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Butalmapu - por Toqui-Mapu

Butalmapu

A Newén Piuanche le resultó increíble lo que escuchaba, pero más increíble le pareció la respuesta de su Butalmapu, asintieron cada afirmación de Muñoz, no criticaron, no pusieron en duda sus argumentos. Con euforia vitorearon o aplaudieron según se manifestó la señal previamente acordada. No lo soportó más, llevaba más de 40 años observando el mismo espectáculo; vanas promesas que serían incumplidas, estúpidas razones que caerían en el sinsentido y el olvido. Pero esta vez no, no iba a ser como el montón de cobardes que lo rodeaba. No. Se podían ir todos al carajo. Sí. Se podían ir al carajo…él con gusto les indicaría el camino y los llevaría hasta allí.

Sus tobillos recobraron una fuerza añeja, tan ancestral como su Butalmapu, tan antigua como la sangre que corría por sus venas. Se abrió paso entre la muchedumbre y ante la mirada estupefacta de todos, brincó sobre el banco que estaba a un lado del escenario. Muñoz, hasta el momento, no sabía quien era Newén, jamás en su vida lo había visto, pero reconoció en él la energía acumulada de los años, leyó en sus movimientos y en sus ojos, la fuerza impostergable de los siempre postergados. Muñoz supo que una explosión era inminente. Quiso terminar su discurso y largarse cuanto antes, pero Newén no lo dejo.

– ¡Bastaaaaaaa! – Bramó Newén desde el banco – ¡bastaaaaaa!

Por un momento nadie supo que hacer, toda la plaza quedó cautiva, envuelta en el reclamo ardiente de Newén.

– La verdad se pudre atascada en mi garganta y mis riñones. ¡Usted!– dijo Newén, señalando a Muñoz – Usted me va a escuchar. Todos me van a escuchar.

Desde el Norte avanzó una repentina tormenta de oscuros nubarrones. El ímpetu de la ventisca arrancó a su paso periódicos viejos, banderines, carteles, y corrió veloz hasta su centro: Newén.

– ¿Quién se cree que es para interrumpir a un funcionario público?- gritó enfurecido Muñoz – No voy a tolerar su comportamiento.

– ¿Y nosotros debemos tolerar el suyo? – Respondió Newén – ¿Debemos tolerar que regale nuestras tierras, que nos obligue a vivir hacinados?

– ¡Cállese, está fuera de lugar! Lo haré arrestar por desacato.

– ¿Con qué autoridad me hará arrestar? – Lo increpó Newén – Acaso con la autoridad con la que hizo matar al viejo Tayel, nuestro Gran-toqui.

Un escalofrío sacudió a toda la audiencia. Muñoz, por primera vez en 40 años, sintió un súbito temor. El peso de mil atmósferas se apoderó de su cuerpo y lo aplastó contra el escenario.

– ¡Es suficiente! – Chilló – ¡Policía! ¡Oficiales! ¡Llévense a este hombre!

El viento rugió furioso ante la orden. Muñoz no pudo comprender que ya era demasiado tarde. Veinte oficiales con sus carabinas irrumpieron en la plaza atestada de Mapuches, Picunches y Huilliches. Newén de un salto trepó más alto en el banco y elevó su voz.

-¡Hermanos míos desconozcamos la autoridad de Muñoz! ¡El no sirve más que a su propio estómago, igual que la nación a la que él representa!

Muñoz miró a sus lados, descolocado intentó huir pero cinco Mapuches lo rodearon cerrándole el paso. El primer trueno bramó en lo alto del cielo.

-¡Su nación ha demostrado cuánto nos desprecia! – Protestó Newén -¡Su nación, no es mi nación!

Dos oficiales forcejearon con un corpulento Picunche que se resistió a dejarlos avanzar. Un tercero cargó su carabina.

-¡Exigimos nuestro derecho a la autodeterminación! ¡Basta de opresión!

Acomodó su objetivo y apuntó seguro.

Newén se elevo sobre la muchedumbre, abrió los brazos en señal de libertad, miró el cielo, miró de frente la historia que lo recibía para siempre.

El segundo trueno sonó tan fuerte que se confundió con el disparo de la carabina.

– ¡Butalmapuuu! ¡Butalmapu levantante!

Todas las estructuras de la vieja ciudad se sacudieron con violencia y el cielo tronó colérico.

Hubo un segundo disparo.

Los habían confinado a vivir humillados en porciones de tierras desoladas, valían sólo el precio de sus votos: un puñado de sueños baratos y promesas que jamás se cumplían.

– ¡Butalmapuuu! ¡Butalmapu despierta!

El tercer disparo acalló al fin el gritó de Newén, cayó de bruces, las vestiduras teñidas de su propia vida derramada. ‹‹Butalmapu››. Y la tempestad se desató en el cielo y en la tierra.

Comentarios (12):

José Torma

02/04/2014 a las 15:58

Tu relato es poesia pura. Vas hilando frases que recrean un ambiente fino aunque no por lo que dicen sino por la manera que lo describes.

“la fuerza impostergable de los siempre postergados” Maestro esa frase me llego al corazon.

Tu manejo de los dialogos es muy bueno y contribuyen a la narrativa sin freno. Al final quede un poco confuso entre si los Mapuches o los Pincuches y Huiliches de repente tomaron a Muñoz o que, pero entiendo que tal vez sean etnias de sudamerica, Uruguay o Paraguay quiero pensar.

El sacrificio en vano del protagonista es un reflejo crudo de la realidad donde quedarte callado te jode y hablar te jode mas.

Muy bueno tu relato, se me hace extraño que no haya pasado mas gente por aqui, yo mismo no lo habia apreciado. Tal vez el titulo confunde. Tal vez un subtitulo para poder apreciar de que va el asunto.

Como recomendacion para que mas gente te lea, te sugiero que te pases por los relatos de la gente, tal como lo hiciste con el mio y de esa manera te aseguras visitas que al final del dia nos nutren mucho.

Felicidades otra vez.

Muchas gracias por pasarte por mi relato y espero que mis opinones te sirvan de algo.

Saludos

Miranda

02/04/2014 a las 16:05

Hola Franco:
He leído en otro comentario que querías que te comentaran, así que te he buscado para leerte, si quieres tener más comentarios, te recomiendo que leas a los mas populares del blog, si dejas comentarios tuyos, antes o después te comentaran.

Ahora entrando en el comentario del texto, me ha gustado y me ha hecho estudiar historia. Al no conocer el significado de Butalmapu lo he buscado y me ha parecido muy curioso. Es una parte de la historia que no conocía.

Tratas además de un tema muy actual, el abuso de los poderosos y lo tratas muy bien. Me ha gustado la relación de los acontecimientos con la naturaleza.

Creo que habría sido un buen titulo, “Aliado con la Tormenta”. Los títulos son un buen gancho también para que te lean. Yo este mes probé a poner un titulo que lo explicara todo en vez de un titulo sugerente y que no sepas lo que te depara y he tenido menos comentarios que el mes pasado.

Si quieres comentarme soy el 64 en la Escena 16 y el 73 en la 15 y comparas la importancia del titulo.

Kangreja

02/04/2014 a las 21:36

Wao! es una gran historia. Es necesario, justo, y enriquecedor que se escriba de temáticas sociales. En este caso sobre una comunidad que ha tenido que pasar por tanto como es la mapuche. Felicitaciones por hacerlo con esta calidad. Pienso que lo que te comentan del titulo puede ser cierto. Sin embargo, a mi me da la sensación que el texto forma parte de otro más grande, por lo que no lograba situarme en el en la primera lectura hasta ya pasada la mitad. Quizás si resituas un poco el inicio de la historia, puedes conectar antes con el lector. (sólo desde mi punto de vista, y ya sabes que no soy experta). Por lo demás, tienes una redacción poética, correcta y sugerente. Saludos, nos seguimos leyendo.

Franco Daniel

02/04/2014 a las 21:58

Muchad gracias a cada uno por los comentarios. Son de mucha ayuda y animo.Voy a tener en cuenta vuestras sugerencias. Saludos!

Aurora Losa

03/04/2014 a las 07:39

Madre mía. Qué pedazo de relato. No sé decirte qué me gusta más, si la denuncia que contiene, si esa parte ancestral traída al presente (me encanta los textos que rescatan tradiciones que parecen olvidados, pero no lo están)o el modo en que lo has descrito todo.
Tiene una estructura perfecta que enriquece una historia ya rica de por sí. El título está escogido más que bien, pues en realidad a mi me ha dado la sensación de que no es Newén el que habla, sino cada Butalmapu a través de él, conectado a la cielo que lo cubre.
ME ha parecido un texto realmente bueno, cargado de dramatismo y denuncia.
Enhorabuena

Aurora Losa

03/04/2014 a las 07:46

Perdón por los gazapos en el comentario anterior y quería añadir una cosita, yo, personalmente, me leo todos los textos del taller, uno por uno y en orden, creo que no es lo habitual pero también estoy segura de que no soy la única que lo hace. En todo caso, y con respecto al título, además de lo que ya te he dicho, me gustaría añadir que a mí me llamó la atención, pues deja intuir algo aleccionador sobre la historia, sobre algo que no conocemos bien y que nos puede iluminar o crear una curiosidad. Yo busqué lo que era Butalmapu y me alegro de haberlo hecho, pues desconocía en absoluto el término y su importancia. Así que, gracias.

Wolfdux

03/04/2014 a las 09:53

¡Casi me pierdo esta joya!

Menos mal que José Torma, creo que fuiste tú, nos habló de este relato.

FELICIDADES.

Pato Menudencio

03/04/2014 a las 12:48

Estoy doblemente feliz.
En primer lugar, es una historia potente, llena de energía, y que refleja la realidad que están viviendo nuestros pueblos originarios.
En segundo lugar me alegra encontrar a un compatriota escribiendo en la página.
Felicitaciones.

Mari chi weu!!!!

Franco Daniel

03/04/2014 a las 16:53

Wao! Muchas gracias a todos por los comentarios!.Hay una gran verdad en cada uno de ellos y me ayudan sus devoluciones.
En especial gracias Jose Torma por recomendarme, estoy en deuda contigo.

José Torma

04/04/2014 a las 01:22

Nombre hermano que agradeces… aqui estamos todos para ayudarnos y decirnos nuestras verdades en forma de opiniones. Me da gusto que me hayas comentado y asi haber podido dar contigo que ya te agregue a mi lista de “must read”.

Saludos y a escribir

forvetor

04/04/2014 a las 19:24

pues sí, es una pena a uno se le escapen joyas como esta por la falta de tiempo y la acumulación de textos. pero para eso están los compañeros!! gracias José por correr la voz y gracias Franco por participar en la taller. como vez la interactuación con los compañeros es lo que nos enriquece, no dejes de comentar en los textos que te gusten. yo por ejemplo, al contario que Aurora (mi heroína), no tengo tiempo de leer todos las entradas de la recopilación, me paso por todos los que participan en el hilo principal, los que comentan en mi relato y los que tengo en mi lista de imprescindibles, en la que acabas de ingresar 😉
en cuanto al texto… que puedo añadir a lo ya dicho? pues que me gusta mucho conocer otras culturas, más aún a través de relatos que intentan contarme aún más cosas que la mera exposición de la cultura ajena.
si tengo que subrayar alguna falta del texto, esforzándome mucho, diría que yo en tu lugar habría usado un lenguaje menos erudito para Newén… “desconozcamos la autoridad”, really?
felicidades por este estupendo texto y gracias por compartirlo con nosotros,
un saludo, nos leemos!
Sergio Mesa / forvetor
http://miesquinadelring.com/

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