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Confunde el necio valor y precio - por Miranda

– El coche está listo Don Jaime – dijo Fermín, entrando en el despacho.
Jaime cogió el maletín, en el que acababa de comprobar por enésima vez, que llevaba toda la documentación, era el día “D”, en su vida. Hoy daría el golpe de gracia que demostraría a todos quien era él.
Salió del hotel con su impecable aspecto, se subió a la limusina blanca de Mercedes y se acomodó, le quedaban un par de horas hasta llegar al castillo medieval perdido en los campos de Castilla, que se asentaba en terrenos de su familia desde tiempos inmemoriales.
Hacía más de treinta años que no visitaba su pueblo y hacía tiempo que no tenía relación con su familia.
Primero su padre y después su hermano habían ido dilapidando la herencia, a golpe de ventas para seguir manteniendo el status, sin preocuparse de generar riqueza, ni de poner en valor lo que poseían.
El abuelo siempre decía “Solo el necio confunde valor y precio”, desgraciadamente en su familia había demasiados necios, aunque quizá debía decir por suerte para él. Había sido gracias a la necedad de su familia como él había conseguido reconquistar lo que quería.
Después de la última riña con su padre, hacia ya 30 años, tras su negativa a casarse con alguna de las ricas herederas que podían garantizar el tren de vida familiar conservando el patrimonio, se había marchado a Panamá, renunciando a su herencia.
Allí se convirtió en ingeniero, paso a otras grandes obras internacionales, principalmente en países árabes y conoció a algunos de los constructores más adinerados del planeta. A través de ellos había conseguido hacerse con el bien más importante de la familia.
El castillo tenía no solo un valor económico, sino también emocional al menos para él, que había vivido allí los mejores años de su vida, sus juegos: escalando el talud, escondiéndose en las troneras y en las mazmorras, y viviendo sus primeros amores y desengaños, entonces se sentía parte de un mundo especial.
Sin embargo su hermano Arturo, único heredero a la muerte de su padre, después de su renuncia, jamás había conseguido dar valor a nada. Para Arturo todo tenía simplemente un precio, y ese precio era el de una cosa, por metros cuadrados o precio de mercado, siempre dependiendo de qué capricho tuviera en ese momento. De hecho, el muy estúpido había vendido el castillo, por el mismo importe que necesitaba para comprarse una avioneta, ni siquiera una de las mejores, no, unas de las más baratas, equivalente al valor de un chalet en una ciudad pequeña.
Él habría pagado diez veces aquel importe.
Habían llegado.
El castillo estaba profusamente iluminado, las banderas le daban un aire especial, en los torreones estaban los actores contratados ataviados con ropas de la edad media, en el patio de armas y en las antiguas caballerizas se habían instalado puestos de un mercado medieval para ambientar, se habían cuidado todos los detalles.
Una alfombra roja atravesaba la barbacana, el puente levadizo y el patio hasta el edificio principal, donde iba a celebrarse la inauguración del hotel, en el que se había convertido el antiguo castillo.
Se sintió transportado. ¡Por fin, podía disfrutar de su ansiado hogar en todo su esplendor!. Allí estaban ya todas las autoridades locales, que habían autorizado la transacción, al no haber podido igualar la oferta. También su hermano y algunos familiares más. Además de los reporteros
Y todos esperando al jeque, que según decían había comprado el castillo. Sonrió.
Se acabó el juego, con paso firme se dirigió al escenario en el que habían dispuesto la mesa desde la que se iba a inaugurar el hotel. Los cuchicheos aumentaban mientras avanzaba por el centro de la sala, los vecinos estaban desconcertados, unos porque lo reconocían -por el parecido físico con su hermano-, otros porque no sabían quién era aquel hombre bien trajeado, que para nada parecía un Jeque.
Su hermano Arturo estaba lívido, hacía tiempo que se había arrepentido de haberlo vendido tan barato, al ver las posibilidades de explotación que había conseguido el comprador.
Jaime se sentó en la silla reservada al jeque, al lado de la de su hermano, con un guiño le dijo: Ya sabes.., para mi tenía un valor, por eso pagué tu precio.
Arturo se acordó de su abuelo. ¡Necio, necio y necio!, esta vez sí lo había entendido, pero se las pagaría… para él, el juego acababa de empezar
Jaime tomó el micrófono y se dirigió a los asistentes…

Comentarios (28):

Vicente Pacheco Gallego

28/04/2014 a las 15:15

Lo primero es felicitarte por tu texto Mirando y por el título tan acertado, y ese refrán tan cierto. Es toda una aventura el relato, que nos llevas de un lado para otro hasta conseguir el objetivo, en este aspecto quizá habría falta más de las 750 palabras para poder describir mejor detalles que, posiblemente, hayan quedado en el aire.

El texto promete continuación, ya que lo dejas con puntos suspensivos, así que esperaremos para ver como termina todo.

Enhorabuena y sigue adelante.

Miranda

28/04/2014 a las 17:15

Gracias Vicente, me alegro de que te guste, ya te estas convirtiendo en un asiduo de mis relatos, te lo agradezco, da mucha moral ir teniendo algunos seguidores. Esto vale para todos los que os paséis por aquí.
Saludos, nos leemos

lunaclara

29/04/2014 a las 10:37

Guau, Miranda, me dejas con la miel en los labios…
¡Qué arte tienes! Sabes mostrar la profundidad de los personajes. Son personas de carne y hueso, y claro, con sus luces y sus sombras. Espero poder alguna vez imitarte en esto.
Imitarte en eso, y también en el otro arte, en el de las descripciones largas y pausadas… Quizás para algún libro 🙂

¿Lo vas a acabar? ¡Dí que síiii!

Felicidades!!

Nos seguimos leyendo.

Eva

29/04/2014 a las 12:04

Nada que añadir a este texto. Está genial. Creo que acabas de escribir las primeras líneas de toda una serie de televisión sobre intrigas familiares. Hasta la próxima.

Miranda

29/04/2014 a las 13:27

Gracias Lunaclara por tu entusiasmo, ese Guau me ha animado mucho, y mas viniendo de una de las personas que considero tiene más gancho con sus relatos, en eso yo quiero parecerme a tí.
Cuando empecé a escribirlo solo tenia en mente cumplir los requisitos del taller, pero cuando lo acabé, si que pensé que podría continuar.
Con tu comentario y el de Eva me he dado cuenta de que he encontrado un personaje y una historia que podría haber utilizado en cualquiera de los talleres en los que he participado y creo que también en los que no he participado. Así que me he propuesto desarrollar su historia utilizando las escenas del taller ¿Que saldrá?. No se, pero os lo iré contando. Ahora ya tengo una idea para mi blog. Gracias.
Nos leemos, hasta pronto

NHICAP

29/04/2014 a las 17:49

Hola Miranda,

A mi también me parece un excelente relato. La historia está muy bien contada, vas introduciendo con parsimonia al lector en la historia familiar de Jaime y describes bien el carácter emprendedor del protagonista: se aleja para formarse y trabajar para poder disponer de recursos, recuperar el castillo de su infancia ya ponerlo en valor transformándolo en hotel.

El relato,está bien estructurado y fluye bien la narración. Esta escrito de manera sencilla y lee entiende muy bien. Aporto tres ideas para que las analices:
—intenta mezclar en las descripciones frase largas con cortas. Tienes algún párrafo, de cuatro lineas, que no tiene ningún punto y seguido.
—Intercala metáforas, describe algún detalle adicional de interés, etc. Ayuda mucho el impacto positivo que esto hace en el lector,
—en este relato abusa del pronombre el cuando te refieres al peotagonista: “quien era el”; “para el”;

Te felicito y animo a seguir escribiendo. Lo haces muy bien Miranda.

Un abrazo

José Torma

29/04/2014 a las 19:50

Me gusto mucho el relato. Siendo Ingeniero civil me gusto el detalle que se dedicara a la construccion.

Creo que el texto necesita espacios para que puedas respirar. Coincido con NHICAP en sus apuntes.

La venganza es dulce y mas si se hace sin que haya derramamiento de sangre jeje

Muy padre tu relato. Felicidades.

oskar

29/04/2014 a las 21:44

Coincido en que es una buena base para una novela. La revancha siempre ha sido un fuerte motivador en las buenas historias. Tambien estoy de acuerdo que faltan palabras para poder dar mas detalles y tramites en la historia, pero lo solucionaste de manera elegante y me dejas en ……
Adicional, dejas una buena moraleja, muy util en estos tiempos de materialismo desmedido.

Buen texto, nos leemos por ahi. Tengo una historia en e taller si te interesa.

Chiripa

30/04/2014 a las 01:52

Primero debo decirte, Miranda, que el título que escogiste me atrajo y es muy apropiado para lo que relatas tan megistralmente.
Lo encuentro facil de leer, insteresante y con un final inesperado en el que solo te faltó escribir: “Continuará..”. Jajaja

Solo me hizo ruido que Jaime, estando hospedado en un hotel, saliera de un despacho, (donde lo va a buscar el chófer)

¡Enhorabuena Miranda!

Aina Pons Triay

30/04/2014 a las 08:46

Hola Miranda, encantada de leerte. Me gustan mucho los relatos sobre “el karma”, el equilibrio de las cosas, el desheredado que al final “gana la batalla”.
Enhorabuena.

Borja González

30/04/2014 a las 10:55

Hola.
La historia tiene su punto. Me gustó bastante. Hay algunas cosas con las comas, pero tampoco soy un experto, y puede ser más una sensación personal, que una mala puntuación.
Buen trabajo

Miranda

30/04/2014 a las 15:28

Gracias a todos, por vuestros comentarios.
Tenéis mucha razón en lo mejorable, estoy de acuerdo con vosotros, mi caballo de batalla son los puntos y las comas y también soy consciente de que me falta implicarme más en la historia, ponerle más sentimiento.
En mi defensa diré que arrastro muchos años de redactar: cartas, informes, memorias… todo en formato objetivo y de manejo de datos, los puntos, las comas y los acentos, me los corregían.
En esto de la escritura creativa había hecho algún acercamiento, pero dedicarle tiempo a escribir con continuidad, llevo solo seis meses, desde que me incorpore al taller en la escena 12. Darme tiempo y espero mejorar, redactando menos y escribiendo con más sentimiento.
La idea que me ha surgido con los comentarios de Lunaclara, Eva y Chiripa y Oskar me va a dar la oportunidad de escribir mucho. He decidido utilizar todas las escenas del taller para desarrollar la historia de Jaime, me lo voy a pasar genial. La compartiré con vosotros en el blog que me estoy haciendo.

NHICAP tendré en cuenta tus consejos a “él” lo iré reduciendo. En los primeros relatos lo ponía hasta en mayúsculas. (Que bruta)

José estoy muy de acuerdo contigo, en que las venganzas sin sangre son mas dulces e ingeniosas

Oskar, gracias por los ánimos para completar la historia, voy a seguir con ella.

Chiripa: el título es el que me dio la idea, encontré en google unos castillos en venta y ponía esa frase, que enseguida me atrapo y me contó la historia.

Aina: lo del Karma se me cuela sin querer, estoy completamente identificada con los desheredados que al final ganan la batalla, al menos en el mundo paralelo de la escritura, que en la vida real es mas difícil.

Borja, no es percepción, es que olvido las comas y los puntos y en todos los talleres os dejo leyendo sin respiración, por lo menos en un párrafo.

Saludos a todos y gracias

PD. Si a alguno no os he comentado todavía, no desesperéis, iré a comentaros, es que este mes estoy intercalando autores desconocidos, por cierto, acabo de comentar a Cris, solo tiene mi comentario pero merecía más, me ha gustado.

Luis del Moral Martínez

30/04/2014 a las 19:48

Hola Miranda.

En primer lugar, decir que coincido con Chiripa en el título y el refrán; le viene como anillo al dedo. “Solo el necio confunde valor y precio”; es inmejorable. Desde aquí te mando muchos ánimos para que sigas la historia, ¡porque hablo en nombre de todos! ¡nos has dejado con ganas de más! Será genial poder leer la continuación.

Yo solo llevo tres escenas del taller y aunque tengo un blog propio y ahí subo muchas historias, aquí estoy compartiendo experiencias y la verdad es que esto está lleno de muy buenas personas, personas que no confunden el valor con el precio, y que por encima de ser escritores, son personas. Es genial poder compartir nuestras experiencias con todos vosotros y al leer tanto comentario y tanta aportación como se ha hecho a este relato, quiero unirme con mi granito de arena para animarte y decirte que sigas adelante, pues este relato puede ser un punto de inflexión en tu escritura, y la historia promete…

Será un placer leer tu próximo relato.

Un abrazo desde Córdoba (España).
Luis.

Miranda

30/04/2014 a las 22:06

Gracias Luis:
Me estáis dando muchísimos ánimos, que os agradezco muchísimo, espero no defraudaros, ya estoy trabajando en ello.
Estoy de acuerdo contigo: una de las mejores cosas que tiene este blog es la comunidad que se esta formando, de personas respetuosas con el trabajo de los demás y que aportan ideas y correcciones que nos ayudan a mejorar. Yo empecé en la escena doce pero me pasó como a tí, no me incorporé a los comentarios hasta la escena quince, y es muchísimo más enriquecedor.
Saludos, yo también seguiré leyéndote y si tengo un rato me pasaré por tus relatos anteriores, aunque eso me queda en pendientes.

Adella Brac

01/05/2014 a las 13:17

Me gusta el mensaje y tu forma de escribir.
La frase que le dice Jaime a su hermano me encanta 🙂
Te seguiré leyendo.
Un saludo.

Aurora Losa

01/05/2014 a las 19:14

Interesante el uso que das como hilo conductor al refrán del título, desde luego es un ejercicio ingenioso en este sentido, pero también está muy bien redactado y la historia me encanta, aunque ahora me pregunto qué hará Arturo para “vengarse” del insulto velado de su hermano. Espero poder saberlo algún día.
Enhorabuena.

Emyl Bohin

01/05/2014 a las 20:56

Hola Miranda, estoy contigo.

Menudo filón tienes ahí para desarrollar historias, no solo continuación sino precuelas, que pasó en Panamá, y con los jeques, su relación con su abuelo, con su padre y … Y no me extrañaría que cercano al castillo alguna vecina tenga unos viñedos y quizá un mayordomo chino y no le guste su nuevo vecino y… Y ya estoy deseando leer todas las aventuras y desventuras de Arturo.

Hasta la próxima entrega.

Saludos y enhorabuena.

Diego

02/05/2014 a las 13:25

Muy buen relato Miranda!!!!
Muy bien contado, te metes en la historia… Brillante… Lastima de las 750 palabras, seguro que es un relato mas largo y adaptaras las siguientes partes para nuevos talleres… FELICIDADES

Cris

02/05/2014 a las 20:25

Hola Miranda.
A veces una sola frase sirve de desencadenante para idear una historia con moraleja. En tu caso la has aprovechado muy bien y has conseguido desarrollar un relato que plasma perfectamente el sentido del refrán, y ¡encima con enseñanza!
Como han dicho otros compañeros creo que 750 palabras se te han quedado cortas.
Enhorabuena y gracias por tu mención a mi relato.

Emmeline Punkhurst

02/05/2014 a las 22:38

Hola Miranda:
Me parece una historia muy bien desarrollada. El protagonista aparece con una descripción ajustada a sus actos y el hecho de contar la historia de cómo se buscó la vida no desvía la atención sino que ayuda al lector a situarse.
Muy entretenido.
¡Enhorabuena!

Kangreja

03/05/2014 a las 01:38

Por fin me puedo pasar por aquí. Imagino ya te habrán dicho todos lo bueno que resulta el relato, y la atmósfera en la que metes al lector con facilidad. Deseando estoy escuchar lo que dice Jaime. Nos seguimos leyendo, abrazos.

Maru

15/05/2014 a las 23:05

Si en solo 6 meses lograste ese texto que me dejó con las ganas de “la continuación”, estoy segura que llegué al lugar indicado para aprender a escribir.

saludos desde Venezuela.

Ra

16/05/2014 a las 07:28

Hola Miranda,
Acabo de leer en los comentarios de la escena 18 que tu relato para dicha escena era continuación de esta. Y ¡qué sorpresa! yo fui uno de tus correctores. Espero no haber sido muy dura. 😛
Como te dije entonces, la escena me gustó mucho aunque le vi un poco de falta de pasión. Entiendo que si llevas tanto tiempo escribiendo textos objetivos ahora tengas que “entrenarte”
Estoy deseando leer tu nueva escena y ver cómo se desarrollan los nuevos acontecimientos.
Un abrazo.
Ra.

Miranda

16/05/2014 a las 13:36

Muchas gracias a todos, con este texto tengo tan buenas criticas que miedo me da no conseguir mantenerme a la altura. Eso si, creo que lo tengo fácil para escoger el texto para la recopilación de Literautas.

Siento no haberme pasado por aquí estos días, pero con el reto de la escena 18, he dedicado el tiempo a repasar gramática y aunque no he cumplido al 100% el reto, le he dado muchas vueltas a las frases.

Al final he hecho la continuación con diálogos, así que es todo un experimento. A ver que os parece el resultado.

Maru, gracias por el cumplido “si en solo seis meses….”, es muy expresivo, y denota que me he superado.

Te puedo asegurar que sí, que has llegado a un sitio estupendo para aprender a escribir y soltarse. A todos los que estamos por aquí nos gusta lo mismo, y a pesar de la diferencia de niveles, experiencia y gustos literarios, todo el mundo tiene respeto por los demás, te anima y te corrige de forma constructiva. Yo he aprendido muchísimo. Ya te leeré.

Además los tutoriales de Iria, son sencillos, resumidos, fáciles de leer y de aplicar, y eso ayuda mucho.

Ra, gracias por el comentario privado y el público, tienes razón con lo de la falta de pasión, pero es que tengo a los pobres personajes manejados con mano de hierro (quiero que sean creíbles y sacarles lo mejor a todos), miedo me da cuando los suelte, seguro que me voy al otro extremo, los términos medios me aburren.

Próximamente publicaré un post, con mi blog, en el que os haré una propuesta de colaboración, que espero os guste

Hasta pronto.

Ra

16/05/2014 a las 21:05

Hola de nuevo,
Me encantará cuando “te sueltes la coleta”.Tu gran redacción + pasión = bomba de relojería 🙂
Esperaré atenta a tu blog.

Miranda

17/05/2014 a las 01:43

Hola Ra:
Me ha gustado tu formula, suena peligrosa y explosiva, justo lo que buscaría en los personajes, “si me suelto la melena” y los dejo ir por libre, je, je.
De momento me he apuntado a la idea de Moria y Forvetor, y seguro que es una historia con personajes viscerales. Me entrenaré ahí.
El blog creo que lo pondré en marcha este fin de semana
Saludos. Espero tener un ratito para ir a comentar tu texto.

Wolfdux

29/05/2014 a las 08:33

¡Muy buen relato Miranda!

Maureen

10/06/2014 a las 13:48

He llegado a este texto después de leer el de la escena 18. Vaya historia me había perdido: me gusta mucho cómo está escrito y me encanta lo que cuenta. Me volveré a leer el 18 a ver si ahora lo pillo mejor.

Pero ya digo que este me ha gustado mucho. ¡Y me encanta el refrán del título!

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