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El Rey cruel - por Aldo Brov
Web: http://daydreams2014.blogspot.com/
Las puertas del salón principal del castillo se abrieron generando un gran estruendo. A lo lejos, el Rey esperaba la llegada de los tres guardias que traían a rastras a un hombre, y a su pequeño hijo de siete años. Ambos fueron arrojados a los pies del trono.
-¿Así que, tú eras el ladrón que robaba mi comida?
-Mi hijo tenía hambre. ¡Tenga piedad!
-¿Piedad?, Dios tiene piedad, no yo.
El Rey se puso de pie y se acercó al hombre que se encontraba arrodillado. Por un instante lo observó en silencio, y entonces miró al niño, que temblaba de temor.
-Voy a perdonarte la vida… –dijo el Rey, entonces tomó un pequeño banco que había cerca del trono y lo puso delante del hombre- pero, todo acto tiene su consecuencia -Enseguida hizo señas a un guardia para que le entregase una espada, que luego entregó al niño-. Solucionaremos esto de los robos para que no vuelva a suceder –El rey regreso a su trono y tomó un reloj de arena–. Cuando de vuelta este reloj, tendrán dos minutos hasta que la arena termine de caer. Para entonces, quiero que tu hijo haya cortado tus manos con la espada. Si al terminar el tiempo tus manos aún están en tus brazos, mis guardias matarán al niño y yo mismo cortaré tus manos.
-¡No! por favor, ya no robaré, he aprendido la lección.
-¿Lección? -El Rey hecho una risa-. No estoy tratando de dar ninguna lección a nadie.
Entonces, sin siquiera dudarlo, dio vuelta el reloj y la arena comenzó a caer.
El niño miró a su padre con los ojos llenos de lágrimas, apenas podía levantar la espada que el Rey le había entregado.
-¡Hijo!, debes cortar mis manos -dijo el hombre resignado.
-Papá… no puedo -respondió el pequeño llorando, sin entender que su vida dependía de ello.
El hombre se acercó al niño, lo tomo del hombro y de reojo miró el reloj de arena.
-Debes hacerlo o te matarán. Si lo haces seguiremos vivos -Entonces, el hombre se arrodillo y puso sus dos manos encima del banco-, vamos… ¡no queda mucho tiempo!
El pequeño se acercó a su padre, y con esfuerzo levantó la espada. En ese momento, el hombre cerro sus ojos y echó un grito desesperado. Entonces la espada cayó sobre sus brazos.
Los últimos granos de arena cayeron en el reloj justo en el momento en que la espada golpeó sobre las muñecas del hombre, pero la inexperiencia del niño hizo que esta se ladeara y golpeara de costado, solo produciéndole un enorme dolor.
Enseguida, el pequeño se lanzó sobre su padre que gritaba por el golpe y lo abrazó.
-¡Perdón papá! no pude hacerlo.
El Rey se puso de pie, y se acerco al hombre y a su hijo.
-¡Matad al niño! – ordenó cruelmente.
Su orden retumbó en el silencio absoluto. Repentinamente el tiempo se había detenido y todos, excepto el Rey habían quedado congelados en su lugar.
Confundido, miró a su alrededor tratando de entender lo que sucedía y entonces dio media vuelta en dirección al trono, pero se detuvo bruscamente al ver a un hombre sentado en su lugar.
-¿Quién es usted? ¡Guardias! -volvió a gritar, pero nadie se movió.
-¿No me recuerdas no es cierto? -dijo el desconocido poniéndose de pie-. Justo antes que el Rey matase a tu hijo o cortase tus manos, respondí a tu pedido y te propuse un juego para evitar un cruel final.
-¿Que dice? ¡Yo soy el Rey! -exclamó furioso.
-Oh, cierto que no recordar era una parte fundamental del juego -El hombre bajo los escalones y se acercó al Rey-. ¿Ves al niño? Él es tu hijo. ¿Y ves a este hombre? en realidad él es el verdadero Rey. Tu rogaste a Dios por ayuda, pero él nunca escucha. En cambio yo, siempre estoy dispuesto a hacer negocios. Tu me vendiste algo y yo te di la oportunidad de cambiar con el Rey para que seas tú mismo quien tome la decisión final de esta situación. Lamentablemente, dentro tuyo llevas un Rey mucho más cruel que el verdadero. El verdadero los hubiera perdonado, pero tú acabas de dar la orden que no querías que el dé. Solo resta decir que se acabó el juego, pronto nos volveremos a ver.
Enseguida, el desconocido desapareció y el tiempo continuó su curso normal. Un guardia arrebato de los brazos del Rey cruel, que ahora se encontraba arrodillado, a su hijo para llevar a cabo su orden.
Comentarios (12):
Denise (ex Cibeles)
29/04/2014 a las 00:58
Muy interesante el giro final, aunque debo confesar que tuve que leer dos veces para asegurarme de que había entendido bien.
Me gustó mucho! Y me gusta también la propuesta que hiciste en los comentarios de la entrada.
Aldo Brov
29/04/2014 a las 01:39
Explicacion del cuento “Para los que no se esfuerzan demasiado en tratar de entenderlo”
Mi idea era que el lector, en un principio, sienta lastima por el hombre y odie al rey por su crueldad. Cuando dice que no quiere darle una leccion a nadie refuerza que para el es solo una diversion, al igual que cuando no duda en poner a correr el reloj de arena.
Satanas, que es el hombre que aparece, no quiere salvarlo, quiere su alma pero no piensa en salvarlo, asi es el, juega con eso de “¿Que harias tu si fueras el rey?”. Entonces, lo pone en lugar del Rey pero sin dejarlo recordar quien es, deja que actuen los verdaderos instintos del hombre, su verdadera personalidad. Le da una oportunidad pero todo depende del hombre.
Cuando “el Rey” que desde el principio del relato en realidad es el padre, dice Maten al Niño, se termina el juego y el hombre regresa a ser el sentenciado, pero yo lo sigo llamando “El rey cruel, a pesar que siempre fue el sentenciado”, esa era su verdadera personalidad.
Si el mundo hubiera sido diferente y el hubiese sido rey, hubiese sido esa clase de Rey que se ve al principio.
La idea final es que el lector cambie de idea al final, de sentir lastima por el hombre termine pensando “que se muera el maldito, se lo merece”
Se entendio? Saludos
oskar
29/04/2014 a las 20:57
No te preocupes aldo, yo lo entendi perfectamente.Excelente idea, planteaste un complejo dilema moral en la historia, me recuerda un viejo dicho que va mas o menos asi “Si quieres conocer realmente a una persona, dale poder sobre los demas”. Me gusta el planteamiento del juego muy a lo Quentin Tarantino. Soy novato en la escritura pero leo mucho, y no encuentro fallos grandes en el texto.
Lei tu comentario en el blog y estoy de acuerdo, todos deberiamos tener la mayor cantidad de opiniones de los textos, esto refuerza el entusiasmo para seguir de locos. Mi meta es comentar todos los que pueda, especialmente los que no tengan alguno.
Si quieres, mi historia “un cuento de caballeros” esta a tu disposicion.
Nos leemosnpor ahi.
David Rubio
29/04/2014 a las 22:38
El relato está bastante bien. ES entretenido y fácil de leer que es lo importante. El efecto pretendido se consigue. Quizás el final es demasiado explicativo. Satanás explica lo que sucede sin dar oportunidad al lector de que lo pueda averiguar por si solo. Esa parte es la que retocaría sin límite de extensión. 750 palabras son pocas para desarrollar el suspense.
En todo caso felicidades, muy buen relato.
Saludos
Pato Menudencio
29/04/2014 a las 23:16
Planteaste un excelente juego mental.
Al final, quien condeno al protagonista no fue el rey, sino que algo mucho peor, su propia naturaleza.
Saludos.
Chiripa
30/04/2014 a las 04:18
Aldo, gracias por pasarte por BIPOLAR y por tus interesantes comentarios, a los cuales daré feedback:
Tus apreciaciones en relación a los cambios de ánimo que también padecen los que no sufren de este trastorno me parecen oportunas. Igualmente, aciertas en todo lo relativo a la ansiedad, irritabilidad y actividad cerebral que afectan de manera negativa al maníaco.
Con respecto a lo que no incluí en el Polo maníaco, te recuerdo que con una limitación de 750 palabras hay cosillas que se han de recortar.
Me alegra que el tema te interese y estoy segura de que en el futuro escribirás algo muy interesante y en tu estilo.
En unas horas te enviaré mi comentario a tu relato.
Saludos,
Chiripa
30/04/2014 a las 04:50
¡Hola!, Aldo
Aunque los dos último párrafos de tu relato me resultaron muy confusos, considero que el tema que escogiste es interesante y supiste mantenernos al hilo de la tensión.
Para la versión definitiva de este relato, te sugiero darle otra revisada a las tildes y signos de puntuación. Te dejo un ejemplo, en:
* “…El Rey hecho una risa…” hecho es de hacer, mejor quedaría: se carcajeó, se sonrió…
* “…lo tomo del hombro…” tomó
* “…Un guardia arrebato de los brazos del Rey cruel…” arrebató
* las palabras bajo, arrodillo llevan tilde porque son palabras agudas: bajó, arrodilló
No quiero parecer maestra de ortografía, así que ya con estas pistas tu puedes continuar las correcciones.
Enhorabuena, Aldo, nos seguimos leyendo.
Aurora Losa
30/04/2014 a las 11:53
Me resultó muy interesante el inicio del relato, con la imposición del rey al niño de una tarea tan desagradable, resulta muy creíble y está bien narrado; pero en el momento en que el tiempo se para me pierdo, todo resulta confuso, está claro que el Rey no es el verdadero Rey y que solo lo es porque pactó con el diablo, pero no me termina de encajar. No sé si ya no te quedaba espacio para contarlo y tuviste que abreviar de algún modo, espero que sin límites puedas aclarar mejor esa parte.
El final me gusta mucho, igual que el principio, de hecho te felicito por todo el relato en general y te insto a que mejores esa parte que le resta calidad.
José Torma
30/04/2014 a las 15:11
Caray. Tu relato lo divido en dos partes. Una muy buena en donde me atrapas y me llevas de la mano viendo la crueldad de un rey que no entiendo o comprende el sufrimiento de su pueblo. Muy lograda la escena donde el hijo lo intenta pero “inconsientemente” falla. Hasta ahi muy bien.
La segunda parte, y tal vez sea solo yo, me confundio mucho. Como ya te comentaron, tuve que leerlo dos veces y aun asi no estoy seguro de haber captado la intencion.
Para mi la primera parte lleva el peso total de la historia y por lo tanto declaro que me ha gustado mucho. Felicidades.
Yiye
01/05/2014 a las 04:39
Muy buena idea pero algo caótica a la hora de leerla. Si bien es cierto que se acaba entendiendo, obliga a hacer un repaso. Lo malo es que ahora lo veo tan claro que no sabría decir como arreglarlo.
Un pequeño problemilla con los tiempos verbales durante la explicación de Satanás:
…cambiar con el Rey para que “fueras” tú mismo…
…tú acabas de dar la orden que no querías que el “diera”.
Miranda
02/05/2014 a las 18:45
Aldo: creo que tu intención la has conseguido, de plano. Haces que los sentimientos por los protagonistas cambien según avanza el relato. Me ha gustado mucho. Aunque hubiera preferido un mejor final para el niño. Pero estando el diablo por medio, es lo que hay.
Tu propuesta de hacer un grupo para comentarnos me parece fantástica. Cuenta conmigo. Te espero en mi relato que está en el número 69 y tiene buenos comentarios, pero pocos.
Saludos, nos leemos.
Aina Pons Triay
03/05/2014 a las 08:56
Hola Aldo. A mí me ha pasado igual que con los compañeros.
La primera parte, hasta que se para el tiempo, es fantástica. Consigues ambientarlo, hacernos sentir como el padre desesperado, como el niño asustado, odiando al rey.
Pero después, en la parte en la que se detiene el tiempo, resulta todo un poco confuso, sobre todo por los tiempos verbales (deberían estar en subjuntivo “…cambiar con el Rey para que fueras tú mismo quien tomara la decisión final…”) y por las tildes que ya te han mencionado.
No obstante, una gran idea y un buen relato. Enhorabuena.