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EL AQUELARRE DE DOMINICA - por lunaclara

Web: http://mhelengm.blogspot.com.es

Dominica decidió visitar a la bruja que se alojaba en el último piso. La necesitaba. Faltaba poco para que empezara el Seminario "Cómo ser una bruja 10 en el siglo XXI", y el Consejo Mayor le había endosado, por recomendación de su abuela, la exposición de la conferencia inaugural… ¡a ella!, la menos experimentada de todas las que se encontraban en ese hotel, que nunca antes había visto juntas a tantas brujas; ni en los escasos tres aquelarres a los que fue con su abuela y de los que salió mal parada (dos o tres magulladuras de nada).

Si se encontraba en apuros -cosa bastante probable- debía acudir a la bruja que más sabía de todo el chiringuito: Madame Kytelé. Voló hacia recepción para que el musculitos vestido de uniforme le dijera dónde se alojaba la vieja: habitación 666, y allá que se fue.

Su abuela había sido muy poco oportuna: apenas controlaba conjuros y pócimas, y encima se asustaba con cualquier movimiento perturbador que se produjese fuera de su campo de visión. Eso no era para ella, lo tenía claro. Prefería heredar el negocio de su padre "el soso", como lo llamaba su suegra: vender manuales de gramática del español, eso es lo que debería hacer. Bueno, primero terminar su carrera de Literatura; después, hablar con su padre.

Llamó de forma intermitente al timbre de la habitación 666. Nadie contestó, pero alguien asomó un papel por debajo de la puerta: "Si eres Dominica, no estoy". ¡Vaya por Dios! Hasta la bruja más vieja había oído hablar de ella, pensaba, alejándose cabizbaja hacia el ascensor. "¡Abuela!", gritaba en su interior, desesperada, "¿por qué me haces esto?".

La causa de todo aquel sinvivir era que había perdido los papeles que contenían la primera charla que iba a dar en toda su vida. Se llamaba "Ser bruja: ¿Moda o realidad?". No recordaba dónde los había metido después de la última noche de insomnio; ni rastro de ellos. Su estómago constreñido le daba a entender que su abuela la iba a matar.

El hotel era un hormiguero de gente. Mujeres de todos los pueblos de España se entrecruzaban con frenesí. Tenían prisa. En diez minutos empezaba la conferencia. ¡Ay, Señor! Dominica decidió llamar a su abuela al móvil.

—¿Hola?
—¡Abuela!
—¿Qué pasa, cariño?
—Abuela, escúchame. He perdido los papeles. No puedo dar la conferencia.
—¿Cómo? ¿Qué dices? ¡Eso no puede ser! ¡No me falles en esto! ¿Has buscado a la vieja?
—Sí, abuela, sí, ¡pero ha pasado tres kilos de mí!
—Ay, hija, y yo de vacaciones…
—¡Abuela, qué hago! ¡Necesito tu ayuda!
—Mira, Domi,¡no necesitas mi ayuda! Estoy en las Seychelles y sería un engorro hacer nada desde aquí…

La abuela, conocida como Madame Pentrea, pensaba -mientras regañaba a su nieta- que nada como una ocasión así para que la Kytelé la hundiera en la miseria delante de toda España. ¿Debía ayudarla entonces? Eso iba en contra de sus principios. Ya le había soplado lo de Madame Kytelé, y quería que Dominica aprendiera a desenvolverse sola en ese mundillo.

—Pero abuela…— musitaba la joven, mientras le caían dos lagrimones que se fundieron con el moquillo de su nariz.
.
—¡Que no, Dominica! ¡Ya eres mayor para arreglártelas sola!— Y la abuela le colgó el teléfono. No, no la iba a ayudar… directamente.

Dominica se dirigió hacia el estrado del salón de actos arrastrando los pies. A otra bruja no iba a pedirle ayuda: no quería que el Consejo se enterase de nada ni enemistar a su abuela con el resto de brujas de España. Secó sus mejillas y se hizo una cola con el pelo. Dos grandes manos apretaban su garganta… ¿Qué había aprendido en coaching? Que era capaz de conseguir todo lo que se propusiera… Glup, glup… No podía tragar… ¡Seguro que se le ocurriría algo!

Tras una nube de humo gris apareció Madame Pentrea, con bañador y pareo a juego, en la habitación 666.

—¡Alicia!—gritó, aporreando la puerta— ¡Ábreme! ¡Soy yo, Elisabeth!

Madame Kytelé abrió la puerta.

—¿Qué quieres? Tengo jaqueca.
—Alicia, tenemos que hacer algo. Mi nieta esta en apuros.
—Cómo no…Ya ha estado aquí y he hecho lo que me dijiste, ¡pasar de ella!
—Ya lo sé, pero es mi única nieta…

Por los altavoces, instalados por todo el hotel, se oyó la voz de Dominica:

“Estimadas hermanas: Comienzo esta conferencia convencida de que los grandes retos requieren pequeñas acciones. ¿Quieres ser una bruja 10? Sé una mujer valiente, segura de ti misma y alegre…”.

Comentarios (15):

Aurora

28/10/2013 a las 16:04

me gusta mucho, esa mezcla de “las brujas” de Roalh Dahl y la cosmopolitan, esta historia da para mucho.

Aradlith

28/10/2013 a las 21:40

No sé cómo lo haces, pero eres capaz traer a nuestra dimensión a entes como las brujas, dándoles preocupaciones cotidianas, y hacer no ya que no chirríe nada, si no que hasta quede una buena combinación. Definiría este relato como el chocolate con menta :D, Sigue así, Luna!

lunaclara

29/10/2013 a las 08:12

Gracias Aurora! Es muy animante leer comentarios como el tuyo. Pero Roald Dahl….

lunaclara

29/10/2013 a las 08:13

Gracias Aradlith! Me alegra mucho que te guste mi relato. Yo lo pasé genial escribiéndolo. Chocolate con menta… ummmm… nunca lo habría pensado. Nos leemos!

Peter Walley

30/10/2013 a las 08:19

Muy bien contado, me ha gustado mucho. Creo además que le has sacado mucho jugo a los requerimientos del mes, enhorabuena.

lunaclara

30/10/2013 a las 09:14

Gracias Peter! Pondré algo un poco más extenso en mi blog, a ver si puedo, que estoy superliada. Me alegra que te guste. Nos leemos!!

Aitor

30/10/2013 a las 16:04

Muy bueno, tu protagonista es la antiheroína. Nos quedamos con las ganas de saber más.

Servio Flores

30/10/2013 a las 22:24

como siempre lunaclara, que bueno!
todo pasa tan espontaneo que lo leí de tirón.
felicidades.

lunaclara

31/10/2013 a las 01:55

Gracias Aitor! Me alegra que te guste. Sí, mi prota es una antiheroina… bastante heroica! Nos leemos.

lunaclara

31/10/2013 a las 01:57

Gracias Servio! Así es como me gusta escribir, para que se lea del tiron. Nos leemos!

Marazul

31/10/2013 a las 12:49

Muy bonito tu relato lunaclara y con esa chispa de humor……..Me ha gustado mucho. Enhorabuena !!!!

lunaclara

31/10/2013 a las 16:31

Gracias Marazul! Que alegria ver que mis relatos hacen pasar un rato agradable a los que los leen. Nos leemos!

Iracunda Smith

01/11/2013 a las 16:37

Muy divertido, me imagino a Madame Pentrea con el bañador y el pareo gritándole a Madame Kytelé y no puedo parar de reir 😀

Emyl Bohin

02/11/2013 a las 00:46

Me ha encantado esta actualización de las eternas brujas formando parte de una moderna corporación, o por qué no, de algún partido político y ver sus tejemanejes, y ponerles cara.

lunaclara

03/11/2013 a las 07:34

Gracias Iracunda Smith y Emyl Bohin por vuestras palabras. Para mi es un honor que me leais. Siempre disfruto mucho con vuestros textos. Nos leemos!!

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