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DIA INTERNACIONAL DEL SUICIDIO - por lunaclara

Web: http://mhelengm.blogspot.com.es

Cuando llegamos a la casa ya era tarde.

Estuvimos meses siguiéndolo por twitter. Se llamaba DIAINTERNACIONALDELSUICIDIO. Algunos usuarios de la red social lo habían denunciado, adjuntando a los emails algunos de sus tuits más famosos: "¿Quién ha dicho que sea fácil darse muerte? Es un arte el aniquilamiento total", "No es una debilidad, es una conquista sobre uno mismo", … Cientos de personas le seguían. Demencial. Por él habían aumentado los casos de suicidio en la ciudad… Recordaba a Hitler. Este caso me interesaba, tenía motivos personales. Cómo me enteré, ahora no importa.

—Vale, Pereyra, pero tienes que buscar ayuda— me dijo el comisario, señalándose la cabeza con el dedo.
—El año que viene, tal vez.

Subimos corriendo a la habitación, que pensamos era la principal, y forzamos la puerta sin ningún tipo de miramiento.

Dicen que el polvo realmente dañino es el que no se ve. Yo no estaría tan seguro. El que nos recibió en aquel sitio frío y oscuro nos envolvió de tal forma, que aún ahora, quince años después, me pongo a temblar solo al recordarlo. No había luz.

—¡Qué coño…!— grité.

Tropezamos con pequeños montículos, que no llegaban ni a la rodilla, colocados tras la puerta estorbándonos el paso. Se desmoronaron y caímos sobre ellos como marionetas infantiles a las que se les cortan súbitamente los hilos.

—Sargento, ¿qué es esto?
—Libros, Martínez, son libros— le contesté yo, levantándome del suelo con un ejemplar en las manos; "Del otro lado del jardín", uno de tantos en los que se hace apología del suicidio.

Sorteamos los endemoniados libros, repartidos por todo el suelo, pendientes de cualquier cosa que pudiera sorprendernos a través de aquella maldita oscuridad. Solo pequeños haces de luz se filtraban a través de las rendijas de la ventana. Mi preocupación iba en aumento.

—Señor, aquí no hay nadie.
—Mirad en el baño.

Eché un vistazo a mi alrededor. Inconscientemente buscaba algo que me dijera que no, que ese no era su escondite. Junto a la ventana, sobre una mesa de madera, descansaba un ordenador de los años noventa. Dominaba la informática; eso sí lo sabía.

Solté el libro sobre unos papeles escritos de manera ilegible. Cogí uno; estaba lleno de párrafos que seguramente habían llamado la atención del lector y los había transcrito ahí mismo: "… se necesita gran fuerza de voluntad para sobreponerse al instinto más poderoso de la naturaleza… por lo que el suicidio prueba más ferocidad que debilidad". Gran lema para un gran loco. Si nuestra naturaleza humana desea de forma innata vivir, ¿a qué viene sentirse orgulloso de lo contrario? La herida que me hervía dentro continuó abriéndose sin ninguna piedad. Un cenicero repleto de colillas malolientes, restos de bocadillos y vasos de coca-cola vacíos completaban el patético cuadro.

Reparé en un sobre cerrado, apoyado en el monitor. "Sargento Pereyra". Sabiendo quién era el remitente me senté en su taburete con la extraña sensación de estar arrebatándole el puesto. Sacando la carta del sobre leí:

"Papá: Ya no puedo más."

Tenía un hijo de veinticinco años y no sabía dónde estaba. Se hacía llamar DIAINTERNACIONALDELSUICIDIO.

Sentía que las partículas de polvo caían agarrándose como una lapa a mi ropa y a mi piel, chupando ávidas la sangre de un alma que sufría porque no entendía a su propio hijo.

"La muerte es desesperante. ¿Por qué mamá tuvo que morir sola y desamparada? Fue una crueldad, una humillación. Me refugié en los libros, esos con los que te has tropezado al entrar en mi refugio, donde encontré respuestas contundentes. Y, decidido, comencé un movimiento pro suicidio: el hombre debería controlar su propia muerte donde y cuando él quiera.

Siempre me he sentido solo. Nunca he entendido el sufrimiento. ¿A quién le iba a preguntar? ¿A ti? Tú aceptaste la muerte de mamá sin preguntas. ¡Pero yo tenía muchas preguntas! Vivir, ¿para qué? Aprobar los exámenes, ¿para qué? Ver los partidos contigo, ¿para qué? Amar, ¿para qué?… ¿Para morirme?… Tenías fe, me dijiste. ¿Quién es ese Ser que, según tú, te da la vida y luego te la quita sin preguntarte? Ni tú ni nadie me lo contó.

DIAINTERNACIONALDELSUICIDIO me ha confirmado lo fácil que es manipular a la gente. Ahí no estoy solo.

Quiero morirme, papá."

Yo también he deseado morirme, muchas veces, pero evitar "caer del puente" demuestra mayor amor, aunque entre el puente y el río exista la misericordia de Dios.

Llorando vi cómo las caras de mis agentes me lo decían todo al volver del baño.

Comentarios (11):

Aradlith

27/06/2013 a las 21:38

Es imposible no empatizar con el hijo del protagonista… Al final, las almas más puras y débiles son las que mas se corrompen. Como siempre buen relato. Un saludo 🙂

lunaclara

27/06/2013 a las 23:18

Gracias, Aradlith. Me costó mucho escribir este relato. Hasta llore y todo. Yo empatizo con los dos, con ese pobre padre, que pensaba que habia fracasado en la educacion de su hijo; y con el chaval, que buscó respuestas donde no le convenia.

David Ballester

28/06/2013 a las 18:11

Un placer leerte de nuevo, lunaclara. Un relato realmente poderoso, conmovedor. Al principio no entendía los sentimientos de protagonista, pero cuando llega el giro argumental, todo queda aclarado, y, de hecho, invita a una segunda lectura para apreciar el comienzo de la historia a la luz de lo que se descubre más adelante. Un tema sensible tratado con mucho tacto, sin por ello arrebatarle el dolor y la oscuridad. Un último apunte: magnífica recreación del escondite y gran momento final.

lunaclara

28/06/2013 a las 20:22

Gracias por tu comentario, David. Te invito a leerlo un poquito mas extenso en mi blog. Un saludo!

Servio

28/06/2013 a las 22:40

Gran relato. Nos mete en ese ambiente de novela negra. Me hace recordar la pelicula “Seven”.
Muy bien logrado. Al rato paso por su blog.
Saludos

Nhicap

29/06/2013 a las 11:49

Excelente relato, lo mejor que te he leído en Literautas. Muy bien estructurado, profundo y cuidadosamente narrado. Logras que la acción transcurra en un clima de tensión alto y el desenlace resulta genial.
Felicidades y aprovecho para agradecerte los comentarios a mi texto.
Buenas vacaciones y hasta la próxima.

lunaclara

29/06/2013 a las 12:00

Gracias, Servio y Nhicap, por vuestros comentarios. Fue un placer leeros. Felices vacaciones!

Carlso Dauro

29/06/2013 a las 20:21

¡Ufff! Genial, soberbio. Tu imaginación y talento van a la par. Enhorabuena.

lunaclara

01/07/2013 a las 07:59

Gracias Carlos!! Seguimos leyéndonos!!!

sara isaac

01/07/2013 a las 16:36

Tensión, clima, suspense, giro final, ambientación entre trágico y negro. Aplausos!!!! Muy bueno. Enhorabuena.

Abbey

02/07/2013 a las 20:34

¡Impactante!. ¡Enhorabuena!
Bien escrito, con ritmo y mucho sentimiento. Tratas un tema tan delicado que sería muy fácil caer en el sentimentalismo excesivo, pero tú sales victoriosa.
Genial

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