<< Volver a la lista de textos
el banco de madera - por Majula
Es agradable pasear por el parque y sentarse en el banco que hay al lado de los matorrales. Tiene un aspecto ajado, aunque el encanto reside en el entorno que le rodea, es en primavera cuando esta repleto de florecitas ,apetece entonces desplegar el periódico y poquito a poco ir desgranando los sucesos que han ido aconteciendo por el mundo. Últimamente estos momentos de lectura me provocan incomodidad, relatos de acontecimientos que rasgan el mundo que hasta ahora conocemos, guerras sin sentido y catástrofes humanas de las cuales somos meros espectadores. Siento, que al leer estas páginas me hago en parte cómplice de los hechos, culpable hasta decir basta de no hacer nada al respeto.
Entonces el parque va cambiando su color, la luz cambia, el cielo se vuelve menos brillante y anuncia la llegada de la noche. Con fastidio dejaré el periódico en el parque y esperaré en el fondo de mi corazón, que alguien menos cobarde, vaya tomando posiciones y se enfrente a los conflictos que sacuden este mundo en nombre de todos.
Mañana volveré a mi rutina, a mi lectura de la prensa y a soñar que quizás esta vez sí,
por una vez pueda leer algún relato que mitigue mi angustia, con unos desenlaces diferentes a los de ayer, dejándome respirar en paz, me calmo pensando que es solo una lectura, claro que esto dice mucho de la pasividad con la que me implico, ¿Qué otra postura podría tomar?.
He de reconocer que ya hace tiempo que dejé mi suerte al azar, me abstengo de tomar parte en las palabrerías y tertulias cafeteras, no siento comodidad y me asalta un único deseo, llegar a casa en paz, cerrar el periódico a la vez que los ojos ……dejar de sentir.
Tengo en la prensa un aliado, leo y asiento o disiento que más da, mañana volveré a sentarme con el periódico en este mismo banco, viendo el ir y venir de las mariposas posándose en los matorrales repletos de flores; Igual que hace semanas, sin un futuro concreto al que mirar, con el periódico entre mis manos, el mismo que hace una semana que descansa en el banco del parque, alguien lo dejó olvidado y al encargado de la limpieza hace unas semanas que lo despidieron.
Es agradable ir al parque a sentarse en el banco, disfrutar de una buena lectura o simplemente sentir el bullicio de la primavera, las charlas de las mamas que vigilan a los niños, ver el escenario donde he pasado las últimas semanas, esta vez desde una perspectiva diferente.
¿Qué disgusto y el banco? …han decidido sustituirlo, me comenta el operario que no había por donde arreglarlo, tranquilo el de hierro dura más…ya y es más frío.
Me siento mejor, he encontrado un trabajo que me permite vivir cómodamente, entonces me sentaré en el banco, aunque sea de hierro………con el tiempo quizás mi corazón también lo será.
Comentarios (4):
Marazul
29/03/2014 a las 14:44
Te felicito Majula porque tu relato me ha llegado. Quizás aparentemente parezca que no pasa nada, quizás algún lector lo pueda ver como una reflexión, una disertación sin más. Personalmente creo que contiene mucha filosofía y está escrito de una forma clara y muy correcta. Un saludo
Kangreja
29/03/2014 a las 16:18
Como la vida misma! lo que es dejando de ser, lo que viene para irse, lo que nos da miedo aceptar. Pero temo que al corazón siempre le cuesta un poco más dejar de ser. Estaba imaginando el relato como un monologo, en un parque oscuro, en un teatro pequeño y quizás alargándolo un poco, ¿No?.
Felicitaciones, un ejercicio de realidad.
José Torma
31/03/2014 a las 17:23
Majula, muy buen trabajo. Nos lleva por un viaje introspectivo en el que el personaje se cuestiona su misma existencia.
Me mato el ultimo parrafo. Encierra una verdad tan enorme que salta de la pagina y te golpea los ojos. Creo que somos muchos los que decidimos hacernos de hierro ante lo que pasa y siempre pensamos que mañana podremos hacer algo al respecto.
Tu texto tiene una sobriedad que solo da la experiencia y te felicito por compartirlo con nosotros.
Saludos
tyess
31/03/2014 a las 17:35
Muy bueno por profundo, por honesto. Es fácil comprender,sentir lo que nos cuenta. El final está muy bien.
Pero hay algo que le falta en cuanto a forma. Por ejemplo hay erratas, letras y tildes que faltan aquí y allá. Y no sé, me fue difícil seguir la lectura, pero eso puede ser por mi baja capacidad de concentración…