<< Volver a la lista de textos
Hunting Luck - por Moona
Web: http://moonanet.blogspot.com.es/
Antes de subir al coche, Harry palpó su bolsillo trasero. ¡Había olvidado la cartera! Fastidiado, volvió a casa, subió los siete escalones pisando solo los impares, y abrió la puerta. Ahí estaba, en el recibidor. La abrió, comprobó que tenía su trébol de cuatro hojas y la guardó. Antes de volver a salir, se miró en el espejo de la entrada para espantar la mala suerte.
Había quedado con Lizzy, con quien llevaba unos meses. Todo iba bien entre ellos, pero por los fracasos de relaciones anteriores, Harry perseguía la buena suerte. Siempre había sido supersticioso y había usado todo tipo de amuletos desde aquella primera vez, con siete años, cuando su madre, viéndolo tan nervioso antes del examen de Matemáticas, rebuscó en su caja de costura y sacó un botón azul que colocó en su manita.
—Es mágico. Guárdalo en el bolsillo y todo irá bien.
Desde entonces, Harry había ido variando de amuletos: usó calzoncillos de la suerte —que se ponía del revés en los exámenes—, bajaba siempre de la cama con el pie derecho, lanzó monedas en multitud de fuentes tras pedir un deseo, e incluso grabó un candado, con la fecha, su nombre y el de Ann, su ex-novia, lo colocó en la barandilla del Ponte Milvio y lanzó la llave al Tevere. Aún cree que si no hubieran retirado todos los candados debido al peso extra, su relación no se habría roto hacía ya un año.
Subió al coche y condujo concentrado, mientras la pata de conejo se balanceaba rítmicamente junto a la llave de contacto. Habían quedado en un coqueto restaurante, y sentados frente a frente, debatían sobre la suerte, disfrutando de un delicioso Zinfandel mientras esperaban la cena.
—O sea… ¿Estás absolutamente convencido de todas esas cosas? Tus amuletos y supersticiones, los viernes trece…, todas esas bobadas.
—Ehhh… básicamente, sí.
—¿Y si hago esto? —dijo volcando el salero y derramando unos granos de sal.
—¡No hagas eso! —saltó nervioso, tomando el salero y echando sal por detrás de su hombro izquierdo.
—¡Jajajaja! ¿Ves? A eso me refería, Harry. Son sandeces. Tienen poder sobre ti solo porque las crees. ¿Has intentado pasar de todo eso tan solo por un día? Comprobar que nada malo ocurre por ignorarlo. Es tu mente la que tiene el poder de atraer la desgracia o la suerte si así lo crees.
—Eso es tan supersticioso como lo mío.
—Tienes razón, pero lo que intento es que justamente veas el lado opuesto. ¿Por qué no lo intentas? Desde mañana mismo, levantarte con el pie izquierdo y así el resto del día.
Harry aceptó el reto. Le costaría trabajo pero estaba decidido, y así, pasaron todo el sábado sin tréboles ni herraduras, sin evitar gatos negros o escaleras. Se atrevió incluso a abrir el paraguas dentro de la casa por el mero hecho de retar a la suerte. Vivieron un día divertido y al llegar la noche, contemplando a Lizzy dormida junto a él, se dio cuenta de que había temido no llegar a la noche sin una desgracia, y el nudo que atenazaba su estómago durante todo el día comenzó a aflojarse.
—Gracias —susurró besándola.
A la mañana siguiente, se levantó temprano, contemplando feliz cómo ella aún dormía. Bajó de la cama con el pie izquierdo. Estaba inspirado y creyó que podría retomar su faceta de escritor y avanzar el capítulo. Se dirigió a su despacho tras desayunar y, antes de sentarse a escribir, se acercó al ventanal, admirando los colores otoñales del bosque ante su casa.
El repentino ruido de cristales rotos y un disparo arrancaron a Lizzy de sus sueños. Abrió los ojos asustada y saltó de la cama al no verlo junto a ella. Le llamó, recorriendo las habitaciones sin encontrar respuesta. Al entrar al despacho, su grito resonó en la casa. Harry yacía tendido junto al ventanal, con un profundo agujero rojo en su frente.
Cuando la policía llegó, Lizzy, conmocionada, no fue capaz de explicar nada. Supo después que todo fue un accidente fortuito, provocado por un vecino de la zona que practicaba el tiro en el bosque. Un gato negro saltó de un árbol e hizo que tropezara y que el arma se disparara involuntariamente, enviando la bala directamente a la cabeza de Harry.
Un mes después…
Amanece. Lizzy se despereza y se levanta, plantando cuidadosamente el pie derecho. En poco tiempo, ha adquirido muchas supersticiones. Mientras prepara el café, en su muñeca tintinean un trébol y una herradura de plata.
Comentarios (17):
Luis Ángel
28/12/2013 a las 20:14
Hola Moona. No pude evitar enviarte un comentario acerca de tu cuento. Excelente historia, muy original y entretenida. Te felicito. Me gustó mucho el final.
Saludos, Luis Angel Sáenz
Moona
28/12/2013 a las 21:45
¡Mil gracias, Luis Ángel! 🙂
José Torma
29/12/2013 a las 00:08
Me ha gustado bastante. Debo decir que me vi motivado por el comentario del acento que yo tampoco encontre jaja. Pero estoy contento de haber llegado porque tu relato es redondo. Me siento identificado con el prota aun que yo no tengo muchas superticiones… ok solo algunas jaja
Te felicito, en mi opinion un relato muy completo. Me gusto el “twist” al final con Lizzy abrazando todas las supersticiones de Harry.
Enhorabuena!
Moona
29/12/2013 a las 01:50
¡Muchas gracias, José! No sé si lo que faltaba era un acento o de qué podía tratarse. Quien lo comentó mencionó “una pequeña falta de ortografía” 😉 Me alegro de que el relato te gustara. Yo acabo de leer el tuyo y me gustó también mucho 🙂
Chari
29/12/2013 a las 02:38
Hola, Moona: Tu relato me ha gustado mucho, creo que está muy bien construido, es ágil y tiene un final muy acertado. Utilizas las palabras justas para contar una historia y eso es muy alabable. Enhorabuena por tu trabajo, espero volver a “leerte” pronto.
Peter Walley
29/12/2013 a las 09:04
Buena historia, me ha gustado mucho el final.
Aurora
29/12/2013 a las 11:35
Me encanta el giro final, y cómo muere él, con un par de elementos supersticiosos de por medio. Enhorabuena.
Moona
29/12/2013 a las 13:06
Chari, muchísimas gracias por leerlo y por tus palabras. He buscado tu nombre entre los relatos para leer el tuyo, pero no encontré ninguno, no sé si porque usas otro nombre o porque no participaste. En cualquier caso, yo intentaré seguir por aquí cada mes 🙂
Peter, me alegro de que te gustara. Acabo de leer tu relato y la sonrisa aún continúa en mi cara. Hilarante y muy bien escrito. ¡Qué personaje Billy Weird! 🙂
Aurora, agradezco tus palabras y que te hayas tomado el tiempo de leer mi relato. Como me ocurrió con Chari, te busqué, y no sé si tú eres la Aurora de un relato titulado T.O.C., que me ha gustado mucho 🙂
Chari
29/12/2013 a las 19:17
Hola de nuevo,
este mes llegué tarde para participar, pero me gustaría poder hacerlo en enero, a ver si el tema me inspira. Creo que esta página es fabulosa, y los relatos que he leído me han gustado mucho, en especial el tuyo. Espero leerte de nuevo.
Moona
29/12/2013 a las 19:57
Espero tu relato de enero, Chari, que seguro que algo se te ocurre 🙂
Aitor
30/12/2013 a las 11:03
Hola, me ha gustado mucho tu relato. Tiene una lectura muy ágil y entretenida, la historia engancha y el final negro me ha recordado a A dos metros bajo tierra.
Virginia Figueroa
30/12/2013 a las 11:30
Muy buen relato Moona, la acción transcurre con fluidez y cuando menos te los esperas, ¡sorpresa!. La muerte del protagonista le da un toque genial. Enhorabuena.
No obstante me queda una duda… ¿por qué el título en inglés?
Moona
30/12/2013 a las 17:51
Aitor, lo mismo te digo. Tu historia me gustó mucho y me pareció bastante original 🙂
Virginia, a costa de repetirme, también me gustó tu relato, escribes muy bien 🙂 En respuesta a tu pregunta acerca del idioma del título, te diré que me gusta hacerlo así y creo que todas las entradas de mi blog, salvo una, llevan los títulos así. No es superstición ni manía en este caso, jajaja, es tan solo una elección 🙂
Forvetor
31/12/2013 a las 10:40
Estupendo relato. No puedo más que repetir lo que te comentan los demás compañeros de viaje. Estupendo el ritmo y la fluidez. Además me caen bien los escritores que tienen el valor de matar a un protagonista, je.
Moona
31/12/2013 a las 11:57
Muchas gracias por tus comentarios, Forvetor. De vez en cuando mato a alguno, jajaja, y normalmente solo a los malos malotes, pero en este caso, le tocó al pobre Harry :`(
Carlos Crego Fernández
03/01/2014 a las 10:23
Excelente relato. Entretenido, fácil de leer y con un final muy bueno. Enhorabuena
Moona
04/01/2014 a las 17:50
Me alegro de que te gustara, Carlos. Gracias por tus comentarios 🙂