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PRIMERA VEZ - por Perla Preciosa
Tu perfume envolvió en un halo de esperanza las que puse antes de conocerte aquella noche cálida.
"¡qué hermosa eres!" –dije mientras te acariciaba-. "¡Quién te hubiera conocido antes, adorada ninfa!" –pensaba mientras te daba el último beso y salías de casa cual brisa que lleva el viento.
Volví a mi habitación, triste y reflexiva, como acostumbro tras una jornada intensa y emocionante: recordaba la suavidad de tus cabellos y el aroma de tus besos y de tu cuerpo, así como tu sedosa piel.
De estas meditaciones, añorando tu ausencia y mi juventud perdida, me sacaste tú misma, no recuerdo cuánto tiempo después.
-Soy yo, querida. He llegado bien. Quería que te quedaras tranquila y recordarte nuestra próxima cita.
Sentí dentro de mí un bálsamo de emoción que recorrió todo mi ser y lloré, ahora sin miedo, lágrimas amargas. Solo entonces me supe digna de ser realmente amada.