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La Promesa - por José Torma

Web: http://www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com

—Chatita, ¿me quiere?

Martha retiró un mechón de cabello que le cubría el ojo izquierdo.

—Bien sabe que sí, Moncho —le contestó con ternura.

—Entonces, ¿por qué está triste, amor? ¿Qué le pasó?

—Soy una tonta, no me haga caso —dijo aguantando un suspiro—. Apacígüese, que se va a lastimar el brazo

—Me siento cansado, el cuerpo pesado. ¿Me voy a morir verdad?

Ella esquivó la mirada para que no viera sus lágrimas.

—¡Cómo dice tarugadas! El doctor dice que va a estar bien.

Ramón la miró con amor.

—Vieja, ¿me ama?

—Viejo loco, eso del amor es para jovencitos. Usted y yo hace rato pintamos canas. Estese sosiego y déjeme rezar mi rosario.

—Perdóneme, viejita, pero creo que le voy a faltar a la promesa —le dijo mientras cerraba los ojos.

Martha no pudo contener más el llanto.

Recordaba cómo lo conoció. Eran las ferias del pueblo y su amiga Susana la había obligado a ir a la plaza.

—Seguro que agarramos marido —le decía mientras caminaban hacia el centro—. Si no, al menos una invitación al circo.

La fiesta del pueblo era muy concurrida por los solteros en edad de merecer. La costumbre indicaba que, en la Plaza Mayor, las damas caminaban en el sentido de las manecillas del reloj y los caballeros en sentido contrario. Si una pareja se gustaba, entonces el hombre la invitaba a tomar una raspa o un helado. Si el muchacho tenía suerte, eso podría ser el inicio de un noviazgo.

Al llegar a la plaza, Martha vio a Ramón; estaba montado en su caballo alazán, él tenía un gran bigote que le daba personalidad a su rostro moreno. Supo en ese momento que ese jinete sería el dueño de su corazón.

Lo vio desmontar con gallardía, amarrar el cuaco, levantar la mirada y lanzarle un guiño. Ella se ruborizó tanto que hasta empezó a sudar; más cuando él se acercó adonde Susana le pellizcaba el brazo para que se espabilara.

—Buenas tardes —le dijo mientras le tomaba la mano—. ¿Me aceptaría una invitación a un refresco?

—¡Acepta, taruga! —la empujó Susana al ver su reticencia—. Yo los veo al ratito— y dando un giro a su cabeza y con singular coquetería, se acercó a la plaza.

Sin soltarle la mano, Ramón la llevó al puesto de sodas. La química era innegable, la rota había encontrado a su descosido. Tres semanas después eran novios y a la quinta semana su sueño se convirtió en realidad cuando, yendo en la grupa del caballo, su hombre volteó la cabeza y, sin delicadeza, le plantó un beso en el cachete.

—Ay, Chatita ¿hasta cuándo dejará de ser tan chiviada? —sonrió mientras espueleaba al alazán. Luego, y a la vera del rio, le tomó sus pequeñas manos y mirándola con gran ternura le dijo:

—Chata, aquí solos usted y yo, en la presencia de Tata Dios, le hago la promesa de quererla para siempre, de no faltarle nunca y, si la hora llega, de morirnos juntos para llegar los dos al cielo. ¿Cómo la ve, mi alma? ¿Me acepta por marido?

Martha le sonrió a la vez que lo abrazaba.

—¡Juntos pa’toda la vida, Moncho!

Solo el bip del monitor interrumpía el amoroso silencio entre la pareja. Ramón había caído en un leve sopor y Martha le limpiaba la frente con su pañuelo favorito. Las lágrimas corrían por su bello rostro mientras realizaba la tarea. El doctor entró a revisar los signos, pero su gesto indicaba que el final estaba cerca.

Después de lo que le pareció una eternidad, Ramón abrió los ojos y al ver sus lágrimas logró levantar su brazo para limpiarlas.

—Ahora sí me voy, Chatita, no me llore ni me frunza la jeta que se mira fea. Le pido perdón por no poder esperarla, pero Tata Dios me llama. Sirve que llego antes para poder platicarle pa’cuando me alcance.

Su respiración se hizo entrecortada y el aparato empezó a emitir una serie de alarmas. Los doctores se apresuraron a auxiliarlo pero, con un gesto, Martha los detuvo.

Ramón la observó y sonrió a la vez que le decía:

—Deme un beso, Chatita, de trompita— y, mientras Martha le cumplía su petición, Ramón emprendió el viaje.

*****
Con dedicatoria especial al Tío Güero, QEPD.

Comentarios (47):

forvetor

27/05/2014 a las 14:23

precioso José.
espero que esos que te decían que te estabas “españolizando” en tu forma de escribir hayan dejado ya de mortificarte. me gustan mucho los coloquialismos latinos y me gusta más verlos en los diálogos, les dan vida. felicidades.
no veo mucho que comentar negativo del texto, así que no voy a rebuscar, me quedo con el regusto agridulce de la narración y agradezco que la compartas con nosotros.
veo que al final no te arrancaste con el desafío xD.
un abrazo, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/

Kelly Hernández

27/05/2014 a las 18:16

Con un lenguaje sencillo, lograste contar una historia hasta tierna. Las expresiones propias de nuestra cultura en tu historia, la hacen más natural y más real.

Me encantó!

Te invito a leerme, soy la número 10.

Emyl Bohin

27/05/2014 a las 18:27

Una gran historia. Los diálogos fluyen y da gusto leerlos en voz alta. Los términos que no conozco no interrumpen la lectura, de hecho, pese a mi costumbre, no he buscado su significado porque está perfectamente claro. Solo uno he mirado, Tata Dios, y de paso me enteraba el porqué del Tata Martino. Curioso que en Argentina tata dios sea un insecto tipo mantis religiosa.
Enhorabuena.
Nos leemos.

Aurora Losa

27/05/2014 a las 18:46

Y que cada vez que lo leo me gusta más y más.
Precioso brindis, Jose, ya te dije que estoy convencida de que tu tío estará recontento allí donde esté.
Besos y enhorabuena, especialmente por saber aprovechar tus horas bajas para regalarnos esto.

peneca2

27/05/2014 a las 20:37

Gracias por tus conceptos José sobre mi cuento (68)

Respecto a tu cuento no es fácil escribir teniendo el diálogo como sostén gran parte del relato y conseguir emocionar. Los dos personajes se ven entrañables, tiernos en una historia que deja abierta la herida de una separación que no depende de ellos.
Solo me queda felicitarte.
Entraré a tu página Web para seguir disfrutando de tus cuentos.
Solo un pequeño alcance que no logra de ninguna manera restar merito a “La promesa”
Estas dos expresiones me hicieron detenerme mientras leía: “cansado, el cuerpo pesado” tal vez sea la rima y, “y con singular coquetería imagino” Debe ser el adjetivo “singular” el que me hizo detener la lectura.
Por los comentarios que te escriben me parece que eres de la Argentina, por mi relato te habrás dado cuenta que vivo al otro lado de la cordillera.

Saludos

José Torma

27/05/2014 a las 21:57

Gracias a todos por sus palabras.

peneca2, esa parte fue dificil para mi porque tambien me sonaba raro. Pero como comente alguna vez, no me gusta retocar mucho, escribo reviso y muy rara vez modifico (error mio totalmente). Lo de singular es muy utilizado aca en Mexico, al menos aca en Chihuahua mi estado, donde decir “con sigular alegria”, “con singular pereza” es solo un modismo jaja.

Gracias una vez mas a todos los que ya llegaron y a los que espero lleguen despues.

Saludos

Osvaldo Mario Vela Sáenz

27/05/2014 a las 23:03

Jose; con una historia tierna me has transportado a través del tiempo. A una época caballeresca en que en la plaza del pueblo, las mujeres daban la vuelta a favor de las manecillas del reloj y los caballeros a la inversa, para poder escoger la pareja ideonea. Esas tradiciones ya han quedado en el olvido, pero tu las has revivido con esa facilidad que tienes para pintar un escenario. Tu vocabulario me va como anillo al dedo. Felicidades.

Marazul

27/05/2014 a las 23:05

Yo te comenté José y me pareció entrañable tu forma tan coloquial de expresarte. Y reconocí que era un homenaje por la muerte de algún familiar. Es una forma de expresión tan particular que no le puedo poner pegas a tu gramática…a tus expresiones. Algunas ciertamente singulares y graciosas teniendo en cuenta que yo soy de una ciudad del norte de España en donde hablamos muy correctos….pero nos falta tu gracia. Un saludo

Miranda

27/05/2014 a las 23:26

Hola Jose, ya conocia tu relato por el blog. Y te recalco que me emocionó. Como ya te he dicho por el wassap.
Es una historia preciosa, me ha encantado.
Aunque me quedó la duda de porque se la llevaban solo a ella. Un desahucio seria a los dos. Pero al margen de ese dato, me encantó leer este relato
Saludos.
Supongo que antes o después te vere por mi relato

Cristina

27/05/2014 a las 23:28

Una historia entrañable, José. Me han encantado los personajes y el diálogo. A pesar de que no entiendo muchos términos, el relato ha conseguido transmitirme muchas sensaciones, y no he podido evitar sentirme un poco apenada al final. No es fácil emocionar a los lectores. Enhorabuena.

Pato Menudencio

28/05/2014 a las 04:07

Me emocioné con tu relato, Lograste un cúmulo de sentimientos sin llegar a lo cursi. Imaginé a la pareja de ancianos reviviendo los recuerdos.
Una historia de amor de las buenas.
Felicitaciones.

Julia María

28/05/2014 a las 05:15

José,

Tu relato me ha conmovido profundamente. Siempre me han acusado de tener nociones románticas “anticuadas” lo cual creo ha contribuído en gran medida a que me haya gustado tanto tu historia de amor. Me reí con lo de que“la rota había encontrado a su descosido” y me cautivó la manera en que Ramón le pide a Martha en matrimonio. ¡Qué romántico! Como persona de gran fe, me llegaron al corazón las palabras: “le hago la promesa de morirnos juntos para llegar los dos al cielo.” Ramón es mi ideal de hombre. 🙂

Felicitaciones por esta bonita historia.

lunaclara

28/05/2014 a las 08:05

¡Me encanta, Jose Torma! ¡Qué preciosidad de relato! Eso es amor y lo demás es tontería. Y escrito así, con palabras de tu tierra, tiene más gancho.

Felicidades!!!

Espero que sigamos leyéndonos por nuestros blogs. Yo suelo anunciar las entradas nuevas en mi blog a través de Google+, ¿tú también?

Nos leemos.

Saludos.

Borja González

28/05/2014 a las 08:34

Hola!
Gran trabajo, sin duda. Me gustó mucho; solo lamento lo triste del final. Pero nada da más sentido a la vida que la muerte, y no hay nada más sin sentido que una vida sin amor. Moncho lo tuvo. Supongo que puede irse en paz.
Me gustaría resaltar la parte en la que forma el cortejo. Desprende un realismo y una sencillez digna de alabar.
Saludos.

Maureen

28/05/2014 a las 09:40

Qué bonito y qué triste, José Torma, me ha emocionado. Me gusta mucho cómo está escrito, es un español muy sonoro y poético, me encanta. Por cierto, las he buscado pero no las he encontrado: ¿qué significan las palabras “raspa” y “chiviada”? Pura curiosidad, porque no me hago a la idea 🙂

Enhorabuena, me ha encantado.

Ana

28/05/2014 a las 10:19

Hola José,

Me ha encantado. Triste, tierno y entrañable. El final de una historia de amor que dura hasta el final de la vida de uno de sus dos protagonistas.

Me ha gustado mucho el lenguaje. Resulta muy dulce, muy tierno y transmites todo el amor que sienten los personajes.

Quién te dice que te estás españolizando? Para nada 🙂

Sigue así, por favor!

Un saludo.

Eunice

28/05/2014 a las 12:13

Si te soy sincera ya entré a leer tu relato, lo comencé y, como no me llamó la atención, no lo leí entero. Ahora, en una segunda intentona, la verdad es que creo que es un texto interesante. Me gusta que sepas diferenciar entre lo que es una narración y lo que es un diálogo utilizando un español neutro para la narración y dejando el habla coloquial y las palabras propias de un país concreto para el diálogo. Gracias a eso los personajes adquieres su propia personalidad y el narrador pasa desapercibido como un simple instrumento para contar la historia.

También me ha gustado el hecho de que no llaman la atención las palabras que se pedían para el taller y están colocadas de una forma muy natural.

Wolfdux

28/05/2014 a las 13:11

Tierno relato José. Directo al corazón. ¡Felicidades!

Isabel Ramírez

28/05/2014 a las 14:07

Qué bueno,José. Qué linda historia. Felicitaciones!!

José Torma

28/05/2014 a las 15:13

Muchas gracias a todos por sus palabras. Parezco disco rayado pero en verdad me emocionan.

LunaClara ya sabes que estaremos al pendiente de todos. Fan No1 te recuerdo.

Maureen, la palabra raspa es un dulce, no se si tipico mexicano que consiste en hielo escarchado con jarabe de sabores que te tomas con un popote. El termino mas correcto seria un raspado, ya que raspas el bloque de hielo.

Chiviada es como avergonzada, como cuando te dicen algo y te ruborizas o te “chiveas” jaja soy un desastre.

Eunice, gracias por darme otra oportunidad y al ser este el texto que pienso tratar de colocar en la recopilacion, me gustaria tu opinion de como podria hacerlo mas “enganchante”.

Saludos a todos y si aun no llego a su relato, tenganme paciencia que voy al pasito.

Denise

28/05/2014 a las 18:54

Bueno, es la primera vez que me emociono en serio con un cuento del taller, es tan dulce y está contado de una manera tan natural que es difícil no empatizar con los personajes.
Es muy hermoso, José.

hupacal

28/05/2014 a las 21:44

No me suelo emocionar, pero como se diría por aquí, tu relato me ha llegado a la patata. En tan poco cuentas una gran historia de amor. Fácil es imaginarse a nuestros abuelos (si eres de mi generación) en una situación similar, ¡con la de historias sobre su infancia y las fiestas de los pueblos que nos han contado!

Precioso, de verdad. Además, me encanta el hecho de que tenga su propia manera de hablar, que no es correcta, pero sin embargo es natural y real. Muy buen trabajo

NHICAP

28/05/2014 a las 22:22

Hola José,
Excelente José. Has trasmitido a la perfección la linda historia de amor de Moncho y la chavita Martha, una brillante narración, con unos diálogos entrañables y creíbles que muestran la ternura con que el escritor presenta a sus personajes.
El empleo de los giros y expresiones mexicanas, me trasmiten cercanía con los sentimientos de amor que inunda el relato, de principio a fin.
Enhorabuena, por la naturalidad y sencillez del texto. Un relato escrito con enorme sensibilidad y respeto a los personajes.
Un abrazo compañero.

Aina Pons Triay

28/05/2014 a las 22:47

Que bonita dedicatoria a un ser querido para decirle adiós. Es tan natural, tan tierno y la vez con expresiones tan divertidas, tan encantadoras, tan de tu tierra. Una historia de amor preciosa, de las de verdad, de las de plaza del pueblo. Me ha encantado, me has emocionado. Enhorabuena.

Ana Vera

28/05/2014 a las 22:56

Enhorabuena, es un relato magnífico, se me han saltado las lágrimas. Los americanismos están colocados con verdadera maestría y le dan un sabor muy particular. Me ha gustado mucho el flash-back, que está perfectamente estructurado con el tiempo presente del relato. ¡¡Muy bueno!! ¡¡Enhorabuena y gracias por compartir tan maravillosa historia!!

Chiripa

29/05/2014 a las 02:38

¡Órale José, que bonito tu relato!
Como siempre, magistral la narración, el uso del vocabulario, la gramática y la ortografía.
Tratas a tus personajes con mucho cariño y eso me deja una sensación muy grata.
Ma ha gustado mucho lo da la caminata por la Plaza mayor, damas y caballeros en sentidos diferentes!!! Estos mexicanos se las saben todas!!!!

Enhorabuena José! Felices Vacaciones!!!

Peter Walley

29/05/2014 a las 06:18

Una historia preciosa, se nota que le has puesto mucho cariño. Felicidades por hacerlo tan bien.

Brillo De Luna

29/05/2014 a las 14:55

¡Tu nombre ya es una leyenda en literautas!Uno mira en la lista un relato de José Torma y sabe que ha de ser bueno.

José Torma

29/05/2014 a las 15:22

Caray Brillo de Luna. Ahora son ustedes los que me emocionan.. .como diria un grande…. Gracias Totales.

Liza

29/05/2014 a las 18:24

Primo me has hecho llorar como me hacia falta, me encantó!! de principio a fin, sí se nos adelantó mi viejito hermoso, el tata de mis hijos, ahora sólo nos queda tratar de ser tan íntegro y buena persona como lo fué él, y poder alcanzarlo un día. Eres muy buen escritor! Tqm

Carlos Dauro

30/05/2014 a las 07:35

Hola José Torma. La historia es preciosa, envejecer así con la persona amada tan llenos de amor es maravilloso. Enhorabuena por un relato tan humano, tierno y lleno de valores.

fernando seguí

30/05/2014 a las 12:46

Felicidades José Torma. Un relato encantador. Los diálogos nos dan la información y nos ayudan a entrar en la historia de una manera mucho más directa y entretenida.
Un saludo.
Gracias por tus comentarios.

Escarlata

01/06/2014 a las 13:41

¡Enhorabuena José!
Tienes una maestría tremenda para contar historias, esta me ha parecido espectacular y muy emotiva por cierto. Seguro que llegas a ser un gran escritor.
Saludos y feliz verano 😉

Kangreja

01/06/2014 a las 19:19

Felicidades Jose, con algo muy sencillo, llegas a transmitir toda una historia de amor, de esos amores, que ya no se encuentran. Me gusta especialmente la ambientación que nos hace situar en cualquier rincón de cualquier plaza.
P.D. Gracias por tus palabras en mi relato, saludos y buen verano.

Robe Ferrer

03/06/2014 a las 08:42

Vaya, me ha puesto los pelos de punta. Algunas palabras me ha costado entenderlas porque aquí no se utilizan, o se utilizan con diferente significado, pero ha sido una lectura amena y enriquecedora.

onirico

03/06/2014 a las 17:36

Felicitaciones José, simple, tierno,costumbrista,lleno de afectoy , por sobre todas las cosas, bien escrito.Que mas para pedir de un cuento que necesitaba salir de tu corazón.

Adella Brac

04/06/2014 a las 12:08

Maravilloso. Me has emocionado. “Perdóneme, viejita, pero creo que le voy a faltar a la promesa.”
:,( Me voy a buscar un pañuelo…

Abbey

05/06/2014 a las 21:28

No se puede ser más tierno ni contar una historia tan triste con más dulzura.
Entiendo por comentarios anteriores que eres mejicano, ¡Qué bonito suena tu manera de escribir!
Felicidades

Charlie Boy

06/06/2014 a las 05:03

José,

Hermoso relato, tierno hasta las lágrimas. Qué historia tan bella, cuánta originalidad.

Además, has hecho que me transporté a aquellos ayeres en mi pueblo, cuando los domingos por las noches las muchachas iban a dar la vuelta a la plaza a la espera de que el galán les regalara una rosa.

Tradiciones que hemos perdido, tiempos de damas y caballeros. Por cierto, mis padres así se conocieron, dando una vuelta a la plaza.

Me ha encantado como manejas el diálogo, con qué facilidad logras usar ese recurso para el bien de tu historia.

Me doy cuenta, por los demás comentarios, que tu historia se basa en un familiar. Déjame decirte que desde el cielo, ese personaje estará más que orgulloso de tí y de lo que escribes.

Es la primera vez que te leo, me gustaría saber la dirección de tu página para leerte más.

Por cierto gracias por tu comentario a mi historia “El primer beso” y dicho sea de paso, somos casi vecinos, tu de Chihuahua, yo de Ensenada,

Saludos y felicidades por tu relato
Charlie Boy

Elisa

06/06/2014 a las 08:34

Hermoso relato y muy bien escrito. Subrayar quizás alguna rima oculta del texto que le resta belleza: “me siento cansado, el cuerpo pesado”. Por lo demás creo que tienen mucho mérito esos diálogos y la veracidad de los personajes.

Felicidades por tu texto.

¡Un saludo!

Moria

07/06/2014 a las 16:11

Hermoso, José, muy bueno.
Algo me hizo ruido en el lenguaje, pero debo ser yo nada más jaja. No logré entender si escribías así o fue una intensión de hacer notar características especiales en los personajes.
Me imaginé los diálogos sonando como en una radio vieja, en un universo de color sepia. Me llegó, felicitaciones (:

Emmeline Punkhurst

07/06/2014 a las 19:04

Precioso y muy impactante 🙂

Chiripa

07/06/2014 a las 22:53

Gracias por tu comentario a mi relato, José. Si, Pasquale ha gustado mucho!!!
Quedé de una pieza con tu italiano, jajjaja

Diego Manresa Bilbao

09/06/2014 a las 17:45

Precioso!!!!
Ademas por lo que he leido en los comentarios, tuviste una desgracia reciente que creo que esta reflejada en el relato… Lo siento mucho y ojala nos pudieramos inspirar con cosas mejores… De todas formas, enhorabuena por el maravilloso relato

oskar

10/06/2014 a las 04:01

Orale joselito, ya hiciste llorar a mas de una carnal. Me diste una cátedra completa de diálogos en este relato. La verdad escribes muy bien, todo el texto te sale muy natural. El tio güero debe estar orgulloso de que le hallas dedicado estas palabras.
Gracias por el tiempo y los comentarios en mi relato, son una buena fuente de motivación para mejorar.

Por ahí nos vemos mi cuate 🙂

juanjohigadillo

11/06/2014 a las 13:01

¡Enhorabuena! Me ha resultado un relato, pese a lo que cuenta, muy fresco, en parte debido a esos giros lingüisticos tan particulares que usas (Por cierto…¿de dónde eres…?) y que son de agradecer en un mundo en el que todo el mundo usa las mismas palabras para las mismas cosas.
¡Salud!

Ra

12/06/2014 a las 09:02

Hola, José.
Primero quiero que sepas que estoy en la oficina, afortunadamente sola, porque me he puesto a llorar como una tonta. Aún sigo con los ojos rojos.
¡Qué bonita! ¡Qué bien contada! ¡Cómo me ha gustado ese lenguaje romántico y esas expresiones tuyas que me han transportado hasta allí!
Ya te han dicho todo lo que había que subrayar, así que me quedo con el regusto que me has dejado a Amor. Gracias. Precioso.
A ver si se me pasa antes de que venga alguien.

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