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MISTERIOS ARCANOS - por FrancisR.
Un fuerte mareo la obligó a dejar el tratado y salir de la biblioteca, aunque su curiosidad aumentaba a medida que pasaba las páginas; sobre todo después de encontrar la receta del enigmático “Ungüento de brujas” que, aplicándolo en la nuca a modo de perfume, provoca alucinaciones. Si se ingiere, los resultados pueden ser imprevisibles.
En su excitación, alterada por el descubrimiento, Clara percibió interiormente una fuerza incontrolable que la impulsaba a comprobar los efectos del brebaje. Sin meditarlo, invitó a cenar aquella noche a Román, el bibliotecario.
Apenas iniciada la comida, el comensal vomitó y cayó fulminado.
Clara, sobresaltada y fuera de sí, salió a la terraza gritando:
—¡He matado a un hombre inocente! ¡No tengo esperanza de salvación!
—Señorita, despierte, vamos a cerrar.
—¿Dónde estoy? ¡Ah! En la biblioteca. ¿Qué ha ocurrido? Estoy desorientada. El café que usted me trajo… No sé… Hasta mañana, Román.