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Doppelgänger - por Pato Menudencio+18
Web: http://menudencio.wordpress.com/
A mis 85 años ya siento la proximidad de la muerte. Pronto sólo seré un recuerdo y lo que ocurra después de mi fin me ha estado atormentado estos últimos días. Es por eso que lo he convocado a usted padre Stéfano, para confesarle un horrible crimen que cometí en mi juventud.
Llegué a Zellindor a los 25 años. Yo era un simple turista que estaba de paso en el pueblo, mi intención era marcharme enseguida, pero como quedaban 5 horas para abordar el tren, me dirigí a las famosas ruinas del castillo Zellindor para matar el tiempo.
El camino era corto y luego de un par de minutos caminando quedé ante lo que quedaba de aquella majestuosa edificación, que otrora fue una manifestación del poderío de un antiguo señor feudal.
Me adentré al castillo y recorrí los interminables pasillos de roca negra, subí por los peldaños de mármol hasta que finalmente llegué a las catacumbas.
La atmósfera era peculiar, una mezcla de muerte y agonía que provenían de un lugar indeterminado erizó toda mi piel, pero el miedo anterior no era nada comparado con lo que vería a continuación. Lo más terrorífico de todo el castillo estaba en medio de la sala. Un agujero imponente, que de acuerdo a la leyenda local, era el foso sin fin, y que según los lugareños llegaba hasta las mismas puertas del infierno.
Escuché un ruido, en medio de la penumbra distinguí una figura antropomorfa. El pavor fue en aumento al darme cuenta de que no estaba solo.
Poco a poco mi vista se fue aclarando, y con estupor advertí que el otro visitante era yo mismo.
Ante mi, el mayor de mis miedos infantiles se manifestó. De inmediato vinieron a mí los recuerdos de mi abuelo contándome historias de terror cuando niño. De todos los horrores que aquel anciano me contaba, el que más recuerdo, —por las noches sin dormir que me provocó— era el Doppelgänger. Que según la tradición, era el doble fantasmal de una persona, y que al encontrárselo, era un presagio de muerte.
Ahí estaba yo, petrificado de miedo frente a mi doble maligno. Por un instante nos miramos detenidamente. Cada uno de sus rasgos, —y su ropa— eran idénticos a los míos, pero no sólo era mi doble, era la muerte en persona.
Debía actuar rápido, o si no la leyenda se cumpliría con mi propia muerte.
No pude reaccionar a su primer ataque. Aún su grito de «¡Se acabó el juego hijo de puta!» retumba en mi mente algunas noches en las que no puedo dormir. Una ráfaga de golpes aterrizaba en mi cara tumbándome de inmediato. ¿Acaso moriría en aquel pueblo en medio de la nada?
En ese instante, mi instinto de supervivencia pudo más, y sacando fuerzas de flaqueza, cogí una piedra y golpeé directo a la sien de mi atacante. Un ruido sordo acompañado de un hilo de sangre anunció su muerte. Al ver su cadáver no pude contener las ganas de vomitar. Verlo sin vida era contemplar mi propia muerte.
Tomé su cuerpo, y lo arrojé a las profundidades del pozo, perdiéndose para siempre en la inmensidad del abismo.
Debía abandonar cuanto antes aquel pueblo maldito. Corrí a la salida triunfante, pero un detalle acabó con mis anhelos de libertad.
Frente a mí, una joven mujer con un bebé en brazos me contemplaba preocupada.
—Gustav, estábamos esperándote, debemos ir a casa. ¿Qué te pasó en la cara mi amor?
―Nada, sólo me pegué en la cabeza con una viga.
No lo podía creer, mi doble se llamaba Gustav y tenía familia. El remordimiento casi me hace caer. Estaba en el dilema de abandonarlos o ser Gustav para siempre. Algo en mí me hizo acompañarla.
Con los años me fui enamorando de Agatha y a Luca lo consideré mi propio hijo. Tiempo después llegaron a nuestras vidas Roland y Simone. Desde aquel día Representé el papel de Gustav a la perfección y paulatinamente mi antigua vida murió con el.
El resto de la historia usted ya la conoce padre. Me convertí en el querido alcalde de Zellindor por más de 20 años. Pero pese a la vida aparentemente feliz que llevaba, la culpa me visitaba todas las noches, carcomiéndome por dentro y haciéndome cuestionar mi condición humana… Y ahora ad portas de mi muerte, una pregunta martilla mi cabeza una y otra vez de manera implacable…
¿Y si desde un principio yo siempre fui el Doppelgänger?
Comentarios (35):
Ana
28/04/2014 a las 15:43
Me ha gustado mucho. Gustav también conocía la leyenda del Doppelgänger, no? Solo así se explica que quisiera acabar con el protagonista.
Muy buena historia!
Un saludo.
Denise (ex Cibeles)
28/04/2014 a las 19:12
Bien narrado, y un final excelente. Creo que la confesión es una idea acertada, le da más dramatismo.
Wolfdux
28/04/2014 a las 19:26
Excelente historia Pato, el titulo de por si ya me había enganchado. Y el giro final que nos presentas me ha encantado.
Mención especial a la frase final.
¡Felicidades!
Aina Pons Triay
28/04/2014 a las 19:51
¡Un relato brillante, Pato! ¡Me ha encantado! Creo que te has superado con este texto. Gracias por escribir historias fantásticas como ésta y compartirlas con nosotros. ¡Mi más sincera enhorabuena!
Chiripa
28/04/2014 a las 20:20
Maravilloso relato Sr Menudencio
De principio a fin disfruté de esa maravillosa confesión que nos lleva a una aventura juvenil en Zellindor. Dominas el arte del suspenso de los buenos desenlaces.
Te felicito y mucho cuidado con no participar el próximo mes, no vaya a ser que nos encontremos con un afiche de SE BUSCA con tu cara en él. Jajajaja
Diego
28/04/2014 a las 21:06
Muy buen relato Pato!!!! Oye tengo una curiosidad, has visto una pelicula que se llama “El hombre que mato a Liberty Valance” de John Wayne? Si la has visto, me parece que has utilizado excelentemente una referencia popular sin copiar, y si no, por favor vela, aparte de una gran pelicula te va a recordar cosas…
Se ve que eres avanzado, agradeceria que tomaras un poco de tiempo en leer mi relato (numero 22) y me dijeras algo, bueno o malo, es la primera vez que escribo y me gustaria aprender.
Un saludo!!!
Aldo Brov
28/04/2014 a las 21:12
Muy buena tu historia. Algunos relatos son tan aburridos que la lectura se hace pesada, pero tu historia te atrapa y te deja enganchado, te hace querer saber mas y mas haciendola transcurrir muy rapidamente. Me senti tan inmerso en la historia que podia escuchar la voz del viejo contando la historia al padre Stefano en mi cabeza. Y sobre todo, me gustan las historias que dejan algo en que pensar al final. Saludos
Diego
28/04/2014 a las 21:31
Excelente relato!!!! Una pregunta, has visto la pelicula “El Hombre que mato a Liberty Valance” de John Wayne? Si la has visto, has cogido una referencia popular, y, sin copiar, le has dado un giro muy bueno, y si no, por favor vela…
Se ve que ya has escrito bastante, agradeceria tus comentarios en mi relato (numero 22), es el primero que hago y me gustaria saber que hago bien y mal!!! Muchas gracias
Un saludo y enhorabuena
David Rubio
28/04/2014 a las 23:58
EXTRAORDINARIO
He disfrutado mucho de tu relato. Me ha parecido fascinante, sugerente, inquietante,..
Un relato redondo de verdad Pato.
Enhorabuena
Peter Walley
29/04/2014 a las 06:23
Muy bueno, me ha hecho pensar en el Prisionero de Zenda pero más siniestro.
NHICAP
29/04/2014 a las 08:42
Hola Pato,
Fascinante historia que has acertado a contarla de manera brillante. Es la primera vez que leo un relato tuyo y me ha encantado descubrirte con este relato fantástico. El final es muy bueno y el título, difícil de pronunciar, de lo más sugerente
Siempre creì que a las catacumbas se accedìa bajando escaleras por estar en el subsuelo pero tú me descubres que también se accede subiendo escaleras de mármol. Al conocer la verdadera identidad de Gustav, lo he comprendido. Era una pista para iniciados, je,je.
Tienes talento Pato, te seguirë leyendo
Felicidades y un abrazo.
NHICAP
29/04/2014 a las 09:00
Hola Pato,
Fascinante historia que has logrado escribir de manera brillante. Me ha gustado mucho la narración tan fluida, manteniendo el nivel de intriga hasta concluir con el sorprendente final. Es la primera vez que te leo, me atrajo el sugerente titulo, por otra parte tan difícil de pronunciar. Me convierto en fiel seguidor de tus relatos.
Estaba convencido de que a las catacumbas se accedìa bajando escaleras pero tu me demostraste que también se llega subiendo escaleras de mármol. Buena pista para iniciados, pero yo no lo comprendí hasta el final; al conocer la verdadera identidad de Gustav.
Tienes talento Pato. Felicidades y un abrazo.
NHICAP
29/04/2014 a las 11:26
Tuve que repetirlo porque el primero no me apareció en mi iPad. Una disculpa.
Miranda
29/04/2014 a las 14:51
Hola Pato
Como siempre, con buenas historias. En este caso es una historia imaginativa, sugerente y todos los adjetivos que ya te han puesto.
Tiene además varias lecturas abiertas a la imaginación. Para iniciados y no iniciados, la pista de NHICAP me ha gustado, aunque la he leído después del texto
Saludos
Diego Djabwa
29/04/2014 a las 15:39
Muy bueno. Desde el título, que a mi me ha enganchado como a otros compañeros, la fluidez del texto, el giro final…
Sinceramente, me ha gustado tanto que según lo leía se me ha olvidado de analizar la forma XD
Pato Menudencio
29/04/2014 a las 16:13
Gracias a todos por sus comentarios, el feedback que se da en literautas anima a seguir escribiendo y esforzarse aún más.
Saludos.
José Torma
29/04/2014 a las 18:39
Que relato tan bueno.
La primera persona impecable. La manera de ir entrelazando la historia desde una solo perspectiva me agarro inmediatamente.
Este es tu genero y se te da de poca madre. Me gusto mucho el giro final de que al final de sus dias se pregunte quien es el en realidad?
Un excelente relato. Muchas felicidades.
Adella Brac
29/04/2014 a las 19:22
Solo puedo decir que es una suerte que no me haya tocado valorar tu texto porque me resulta imposible encontrar algo mejorable 🙂
¡Enhorabuena!
Osvaldo Mario Vela Sáenz
30/04/2014 a las 03:10
Pato, tu forma de contar y entrelazar la historia es unica. Lo haces con sencillez pero al mismo tiempo con entendida sabiduría sobre la vida después de la vida. Escogiste la edad perfecta para iniciar relato y tambien la edad propicia para la formacion de una familia. y al final el personaje busca penitencia por su usurpacion, recurriendo al confesionario. Muchas historias han salido de esas taladrantes paredes. Enhorabuena.
Borja González
30/04/2014 a las 10:07
Hola!
Bueno, amigo Menudencio, tras diecinueve comentarios, qué apostilló?
Me alegra saber que es el padre Stefano tiene más historias, aunque en esta solo sea un confesor a la espera de otorgar una “extrema unción”. Es un gran personaje. Y alguien sobre quien merece la pena leer. Enhorabuena por tu hallazgo.
En el apartado técnico, me sigue pareciendo correcta tu forma de escribir.
Un saludo!
lunaclara
30/04/2014 a las 12:09
Hola Pato, aquí Luna:
Tu relato está muy bien escrito. Parece una historia para no dormir… y es que eso de reemplazar la identidad del otro, uff, me da un repelús….
Muchas felicidades!
oskar
01/05/2014 a las 04:30
Un hombre comun, se encuentra en una encrusijada por sobrevivir a su propio destino.
Dos universos se cruzan en el castillo zellindor, dos entran pero solo uno sale.
Todo puede pasar en “The twliight zone”. Jejeje.
Buen relato, se queda pegado un tiempo.
Vicente Pacheco Gallego
01/05/2014 a las 11:25
Muy buen relato, y muy bien llevado, desde el primer momento te atrapa. Muy bien utilizado el estilo de la confesión, es el mejor punto de vista y el que más anima a seguir leyendo y descubrir la historia.
Sigue adelante.
Kangreja
01/05/2014 a las 21:40
Me gustó mucho el tema, y la forma en que has ido encadenado las situaciones, la lectura se hace muy fluida. Felicitaciones.
Pato Menudencio
01/05/2014 a las 23:07
Quiero repetirlo, muchas gracias por sus comentarios.
Muchas de las personas que han opinado mi relato son de los que más respeto dentro de esta página y recibir una buena acogida me hace feliz.
Espero ir mejorando mes a mes, y quién sabe, quizás en el futuro toparnos en encuentros literarios ya como autores publicados.
Saludos compañeros.
Tarodsim
02/05/2014 a las 07:18
Hola Pato, muy buen relato.
Coincidimos en el doble, aunque queda mejor en el tuyo, mucho más definido. Muy interesante la leyenda del Doppelgänger.
Felicidades compañero!
Gabontza
02/05/2014 a las 13:50
Me parece una forma original de utilizar la leyenda del doble. Investigando por ahí resulta que se ha utilizado mucho en la literatura de formas muy diferentes. Hay algo en las leyendas y en los mitos que los hacen muy intensos y cercanos a la vida emocional, como si quisieran explicarnos cómo somos o cómo podemos llegar a ser.
Y tu forma de escribir es muy clara y comenzar con el tema de la confesión engancha.
Felicidades.
forvetor
02/05/2014 a las 18:31
wenas Mr. Menudencio 😉
muy buen relato nos dejas este mes. la historia en general me ha gustado bastante, a destacar la aparición del Padre Stéfano como secundario y Zellidor como marco de la historia, que hacen que uno tenga cada vez más curiosidad el entramado de historias que vas desgranando. bravo.
en cuanto a la narración en sí, yo la he encontrado algo atropellada en algunos puntos. en particular la resolución de la pelea, el encuentro con la familia y su decisión al respecto merecían muchas más palabras, igual que la confesión final… pero estamos donde estamos y las 750 palabras mandan.
atento a los “-mente”, que hay como cuatro en un texto tan corto y no nos hacen falta ;).. y a mi en particular la “figura antropomorfa” me chirrió un poco.
un gustazo leerte, como siempre.
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/
pd. como ya sabrás este mes me quedé fuera de la recopilación por no cumplir una de las premisas de esta Escena. el texto maldito en cuestión está en mi blog, pásate si te apetece y me comentas 😉
Pato Menudencio
02/05/2014 a las 22:32
Estimado, apenas salga del trabajo visitaré con gusto el texto maldito.
Saludos.
Servio Flores
03/05/2014 a las 09:07
Que pedazo de cuento.
Mis sinceras muestras de admiración.
Felicidades.
Aurora Losa
03/05/2014 a las 16:03
Desde luego inesperados giros a lo largo de todo el relato.
Supongo que ya te lo han apuntado pero hay algunos gazapos y una reiteración al principio ( luego de un par de minutos caminando QUEDÉ ante lo que QUEDABA de aquella majestuosa edificación).
Por lo demás me ha impresionado cómo describes el miedo actual a la muerte y el que sintió cuando se encontró con Gustav.
Taller a taller nos vas desgranando la historia de este personaje y creo que llegará el día en que pongas todo junto para que podamos disfrutar de algo mayor.
Enhorabuena.
Eva
05/05/2014 a las 13:25
Pasado el fin de semana por fin encuentro tiempo para seguir leyendo las historias del mes pasado y me he encontrado con esta joya absolutamente magnífica. No conocía la figura del Doppelgänger. Puedo preguntarte si tienes familia alemana? Por los comentarios de los otros veo que este personaje no es nuevo y la verdad es que después de haber leído tu historia tengo muchas ganas de saber más de él. Enhorabuena por un texto tan bien construido, interesante, con mucho suspense y bien explicado. Nos leemos!
Pato Menudencio
05/05/2014 a las 16:01
Hola Eva. Me alegra que te haya gustado el relato, cómo figura literaria, el Doppelgänger es bastante interesante.
Con respecto a la pregunta de si tengo familia alemana, mi 1’70 de estatura dice que no. XD.
Saludos.
José Torma
05/05/2014 a las 18:16
Jjaja Pato como me rei de tu comentario. Yo mido 1:82 pero tampoco tengo familia alemana!! jaja lo mas que la hemos podido rastrear es a Galicia jaja
Saludos
Moria Puch
08/05/2014 a las 19:31
¡Qué loco! Te había escrito el comentario pero justo se me había ido el internet, así que no se envió XD
Amo los Doppelgänger, así que solo por esa te doy un 10 de entrada jaja. Me gustó muchísimo y me resultó muy escalofriante. Hacía rato que no leía una buena historia sobre este tema (y mucho menos bien escrita). Excelente desarrollo y uso impecable de los adjetivos.
¡Abrazos! 😀