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CARTA ZAFIRO - por Escritor32
CARTA ZAFIRO
“Me preguntaba qué es lo que hacía falta. Si no era solo aquella dichosa carta, entonces era algo de un espectro mayor… Algo parecido a una rosa azul. Algo parecido a Fiorella en invierno o a un tibio beso eterno”.
Adela se había colado en mi camioneta aun cuando le advertí mil y un veces que no quería que se inmiscuyera más de lo debido en mis asuntos… A mí me preocupaba sobremanera tenerla como copiloto en un viaje de este tipo. No quería que algo malo le ocurriese a mi hermanita.
– ¿Dónde se supone que estamos, Ismael? –preguntó Adela, cuando al fin llegamos.
– ¿Dónde? Ni más ni menos que en el sitio exacto. –le respondí.
– ¡Las cartas aún no están completas, no intentes nada raro!
-Dime Adela: Si no querías venir, ¿por qué lo has hecho? Has podido quedarte en casa, cogiendo con tu novio mientras yo estaba por aquí. ¿Por qué has tenido que venir?
– ¡Porque te quiero! Además Lucas es un pésimo amante… Es… sumamente aburrido en la cama.
– ¡Ja, ja, ja! ¡Por el amor de dios! Esta es la última vez que hablamos de algo como eso, ¿vale?
-¡A mí me da lo mismo!
Parados donde estábamos, lográbamos visualizar la lejana imagen de un castillo. Si habíamos hecho este viaje era para visitarlo. Casi tenía la certeza de que la carta “zafiro” se encontraba allí. No podía dejar de imaginármela en mi poder. Una vez que me hiciese con ella, el mundo entero dejaría al descubierto todos sus secretos.
Dejamos la camioneta, oculta entre los árboles, y comenzamos entonces a caminar horas y horas por un lugar decrépito. Nuestras huellas se perdían entre las hojarascas, entre tierra muerta, insectos mutantes y entre aquel olor extraño proveniente de alguna parte en especial dentro del bosque. Cuando al fin teníamos nuestro objetivo cerca, mi hermana apretó con fuerza mi mano. “Solo soy fuerte si estás a mi lado, pequeña”, le dije, mientras la luz de luna se hacía presente de forma gloriosa en un cielo sumamente despejado.
-Se acabó el juego. Esto es el final de todo. –dijo Adela, con lágrimas en los ojos.
-Esto nunca fue un juego, hermanita… Las siete cartas no son lo que pensábamos. No solo solo el recuerdo de nuestros padres. Son la vida misma en siete partes… Y déjame decirte que creo…, verdaderamente creo que tras la enorme puerta de este castillo nos aguarda aquello que no describe ninguna de las otras cartas. –dije, a su vez.
– ¿Te refieres a algo oscuro? ¿Lo oscuro del mundo?
-Hablo del caos…
– ¡Ya no hables más! ¡Vamos a por la última carta! ¡Es nuestro legado!
– ¡Es el legado del mundo!
– ¡A mí me da lo mismo, vamos!
– ¡Ja, ja, ja! ¡Nunca cambies, hermanita!
Comentarios (6):
Aina Pons Triay
29/04/2014 a las 08:44
Hola Bruno. He leído tu relato siguiendo en enlace que has facilitado en la entrada principal. La idea del relato es buena, pero debo decirte que no he terminado de “creerme” los personajes, me ha faltado entenderlos, comprender sus reacciones, ver lo que están buscando dentro de ellos además de la carta y su legado.
Yo te animo a seguir escribiendo, pues creo que puedes sacar cosas bonitas. Tal vez las 750 palabras se han quedado cortas para la envergadura de esta historia.
Igualmente, mi enhorabuena. Ánimo y a continuar.
Wolfdux
29/04/2014 a las 12:16
Hola,
igual que Aina, he llegado aquí a través del comentario en la entrada. La historia pierde fuelle por la poca credibilidad que trasmiten los protagonistas. Los diálogos están bien, pero falta un poco más de profundidad en los personajes, algo que haga que el lector empatice con ellos. Pero a parte de esos es un relato que me ha gustado.
¡Nos leemos!
Pato Menudencio
29/04/2014 a las 18:59
Me gustó la idea del relato.
Coincido con el resto al decir que los personajes necesitan un poco de credibilidad.
Los diálogos tb me resultaron algo estereotipados (te sugiero leerlos en voz alta).
Saludos.
Bruno Molina o Escritor32
30/04/2014 a las 01:38
¡Bueeno! 🙂 A decir verdad tengo mucho tiempo creando sobre todo diálogos… Porque soy guionista. Hago cortometrajes y colaboro en obras de teatro. Me sorprende que me digan que son estereotipados. Pero, deben tener motivos grandes para decirlos. Uhmm… Debe ser cierto. Lo que me dicen me da motivos para no creerme la gran cosa y trabajar una obra con el debido respeto. Yo esta narración la escribí en quince minutos. Pensé en trabajarla más, pero temía que luego me ganase la flojera.
Lo que dicen sobre el interiorizar sobre los personajes está atinado igualmente. Solo me preocupé en tener la imagen de una escena y trabajar esa escena como acostumbro. No me importó que los personajes parecieran “accesorios”. En mi mente lo importante era la carta zafiro.
Gracias por leer mi narración. Si pudieran ser más puntuales les agradecería mares. Gracias y racias nuevamente. 🙂
José Torma
30/04/2014 a las 22:33
Borja buenas tardes. Vine a tu relato tarde como vengo llegando a todos mas que nada porque me han gustado tus post en Literautas jaja distilas confianza y eso esta muy padre.
Me cuelgo del comentario de Wolfdux ya que expresa mi sentir.
Con todo es un relato divertido que puede ser mejor.
Saludos
Adella Brac
01/05/2014 a las 16:12
Errata: “No solo solo el recuerdo de nuestros padres.”
Parece un pequeño fragmento de una historia más grande que está en tu cabeza. Como lectora, siento que me faltan muchos datos para entender el texto.
De todas formas, la idea de base me gusta.
Un saludo 🙂