Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

Ausencia - por Elena MahíaR.

Hacía rato que el sol se colaba por las rendijas de la persiana. Ricardo se frotó los ojos. Había dormido poco durante la noche.
Se incorporó y evitó mirar el lado de la cama que durante cuarenta años había ocupado Carmen y que, desde hacía uno, permanecía vacío y frío.
Empezó su rutina diaria como un autómata. Sabía que la clave era hacerlo todo despacio, pero sin pausa. Cuando no actuaba así, una angustia abismal lo abrazaba y le obligaba a estar sentado en la butaca del salón con la vista perdida. Eso le sucedía desde que el doctor le dijera: “Hay esperanza, el cáncer de su esposa no está extendido”.
Se paró ante la cómoda, acercó a su nariz el frasco de perfume de Carmen y aspiró con fuerza aquel olor suave. Salió a hacer la compra, perseguido por los recuerdos, que aleteaban a su alrededor como cuervos negros.