<< Volver a la lista de textos
La espera. - por Clau CruzR.
Es de noche, la habitación está envuelta en un aroma fuerte, amaderado. Se puede observar, un cenicero lleno de colillas retorcidas, un abrelatas con un mango de madera tallada sobre la mesa con papales en desorden; una silla vacía, cerca de la cama que tiene una de sus cuatro patas acondicionada con dos tabiques de cemento, se encuentra un frasco desparramado de perfume. En el centro de la estancia un hombre yace totalmente inmóvil, con una hoja de papel en la mano, en la cual se puede leer: “Querido Luis, ya tengo los resultados de tus análisis. Tenemos que vernos. No hay esperanza. Prepárate para lo peor. Ernesto”.