Literautas - Tu escuela de escritura

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Todos somos él - por Yiye

Al circo. Tenía que ser al circo. No al cine, o al teatro, no… Al ruidoso y maloliente circo. Con sus incómodos asientos, olor a sudor y animales, payasos insoportables sin gracia alguna… Si había algo que odiaba Juan eran los payasos. Solo pensar en que se le acercara alguno durante el espectáculo… Y a pesar de todo había aceptado, claro. ¿Cómo no hacerlo? Una cita con Claudia bien merecía el sacrificio. ¿Cuanto podía durar? Solo tendría que contener la respiración un par de horas.

—¿Sabes que uno de los acróbatas fue medallista olímpico hace siete años? —comentó ella emocionada mientras tomábamos asiento.
—Ah, qué bien…

Muy en su interior, comenzó una calurosa discusión.

—¿¡”Ah, qué bien”!? —preguntó Autocritica citando las palabras de Juan—. ¿Por fin conseguimos estar a solas con Claudia y todo lo que somos capaces de decir es eso?
—¿Que esperabas? Estamos bajo mínimos —contestó Pesimismo señalando al resto de la cámara, donde la mayor parte de los representantes, especialmente Elocuencia, parecían estar sufriendo una crisis nerviosa.
—¡Pero si llevamos semanas ensayando! —replicó Autocritica—. Incluso hemos conseguido una posición ventajosa; en la oscuridad, lejos de miradas indiscretas.
—Y yo que os lo agradezco —contestó Timidez asomando un brazo por encima de su escaño.
—Yo estoy preparado para dar el paso —intervino Valor levantándose y luciendo su brillante armadura—. Pero antes necesito que alguien se encargue de callar a estas dos —añadió señalando con desprecio a Vergüenza e Inseguridad.
—¡Eh! ¡Que nosotras solo cumplimos con nuestro deber! No exhibirías esos aires si te hubiéramos permitido cagarla siempre que has querido saltar a la piscina antes de que la llenaran.
—Claro que no. Si por ti fuera no la cagaríamos nunca, porque nos pasaríamos toda la vida encerrados en casa.
—¡Ya basta! —retumbó la voz de Raciocinio en toda la sala haciendo callar las demás—. Señores, señoras… Un poco de calma, por favor. Como bien ha señalado Vergüenza hay que dejar que todos cumplamos nuestro papel. Recordad que es la suma de todos nosotros la que forma quien somos. Juan no seria la misma persona sin nosotros, y ahora nos necesita. Debemos hacerlo lo mejor que podamos, ya sea para tratar de iniciar una relación romántica o para evitarnos el bochorno del rechazo.

Sus palabras parecieron llegar a todos, que poco a poco volvieron a ocupar sus asientos a regañadientes. La cara de Juan pareció reflejar aquel estado de relativa calma en su interior, abandonando el tono rojizo que había adoptado los últimos minutos. Casi estaba empezando a disfrutar de la velada, a pesar de ser en un circo, cuando se percató de que el número de los acróbatas estaba a punto de acabar. ¿Que haría durante la pausa? Era el momento ideal para tratar de besarla. Pensar en aquello hizo que volviera a cerrar los puños y tensarse sobre el asiento, que empezaba a encharcarse de sudor.
El corazón no paraba de golpearle el pecho cada vez mas fuerte y el estomago parecía estar bailando al ritmo de sus latidos. Por mas que se pasara la lengua por los labios, el respirar por la boca le impedía mantenerlos húmedos.

—¿Qué hacemos? ¿¡Qué hacemos!? —exclamó Miedo— ¡Estamos al borde del infarto!.
—Podríamos aprovechar todos esos síntomas como excusa para irnos a casa —sugirió Cobardía.
—Calmaos un segundo —intervino Lógica—. ¿Es que no os habéis parado a pensar un solo momento? Fue Claudia quien propuso este plan, ¿no? A nosotros solos. Ni a Jaime, ni a Belén, ni a María. Y los tres estaban disponibles hoy. Es evidente que quería estar a solas con Juan. Vamos sobre seguro.

De pronto, todos los representantes cayeron en la cuenta. Era tan obvio… Toda la cámara se volvió hacia Valor, que esbozó una sonrisa al comprender que contaba con su apoyo para actuar.

—¡Por fin! Elocuencia, Romanticismo… No me falléis.
—¡Descuida! —respondieron al unisono, mas confiados que nunca.
—¡Allá vamos!

Según iba calmándose el sonido de los aplausos Juan se inclino hacia Claudia y, casi sin ser consciente de lo que decía, le susurró algo al oído. No salió de su cabeza. No era una de las muchas frases que había estado ensayando, ni algo que hubiera oído o leído antes. Aquellas palabras surgieron de su corazón, transmitiendo con total sinceridad sus sentimientos. Entonces ella se giró emocionada y ambos se fundieron en su primer beso.

Comentarios (15):

Ana Vera

27/05/2014 a las 16:16

¡Maravilloso! Me ha encantado, me ha hecho sonreír, además, es un ternura. ¡Enhorabuena!

Gabontza

27/05/2014 a las 18:49

Me ha parecido muy imaginativo y también me ha hecho sonreír. Me ha encantado.

Nymeria

27/05/2014 a las 21:18

¡Me ha encantado! Un relato muy original y divertido, me lo he pasado genial leyéndolo. Enhorabuena.

Miranda

28/05/2014 a las 17:34

¡Que bonito!!!
Menos mal que lógica actuó, sino oportunidad perdida.
Me ha parecido muy divertido el escenario interno.
Y el titulo fantástico, todos somos él, todos los días y con diferentes decisiones, un debate muy bien plasmado.
Menudo lío tenemos dentro
Saludos. Nos leemos.

Denise

28/05/2014 a las 19:20

Muy bueno! Me sentí re identificada con el pobre Juan, jajajajaja (Bah, ¿qué pobre?, si al final le salió bien.
Muy lindo y divertido.

Marazul

28/05/2014 a las 22:07

Qué bonitooooooo…..!!!! de verdad que me ha encantado.
Te felicito. Un saludo

Adella Brac

29/05/2014 a las 13:30

¡Simplemente genial!
Esa discusión interna que mantienen todos me encanta, me ha parecido muy divertida y original 🙂
¡Enhorabuena!
Un saludo.

kelly Hernández

29/05/2014 a las 17:44

woa Yiye me encantó tu relato. Darle voces a los sentimientos y valores me ha hecho reir. Creo que todos hemos pasado por esos momentos de lucha con nuestros miedos y sensaciones.

Un saludo desde Colombia

Mi historia en la 10, por si gustas pasarte y darme tu opinión.

Kelly
https://kellyjhernandez.wordpress.com

Yiye

30/05/2014 a las 02:06

Muchas gracias por vuestros comentarios. No estaba muy seguro de que tal me había quedado, ya que se aleja mucho de todo lo que había escrito y leído hasta ahora.

La verdad es que la idea la saqué de “Erase una vez el cuerpo humano” hace muchísimos años xD. Me imaginaba mi cuerpo funcionando gracias a pequeñas versiones de mí mismo haciendo cada uno su función (defensas, globulos rojos, nervios…) y se me ocurrió pensar cómo sería la sala de control, el cerebro.

forvetor

30/05/2014 a las 13:28

jejeje, muy bueno Yiye!
cuanta razón tiene el título, todos somos como él 😉
yo solo quitaría algunas palabras, como “exhibirías”, que rompen el tono ameno del relato… y puede que retocara el discurso de Raciocinio (no el nombre, que me encanta) para que resultara menos obvio.
un gran relato, si señor
nos leemos compañero!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/

Escarlata

01/06/2014 a las 12:21

¡Enhorabuena Yiye!
Me ha encantado tu relato, me he emocionado con él, al leer cada palabra y cada sentimiento del personaje.
Describes muy bien las distintas sensaciones del ser humano ante una situación como esta.
Te invito a leer mi relato, para que también opines.
Felicidades y feliz verano 😉

Aina Pons Triay

01/06/2014 a las 17:53

¡Fántastico, Yiye! Me ha encantado. Creo que has conseguido plasmar muy bien lo que todos tenemos dentro. Yo también veía “Érase una vez” y la verdad es que lo has reflejado, jejejeje.
Enhorabuena, un relato original, ameno y bien escrito. Felicidades

Luis del Moral Martínez

08/06/2014 a las 15:30

Ha sido increíble Yiye.

El tema es super original. Jamás habría pensado en algo similar. Has transformado un simple circo en toda una asamblea de sentimientos y una guerra interna en contra del rechazo en una primera cita. Me ha encantado. Espero leer más cosas tuyas pronto.

Un abrazo.

José Torma

09/06/2014 a las 22:37

Que tal Yiye?

Que agradable sorpresa tu texto. Los protagonistas interactuando en una manera hilarante.

Muchas felicidades.

Cristina

17/06/2014 a las 10:00

¡Precioso relato!
Me han gustado mucho esos sentimientos transformados en personajes, sin duda muy original.

¡Nos leemos!

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