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Ajeno al peligro - por Wolfdux

Web: http://wolfdux.blogspot.com.es/

Se detuvo delante de lo que parecía ser un cartel y lo observó. «Miau» se dijo a sí mismo. Se lamió una de sus patas delanteras y continuó caminando adentrándose en el parque. El sol lo mantenía caliente, su corto pelaje oscuro retenía el calor y un olor agradable que llenaba el lugar le hicieron ronronear de alegría.

Era mediodía y el lugar estaba tranquilo, los pájaros canturreaban y volaban como locos entre los árboles, el gato los miraba con atención, escondido entre unos arbustos. Sus orejas comenzaron a moverse, escuchando, aquí y allá, sus ojos, iban y venían siguiendo el veloz vuelo de los pájaros. El rabo, tieso temblaba ante la expectación del momento exacto en que saldría de su escondite para atacar.

—Miau. — dijo tras ver un colibrí, posándose sobre un antiguo periódico abandonado cercano a su posición. —Miau. — continuó mientras se colocaba en posición de ataque. Se agazapó arras del suelo, sus orejas adoptaron una pose más aerodinámica y el rabo dejó de temblar. Se alzó, y poco a poco se acercó sigilosamente al descuidado colibrí que era ajeno al peligro que corría. Contuvo la respiración y comenzó a tensar los músculos para efectuar una maniobra fatal para el pájaro.

En ese mismo momento una pelota de futbol impactó con violencia en el banco, haciendo escapar al colibrí. El gato ante la sorpresa se bufó desapareciendo a toda velocidad. «Miau» se dijo a si mismo mientras corría y se olvidaba de porque huía a toda prisa. Cuando se dio cuenta estaba en medio de una explanada, había mucha gente pero no hacían mucho alboroto, algunos dormían, otros tomaban el sol, por lo que se sentó sobre sus cuartos traseros mientras observaba con atención a su alrededor. Tras un momento se tumbó y se acomodó para poder disfrutar también del sol. El ronroneo era lo único que oía y comenzó a cerrar los ojos, mientras mantenía el oído preparado por si escuchaba algo fuera de lo normal.

Cuando volvió a abrir los ojos no había nadie en el parque, el sol estaba más bajo y comenzó a sentir un gusanillo en el estomago. Pero antes de buscar algo de comida, dedicó varios minutos a limpiarse por completo. Cuando estaba terminando con el rabo una mujer montada en bicicleta apareció de entre los árboles, con un gesto rápido clavó las uñas en el suelo y erizó su corto pelaje, inflándose. La mujer pasó por su lado y le miró, el gato, olvidándose del porque de su reacción, se alejó tranquilamente adentrándose en la sobra de los arboles, sus pasos le llevaron al mismo banco donde había intentado dar caza a aquel asustadizo pajarillo, miró detenidamente buscando algo que poder llevarse a la boca, se acercó al banco con paso seguro y olisqueó caminando sobre el periódico, «Miau» pensó.

Tras marcar el territorio continuó caminando hasta una papelera que había en otro banco más alejado, allí encontró un trozo de manzana que alguien había tirado. La olió y se alejó, justo al lado había un vaso con restos de helado en su interior. Se acercó y comenzó a lamerlo hasta acabar por completo con él. Una vez terminada la cena volvió a limpiarse de arriba abajo cual maníaco compulsivo.

El sol ya comenzaba a ocultarse entre los árboles y decidió que ya era hora de volver a casa, olfateó el ambiente y dio media vuelta. Sus lentos pasos le llevaron a la entrada del parque. La gran puerta de hierro estaba cerrada, pero eso no supuso ningún problema, él cabía entre los barrotes. Salto y se coló entro ellos saliendo del parque y dejando un día agotador detrás suyo.

Comentarios (26):

Wolfdux

28/03/2014 a las 13:20

¡Gracias a los tres Literautas que habéis comentado mi relato!

José Torma

28/03/2014 a las 20:23

Se por experiencia, (mi relato Paralisis tenia animales que pensaban tambien) que es dificil buscar el equilibrio entre lo que piensa y hace un animal sin humanizarlo demasiado; pero aqui tu le has dado al justo equilibrio. Me hubiera gustado un poco mas de perspectiva “hacia arriba” ya que el gato esta al ras del suelo (tu pones “arras” que creo fue una equivocacion provocada por la velocidad al escribir). Pero muy bueno. Felicidades.

Wolfdux

28/03/2014 a las 20:28

Muchas gracias José. Quise probar algo diferente y ver como quedaba. No terminé muy convencido pero me decidí por enviarlo para así tener otros puntos de vista a parte del que me había creado yo al leerlo.

¡En cuanto tenga un hueco me paso por tu relato!¡Después buscaré en tu blog el texto del que hablas!

¡Nos leemos!

David Rubio

28/03/2014 a las 20:50

Es un relato muy original. En literatura todo vale y más si se escribe con gracia. Respecto a la historia quizás queda demasiado normal. Al gato no le pasa nada extraordinario y pienso que por eso no te acaba de convencer. Creo que deberías martirizar más al gato, hacer que sea un gato diferente cuando terminara el relato.
Saludos

Aina Pons Triay

29/03/2014 a las 02:40

Me ha gustado, Wolfdux, aunque coincido con David con lo de que al gato no le pasa nada fuera de lo común. Está bien escrito, aunque algunos signos de puntuación creo que podrían mejorarse (“el gato los miraba con atención, escondido entre unos arbustos” tendría que ser una frase en si misma, empezar después de un punto).
Pero el relato es original y diferente. Bien arriesgado, buen trabajo.
Felicidades 🙂

Wolfdux

31/03/2014 a las 05:15

¡Gracias por comentar chic@s!

David tengo que darte la razón con lo de la “normalidad” del relato, le falta algo de chicha, y básicamente es el motivo del que no estuviera del todo convencido.

Aina sigo pecando en no revisar y releer mis textos antes de enviarlos o colgarlos en el blog, es una asignatura pendiente que espero remediar muy pronto, hasta entonces espero que tengáis un “poco” de paciencia conmigo, jejeje.

Por otro lado, el tema de que no pase nada fuera de lo normal, ha sido mencionado en los comentarios que recibí.
Una de las cosas que quería demostrarme a mi mismo escribiendo este relato era si una historia podía o no tener gancho sin pasar nada del otro mundo. Y habiéndola escrito con mayor o menor acierto puedo darme por satisfecho en ese sentido.

NHICAP

31/03/2014 a las 13:03

Original relato con un protagonista nada fácil. El texto queda bien, a excepción de pequeños detalles de ottografía, y quizás le falta un poco de contundencia, el gato es un pasota y podría cabrearse cuando la pelota espanta al colibrí. Falta una pizca de emoción pero, insisto, te queda bien el experimento.
Felicidades

Wolfdux

31/03/2014 a las 14:10

Gracias NHICAP. Me fío demasiado del corrector, jeje.

Miranda

31/03/2014 a las 14:55

Hola Wolfdux

Un buen ejercicio de descripción, deberia titularse una día cualquiera en la vida de un gato, pero entonces casi nadie te lo habría leido. Yo este mes he esperimentado a poner un titulo tonto y se nota. Si lo hubiera titulado “La pequeña venganza” o “El Desquite”, habría sido más popular, aunque espero que termines pasando a comentarlo.
Tu cuento está bien contado. Es verdad que la historia no sorprende ni cuenta nada especial, pero tambien es cierto que utilizar más de 600 palabras cuando no tienes una historia interesante es muy dificil.

He detectado una errata que es grave y rara. Has escrto “arras” (que son las monedas que se intercambian en las bodas) en vez de “a ras de suelo” que quiere decir que esta tirado rozando con el suelo, o a la altura del suelo, que por el sentido de la frase es lo correcto.

Sigue practicando. Nos leemos. Saludos

Wolfdux

31/03/2014 a las 17:44

Gracias por comentar Miranda.
Si de esa errata me di cuenta a raíz de los comentarios. Mea culpa.

PD: Ahora mismo me paso por tu relato y te cuento qué tal.

Pato Menudencio

01/04/2014 a las 18:43

Me ha gustado el relato. Sólo puedo agregar una cosa…. Miau!

Emmeline Punkhurst

01/04/2014 a las 20:06

Lección de etología: ¿un gato haría “miau” cuando está en modo depredador con el riesgo de que su presa lo pueda descubrir? 😉
Ahora en serio, esa normalidad de la que hablas me ha encantado. No tienen por qué pasar cosas extraordinarias en todos los relatos. ¿Recuerdas cuál fue una de las series más famosas de EEUU? Era Seinfield y se promocionaba como la serie en la que nunca pasa nada.
Realmente lo que le puede ocurrir al felino se intuye en el título. Ese “ajeno al peligro” es porque está expuesto a él viviendo en la calle. Tampoco hace falta explayarse más.
A mi me ha parecido una historia muy lograda, sobre todo porque nos introduces en el mundo del gato y nos haces ver su entorno con sus ojos.
¡Muchas felicidades!

Wolfdux

01/04/2014 a las 22:25

Gracias Pato y Emmeline por pasaros por aquí y dejar vuestra opinión.

¡Siempre se agradece leer cosas positivas!

forvetor

03/04/2014 a las 15:16

pues sí, puede que el título lleve a engaño pero a mi me ha gustado el relato. sobretodo el eterno “Miau” del prota y su facilidad para hacer cosas y olvidarlas a continuación… muy felino 😉
estoy con Emmeline en que no es necesario que pase nada para que el relato guste. ahora bien, en mi opinión, si no pasa nada tienes que hacer una buena inmersión en el entorno o trabajarte el texto a muerte en el aspecto formal. aquí haces un poco de cada y para un ejercicio del taller pasa más que dignamente. pero algo así a lo grande requeriría mucho trabajo de artesanía literaria.
como punto negativo (aparte de las erratas ortográfica y algunas de puntuación) para mí sólo el colibrí. será cosa mía pero es un pájara que yo asocio con la selva amazónica o con entornos naturales más silvestres que un parque con bicicletas y juegos de pelota… un gorrión, un mirlo o un estornino hubieran servido igual y habrían llamado tanto la atención en un relato tan cotidiano.
felicidades por arriesgarte con algo nuevo, a seguir así
un abrazo, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/

Wolfdux

03/04/2014 a las 16:03

Gracias Sergio.

Soy muy de ideas cazadas al vuelo, y una de esas fue la del colibrí. Estuve cambiándola pero no me gustaba como quedaban las que encontré. Así que lo dejé como lo había “parido”, jeje.

¡Nos leemos!

Ada Lena G. P.

03/04/2014 a las 21:17

Maravillosa semblaza de la vida gatuna Wolfdux. Y al final, ese toque que me parece un poco irónico:”…saliendo del parque y dejando un día agotador detrás suyo.” ¡Jajaja, si el gato se ha llevado sobando casi el día entero!
Me encanta la historia y la sensibilidad con que la transmites. ¡Se nota que tienes gato!
Un retrato de un minino genial que denota que a ti, precisamente, “no te ha comido la lengua el gato”.
¡Enhorabuena Wolfdux, de verdad que me ha engatusado tu historia!
Saludos de Ada.

OrianaB

04/04/2014 a las 08:56

Hola Wolfdux.
Cuando he empezado a leer tu texto me he sorprendido, no me esperaba para nada que el protagonista fuera un gato, pero una vez situada en contexto me ha gustado la idea. Creo que es un poco difícil escribir con un animal de personaje pero tu lo has hecho muy bien.
Sin embargo, a mi también me parece que le falta acción. Y me ha quedado una sensación extraña hacia el final, cuando dices:”La mujer pasó por su lado y le miró, el gato, olvidándose del porque de su reacción,…” Pensé que esta frase seria el inicio de algo importante. No se, pensé que quizás el gato se daría cuenta de algo o que la mujer le habría dejado comida… Ese “…olvidándose del porque de su reacción…” para mi fue como encontrar una pista falta. ¿Seré yo que le he buscado los tres pies al gato? 😉
Un saludo.

Wolfdux

04/04/2014 a las 10:22

Gracias Ada y Oriana por vuestros comentarios.

De hecho la idea de escribir este relato me la dio mi propio gato, Sméagol. ¡Me alegro mucho que mi historia te haya engatusado Ada!

Oriana, la idea era hacer que al leerlo uno se sintiera descolocad@ ante el primer “miau”. Muchos me han dicho que falta acción en la historia. A mi no me desagrada así, no estoy contento y realizado al 100% pero se le acerca mucho.

Muchas gracias a las dos por pasaros por aquí. Tomaré nota de todo lo que me habéis dicho en vuestros comentarios.

¡Un placer ser leído!

Aurora Losa

04/04/2014 a las 11:35

Primero el tironcillo de orejas: revisa los textos.
Y luego las alabanzas: Qué buena manera de retratar un gato sin humanizarlo, con sus “miaus”.
Original y bien desarrollado.
Enhorabuena.

Wolfdux

04/04/2014 a las 17:15

Jajaja. Gracias Aurora por el tironcillo.

Y muchas gracias por pasarte por aquí.

¡Nos leemos!

Maureen

05/04/2014 a las 17:36

Qué historia más original, desde el punto de vista del gato. Me encantan los diálogos. No sé si el gato estaría de acuerdo en que no pasa nada en todo el relato, él ha vivido un día completo y agotador 😉

Una errata que he detectado: en la frase “«Miau» se dijo a si mismo mientras corría y se olvidaba de porque huía a toda prisa”, ese “porque” debería ir separado y con tilde “por qué”.

Un saludo

Wolfdux

07/04/2014 a las 12:39

Gracias Maureen. ¡Tomo nota!

Virginia Figueroa

10/04/2014 a las 15:49

Hola Wolfdux!
(no me regañes por pasarme tan tarde… 😛 )
Coincido con los compis, ya te han dicho todo lo que se puede decir. Simplemente te digo que a mí también me parece una historia un poco falta de chicha, no sé me hubiera gustado ver al gatito en una situación más límite o romántica, jaja… de todos modos como me encantan los gatos, te lo perdono. Si a mi Elvis le suelto en un parque, creo que infartaría directamente.
Un besote!

Wolfdux

10/04/2014 a las 18:02

Nada de regañinas, que cada mes hay más relatos que leer y a todos nos falta tiempo. Muchas gracias por pasarte por aquí.

Ana Vera

14/05/2014 a las 16:21

Me ha encantado este relato. Enhorabuena, una prosa muy pulida.

Wolfdux

14/05/2014 a las 17:30

Muchas gracias Ana Ver por comentar, me alegro que te haya gustado.

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