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¡Qué desgracia! - por Nana Muriana
Ayer se me cruzó un gato negro. Estaba yo llegando a mi casa, tensa ante la noche que me esperaba, cuando le vi en una esquina, sirviéndose de la oscuridad de la calle y de su pelo para permanecer oculto. Tuve la intención de dar media vuelta ¡No podía permitirme un mal augurio, otro mal augurio en torno a su nacimiento! El gato supo mis intenciones y corrió ante mí sin que pudiera reaccionar, trazando una línea de mala suerte que no hace sino engrosar todas las malas energías que acompañan al nacimiento de mi nieto.
Mi hija Benigna de buena que es es tonta. Se juntó con un miserable llamado Anibal. Yo le dije “Beni, hija, ¡Con ese nombre que sólo tienes que añadirle una C para darte cuenta de que consumirá tu vida!”. Nada, ni caso. Ella se ríe de mi porque dice que eso son tonterías, que los nombres no influyen en el carácter de las personas. ¡Anda que no! ¡Pero si hasta hay una ciencia que se encarga de eso! Yo no sé a quién habrá salido esta niña.
Cuando me comunicaron que estaba embarazada no sabía si alegrarme o llorar. Siempre he deseado ser abuela pero sólo de pensar que mi nieto ha sido concebido en esa cama que tiene los pies hacia la puerta, con ese hombre que no respeta las costumbres de una…¡Que el diablo se lo lleve! Para colmo me cuentan que van a ir a cenar con unos amigos para comunicar la buena nueva. “¿Cuántos sois?” pregunto yo, “doce” me contesta la insensata. “Doce más el niño que llevas en la barriga son trece, tenéis que invitar a alguien más, si no uno de vosotros morirá antes de un año”. Se ríen. Son unos jóvenes ignorantes que no comprenden el dolor de perder a un hijo. Se pensarán que la vida es una fiesta y que estamos aquí para divertirnos, tan felices ellos y cometiendo tantos importunios.
Al entrar en su casa casi me da algo: cuadros torcidos, vino derramado sobre la mesa, una escoba vieja que habían traído de la casa anterior para perpetuar sus desgracias. Miserable hasta para comprar una escoba nueva. Yo soy supersticiosa, lo reconozco y me enorgullezco de ello. “Hay que tener fe en las fuerzas que no conocemos porque ellas sí nos conocen a nosotros”. Lo dijo un escritor muy admirado por científicos de todo el mundo. Anunciaron su libro en la tele “Libera tus sentidos: abre tu candado interior”, algo así era, que yo estoy bien informada de todo, no soy ninguna ingenua.
Mi nieto, pobrecito, concebido en el pecado por un padre que parece hijo del mismísimo diablo. Ni siquiera el cura lo traga, él que ama a todos sus prójimos. Yo hago todo lo posible por evitarle mal alguno: tengo una herradura tras la puerta, he colgado una pata de conejo del llavero de mi Beni para ahuyentar los malos espíritus, he puesto cactus en su ventana. No dejo de rezar cada noche para que nazca sano y salvo pero tengo miedo. Hoy es día 13, vaya día para nacer. No es martes pero ya sólo con el número tengo suficiente razón para pensar que algo no saldrá bien, demasiados malos augurios lo acompañan. Menos mal que en el mes no existe el día 66 que si no seguro que le toca nacer en ese. Pobrecito mi nieto, aún ni ha nacido y mira todo lo que ha tenido que soportar.
Suena el teléfono, ya habrá nacido, no quiero ni pensar en qué habrá podido sucederle, ni siquiera soy capaz de atender la llamada, qué desgracia, ¡Qué desgracia!
Comentarios (6):
Servio Flores
29/12/2013 a las 08:14
muy bueno, todo un monólogo de alguien que suma y resta con tal de encontrar esas comunicaciones de fuerzas extrañas. Sufre en sus creencias y marca a cualquiera.
felicidades.
Aina Pons Triay
29/12/2013 a las 13:40
Me ha recordado a mi bisabuela, que durante años en Navidad y Año Nuevo comió en una mesa aparte, pues con ella serían 13 en la mesa. ¡Hasta que yo nací no se sentó con los demás!
Me ha encantado, enhorabuena.
Cibeles
30/12/2013 a las 00:48
Hola, me tocó comentar éste y la verdad que me gustó mucho, el personaje está muy bien construido.
José Torma
30/12/2013 a las 18:33
Excelente!, nos llevas de la mano en un monologo interno que nos describe a la perfeccion a la abuela. Super prota y los elementos de las supersticiones presentes sin abrumar el relato.
Muchas felicidades
Forvetor
31/12/2013 a las 10:48
Me ha encantado la forma de construir el personaje a base de ese monólogo tan “de verdad”, con las contradicciones y observaciones de un supersticioso. El final estupendo. Y el ritmo muy ameno.
Virginia Figueroa
02/01/2014 a las 09:47
Muy buen relato Nana. Me ha encantado como va avanzando la protagonista en sus razonamientos y como la angustia va in crescendo. Es una idea original con un enfoque distinto. Enhorabuena!!