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DESPERTAR - por MOTR.
Oyó ruidos.
Era demasiado temprano, pensó que era un sueño y se dio media vuelta. La noche lo envolvió de nuevo.
¡Tap! ¡Tap! ¡Tap! Otra vez.
Golpecitos y pisadas. Alguien, o algo, corriendo y saltando, risas de hombre, y también un silbido. No, no era un sueño, seguro, y sonrió con esperanza.
Hacía poco, Papi le había dejado; no pudo despedirse, darle las gracias por toda una vida. Solo un beso en la frente, gélida, marmórea…Había conocido a La Parca, estrechado su mano, olido su perfume. Debería de haber bastado. Pero un mes después… su adorada perrita, la pequeña Bauxa, una más de la familia…
Los ruidos cesaron.
Su mujer se despertó, confusa.
— Cariño, es muy pronto. ¿Y esa cara tan feliz?
Él la abrazó con fuerza. Una lágrima, única; y sonriendo le susurró:
— Papi y Bauxa juegan a la pelotita en el cielo. Me han despertado.
FIN