

Adella Brac

03/06/2014 a las 08:24

Me gusta la idea general. También esos pequeños detalles a través de los cuales el lector tiene que construir la escena, como en “la belleza de los bosques de neuronas”.
¡Enhorabuena!
Un saludo.

Cristina

03/06/2014 a las 10:55

¡Hola!
Una historia muy novedosa, la verdad es que hace falta mucha imaginación para escribir algo así ¡felicidades! Me ha gustado mucho la manera de narrarlo como un cuento que el abuelo quiere explicar a los niños.

¡Un saludo!

Ana Vera

03/06/2014 a las 21:24

¡Muchas gracias, chicas, por los comentarios! Me alegra mucho que os haya gustado. Abracitos.

Kelly Hernández

03/06/2014 a las 23:10

What! fue lo primero que me dije al leer el título jjaja buen enganche. Una historia muy fluida y que disfruté mucho al leerla. No te imagino sentada en una silla convencional en un studio convencional sino en un laboratorio. Gran presentación

Nos leemos

http://kellyjhernandez.wordpress.com/

juanjohigadillo

04/06/2014 a las 08:36

¡Guau…! ¡Menudo derroche de fantasía! Me ha parecido muy de agradecer la originalidad de tu relato, dando voz a otras formas de vida diferentes a la humana. De verdad, realmente ingenioso.

Borja

04/06/2014 a las 11:40

Hola!
Original como pocas. jajaja. Muy buen trabajo.

Ana Vera

05/06/2014 a las 19:23

Kelly, no estoy en un laboratorio, soy de letras pura cepa, gracias por tu comentario, me ha hecho mucha gracias.
Gracias también, Borja y Juanohigadillo por vuestros comentarios, pero sobre todo por sufrirme…

José Torma

06/06/2014 a las 19:21

Hola Ana Vera.

Pues yo me siento un gran estupido porque no entendi ni jota. Busque en google el significado de fosfofagos y me llevo a tu blog! jaja

Ah que mal me siento por la desicion de anoche de beber unas cervezas, tal vez con cerebro mas claro me hago una mejor idea.

*****

Lo he leido por tercera vez y ayudado un poco por los comentarios de los compañeros entiendo un poco de que va la onda.

Con lecturas como esta es cuando me doy cuenta que debi poner mas atencion en las clases de biologia y ciencias naturales.

Pero ignora mi comentario, te felicito por tus conocimientos y la manera tan original de presentarlos.

Saludos y no me odies por ser tonto… 🙁

Ana Vera

06/06/2014 a las 20:17

¿Odiarte yooo, corazón? ¡Encima que te molestas en leer mi cuento y comentarlo, dando una opinión sincera que, además, estás en todo tu derecho de expresar desde que lo hago públicoooo???? ¡¡Claaaro que no!!

Abracitos 🙂 <3

(Y ojalá te compres Galletas Oreo y te salgan sin cremita dentro!! :P)

Luis del Moral Martínez

08/06/2014 a las 18:10

Un relato increíble, Ana.

Me he reído un montón. Es muy original e intrigante. He tardado un poco en ver que estabas hablando de bacterias (o rhodoposudomonas jajaja). Me encanta. Sigue así :P.

Un abrazo.

Ra

12/06/2014 a las 08:12

Hola, Ana.
Bienvenida. Disculpa la tardanza en mi comentario.
Me ha gustado mucho tu relato, aunque he de confesarte que he tenido que leerlo un par de veces para entenderlo bien. Súper original el modo, el tema, el porqué, un diez en imaginación. Me has dejado con la boca abierta. Y me has motivado para dar más de mí. Si unas pequeñas bacterias apocalípticas pueden ser tan tiernas es que eres buena, muy buena. Espero leerte mucho más por aquí. Un beso.

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