Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

La leyenda de la catedral - por Chdnk

Web: http://www.bitacoradeunmortal.blogspot.com

Apuré el paso al escuchar las doce campanadas, sabía que iba tarde, el nuevo año había arribado y con el las nuevas esperanzas de un mejor mañana (Sí claro, ¿A quién estaba engañando?) Corrí desesperadamente a la catedral de la ciudad alrededor de 20 minutos. Mientras recuperaba el aliento buscaba esquivar a los borrachos emergentes en la entrada de la catedral, subí a toda velocidad la extensa escalinata y me quedé observando en la cúspide de la torre las campanas inmóviles.

Habían pasado muchos años desde entonces, mi padre había vivido en la catedral junto a mí, crecí entre desventuras y hallazgos, donde cada campanada tenía un sentido propio. Mi madre había muerto al traerme al mundo, sin embargo sabía que habitaba en la catedral( o eso quería creer) de pequeño solía jugar con aquella presencia, nunca había sido muy social en la ciudad y solía hablarle a la nada y de una u otra forma me respondía mediante objetos o señales. Al principio mi padre creía que era parte de ser niño, pero hasta empezar a ver que en mi adolescencia seguía hablando sólo como si tuviera sentido alguno, empezó a preocuparse de mi aislamiento, mandándome a casa unos tíos muy lejos.

Pasaron los años y empeoré, en casa de mis tíos hablaba a las 3 de la mañana con la nada, según ellos mi actitud cada vez era peor y tras algunos meses terminé internado en un sanatorio, hasta el día de hoy que había logrado escapar.
Miraba el horizonte y decidía si debía partir para sopesar la locura o maldición aparente.

De repente sonaron 2 campanadas como si fuera una señal, miré debajo de una de las campanas pero no había nada. Suponía que debía de haber sido el viento, hasta que oí una voz:

"No es una maldición hijo. Es un don que has heredado, ayuda a descansar a los muertos."

No sabía cómo reaccionar ante aquello, pero estaba seguro de algo, debía vivir.

Ccomentarios (1):

MrBrightside

29/01/2014 a las 19:15

Te defiendes bien redactando, así que te animo a que sigas escribiendo 🙂

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *