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Catalina - por Adella Brac

Web: http://www.adellabrac.com

La carroza se detuvo delante de las puertas del castillo. Catalina bajó con piernas temblorosas. Frente a ella, rodeado de una multitud de sirvientes, se encontraba su futuro marido.
Era tan corpulento como se lo había imaginado. Iba elegantemente vestido, de acorde a su posición. Habría sido atractivo de no ser por la cicatriz que le deformaba la cara, una antigua quemadura que partía desde la sien izquierda, pasaba por el borde de su ojo y llegaba hasta la mandíbula.
Cuando consiguió desviar la mirada de esa carne torturada advirtió que él la observaba con severidad. Un escalofrío le subió desde la base de la columna y se vio incapaz de apartar la vista de esos ojos azules.
Su madre rompió la conexión al empujarla para salir del vehículo. Catalina dio un traspié y se hubiese precipitado al suelo si no fuese porque él se adelantó con agilidad para sostenerla. Enlazó un brazo con el suyo y sin darle apenas tiempo de recuperarse, echó a andar hacia la capilla.
Catalina se esforzó en seguir su paso, pero las piernas no le respondían del todo.
Cuando atravesaron las puertas del santuario el sacerdote ya estaba esperándoles y antes de que tuviese tiempo de reaccionar, se había convertido en una mujer casada.

Catalina avanzó lentamente por el corredor, sintiendo la frialdad de la piedra bajo sus pies desnudos. La suave tela del camisón le acariciaba las piernas a cada paso.
El castillo era inmenso y resultaba engañoso a la luz de la luna. Al dar la vuelta a un recodo le mostró una zona desconocida. Se detuvo un instante. ¿En qué lugar podría esconderse para que él no la encontrara? Tenía que pensar rápido.
Tanteó un par de puertas hasta que encontró una que no estaba cerrada. La entreabrió lo justo y se coló en el interior de la habitación sin hacer ruido.
Se encontraba en un salón de juegos en desuso. Los muebles, cubiertos con telas, adquirían formas fantasmales en la penumbra. El aire estaba enrarecido. Una ligera inquietud se instaló en su corazón. Atravesó la estancia con rapidez y salió por una puerta situada al fondo.
El pasillo al que había desembocado apenas estaba iluminado. Descansó la espalda contra la pared y dejó que sus pupilas se adaptasen a la oscuridad.
De repente, una mano le atenazó el brazo. Se giró dando un respingo y se encontró frente a su marido.
–Se acabó el juego –dijo él.
–¡Rafael! ¿Cómo me has encontrado?
–Te lo dije –susurró –. No importa dónde te ocultes, siempre lograré dar contigo.
La alzó con facilidad y ella se echó a reír. Subió los brazos para aferrarse a su cuello, frotó la mejilla contra su pecho y la acomodó en el hueco de su clavícula. La barba incipiente que crecía justo al borde de la cicatriz le hacía cosquillas en la nariz.
Había pasado un mes desde su boda. Treinta días en los que Catalina había descubierto al verdadero hombre que se ocultaba bajo la terrible imagen pública de su marido.
Sin lugar a dudas, los días más felices de su vida. Cerró los ojos y deseó que fuesen el presagio de lo que estaba por venir.

Comentarios (43):

Zelfus

28/04/2014 a las 17:05

El giro dramático hace que el relato se destaque, aunque tiene un fuerte aire a La bella y la bestia. El final se me hizo un poco difuso pero es un ejercicio interesante! Sigue escribiendo!!!

Adella Brac

28/04/2014 a las 20:01

¡Gracias por tu comentario Zelfus!
Sé que todavía tengo mucho que aprender… Creo que estoy en el sitio adecuado 😉
Un saludo.

Diego

28/04/2014 a las 20:43

Interesante relato Adella, estoy un poco de acuerdo con zelfus en el aire a la Bella y la Bestia, pero la verdad consigues enganiar muy bien al lector, da la sensacion de mujer asustada, y lo consigues sin hacer trampas… un buen relato sin duda, como el de cualquiera de nosotros mejorable, estamos aprendiendo…
Un saludo

José Torma

28/04/2014 a las 21:46

Concido con Zelfus, todo el tiempo estaba pensando en la Bella y la bestia. Creo que a pesar de eso ibas tejiendo una trama muy interesante, pero el cambio en el tiempo, que nunca nos avisas, me confundio un poco. Pequeñas cosas, pero la historia muy fluida.

Saludos

José Torma

28/04/2014 a las 21:48

Me jugo una mala pasada el formato.

Pero coincido con la referencia a la Bella y la Bestia. A pesar de eso iba my interesante para mi. Hasta el punto del cambio de tiempo, despues de la boda que no me entere que no era acto seguido del matrimonio.

Pequeños detalles pero una historia muy agil y dinamica. Felicidades.

Adella Brac

28/04/2014 a las 21:50

¡Gracias Diego!
Siempre aprendiendo, siempre mejorando: ¡Así es la vida! 🙂
Nos leemos 😉

Adella Brac

28/04/2014 a las 21:54

¡Gracias por tus palabras José!
Voy tomando buena nota de todo lo que me decís 🙂
Un saludo.

kelly Hernández

28/04/2014 a las 22:23

Vaya que me llevaste de algo dramático a algo romántico, ciertamente no lo esperaba. lograste transmitirme la angustia o desespero del personaje. Pensé que todo estaba pasando justo después de casarse, hasta que leí las palabras “treinta días” hay un salto de tiempo como dice José que me llevó a releer buscando algo que quizas pudo haber pasado por alto.

Chiripa

29/04/2014 a las 05:29

Adella,
tu relato me sorprendió!
Es facil de leer, porque haces buen uso de descripciones y vas generando cierto suspenso que resuelves, al final, con la magia del romanticismo.
Enhorabuena y saludos!

Adella Brac

29/04/2014 a las 11:12

Gracias Kelly, justo esa era la idea 🙂
Sobre el cambio de tiempo, está hecho a propósito. Necesitaba que el lector pensara que todo sucede el mismo día para sorprenderle al final, mostrando un significado de la segunda escena distinto del esperado.
¡Un saludo!

Adella Brac

29/04/2014 a las 11:16

¡Gracias por tus palabras Chiripa!
Por lo que me dices, veo que se ha cumplido mi objetivo al escribirlo.
Un saludo 😉

Eva

29/04/2014 a las 12:13

Este relato ha sido una sorpresa maravillosa. Creía que estaba leyendo otra historia medieval de doncella obligada a casarse con un déspota y me encuentro con un precioso final feliz. Uf, he respirado con alegría. Hasta pronto

Adella Brac

29/04/2014 a las 13:05

¡Muchas gracias por tus palabras Eva!
Por suerte o por desgracia, conmigo los finales felices están asegurados 😉
Un saludo.

Chiripa

29/04/2014 a las 16:25

Gracias adella por pasarte por BIPOLAR y por tu comentario
Feliz semana

Adella Brac

29/04/2014 a las 20:09

Ha sido un placer, Chiripa.
¡Nos leemos! 😉

Pato Menudencio

29/04/2014 a las 23:06

Me gustó que sólo hasta el final del relato se descubre la naturaleza bondadosa del marido.
Saludos.

Adella Brac

30/04/2014 a las 07:40

¡Gracias Pato Menudencio!
Era lo que quería 🙂
Un saludo.

lunaclara

30/04/2014 a las 11:02

Hola Adella: ¡Qué bonito relato! ¡Me encantan esos finales felices!

Saludos.

Adella Brac

30/04/2014 a las 12:08

Gracias lunaclara.
A mi también me encantan 🙂 La vida real ya tiene suficientes finales tristes.
Un saludo.

Miranda

01/05/2014 a las 12:18

Hola Adella:
Conseguiste sorprenderme con el final, no me lo esperaba en ningún momento de la lectura, me ha gustado mucho la historia y sobre todo el final. Siempre se agradece terminar el relato con una sonrisa.

Solo he visto un pequeño error, si vas a subirlo a tu blog deberías corregirlo, es en el primer párrafo “de acorde a su posición” o quitas el “de” o pones “de acuerdo”. Una minucia que se te ha escapado.

Felicidades por el texto.
Saludos, nos leemos

Adella Brac

01/05/2014 a las 12:41

¡Bien visto Miranda! Muchas gracias.
Un saludo 🙂

Peter Walley

01/05/2014 a las 16:56

Hola Adella,

Buen relato, sobre todo me gusta lo bien que haces las descripciones, es muy fácil entrar en la historia. Enhorabuena, nos leemos por aquí.

Adella Brac

01/05/2014 a las 19:10

¡Gracias Peter!
Nos leemos 😉

Vicente Freire

01/05/2014 a las 19:53

Es un cuento excelente al principio y al final. A mí me chirría un poco la parte del juego del escondite. Hay un salto que no está suficientemente explicado.

Kangreja

01/05/2014 a las 21:20

El lenguaje es muy apropiado para el tipo de historia que narras. Aveces son necesarias las historias felices. Saludos.

oskar

02/05/2014 a las 04:52

Hola adella, gracias por comentar en “un cuento de caballeros”. Veo a tambien te gusta darle algo de giro a las historias. Aunque la referencia que hacen hacia la bella y la bestia puede ser cierta, tu historia me recuerda mas a obras como ” Orgullo y prejuicio ” o ” sensates y sentimientos”, donde el amor se encuentra detras de la persona menos esperada. Se nota que eres una romantica de miedo. Jejeje :).

Carlos Dauro

02/05/2014 a las 08:42

Un relato que te pone en guardia por la desgracia de esa muchacha y la descripción física del futuro marido que solventas con un inesperado y dulce final. Me hiciste sentir “malo” por prejuzgar y no esperar a conocer su bondad. Mérito del escritor. Enhorabuena.

Vicente Pacheco Gallego

02/05/2014 a las 11:18

Hola Adella, lo primero que quiero es felicitarte por tu relato y darte las gracias por pasar por el mio. Haces muy buenas descripciones y das muy buenos detalles, ya te han comentado que el cambio resulta un poco brusco, cuestión de seguir probando. Has escrito una historia muy buena y si no fuera por los comentarios, ni me hubiera venido a la mente “La Bella y la Bestia”.

Enhorabuena y sigue adelante.

Adella Brac

02/05/2014 a las 11:30

Kangreja, gracias. Tengo predilección por los finales felices 🙂 Un saludo.
oskar, ha sido un placer. Buen apunte el tuyo; nuestros escritos nos delatan 😉 Saludos.
Carlos, que mi relato te haya provocado esos sentimientos es un orgullo para mi. Siento que mis textos entretienen, pero me falta dar un paso más para llegar a emocionar. Sigo trabajando. Un saludo 🙂
Vicente, gracias por tus palabras. Si te soy sincera, cuando lo escribí no pensé para nada en ese cuento, pero el género forma parte de mi bagaje literario, así que es normal que salga por algún lado. Un saludo 🙂

Aina Pons Triay

02/05/2014 a las 18:17

Adella, pues a mí me ha encantado y he visto desde que se ha clavado en sus ojos azules que ese hombre era bueno, que la ayudaba dulcemente a bajar del coche, que el juego era un juego de amor y que sería una historia preciosa y romántica.
Y no me has defraudado en absoluto.
No sé si querías ocultarlo, pero yo lo he notado, me lo has transmitido y me ha encantado.
Enhorabuena.

Adella Brac

02/05/2014 a las 22:15

¡Gracias por tus palabras Aina!
Sé que se aprende más de las críticas que de los halagos, pero ¡qué bonito es recibir cariño! 🙂
Un saludo.

Yiye

03/05/2014 a las 02:06

Aquí uno más que no se esperaba que todo acabara bien. Pero mira, mejor para ambos.

Muy bien descritos los pensamientos de ella durante la boda. Y también muy bien contada la parte en que se esconde, de modo que se pueda leer con dos sentidos distintos.

Servio Flores

03/05/2014 a las 08:37

Que buen relato Adelle!
Es una buena versión de la bella y la bestia. El nivel de las descripciones es buenisimo.
Mis sinceras felicitaciones.

Servio Flores

03/05/2014 a las 08:40

Adella, no adelle, disculpe.

Adella Brac

03/05/2014 a las 11:17

Yiye, gracias, ese juego es lo que buscaba 🙂 Un saludo.
Servio, gracias por tus palabras 🙂 ¡Un saludo!

Gabontza

07/05/2014 a las 12:25

Felicidades Adella. Me ha encantado el cambio del final, tan inesperado pero tan bien calculado para que encaje perfectamente.

Adella Brac

07/05/2014 a las 14:12

¡Gracias por tus palabras!
Un saludo 🙂

Moria Puch

08/05/2014 a las 19:25

¡Hola, Adella! 😀
Debo decir que entré porque amo el nombre “Catalina” jaja. En cuanto a contenido, debo decir que sí, como han dicho, es medio repetitivo y estereotipado, pero me quito el sombrero por la construcción narrativa y el buen uso de los diálogos. Y solo por ponerme muy, muy detallista, te diría que podrías sacar la palabra “vehículo”. “Vehículo”, sí, se refiere a un medio de transporte, pero en especial se usa para los automóviles y los de locomoción. Como que “vehículo” no es una palabra que vaya en sistema con “castillo”, “santuario” y todo ese estilo antiguo que usas para el texto en sí. Repetiría “carroza” otra vez sin dudarlo (:
Pero sólo es mi opinión 😀

¡Abrazos!

http://www.soymoriapuch.wordpress.com

Adella Brac

08/05/2014 a las 19:31

Gracias Moria, bien visto. Los detalles son importantes y todas las opiniones, válidas 🙂
¡Un saludo!

Lagarto

10/05/2014 a las 10:40

Hola, Adella.

Buena historia. Contada de una forma clásica y pausada que le va muy bien. Lo único que me despista un poco es cuando haces la descripción del salón de juegos, no sé si querías decir algo con ello, o era por dar ambientación. Me quedó esa duda.

Nos leemos, un Salado.

Adella Brac

11/05/2014 a las 09:06

Hola Lagarto, se trataba de que el lector pensara que se encontraba en otro tipo de historia para sorprenderlo al final 🙂
¡Gracias por tus palabras!
Un saludo.

Luis del Moral Martínez

21/05/2014 a las 21:17

Me ha sorprendido un montón esta historia 🙂

Creía que le pasaría algo muy malo, cuando verdareramente se descubre el atisbo de humanidad y pasión de ese alma torturada. Un relato muy evocador. Enhorabuena.

Pásate cuando puedas por el mío y me dices qué te parece. Es el número 31. Os dejo también la dirección de mi blog, donde tengo más relatos publicados (solo me he presentado a las 3 ediciones de estos últimos meses y aquí apenas he publicado).

http://www.luisdelmoral.es

Un abrazo.
Luis.

Adella Brac

22/05/2014 a las 18:28

¡Gracias Luis!
Ahora mismo me paso 🙂
Un saludo.

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