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A contracorriente - por Jennifer+18

El autor/a de este texto es menor de edad

Alex se levanta esa mañana nerviosa, en pocas horas se enfrentará a su mayor enemigo, Richard, un famoso y malvado mafioso.
La mujer sabe que la ha fastidiado, y que eso en ese tipo de “mundo” se cobra con la muerte. Aún así, piensa luchar, a sabiendas de que tiene todas las de perder.
Un poco antes de la hora en la que ha quedado con el mafioso se dirige al lugar: la azotea de un alto edificio abandonado desde hace muy poco en medio de la ciudad.
Al llegar a la azotea escucha como la puerta por la que acaba de entrar se cierra, y se gira de inmediato. Ve a Richard, con una malvada sonrisa dibujada en su demacrada cara.
—Hola, Alex.
—Buenos días, Richard. Un extraño lugar para mantener una conversación, ¿ no crees?
—Aquí nadie escuchará lo que te tengo que decir.— Le dice sacando una pistola de la parte trasera de su pantalón y apuntándole con ella.
En ese instante la mujer se percata de que estaba en lo cierto. Ese mafioso ha averiguado su secreto, que es agente de policía, y va a acabar con su vida.
Nunca pensé que tú me traicionaras así, nunca pensé que fueras de la policía.
Prefiero que acabes con esto cuanto antes, Richard.— Le dice Alex acercándose a él con cautela.
La mujer llega lo suficiente cerca de su contrincante como para poder darle un golpe con el brazo en la mano de este, haciendo que se le caiga el arma al suelo. Richard mira furioso a la mujer y le pega un puñetazo en la boca, partiéndole el labio. Al mismo tiempo, Alex le da una patada a la pistola, que se detiene en el medio de la azotea.
Los dos miran el arma. Alex saca la suya y Richard se la intenta quitar. Entre zarandeos, golpes y movimientos de lo más extraños, el arma de esta sale volando por los aires y cae a fuera de la azotea.
Alex le pega un puñetazo en la nariz. Richard le da una patada en el estómago, haciendo que retroceda. La mujer ve un hierro en el suelo y no duda en cogerlo y asestarle un golpe en la cabeza al mafioso, que cae al suelo con una brecha sangrante en la frente.
Alex aprovecha para recuperar el aliento, aún con el hierro en las manos. Richard coge un palo de madera y lo utiliza como bastón para poder levantarse.
—Eres muy dura, chica. Pero eso no significa que vayas a sobrevivir. — Le dice asestándole un golpe también en la cabeza.
La mujer pierde la noción del tiempo por un segundo. Mira la pistola. Está demasiado lejos. Es imposible que la pueda coger. Mira al mafioso. Está herido, pero sabe que ha ganado peleas, tiroteos, estando en peor estado. Aprieta fuerte el hierro, pensando que es la única arma que tiene. Lo levanta con todas sus fuerzas y le da un nuevo golpe, esta vez en el estómago. Escucha el crujir de una de las costillas del mafioso, y, sin querer, se le dibuja una sonrisa en la cara.
La sonrisa se le borra al instante al notar un nuevo golpe en su brazo izquierdo y al sentir un fuerte dolor: se lo acaba de romper.
Vuelve a mirar el arma. Sin pensar, corre hasta ella, pero, a tan sólo un centimetro, Richard la tira al suelo. Ella alarga todo lo que puede su mano y el hombre hace todo lo posible para que no pueda conseguirla.
Alex le da un cabezazo, rompiéndole la nariz. El hombre se levanta, dejándola libre. Ella aprovecha para coger el arma y se levanta también. Mira al mafioso segura, pensando que a ganado la pelea.
Este es tú fin, Richard.
La mujer saca de su bota derecha un teléfono móvil y llama a su comisaria. Richard aprovecha la distracción de ella para atacarla. Se enzarzan en una nueva pelea, uno con una costilla que le duele a rabiar y la otra con un brazo que en ese momento no le sirve en absoluto.
De repente se escucha un fuerte ruido, un disparo. Los dos se miran. La chica se cae de rodillas al suelo. Le acaban de dar.
—Ya te dije que no sobrevivirías a esta, chica.
Richard baja de la azotea. Alex mira el cielo por última vez. Cierra los ojos. Acaba de morir.

Comentarios (3):

lunaclara

28/02/2014 a las 15:54

Una pelea muy bien descrita, sí señor. Me da mucha pena que sea ella la que muere, aunque que muriera el mafioso hubiera sido un tópico.
Me hubiera gustado saber algo más sobre la relación entre ellos: por qué ella ocultaba su condición de policia y por qué él era un mafioso, y cómo sus destinos se unen.
Felicidades!!

Jose Ramon

03/03/2014 a las 10:00

Muy bueno Jennifer, leyéndolo, parece como si estuvieras viendo la escena de una película. Me encanta como ye desenvuelves con el diálogo ¡Que envidia!. También me gusta tu estilo, directo, natural y sin utilizar palabras retorcidas. Muy bien esa “sugerencia” que vas tramando sobre que en el pasado reciente hubieran tenido una intensa relación. Enhorabuena

jennifer

10/03/2014 a las 18:58

Lunaclara y Jose Ramon,muchas gracias por vuestros comentarios.
Con lo que me has dicho, Lunaclara, he pensado en hacerlo mucho más largo, incluso llegando a hacer una novela sobre este texto. Lo tengo que pensar con tranquilidad, quiero hacer muchas cosas y no tengo tiempo para todo jajaja
Con lo de los diálogos, Jose Ramon, debo decir que siempre he pensado que son mi punto fuerte
Os repito a los dos, muchísimas gracias por vuestros comentarios.

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