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Doce campanadas y una sirena - por Emyl Bohin+18
Web: http://emylbohin.wordpress.com/
Apuró el paso al escuchar las doce campanadas
¡Dong!
¡Joder, Juan! Esta vez la has cagado, pero ¿qué hace toda esa gente ahí?
¡Dong!
A Juan le cuesta avanzar por unas calles inundadas de gente. Una marea lenta, uniformada de blanco, solo roto en la cintura por una faja roja, avanza hacia la plaza del pueblo.
¡Dong!
–¡Hey! Mira ese, que pintas lleva.
–¡Tranqui! ¡No empuje! Que esto no avanza más.
–¡Oiga! ¿Quien le ha engañado? Que ese no es el traje de fiestas.
¡Dong!
Un niño con una inmensa mochila de Mazinger Z, sube corriendo los últimos peldaños del colegio. Sus compañeros ya están en clase, en el pasillo solo quedan rezagadas algunas muchachas del último curso. Se detiene para recuperar el aliento, mira a las chicas, baja la mirada y comienza a caminar suavemente. Las jóvenes estallan en una carcajada. El niño se da la vuelta y abandona el colegio.
¡Dong!
Eres bobo, Juan. Siempre lo has sido. Desde pequeño. No es que no sepas aprovechar las oportunidades, es que las destrozas. Tienes que darte prisa. Empújalos, pasa por encima, pero haz algo que ya es la hora.
¡Dong!
Todos los escaparates del pueblo muestran el cartel anunciador de las fiestas en honor a los Santos Patronos. A través del cristal se puede comprobar que el interior de los comercios está vacío. Solo en los bares la oscura figura de los camareros espera el momento de su apertura. Minutos después del cohete, el bullicio y la locura animarán barras y mesas.
¡Dong!
Conoció a Lucía en el instituto, una chiquita menuda un año mas joven. Desde el primer momento le pareció la más bella de todas las muchachas que había conocido. Tan bella la veía que no se atrevió a hablar con ella. Al terminar las clases Juan la acompañaba a casa, pero quince metros más atrás. Muchos días Lucía buscaba escusas para no volver con sus amigas y hacer sola el camino de regreso a casa. Pero nunca consiguió que Juan se acercara.
¡Dong!
Eres bobo, Juan. El día de tu boda y pasas toda la noche de juerga, la cagaste con Lucía y hoy parece que la vas a volver a liar. Esto no avanza, estás jodido, ya no hay nada que hacer, ya no llegas a tiempo.
¡Dong!
Tuvo que ser Lucía la que rompió el hielo. No fue rápido. No quería tomar esa decisión, prefería que fuera él el que diera el paso adelante, pero el curso estaba a punto de llegar a su fin y en el verano las oportunidades de volver a coincidir eran mínimas. Lucía miró a través de los ventanales del aula, el sonido de la lluvia le dio la idea. Sonrió. Cuando sonó el timbre dio su paraguas a María y se dirigió al patio. ¿Me puedes acompañar a casa? No he traído paraguas. Esas fueron sus palabras y sin esperar respuesta le agarró del brazo y comenzaron a andar.
¡Dong!
–Qué raro que sea el novio el que se retrase.
–No habrá querido perderse el inicio de fiestas.
–¡María! ¡Guapa!
–Sí, guapa. Pero menuda cara que está poniendo.
–Yo creo que como no venga pronto el novio esta se larga.
¡Dong!
Juan fue creciendo con Lucía. Gracias a ella el adolescente tímido y solitario ganó confianza. Se integró en el grupo de amigos de Lucía y con ellos fue de fiesta en fiesta por todos los pueblos de la ribera. Un mal día, a la hora de la siesta, Lucía descubrió a Juan y a María que follaban en la habitación dieciséis de un dulce hotel de la costa levantina. Sin mas palabras le puso las maletas al borde de la piscina y ahí acabó todo.
¡Dong!
Diario de la Ribera,
25-07-97
Trágico accidente en las fiestas de Bellahueca.
Muere un joven al caer desde el campanario minutos después de lanzarse el chupinazo.
Comentarios (11):
lunaclara
28/01/2014 a las 23:23
Genial! Qué original! Tiempo presente y pasado los alternas muy bien. Lo del dulce hotel me choca un poco. Y el final no lo he entendido muy bien: ¿Decidió no casarse al final y suicidarse?… Bueno, sea lo que sea, me parece muy bien escrito.
Saludos.
Emyl Bohin
29/01/2014 a las 11:41
Hola lunaclara, gracias por tus palabras.
Tenía ganas de experimentar algo, y decidí hacer como un collage, en el que las doce campanadas (del mediodía en el reloj del ayuntamiento del primer día de fiestas en un pueblecito que pudiera estar situado en La Rioja pero no la de Argentina) sirven de nexo para los diferentes trozos del relato: pasado, presente, narrador en tercera omnisciente, en tercera cámara, en segunda, no me entró en primera, incluso un coro anónimo en los diálogos y para terminar un recorte de periódico. Quizá demasiado batiburrillo para tan pocas líneas.
Lo del dulce hotel (no estoy seguro a qué te refieres) es algo como lo de colarse en una fiesta, pero en este caso es Sabina, es el título de una canción y un álbum. La frase es una especie de collage de letras de canciones del de Baeza.
Un mal día me puso las maletas a los pies de la estatua de un poeta…
A la hora de la siesta descubrieron que faltaba el interno dieciséis…
Al final si se suicida, si le tira el padre de la novia, o los amigos por hacer una broma, o se cae accidentalmente desde el campanario al tratar de divisar a dónde había ido su prometida o cualquier otra de posibilidades lo dejo a elección de quien pudiera interesar.
Gracias y un saludo.
NHICAP
29/01/2014 a las 18:16
Hola Emyl,
Ingenioso y ameno relato escrito de una manera muy curiosa. Felicidades, y anoto esta forma de plantear la narración.
La contestación que le das a Lunaclara ya me sirve de explicación a varias dudas que me surgieron en la lectura. Ejemplo, el coro anónimo de opiniones en la iglesia, ¿Por qué no planteas un diálogo entre incitados y curiosos?. Para mi los tres últimos ¡Dong! requieren más claridad. El undécimo es algo críptico y condensas mucha información relevante
Al final, no estaría mal del todo,suicidar a Lucía. Demasiado altruista, una Pigmalion, que ayuda a crecer a Juan y pasa lo,que pasa. Je,je.je. Todo el mundo entendería que cayese en una depresión profunda y se tirase del campanario, al comprobar que su Juan había crecido, ¡pero muy torcido!.
Hasta la proxima ocasión
Saludos
Forvetor
30/01/2014 a las 15:03
estupendo experimento Emyl,
me gustan mucho los textos con estructura inusual… de hecho me has dado una idea, a ver si la cuadro con el tema de la próxima escena 😉
estoy de acuerdo con Nhicap en que la parte final resulta un poco atropellada en forma y fondo. puede que simplificando la multiplicidad de perspectivas y repartiendo un poco más la información el asunto quedara resuelto. pero vamos, que es una sugerencia, je. y por cierto, yo también pensé que la suicida era ella.
Virginia Figueroa
01/02/2014 a las 10:31
Estupendo relato Emyl, muy original en cuanto a contenido y estructura. Sin embargo, coincido con los comentarios que te han hecho. A pesar de que la disposición de párrafos hace muy fácil la lectura, yo he tenido que releer varios “Dongs” para enterarme y el final me ha dejado un poco descolocada. Creo que tú misma te das cuenta de que hay demasiada variedad en tan poco espacio y eso, al final, abruma más que agrada al lector. A pesar de ello, te ha salido una escena muy buena!! 😉
Emyl Bohin
03/02/2014 a las 01:33
NHICAP, Forvetor, Virginia Figueroa
Muchas gracias por los comentarios y por el tiempo dedicado.
Es muy importante esta especie de feed back, sobretodo en una cosa rara como este relato, ya que animan y dan una idea de como lo perciben los demás.
¿Suicidarle a ella?
No se me había ocurrido. Supongo que, a pesar de las diferentes voces, siendo el protagonista Juan le correspondía el final.
Os tengo que dar la razón en el tema del final, demasiado liado. Consecuencias de dejarlo todo para el último día, a ver si para el de la lucha empiezo mañana mismo sin falta.
Saludos
Servio Flores
04/02/2014 a las 01:23
Muy buen relato. La explicación que ud da, aunque no es necesaria ayuda. Lo Sabinesco lo capté, bravo!
En general me ha parecido muy bien. La estructura se parece a la de mi relato de esta misma edición, aunque son totalmente diferentes.
Saludos y nos seguimos leyendo
Emmeline Punkhurst
05/02/2014 a las 20:40
Muy creativa la idea de intercalar ambos tiempos entre las campanadas. Tiene muy buen ritmo de lectura y es muy original. ¡Enhorabuena!
Emyl Bohin
06/02/2014 a las 00:42
Hola Emmeline Punkhurst son muy generosas sus palabras y le agradezco el comentario y su tiempo.
Saludos
Emyl Bohin
06/02/2014 a las 00:45
Gracias Servio Flores, es un halago su comentario. Supongo por sus palabras que es un fan de Don Joaquin o por lo menos que disfruta con sus canciones.
Hasta la próxima.
Servio Flores
06/02/2014 a las 03:21
Si soy muy sabinero, lo disfruto desde que yo era un adolescente 🙂 de alguna forma ciertos artistas a uno lo marcan, en mi caso Serrat, Auté, el mismo Sabina, Ana Belén, víctor Manuel… Por mencionar solo a algunos.
Saludos y seguro nos seguimos leyendo